Mensajes clave
• Los antibióticos parecen reducir las infecciones del sitio quirúrgico en las personas sometidas a cirugía para reparar las arterias de miembros inferiores (reconstrucción arterial periférica de miembros inferiores).
• La terapia de presión negativa en incisión cerrada (una técnica especial de cuidado de las heridas) podría reducir la tasa de infección del injerto y la tasa de infección del sitio quirúrgico, pero necesitamos estudios más estandarizados.
• Otras intervenciones evaluadas apenas parecen cambiar la reducción de la incidencia de infecciones del injerto y del sitio quirúrgico.
¿Qué es la enfermedad arterial periférica?
La enfermedad arterial periférica (EAP) es una afección en la que las arterias que suministran sangre a las extremidades se estrechan o bloquean, generalmente debido a la acumulación de placa, lo que reduce el flujo sanguíneo. Esto puede provocar síntomas como dolor o calambres en las piernas al caminar. La EAP grave puede requerir cirugía (reconstrucción arterial) para reparar las arterias. Sin embargo, las infecciones en el sitio quirúrgico son una preocupación importante, y causan enfermedad grave y muerte. Estas infecciones tienen un gran impacto sobre la sanidad en todo el mundo. Es importante comprobar si las medidas que podemos tomar para evitar estas infecciones funcionan. Esta revisión analizó las formas de prevenir las infecciones del sitio quirúrgico después de una cirugía de las arterias de las piernas.
¿Qué queríamos averiguar?
Queríamos averiguar cómo los medicamentos y otros tratamientos (antibióticos, métodos de limpieza, técnicas quirúrgicas y cuidado de las heridas) afectan el riesgo de infecciones del sitio quirúrgico e infecciones del injerto en las personas sometidas a cirugía para reparar las arterias de los miembros inferiores, que son vasos sanguíneos importantes.
¿Qué hicimos?
Analizamos todos los tipos de estudios aleatorizados que analizaron distintos tratamientos para prevenir las infecciones después de una cirugía de las arterias de miembros inferiores. Esto solo incluyó estudios en los que las personas fueron asignadas al azar a diferentes tratamientos. También tuvimos en cuenta si los distintos tratamientos tuvieron repercusión sobre otros desenlaces importantes, como la mortalidad general, la tasa de fracaso de las reconstrucciones arteriales, la necesidad de más operaciones, la tasa de amputaciones, el dolor resultante de los tratamientos de prevención de las infecciones y cualquier episodio perjudicial/efecto secundario causado por estos tratamientos. Evaluamos la calidad de los estudios, recopilamos y combinamos los datos para su análisis siempre que fue posible, y también examinamos la calidad de la evidencia.
¿Qué encontramos?
En esta revisión incluimos un total de 40 estudios con 7970 participantes. Consideramos 16 comparaciones para 9 desenlaces.
Antibióticos antes de la cirugía: La evidencia indica que los antibióticos podrían reducir las infecciones del sitio quirúrgico en comparación con ningún antibiótico. No hubo diferencias entre los grupos en los otros desenlaces que pudimos evaluar.
Diferentes tipos de antibióticos sistémicos preventivos: No encontramos diferencias claras entre tipos específicos de antibióticos ni entre el uso a largo y a corto plazo. No hubo diferencias entre los grupos en los otros desenlaces que pudimos evaluar.
Antibióticos preventivos de corta duración en comparación con los de larga duración: No observamos diferencias entre los antibióticos de corta y larga duración para prevenir las infecciones del injerto o las infecciones del sitio quirúrgico. No hubo diferencias entre los grupos en los otros desenlaces que pudimos evaluar.
Terapia de presión negativa en incisión cerrada (una técnica especial de cuidado de las heridas) versus cierre estándar de la herida: La evidencia indica que esta técnica podría reducir las infecciones del sitio quirúrgico, pero se necesitan más estudios de investigación. No hubo diferencias entre los grupos en los otros desenlaces que pudimos evaluar.
Otros métodos : Encontramos poca o ninguna diferencia entre los otros métodos evaluados, como diferentes apósitos para heridas, técnicas quirúrgicas o suturas especiales. Los resultados podrían ser poco fiables debido a los pocos episodios estudiados.
En resumen, los resultados mostraron que los antibióticos podrían ser efectivos para prevenir las infecciones del sitio quirúrgico. La terapia de presión negativa en incisión cerrada podría reducir la tasa de infección del injerto y la tasa de infección del sitio quirúrgico, pero necesitamos estudios más estandarizados. Sin embargo, en el caso de otros métodos, no hubo evidencia suficiente para mostrar diferencias significativas en la prevención de las infecciones.
¿Cuáles son las limitaciones de esta evidencia?
Los estudios disponibles tenían poblaciones mixtas y utilizaron diversos criterios para diagnosticar las infecciones. Además, la duración del seguimiento después de la cirugía varió mucho. También observamos que algunos estudios tenían problemas metodológicos que podían dar lugar a resultados sesgados, y para la mayoría de los desenlaces se tuvo poca confianza en la evidencia. Enumeramos estos problemas cuando se analizaron los resultados y los tuvimos en cuenta al establecer las conclusiones.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta agosto de 2024.
Leer el resumen científico
La enfermedad arterial periférica (EAP) es el resultado del estrechamiento de las arterias. En los casos graves, la cirugía de reconstrucción arterial es la opción terapéutica. Las infecciones del injerto y las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) son una complicación temida y frecuente de la cirugía vascular. Estas infecciones tienen una repercusión sanitaria global significativa. Es esencial evaluar la efectividad de las medidas preventivas.
Objetivos
Evaluar los efectos de las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas, incluido el tratamiento antimicrobiano, la antisepsia y el tratamiento de las heridas, para la prevención de la infección en pacientes sometidos a cualquier reconstrucción arterial periférica abierta o híbrida de miembros inferiores .
Métodos de búsqueda
El documentalista del Grupo Cochrane Vascular (Cochrane Vascular) buscó en el Registro especializado de dicho grupo, en las bases de datos CENTRAL, MEDLINE, Embase, LILACS y CINAHL y en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud y ClinicalTrials.gov hasta el 26 de agosto de 2024.
Criterios de selección
Incluimos todos los ensayos controlados aleatorizados (ECA) con un diseño paralelo (p. ej., por conglomerados o individual) y cuasialeatorizados que evaluaron cualquier intervención para reducir o prevenir la infección después de una reconstrucción arterial periférica de miembros inferiores. No hubo limitaciones en cuanto a la edad ni el sexo.
Obtención y análisis de los datos
Utilizamos los procedimientos metodológicos estándar de Cochrane. Dos autores de la revisión de forma independiente extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los estudios incluidos. Evaluamos la certeza de la evidencia con el sistema GRADE.
Resultados principales
Incluimos 35 ECA y 5 ensayos controlados cuasialeatorizados con un total de 7970 participantes. Analizamos 16 comparaciones para 9 desenlaces. Las 4 comparaciones principales fueron antibióticos profilácticos versus placebo o ningún tratamiento; antibióticos profilácticos de corta duración (≤ 24 horas) versus de larga duración (> 24 horas); diferentes tipos de profilaxis antibiótica sistémica (uno versus otro); y terapia de presión negativa en incisión cerrada versus cierre estándar de la herida.
Los desenlaces principales fueron la tasa de infección del injerto y la tasa de ISQ. Los desenlaces secundarios incluyeron mortalidad por todas las causas, tasa de fracaso de la reconstrucción arterial, tasa de reintervención, tasa de amputación, dolor resultante de las intervenciones para prevenir la infección, calidad de vida relacionada con la salud y eventos adversos resultantes de las intervenciones para prevenir la infección. No todos los desenlaces se evaluaron en las diferentes comparaciones.
Antibióticos profilácticos versus placebo (8 estudios)
Evidencia de certeza baja proveniente de 8 estudios incluidos indica que la profilaxis con antibióticos podría reducir la tasa de infección del injerto (razón de riesgos [RR] 0,19; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,06 a 0,63; 6 estudios, 979 participantes; evidencia de certeza baja; número necesario a tratar [NNT] 5) y la tasa de ISQ (RR 0,20; IC del 95%: 0,11 a 0,34; 8 estudios, 1188 participantes; evidencia de certeza baja, NNT 9). No hubo diferencias entre los grupos en los otros desenlaces que pudimos evaluar.
Antibióticos profilácticos de corta duración (≤ 24 horas) versus antibióticos de larga duración (> 24 horas) (3 estudios)
Evidencia de certeza muy baja de 3 estudios incluidos indica que hay poca o ninguna diferencia significativa en la tasa de infección del injerto (RR 1,40; IC del 95%: 0,09 a 20,65; 2 estudios, 139 participantes; evidencia de certeza muy baja) o la tasa de ISQ (RR 0,75; IC del 95%: 0,40 a 1,40; 3 estudios, 247 participantes; evidencia de certeza muy baja) entre la profilaxis antibiótica de corta y larga duración.
Diferentes tipos de profilaxis antibiótica sistémica (uno versus otro) (7 estudios)
Dividimos 7 estudios que compararon un antibiótico con otro en 4 subgrupos que compararon diferentes clases de antibióticos entre sí en puntos temporales a corto y largo plazo. Encontramos poca o ninguna diferencia entre los grupos analizados. Para la tasa de infección del injerto , solo la comparación de cefalosporinas de segunda o tercera generación versus cefalosporinas de primera generación tuvo datos cuantitativos (RR 1,71; IC del 95%: 0,35 a 8,45; 4 estudios, 1512 participantes; evidencia de certeza muy baja). Para la tasa de ISQ , pudimos evaluar las siguientes comparaciones: cefalosporinas de segunda o tercera generación versus cefalosporinas de primera generación (RR 0,71; IC del 95%: 0,26 a 1,97; 4 estudios, 956 participantes; evidencia de certeza muy baja); ciprofloxacina versus cefuroxima (RR 1,02; IC del 95%: 0,61 a 1,70; 1 estudio, 580 participantes; evidencia de certeza muy baja); cefazolina más daptomicina versus cefazolina más vancomicina (RR 1,44; IC del 95%: 0,58 a 3,54; 1 estudio, 178 participantes; evidencia de certeza baja); teicoplanina versus cefradina (RR 0,68; IC del 95%: 0,17 a 2,72; 1 estudio, 134 participantes; evidencia de certeza muy baja); cloxacilina más gentamicina versus cefotaxima (solo a largo plazo) (RR 1,19; IC del 95%: 0,33 a 4,23; 1 estudio, 36 participantes; evidencia de certeza muy baja). Para la tasa de amputación , hubo poca o ninguna diferencia entre las clases de antibióticos cefalosporínicos de segunda o tercera generación versus antibióticos cefalosporínicos de primera generación (RR 3,14; IC del 95%: 0,33 a 30,13; 2 estudios, 1269 participantes; evidencia de certeza muy baja).
Terapia de presión negativa en incisión cerrada versus drenaje estándar de la herida (9 estudios)
Para la tasa de infección del injerto , los datos de 5 estudios mostraron poca o ninguna diferencia entre los grupos (RR 0,55; IC del 95%: 0,19 a 1,59; 5 estudios, 802 participantes; evidencia de certeza muy baja). Los datos de 9 estudios podrían mostrar una reducción en la tasa de ISQ (RR 0,49; IC del 95%: 0,27 a 0,86; 5 estudios, 772 accesos inguinales; evidencia de certeza muy baja) a corto y largo plazo. Para los desenlaces de mortalidad por todas las causas (RR 1,78; IC del 95%: 0,22 a 14,32; 2 estudios, 363 participantes; evidencia de certeza muy baja), tasa de reintervención [RR 0,46; IC del 95%: 0,20 a 1,04; 3 estudios, 436 participantes; evidencia de certeza muy baja], amputación [RR 0,34; IC del 95%: 0,01 a 8,38; 1 estudio, 234 participantes; evidencia de certeza baja) y dolor (DM -0,10; IC del 95%: -0,25 a 0,05; 1 estudio, 242 participantes; evidencia de certeza baja) hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos.
Conclusiones de los autores
Los antibióticos profilácticos podrían reducir las ISQ en la reconstrucción arterial periférica de miembros inferiores, con evidencia de certeza baja. No observamos una superioridad entre antibióticos concretos ni diferencias en el uso prolongado de los antibióticos (más de 24 horas) en comparación con el uso más corto (hasta 24 horas), con evidencia de certeza baja. La terapia de presión negativa en incisión cerrada podría reducir el riesgo de ISQ, pero se basa en evidencia de certeza muy baja. En el caso de otras intervenciones, hay evidencia de certeza muy baja a moderada que mostró poca o ninguna diferencia significativa entre los diversos desenlaces. Recomendamos precaución al interpretar estas conclusiones debido al número limitado de eventos en todos los grupos y comparaciones.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.