Mensajes clave
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La combinación de estrategias para cambiar la alimentación y los niveles de actividad física en los niños de 2 a 4 años de edad con el objetivo de prevenir el sobrepeso y la obesidad podría reducir ligeramente el índice de masa corporal (IMC) a largo plazo (después de 15 meses).
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Hubo muy poca información acerca de si las estrategias dieron lugar a episodios adversos graves (p. ej., lesiones), pero ninguna de las estrategias pareció dar lugar a efectos perjudiciales graves en los niños.
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Los estudios de investigación futuros deben llevar a cabo estrategias de prevención de la obesidad en contextos comunitarios y dirigirse a los determinantes más amplios de la obesidad y la prevención de la obesidad.
¿Por qué es importante prevenir la obesidad infantil?
Hay un número cada vez mayor de niños pequeños con sobrepeso y obesidad en todo el mundo y la evidencia dice que las tasas aumentan en consonancia con la desigualdad social. Tener sobrepeso durante la infancia puede causar problemas de salud físicos y psicológicos. Es más probable que los niños con sobrepeso tengan sobrepeso de adultos y continúen teniendo mala salud física y mental.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso averiguar si las estrategias para ayudar a las personas a cambiar su alimentación o su actividad (o ambas) son eficaces para prevenir la obesidad en niños de 2 a 4 años de edad, y si se asocian con algún episodio adverso grave. Para examinar la obesidad se utilizó la medida del índice de masa corporal (IMC). El IMC se calcula dividiendo el peso de una persona (en kg) por su estatura en metros al cuadrado (m 2 ).
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que analizaran formas de prevenir la obesidad en niños de 2 a 4 años de edad. No se incluyeron estudios que solo se dirigieran a niños que ya tenían sobrepeso u obesidad, pero sí se incluyeron estudios con niños con una variedad de pesos. Solo se incluyeron los estudios que utilizaron métodos dirigidos a cambiar la alimentación de los niños, su nivel de actividad (aumento de la actividad física o reducción del comportamiento sedentario), o ambos. Los resultados de estos estudios se compararon y resumieron, y la confianza en la evidencia se calificó según factores como la metodología y el tamaño de los estudios. También se agruparon para analizarlos en función de si pretendían mejorar la alimentación, la actividad o ambas.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 67 estudios en los que participaron 36 601 niños de 2 a 4 años. La mayoría de los estudios (63 de 67) se realizaron en países de ingresos altos y cuatro en países de ingresos medianos-altos. En 26 estudios, las estrategias se realizaron en centros infantiles, 23 estudios se realizaron principalmente en casa y 10 en contextos de centros infantiles y en casa. Solo tres estudios se realizaron en la comunidad y cinco en ámbitos de asistencia sanitaria. La duración de los programas varió: 47 duraron menos de nueve meses, el más corto fue una visita y el más largo duró tres años. En esta revisión se analizaron los resultados de 56 estudios con 21 404 niños.
Principales hallazgos
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Los niños que recibieron ayuda con una estrategia para cambiar su alimentación y sus niveles de actividad podrían haber tenido una reducción del IMC, en comparación con los niños que no recibieron una estrategia. Esto significa que estos niños podrían haber sido capaces de reducir su exceso de aumento de peso en una pequeña cantidad, lo que, para la salud pública, es importante.
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Los niños que recibieron ayuda con una estrategia para cambiar solo su dieta o su actividad no tuvieron una reducción del IMC.
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Solo 6 de los 67 estudios incluidos informaron sobre episodios adversos graves y no se identificaron efectos perjudiciales graves.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
En general, la confianza en la evidencia es muy baja. Sin embargo, no se considera que los resultados de más estudios con diseños similares a los incluidos en esta revisión produzcan un nivel mayor de confianza en los resultados.
Cuatro factores principales redujeron la confianza en la evidencia.
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Los resultados fueron muy inconsistentes entre los diferentes estudios.
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No hubo suficientes estudios que informaran de tipos de desenlaces específicos para una duración concreta del seguimiento como para estar seguros de los resultados de algunas comparaciones.
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Los resultados de algunos estudios no se proporcionaron de manera que se pudieran incluir en los análisis, lo que puede haber tenido una repercusión sobre los resultados combinados.
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En general, los estudios tuvieron limitaciones en cómo se realizaron, debido a la complejidad de los estudios en este grupo de edad.
Esta revisión no proporciona información suficiente para evaluar cuán bien funcionan estas estrategias en los niños con discapacidad o de países de ingresos bajos y medios.
Vigencia de la evidencia
Esta revisión actualiza una anterior. La evidencia está actualizada hasta febrero de 2023.
Leer el resumen científico
Objetivos
Evaluar los efectos de intervenciones dirigidas a prevenir la obesidad en niños de 2 a 4 años de edad mediante el cambio en la ingesta de alimentos o en los niveles de actividad, o ambos, sobre el índice de masa corporal (IMC), la puntuación z del IMC (zIMC), el percentil del IMC y los eventos adversos graves.
Métodos de búsqueda
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, otras seis bases de datos y dos registros de ensayos, además de examinar las referencias, el seguimiento de citas y el contacto con autores de estudios para identificar estudios elegibles. La última fecha de búsqueda fue el 7 de febrero de 2023.
Conclusiones de los autores
En la primera infancia, las intervenciones alimentarias y de actividad combinadas podrían tener efectos beneficiosos muy modestos sobre el IMC y la zIMC en el seguimiento a largo plazo. Cuando se implementan solas, las intervenciones alimentarias o de actividad podrían tener poco o ningún efecto sobre las medidas del IMC. Solo seis estudios informaron de eventos adversos graves, sin que se produjera ninguno como resultado directo de la intervención, pero la evidencia es muy incierta.
Financiación
Esta revisión fue financiada en parte por el National Institute for Health Research, School for Public Health Research.
Registro
Protocolo disponible: DOI: 10.1002/14651858.CD015326
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