Mensajes clave
• Los ejercicios regulares para fortalecer los músculos que sostienen la vejiga, el útero y el intestino (conocidos como "entrenamiento muscular del suelo pélvico" o EMSP) con o sin terapias complementarias (incluida la acupuntura, el pilates y el yoga), podrían ser el tratamiento más efectivo.
• Los estudios que administraron tratamientos conservadores a las mujeres (como EMSP) no informaron eventos graves no deseados o perjudiciales (conocidos como "episodios adversos graves"), mientras que los estudios que administraron tratamientos medicinales a las mujeres informaron algunos.
• Necesitamos más estudios de investigación que comparen diferentes tratamientos, especialmente la cirugía, en mujeres mayores de 60 años.
¿Qué es la incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria (pérdida de orina, escapes o micción involuntaria) es frecuente y repercute en el día a día de quien la padece. Los síntomas a menudo empeoran con la edad y afectan el estilo de vida, las emociones y las relaciones de las mujeres mayores.
¿Cómo se trata la incontinencia urinaria?
Los tratamientos para la incontinencia urinaria se pueden dividir ampliamente en 3 grupos:
• tratamiento conservador, que incluye cambios en el estilo de vida (como la pérdida de peso) y ejercicios como el entrenamiento muscular del suelo pélvico para mejorar el control de la vejiga;
• medicamentos que relajan la vejiga y mejoran el control muscular;
• métodos quirúrgicos, que brindan soporte a la vejiga o los músculos que controlan el flujo de orina.
No está claro si los tratamientos que funcionan para las mujeres más jóvenes y de mediana edad funcionan para las mujeres mayores. La menopausia y el envejecimiento afectan a los músculos del suelo pélvico, junto con otros problemas de salud (p. ej., vivir con sobrepeso u obesidad, estreñimiento, diabetes, dificultad para moverse, problemas de memoria). El tratamiento adecuado depende del tipo de incontinencia, su gravedad, así como de la salud general y las preferencias de la mujer.
¿Qué queríamos averiguar?
Queríamos averiguar qué tratamientos curaban o mejoraban la incontinencia urinaria en las mujeres a partir de los 60 años de edad, y si estos tratamientos provocaban algún episodio adverso grave.
¿Qué hicimos?
Buscamos estudios que compararan los tratamientos para la incontinencia urinaria con (1) ningún tratamiento o atención habitual o (2) con otro tratamiento para la incontinencia en mujeres mayores de 60 años. Comparamos y resumimos los resultados de los estudios y calificamos la confianza en la evidencia sobre la base de factores como la metodología y los tamaños de los estudios.
¿Qué encontramos?
Encontramos 43 estudios con 8506 participantes (con 60 años o más) con incontinencia urinaria. Los estudios se realizaron en países de todo el mundo. El estudio más grande incluyó a 1438 participantes y el más pequeño a 14. Quince estudios (1955 participantes) informaron sobre la "curación"; 14 estudios (3053 participantes) informaron sobre la "curación o mejoría" y 15 estudios (3740 participantes) sobre los episodios adversos graves.
Resultados principales
En cuanto a la "curación", encontramos que el entrenamiento muscular del suelo pélvico, con o sin tratamientos complementarios (incluida la acupuntura, el pilates y el yoga), podría funcionar mejor que ningún tratamiento o la atención habitual.
En cuanto a la "curación o mejoría", el entrenamiento muscular del suelo pélvico, con o sin un componente educativo, fue más prometedor en comparación con ningún tratamiento o atención habitual.
Los estudios en los que las mujeres realizaron entrenamiento muscular del suelo pélvico (con o sin tratamientos complementarios o componentes educativos) no informaron de episodios adversos graves. Los estudios que administraron medicamentos a las mujeres para la incontinencia urinaria informaron de algunos.
No pudimos evaluar los tratamientos quirúrgicos debido a la falta de datos de calidad.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La evidencia provino de solo unos pocos estudios pequeños. La mayoría incluyó mujeres de 60 años o más, pero pocos estaban diseñados para este grupo de edad o informaron de los resultados por edad. También hubo muy pocos estudios sobre cirugía para mujeres mayores, por lo que los hallazgos se aplican principalmente a los tratamientos no quirúrgicos (conservadores o medicinales). La confianza en la evidencia fue baja o muy baja porque los estudios fueron pequeños o tenían un informe deficiente. Los resultados también difirieron entre los estudios, y algunos tratamientos se probaron en solo 1 estudio, lo que dificulta establecer conclusiones firmes.
Vigencia de la evidencia
La evidencia está actualizada hasta el 23 de marzo de 2025.
Leer el resumen científico
La incontinencia urinaria es muy prevalente entre las mujeres a partir de los 60 años, lo que repercute en su calidad de vida. A menudo esta afección se pasa por alto y no se trata. Existen diversos tratamientos disponibles, pero sus efectos beneficiosos y perjudiciales en las mujeres de edad avanzada todavía son inciertos.
Objetivos
Comparar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los tratamientos conservadores, farmacológicos y quirúrgicos para la incontinencia urinaria en términos de "curación", "curación o mejoría" y eventos adversos graves (EAG) en mujeres de 60 años o más mediante metanálisis en red (MAR), y clasificar las intervenciones dentro de una única red de tratamiento.
Métodos de búsqueda
El 23 de marzo de 2025 buscamos en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Incontinencia (Cochrane Incontinence), que abarca ensayos de CENTRAL, MEDLINE, MEDLINE In-Process, MEDLINE Epub Ahead of Print, MEDLINE Daily y 2 registros internacionales de ensayos clínicos importantes. Hicimos búsquedas manuales en revistas, resúmenes de congresos y listas de referencias de artículos pertinentes. No impusimos limitaciones en las búsquedas.
Criterios de selección
Incluimos los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que examinaron los efectos beneficiosos y perjudiciales de los tratamientos conservadores, farmacológicos o quirúrgicos en mujeres de 60 años o más con incontinencia urinaria. Los desenlaces principales fueron "curación" y "curación o mejoría" de los síntomas de incontinencia urinaria. Los desenlaces secundarios incluyeron el número de mujeres con EAG.
Obtención y análisis de los datos
Al menos 2 autores de la revisión evaluaron de forma independiente la elegibilidad y el riesgo de sesgo de los ensayos mediante la herramienta Cochrane de riesgo de sesgo 2 (RoB 2). Un tercer autor resolvió cualquier desacuerdo. Seguimos las guías sobre la realización de MAR esbozadas en el capítulo 11 del Manual Cochrane de revisiones sistemáticas de intervenciones .
Resultados principales
Incluimos 43 ECA con 8506 participantes, una media de 198 por estudio (intervalo: 14 a 1438). En los estudios predominaron los tratamientos conservadores (20/43; 46,5%), seguidos de los tratamientos farmacológicos (17/43; 39,5%), quirúrgicos (4/43; 9,3%) y mixtos (2/43; 4,7%). Los ECA tuvieron riesgos variables de sesgo, a menudo tuvieron "riesgo dudoso" o "alto riesgo", con un informe deficiente de la asignación al azar, el cegamiento y los detalles del protocolo. Los tratamientos conservadores y farmacológicos a menudo tuvieron un alto riesgo de sesgo en todos los desenlaces (curación, curación o mejoría, y EAG).
En el desenlace "curación", excluimos 3 estudios para solucionar las desconexiones de la red; por lo tanto, las comparaciones se centraron en los tratamientos conservadores y farmacológicos. Los resultados indicaron que todos los tratamientos podrían ser mejores que el control, y las fisioterapias (principalmente el entrenamiento muscular del suelo pélvico con o sin terapias complementarias o educación) mostraron el mejor desempeño para la "curación": fisioterapias combinadas con terapias complementarias (odds ratio [OR] 17,79; intervalo de confianza [IC] del 95%: 2,97 a 106,46; 1 estudio, 71 participantes), fisioterapias (OR 7,20; IC del 95%: 2,59 a 20,03; 4 estudios, 310 participantes) y fisioterapias con educación (OR 3,25; IC del 95%: 1,19 a 8,84; 4 estudios, 364 participantes), y la evidencia de los 3 resultados fue de certeza muy baja, seguidas de las terapias complementarias (OR 4,65; IC del 95%: 0,74 a 29,37; 1 estudio, 37 participantes; evidencia de certeza muy baja) y la educación (OR 2,68; IC del 95%: 0,61 a 11,73; 2 estudios, 180 participantes; evidencia de certeza baja). Los intervalos medios para el mejor tratamiento, las puntuaciones p y los valores del área bajo la curva de clasificación acumulada (SUCRA) demuestran la superioridad de las fisioterapias, lo que indica que el agregado de terapias complementarias podría ser el tratamiento óptimo para la "curación" (el valor de la SUCRA varió del 57% al 85% entre las 3 intervenciones que incluyeron fisioterapias). Sin embargo, debido a la imprecisión en las estimaciones del efecto y a los datos escasos, persiste la incertidumbre con respecto al tratamiento óptimo (evidencia de certeza baja a muy baja).
Para la "curación o mejoría de la incontinencia urinaria", después de ajustar para las redes desconectadas mediante la exclusión de 3 estudios, el análisis mostró que las fisioterapias, con o sin educación, funcionaron mejor en comparación con sus controles, con evidencia de certeza muy baja para los siguientes resultados (fisioterapias: OR 3,98; IC del 95%: 2,02 a 7,82; 3 estudios, 197 participantes; fisioterapias combinadas con educación: OR 3,20; IC del 95%: 1,45 a 7,02; 3 estudios, 236 participantes; agonistas adrenérgicos β3: OR 2,44; IC del 95%: 1,28 a 4,62; 1 estudio, 360 participantes) seguido de educación (OR 2,09; IC del 95%: 1,05 a 4,17; 2 estudios, 213 participantes) y fármacos antimuscarínicos (OR 1,90; IC del 95%: 1,19 a 3,03; 2 estudios, 1469 participantes). Tanto las fisioterapias, con o sin una intervención educativa, como los agonistas adrenérgicos β3 funcionaron mejor en comparación con sus controles (fisioterapias: SUCRA = 90%; fisioterapias combinadas con educación: SUCRA = 77%; agonistas adrenérgicos β3: SUCRA = 63%). Sin embargo, la evidencia fue de certeza muy baja, lo que indica la necesidad de más ensayos.
En particular, no hubo EAG en los tratamientos conservadores, y los tratamientos farmacológicos informaron de algunos. Sin embargo, ningún tratamiento mostró significativamente menos probabilidades de EAG, con evidencia de certeza muy baja para todos los siguientes resultados (inhibidores de la captación de serotonina-noradrenalina: OR 0,40; IC del 95%: 0,10 a 1,59; 1 estudio, 264 participantes; agonistas adrenérgicos β3: OR 0,61; IC del 95%: 0,04 a 10,19; 1 estudio, 404 participantes; terapias complementarias: OR 0,53; IC del 95%: 0,00 a 71,04; sin evidencia directa, 18 participantes; fármacos antimuscarínicos: OR 0,81; IC del 95%: 0,46 a 1,42; 4 estudios, 2731 participantes; fisioterapias combinadas con educación: OR 0,99; IC del 95%: 0,10 a 9,80; 3 estudios, 130 participantes).
Conclusiones de los autores
Debido al número limitado de ensayos y a los tamaños muestrales generalmente pequeños, la precisión de las estimaciones con respecto a los efectos beneficiosos y perjudiciales del tratamiento fue baja. Realizamos con éxito un MAR, pero no hubo evidencia suficiente para respaldar un análisis global sólido. Para establecer una red de tratamientos conectada, excluimos los estudios de intervenciones quirúrgicas. Como resultado, el análisis se centró en las comparaciones de tratamientos conservadores y farmacológicos.
Para el desenlace "curación", la evidencia, que se consideró de certeza muy baja a baja, indica que las fisioterapias combinadas con terapias complementarias podrían ser la opción más efectiva, seguidas de las fisioterapias solas o combinadas con educación. Para la "curación o mejoría", tanto las fisioterapias (con o sin educación) como los agonistas adrenérgicos β3 mostraron posibles beneficios. No hubo eventos adversos graves (EAG) en las intervenciones conservadoras, mientras que la mayoría de los estudios sobre tratamientos farmacológicos informaron de algunos. Sin embargo, no hubo evidencia suficiente para determinar si algún tratamiento redujo la probabilidad de EAG.
En general, el número y la calidad de los estudios no fueron suficientes para establecer conclusiones firmes acerca del tratamiento más efectivo para la incontinencia urinaria en mujeres mayores. Para reforzar la base de evidencia, se necesitan ensayos más grandes y de calidad alta con intervenciones claramente definidas y desenlaces informados de forma consistente.
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