Mensajes clave
• Los hijos de las mujeres que reciben dosis altas de vitamina D durante el embarazo tienen menos probabilidades de desarrollar sibilancias (un silbido que se escucha al exhalar, debido a una inflamación, hinchazón o constricción de las vías respiratorias bajas) que los hijos cuyas madres no tomaron vitamina D durante el embarazo.
• El tratamiento con vitamina D en la primera infancia podría tener poco efecto sobre la prevención del asma o las sibilancias, aunque no se tiene confianza en estos resultados.
• Existe mucha incertidumbre acerca de la evidencia de cualquier efecto no deseado del tratamiento con vitamina D en embarazadas o mujeres que amamantan o niños pequeños.
Antecedentes
El asma es una afección frecuente de la niñez que afecta los pulmones. Los niños con asma presentan ataques recurrentes de dificultad para respirar, sibilancias y tos debido a inflamación, producción de moco y estrechamiento de las vías respiratorias. La dermatitis atópica (una enfermedad inflamatoria crónica de la piel), la sensibilización a los alérgenos y las infecciones recurrentes de las vías respiratorias pueden contribuir al desarrollo del asma. La vitamina D es un nutriente esencial que afecta el sistema inmunitario. Anteriores estudios han relacionado niveles bajos de vitamina D con un mayor riesgo de enfermedad alérgica.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería averiguar si el tratamiento con vitamina D en la primera infancia ayuda a prevenir: (a) el asma infantil, las sibilancias o ambos; y (b) los factores de riesgo del asma infantil, incluida la dermatitis atópica, las infecciones de las vías respiratorias, la sensibilización a los alérgenos y la inflamación de las vías respiratorias.
También se quiso averiguar si el tratamiento con vitamina D se asociaba con algún efecto no deseado.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que exploraran cualquiera de las siguientes comparaciones:
• cualquier vitamina D comparada con placebo (un medicamento "falso" inactivo) o ningún tratamiento a embarazadas o mujeres que amamantan;
• cualquier vitamina D comparada con placebo/ningún tratamiento administrados a niños pequeños;
• dosis más altas de vitamina D comparadas con dosis más bajas/estándar (400 unidades internacionales/día o menos) de vitamina D a embarazadas o mujeres que amamantan,
• dosis más altas de vitamina D comparadas con dosis más bajas/estándar (400 unidades internacionales/día o menos) de vitamina D administradas a niños pequeños.
Los desenlaces de interés fueron asma infantil, sibilancias, dermatitis atópica, infecciones de las vías respiratorias, sensibilización alérgica e inflamación de las vías respiratorias.
Se compararon y resumieron los resultados de los estudios, y la confianza en la evidencia se calificó según factores como la metodología de los estudios y el número de personas incluidas en los estudios.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 18 estudios con un total de 10 611 embarazadas, lactantes, parejas madre/lactante y niños de hasta cinco años de edad. Cuatro estudios compararon cualquier vitamina D con placebo/ningún tratamiento administrados a embarazadas, cinco estudios compararon cualquier vitamina D con placebo/ningún tratamiento administrados a niños pequeños, cuatro estudios compararon dosis mayores versus menores de vitamina D administradas a embarazadas y siete estudios compararon dosis mayores versus menores de vitamina D administradas a niños pequeños. Los estudios se realizaron en países de todo el mundo; la mayoría se hicieron en países de ingresos más altos. El estudio más grande incluyó a 3046 participantes y el más pequeño a 50. La duración del tratamiento con vitamina D varió de 28 días a 2 años, y la mayoría de los estudios trataron durante seis meses o menos.
Resultados principales
Cualquier tratamiento con vitamina D en el embarazo podría ayudar a prevenir el asma infantil (un estudio, 236 participantes), y el tratamiento con dosis mayores de vitamina D en el embarazo probablemente ayude a prevenir las sibilancias en la niñez (tres estudios, 1439 participantes).
El tratamiento con vitamina D en la primera infancia, independientemente de la dosis y la comparación, podría tener poco efecto sobre el asma o las sibilancias, aunque no se tiene confianza en estos resultados. El tratamiento con dosis altas de vitamina D en la primera infancia podría ayudar a prevenir las infecciones de las vías respiratorias (seis estudios, 2385 participantes).
El tratamiento con vitamina D en el embarazo o la primera infancia, independientemente de la dosis y la comparación, podría tener poco o ningún efecto sobre la dermatitis atópica, la sensibilización a los alérgenos y los marcadores de inflamación de las vías respiratorias.
No se sabe con certeza si el tratamiento con vitamina D en el embarazo o en la primera infancia tiene algún efecto no deseado porque los estudios proporcionaron información limitada acerca de los efectos no deseados.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Para las intervenciones en el embarazo, existe una confianza moderada en los efectos de las dosis altas de vitamina D sobre las sibilancias y el asma. Existe menos confianza en los efectos de cualquier vitamina D sobre el asma porque la evidencia se basa en los resultados de un estudio pequeño. Sin embargo, estos hallazgos se limitan al tratamiento prenatal con vitamina D en el segundo y tercer trimestre; los efectos de comenzar el tratamiento con vitamina D alrededor del momento en que una mujer queda embarazada o en el primer trimestre no están claros.
Para las intervenciones en niños pequeños, se tiene poca confianza en los resultados de los efectos de la vitamina D, independientemente de la dosis, sobre cualquier desenlace evaluado.
Se tiene poca confianza en los resultados de los efectos no deseados porque la evidencia se basa en unos pocos casos y no hubo suficientes estudios que evaluaran la mayoría de los efectos no deseados.
Vigencia de la evidencia
La evidencia está actualizada hasta octubre de 2023.
Leer el resumen científico
Los estudios controlados aleatorizados que evalúan la administración de suplementos de vitamina D en el embarazo o en la primera infancia para prevenir el asma infantil han obtenido resultados no concluyentes. Las revisiones sistemáticas anteriores de la vitamina D para la prevención del asma se centraron en los estudios que compararon la vitamina D con placebo o los estudios que aplicaron la intervención durante el embarazo, lo que limitó el conjunto de evidencia.
Objetivos
Principales: evaluar la eficacia de cualquier suplemento de vitamina D y la administración de suplementos de vitamina D a dosis alta en los primeros años de vida, incluido el período prenatal, para prevenir el asma en los niños.
Secundarios: evaluar la eficacia de la administración de suplementos de vitamina D:
• para la prevención del asma en niños con riesgo de deficiencia de vitamina D al comienzo del ensayo o cuyas madres estaban en riesgo;
• según el momento de la intervención y la dosis acumulada administrada;
• en la prevención de los factores asociados con el asma en la primera infancia, incluida la dermatitis atópica, las infecciones respiratorias, la sensibilización a los alérgenos y la inflamación de las vías respiratorias.
Métodos de búsqueda
Se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, Clinical ensayos.gov, la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos y los registros del Grupo Cochrane de Vías respiratorias (Cochrane Airways) y del Grupo Cochrane de Piel (Cochrane Skin). Se examinaron las listas de referencias de revisiones sistemáticas y metanálisis relevantes. Se estableció contacto con los autores para obtener información adicional de los estudios según fuera necesario. Fecha de la última búsqueda: octubre de 2023.
Criterios de selección
Se incluyeron los estudios controlados aleatorizados que compararon dosis mayores versus dosis menores/estándar de vitamina D (≤ 400 unidades internacionales [UI]/día) o cualquier vitamina D versus placebo/ningún tratamiento a embarazadas o mujeres lactantes generalmente sanas, o niños de hasta cinco años de edad, y que evaluaron el asma infantil, las sibilancias, la dermatitis atópica, las infecciones de las vías respiratorias, la sensibilización alérgica y la inflamación de las vías respiratorias. Se excluyeron los ensayos que reclutaron poblaciones con afecciones prexistentes.
Obtención y análisis de los datos
Se siguieron los procedimientos metodológicos estándar de Cochrane, incluido el uso del flujo de trabajo Screen4Me de Cochrane. Se consideraron los participantes en lugar de los eventos como la unidad de análisis, se realizó un metanálisis de efectos fijos y se informaron las razones de riesgos (RR) o las diferencias de medias (DM) con intervalos de confianza (IC) del 95% para cuatro comparaciones: (1) cualquier vitamina D versus placebo/ninguna administración de suplementos a embarazadas o mujeres que lactan; (2) cualquier vitamina D versus placebo/ninguna administración de suplementos a lactantes o niños; (3) vitamina D a dosis alta versus baja/estándar a embarazadas o mujeres lactantes; (4) vitamina D a dosis alta versus baja/estándar administrada a bebés o niños. Los desenlaces fueron asma, sibilancias, dermatitis atópica, infecciones de las vías respiratorias, sensibilización alérgica, inflamación de las vías respiratorias y eventos adversos. Los resultados que no se pudieron metanalizar se describieron de forma narrativa. Se utilizó la herramienta Cochrane de riesgo de sesgo (RoB) para evaluar el riesgo de sesgo en los estudios. Se utilizó el sistema GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.
Resultados principales
Se incluyeron 18 estudios con un total de 10 611 participantes, de los cuales 16 contribuyeron con datos a los metanálisis. Los estudios se realizaron en todo el mundo, y la mayoría se realizó en países de ingresos más altos. La dosis y la frecuencia de la vitamina D variaron de 200 UI/día a 100 000 UI en bolo trimestralmente, y la duración de la administración de suplementos varió de 28 días a 2 años.
Comparación 1. Administración de cualquier vitamina D versus placebo/ninguna administración de suplementos a embarazadas o mujeres lactantes (cuatro estudios)
En comparación con placebo o ninguna administración de suplementos, cualquier vitamina D administrada a embarazadas o mujeres que lactan podría reducir el riesgo de asma en la primera infancia (RR 0,17; IC del 95%: 0,05 a 0,61; un estudio, 236 participantes; evidencia de certeza baja) y probablemente tiene poco o ningún efecto sobre las infecciones de las vías respiratorias en la infancia (RR 1,00; IC del 95%: 0,97 a 1,04; tres estudios, 1564 participantes; evidencia de certeza moderada). La evidencia es muy incierta para las sibilancias, la dermatitis atópica, la sensibilización alérgica, la inflamación de las vías respiratorias o los eventos adversos.
Comparación 2. Administración de cualquier vitamina D versus placebo/ninguna administración de suplementos a bebés o niños (cinco estudios)
En comparación con placebo o ninguna administración de suplementos, cualquier vitamina D administrada a lactantes o niños podría tener poco o ningún efecto sobre las sibilancias infantiles (RR 0,89; IC del 95%: 0,68 a 1,16; dos estudios, 431 participantes; evidencia de certeza baja), la dermatitis atópica (RR 1,01; IC del 95%: 0,80 a 1,28; dos estudios, 448 participantes; evidencia de certeza baja), las infecciones de las vías respiratorias (RR 0,92; IC del 95%: 0,83 a 1,01; dos estudios, 500 participantes; evidencia de certeza baja), la sensibilización alérgica (RR 2,25; IC del 95%: 0,60 a 8,50; un estudio, 228 participantes; evidencia de certeza baja) o la inflamación de las vías respiratorias medida por los recuentos de eosinófilos (RR 1,06; IC del 95%: 0,65 a 1,74; un estudio, 226 participantes; evidencia de certeza baja). La evidencia es muy incierta para el asma y los eventos adversos.
Comparación 3. Administración de dosis alta versus dosis baja/estándar de vitamina D a embarazadas o mujeres lactantes (cuatro estudios)
En comparación con la dosis baja/estándar, la dosis alta de vitamina D administrada a las embarazadas o a las mujeres que lactan probablemente reduce el riesgo de sibilancias en la infancia (RR 0,79; IC del 95%: 0,64 a 0,98; tres estudios, 1439 participantes; evidencia de certeza moderada), pero probablemente da lugar a poca o ninguna diferencia en el asma infantil, aunque la dirección y la magnitud del efecto son similares a las de las sibilancias (RR 0,81; IC del 95%: 0,63 a 1,04; dos estudios, 1355 participantes; evidencia de certeza moderada). En comparación con la dosis baja/estándar, es probable que la dosis alta de vitamina D en el embarazo tenga poco o ningún efecto sobre la dermatitis atópica infantil (RR 0,91; IC del 95%: 0,75 a 1,11; tres estudios, 1439 participantes; evidencia de certeza moderada), las infecciones de las vías respiratorias (RR 0,95; IC del 95%: 0,82 a 1,11; tres estudios, 1441 participantes; evidencia de certeza moderada) o la sensibilización alérgica (RR 1,01; IC del 95%: 0,87 a 1,18; dos estudios, 1110 participantes; evidencia de certeza moderada). La evidencia acerca de los eventos adversos es muy incierta. Ningún estudio evaluó la inflamación de las vías respiratorias.
Comparación 4. Administración de dosis alta versus dosis baja/estándar de vitamina D a bebés o niños (siete estudios)
En comparación con la dosis baja/estándar, la dosis alta de vitamina D administrada a lactantes o niños podría reducir ligeramente las infecciones de las vías respiratorias (RR 0,94; IC del 95%: 0,90 a 0,98; seis estudios, 2385 participantes; evidencia de certeza baja), pero podría tener poco o ningún efecto sobre la dermatitis atópica (RR 0,76; IC del 95%: 0,55 a 1,05; un estudio, 769 participantes; evidencia de certeza baja). La evidencia es muy incierta para el asma, las sibilancias, la sensibilización alérgica y los eventos adversos. Ningún estudio evaluó la inflamación de las vías respiratorias.
Conclusiones de los autores
La evidencia que respalda un efecto protector de la administración de suplementos de vitamina D en los primeros años de vida, incluido el período prenatal, sobre el asma infantil es limitada. Evidencia de certeza moderada indica que las dosis altas de vitamina D en el embarazo probablemente ayudan a prevenir las sibilancias en la infancia. La evidencia de los efectos de la vitamina D en la primera infancia sobre el asma o las sibilancias es menos segura. Se necesitan más estudios de calidad alta, especialmente en bebés lactantes y niños, para establecer con certeza los efectos de la administración de suplementos de vitamina D sobre el asma infantil y los factores asociados.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.