Mensajes clave
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Es probable que las madres que tienen un contacto piel con piel con sus bebés en las primeras horas tras el parto tiendan más a dar el pecho de forma exclusiva hasta un mes después y de 6 semanas a 6 meses después.
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El contacto piel con piel entre madres y recién nacidos probablemente ayude a que los bebés se adapten a la vida fuera del útero por mantener la temperatura corporal estable y aumentar sus niveles de glucosa en sangre. También podría ayudar a su respiración y su frecuencia cardíaca.
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El contacto piel con piel podría apenas suponer una diferencia en el tiempo transcurrido hasta el alumbramiento de la placenta. El efecto sobre la pérdida de sangre de la madre tras un parto vaginal no está claro.
¿Cuál es el problema?
Las principales entidades sanitarias mundiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la agencia de las Naciones Unidas dedicada a la infancia (UNICEF) recomiendan que el recién nacido se coloque directamente sobre la piel desnuda de la madre inmediatamente después del nacimiento. El bebé debe estar desnudo y permanecer ahí sin interrupción durante al menos una hora, idealmente hasta después de la primera toma. A esto se le llama contacto piel con piel. Sin embargo, en mucho contextos, la práctica habitual es separar al recién nacido de su madre, vestirlo o envolverlo, o colocarlo en una cuna abierta o bajo radiadores. El contacto piel con piel es menos frecuente en países de ingresos bajos y mediano-bajos. Dado que esta práctica puede ayudar a que las madres logren dar el pecho con éxito, las tasas bajas de contacto piel con piel podrían ser uno de los motivos por los que los niveles de lactancia materna varían entre países con distintos niveles de ingresos.
¿Qué queríamos averiguar?
Queríamos ampliar nuestro conocimiento sobre cómo afecta el contacto piel con piel a la duración y la exclusividad de la lactancia materna y a la transición del bebé a la vida fuera del útero. En concreto, quisimos saber si el contacto piel con piel era mejor que el contacto habitual para mejorar lo siguiente:
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la lactancia materna exclusiva;
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la temperatura corporal del bebé;
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los niveles de glucosa en sangre del bebé;
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la respiración y la frecuencia cardíaca del bebé;
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el tiempo hasta el alumbramiento de la placenta;
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el sangrado materno tras el parto vaginal.
¿Qué hicimos?
Buscamos en las principales bases de datos estudios aleatorizados sobre contacto piel con piel inmediato (que comienza menos de 10 minutos después del nacimiento) y temprano (de 10 minutos a 24 horas después del nacimiento). En los estudios aleatorizados, se asigna a los participantes al azar a uno de dos o más grupos para garantizar que los grupos son similares. Resumimos los resultados y evaluamos nuestra confianza en ellos en función de factores como la metodología y el tamaño de los estudios.
¿Qué encontramos?
Encontramos 69 estudios con 7290 parejas de madre-lactante. La mayoría de los estudios compararon el contacto piel con piel inmediato (en los primeros 10 minutos después del nacimiento) con la atención hospitalaria habitual en mujeres con bebés sanos nacidos a término. En 15 estudios las mujeres dieron a luz por cesárea, y en 10 estudios los bebés estaban sanos pero nacieron prematuros (entre la semana 34 y la 37 de embarazo). Hubo 32 estudios de países de ingresos altos, 25 de países de ingresos medianos-altos y 12 de países de ingresos medianos-bajos, que incluyeron India, Nepal, Pakistán, Vietnam y Zambia. Ningún estudio se llevó a cabo en países de ingresos bajos.
Resultados principales
Las mujeres que tienen contacto piel con piel inmediato con sus bebés probablemente tengan más tendencia a dar el pecho exclusivamente al momento del alta hospitalaria y hasta 1 mes después del nacimiento (12 estudios, 1556 parejas madre-hijo) y desde las 6 semanas hasta los 6 meses después del nacimiento (11 estudios, 1135 parejas madre-hijo).
Los bebés que tienen contacto piel con piel inmediato con sus madres probablemente tengan temperaturas corporales más altas a los 30 minutos a 2,5 horas después del nacimiento, aunque la diferencia no es clínicamente significativa (11 estudios, 1349 recién nacidos). . El contacto piel con piel probablemente aumente los niveles de glucosa en sangre de los recién nacidos (3 estudios, 144 recién nacidos) y podría mejorar su respiración y frecuencia cardíaca (2 estudios, 81 recién nacidos). El contacto piel con piel podría tener poco o ningún efecto sobre el tiempo transcurrido hasta el alumbramiento de la placenta (4 estudios, 450 mujeres) o el sangrado materno después de un parto vaginal (2 estudios, 143 mujeres), aunque el resultado del sangrado materno es muy incierto.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Tenemos una confianza moderada en la mayoría de resultados, aunque la confianza es menor para los resultados de la respiración y la frecuencia cardíaca y del tiempo hasta el alumbramiento de la placenta y no estamos seguros del resultado de sangrado materno. Las descripciones y definiciones del contacto piel con piel, la lactancia materna, otras intervenciones y el contacto habitual fueron heterogéneas entre los estudios. Además, las madres y el personal conocían quiénes tenían contacto piel con piel, lo que podría haber afectado a los resultados. Finalmente, muchos estudios fueron pequeños, con menos de 100 mujeres y recién nacidos.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta revisión actualiza una revisión anterior. La evidencia está actualizada hasta el 22 de marzo de 2024.
Leer el resumen científico
La separación de la madre y el hijo después del parto es habitual. En la atención hospitalaria estándar, los recién nacidos son sostenidos envueltos o vestidos en los brazos de su madre, colocados en cunas abiertas o bajo calentadores radiantes. El contacto piel a piel (CPP) comienza idealmente en el parto y debe durar de manera continua hasta el final de la primera lactancia. El CPP implica colocar al recién nacido seco y desnudo boca abajo sobre el pecho desnudo de la madre, a menudo cubierto con una manta caliente. Según la neurociencia de los mamíferos, el contacto íntimo inherente a este lugar (hábitat) evoca comportamientos neurológicos que aseguran la satisfacción de las necesidades biológicas básicas. Este marco de tiempo inmediatamente después del parto puede representar un "período sensible" para programar la fisiología y el comportamiento futuros.
Objetivos
Evaluar los efectos del contacto piel con piel inmediato (< 10 minutos después del nacimiento) o del temprano (10 minutos a 24 horas después del nacimiento) en comparación con las prácticas hospitalarias existentes (contacto habitual) sobre el establecimiento y mantenimiento de la lactancia materna y sobre la fisiología materna e infantil en neonatos sanos y sus madres.
Métodos de búsqueda
Buscamos en CENTRAL, MEDLINE, Embase y CINAHL hasta el 22 de marzo de 2024 y en 2 registros de ensayos hasta el 3 de julio de 2025, además de examinar las referencias, y contactar con expertos.
Criterios de selección
Ensayos controlados aleatorizados que compararon el CPP inmediato o temprano con la atención hospitalaria habitual.
Obtención y análisis de los datos
Dos autores de la revisión de forma independiente evaluaron los ensayos para la inclusión y el riesgo de sesgo, extrajeron los datos y verificaron su exactitud. La calidad de la evidencia se evaluó mediante los criterios GRADE.
Resultados principales
Se incluyeron 46 ensayos con 3850 mujeres y sus recién nacidos; 38 ensayos con 3472 mujeres y sus recién nacidos aportaron datos para los análisis. Se realizaron ensayos en 21 países, que en su mayoría reclutaron muestras pequeñas (solo 12 ensayos asignaron al azar a más de 100 mujeres). Ocho ensayos incluyeron mujeres que tuvieron CPP después de un parto por cesárea. Todos los recién nacidos reclutados para los ensayos estaban sanos, y la mayoría estaban a término. Seis ensayos estudiaron recién nacidos prematuros tardíos (de más de 35 semanas de gestación). Ningún ensayo incluido cumplió todos los criterios de buena calidad con respecto a la metodología y la presentación de los informes; en ningún ensayo el cegamiento fue adecuado, y todos los análisis fueron imprecisos debido al pequeño tamaño de la muestra. Muchos análisis presentaron heterogeneidad estadística debido a las considerables diferencias entre los grupos CPP y atención estándar control.
Resultados para las mujeres
Las mujeres con CPP tuvieron más probabilidades que las mujeres con contacto estándar de lactar entre uno y cuatro meses después del parto, aunque hubo cierta incertidumbre en esta estimación debido a los riesgos de sesgo en los ensayos incluidos (riesgo relativo [RR] promedio 1,24; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,07 a 1,43; participantes = 887; 14 estudios; I² = 41%; GRADE: calidad moderada). Las mujeres con CPP también lactaron a sus hijos durante más tiempo, aunque los datos fueron limitados (diferencia de medias [DM] 64 días; IC del 95% 37,96 a 89,50; participantes = 264; seis estudios; GRADE: calidad baja); este resultado se obtuvo a partir de un análisis de sensibilidad que excluyó un ensayo que proporcionó toda la heterogeneidad del análisis primario. Las mujeres con CPP probablemente tuvieron más probabilidades de lactar exclusivamente desde el alta hospitalaria hasta un mes después del parto y desde seis semanas a seis meses después del parto, aunque en ambos análisis hubo heterogeneidad sustancial (desde el alta hospitalaria RR promedio 1,30; IC del 95%: 1,12 a 1,49; participantes = 711; seis estudios; I² = 44%; GRADE: calidad moderada; desde seis semanas RR promedio 1,50; IC del 95%: 1,18 a 1,90; participantes = 640; siete estudios; I² = 62%; GRADE: calidad moderada).
Las mujeres del grupo de SCC tuvieron puntuaciones medias más altas en cuanto a la efectividad de la lactancia materna, con una heterogeneidad moderada (puntuación IBFAT [Infant Breastfeeding Assessment Tool] DM 2,28; IC del 95%: 1,41 a 3,15; participantes = 384; cuatro estudios; I² = 41%). Los recién nacidos con CPP tuvieron más probabilidades de lactar con éxito durante su primera alimentación, con una alta heterogeneidad (RR promedio 1,32; IC del 95%: 1,04 a 1,67; participantes = 575; cinco estudios; I² = 85%).
Resultados para los recién nacidos
Los recién nacidos de CPP tuvieron mayores puntuaciones de SCRIP (estabilidad del sistema cardio-respiratorio) en general, lo que indica una mejor estabilización en tres parámetros fisiológicos. Sin embargo, hubo pocos recién nacidos, y la importancia clínica de la prueba no fue clara porque los investigadores informaron promedios de múltiples puntos temporales (diferencia de medias estandarizada [DME] 1,24; IC del 95%: 0,76 a 1,72; participantes = 81; dos estudios; GRADE calidad baja). Los recién nacidos con CPP tuvieron niveles de glucosa en sangre más altos (DM 10,49; IC del 95%: 8,39 a 12,59; participantes = 144; tres estudios; GRADE: calidad baja), pero una temperatura similar a la de los recién nacidos en la atención estándar (DM 0,30 grados centígrados [°C]; IC del 95%: 0,13 a 0,47 °C; participantes = 558; seis estudios; I² = 88%; GRADE: calidad baja).
Mujeres y recién nacidos después de un parto por cesárea
Las mujeres que practican el CPP después de un parto por cesárea probablemente tuvieron más probabilidades de lactar de uno a cuatro meses después del parto y de lactar con éxito (puntuación IBFAT), pero los análisis solo se basaron en dos ensayos y pocas mujeres. La evidencia no fue suficiente para determinar si el CPP podría mejorar la lactancia materna en otros momentos después de la cesárea. Los ensayos individuales contribuyeron a la frecuencia respiratoria infantil, el dolor materno y la ansiedad del estado materno, y no fue posible detectar diferencias entre los grupos.
Subgrupos
No se encontraron diferencias para los resultados cuando se compararon los tiempos de inicio (inmediato menos de diez minutos después del parto versus diez minutos tempranos o más después del parto), o las duraciones del tiempo de contacto (60 minutos o menos de contacto versus más de 60 minutos de contacto).
Conclusiones de los autores
Esta revisión apoya el CPP inmediato tras el nacimiento, independientemente de la modalidad del parto, para las madres y sus recién nacidos sanos a término y prematuros tardíos en países de ingresos medios y altos. Ninguno de los estudios incluidos se llevó a cabo en países de bajos ingresos. Es probable que el CPP favorezca la lactancia materna exclusiva y mejore la termorregulación y los niveles de glucemia del lactante. Además, podría aumentar la estabilización del lactante medida por la escala SCRIP. La evidencia sobre los desenlaces fisiológicos maternos no fue concluyente.
Los futuros estudios de investigación deben priorizar el rigor metodológico. Esto incluye proporcionar descripciones claras de las intervenciones y el contacto estándar, seleccionar cuidadosamente los desenlaces relevantes y utilizar herramientas de medición fiables y objetivas. Las áreas infraestudiadas son: el efecto de la medicación y los anestésicos, en cuanto a dosis-respuesta y otras variables durante el CPP; los mecanismos biológicos y psicosociales; otros efectos fisiológicos del CPP, y efectos a más largo plazo. Deberán registrar los casos de efectos perjudiciales. Dado que la OMS/UNICEF recomienda que el CPP inmediato e ininterrumpido sea la atención habitual, es posible quela asignación al azar a separar a la madre y el bebé ya no esté justificada.
Financiación
Esta revisión Cochrane no contó con financiación específica.
Registro
Actualización de la revisión (2016)
https://doi.org/10.1002/14651858.CD003519.pub4
Actualización de la revisión (2012)
https://doi.org/10.1002/14651858.CD003519.pub3
Actualización de la revisión (2007)
https://doi.org/10.1002/14651858.CD003519.pub2
Revisión original (2003)
https://doi.org/10.1002/14651858.CD003519
Protocolo (2002) DOI no disponible
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