Calcio extra para prevenir la presión arterial alta

Pregunta de la revisión

Se quería determinar los efectos de la ingesta de calcio sobre la presión arterial en personas con presión arterial normal.

Antecedentes

La hipertensión es un problema de salud grave que aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y los riñones. Varios estudios han mostrado que el aumento en la ingesta de calcio disminuye la presión arterial incluso en individuos dentro con un rango normal de presión arterial. El aumento en la ingesta de calcio también tiene efectos beneficiosos en los desenlaces del embarazo, efectos que se piensa que están mediados también por la reducción en la presión arterial. La presión arterial se ha identificado como un factor importante de riesgo de mortalidad e incluso pequeñas reducciones en la presión arterial pueden disminuir la aparición de arteriopatía coronaria, ictus y muerte.

Características de los estudios

Se seleccionaron los estudios que evaluaron el efecto de las intervenciones con calcio dietético como la administración de suplementos o el enriquecimiento de los alimentos, sobre la presión arterial en personas normotensas de todas las edades. Las búsquedas se realizaron por última vez en septiembre de 2020.

Hallazgos clave

Esta revisión analizó la información de 20 ensayos, de los cuales 18 (3140 participantes) proporcionaron datos sobre el efecto de la intervención. Se encontró que un aumento en la ingesta de calcio reduce ligeramente la presión arterial sistólica y diastólica en 1,37 mmHg y 1,45 mmHg respectivamente. Este efecto fue mayor con dosis de calcio por encima de 1000 mg/día. La presión arterial sistólica se redujo en 1,05 mmHg con dosis de calcio de 1000 a 1500 mg/día y en 2,79 mmHg con dosis de calcio iguales o superiores a 1500 mg/día.

Se observó una reducción de la presión arterial tanto en hombres como en mujeres y en edades comprendidas entre los 11 y los 82 años, pero la reducción fue mayor entre los más jóvenes. La presión arterial sistólica se redujo en 1,86 mmHg entre las personas con menos de 35 años y en 0,97 mmHg entre las de 35 años o más.

Ninguno de los estudios informó eventos adversos. Se necesitan estudios de investigación adicionales para determinar la dosis ideal de administración de suplementos y si es más eficaz y más seguro como parte de la dieta o como un suplemento.

Calidad de la evidencia

Se encontró evidencia de calidad alta para la presión arterial sistólica y diastólica en hombres y mujeres. La calidad de la evidencia también fue alta para los participantes de 35 años o más y moderada para los más jóvenes.

La calidad de la evidencia fue alta para las dosis de calcio de 1000 a 1500 mg/día y fue moderada para dosis inferiores o mayores.

Cinco de los 18 ensayos fueron financiados por la industria.

Conclusiones de los autores: 

Un aumento en la ingesta de calcio reduce ligeramente la presión arterial sistólica y diastólica en las personas normotensas, en particular en los jóvenes, lo que indica una función en la prevención de la hipertensión. El efecto en múltiples subgrupos predeterminados y un posible efecto de respuesta en relación con la dosis refuerzan esta conclusión. Incluso pequeñas reducciones de la presión arterial podrían tener importantes implicaciones sanitarias para reducir las enfermedades vasculares. Se prevé que una presión arterial sistólica 2 mmHg más baja produzca un 10% menos de mortalidad por accidente cerebrovascular y un 7% menos de mortalidad por cardiopatía isquémica.

Hay una gran necesidad de ensayos clínicos con poder estadístico adecuado que asignen al azar a personas jóvenes. El análisis de subgrupos debe incluir la ingesta de calcio basal, la edad, el sexo, la presión arterial basal y el índice de masa corporal. También es necesario evaluar los efectos secundarios, las dosis óptimas y la mejor estrategia para mejorar la ingesta de calcio.

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Antecedentes: 

La hipertensión es un importante problema de salud pública que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y renales. Varios estudios han mostrado una asociación inversa entre la ingesta de calcio y la presión arterial, ya que se ha demostrado que pequeñas reducciones de la presión arterial producen rápidas reducciones del riesgo de enfermedad vascular, incluso en individuos con rangos normales de presión arterial. Esta es la primera actualización de la revisión que evalúa el efecto de la administración de suplementos de calcio en individuos normotensos como una medida de salud preventiva.

Objetivos: 

Evaluar la eficacia y la seguridad de la administración de suplementos de calcio versus placebo o control para reducir la presión arterial en personas normotensas y para la prevención de la hipertensión primaria.

Métodos de búsqueda: 

El documentalista del Grupo Cochrane de Hipertensión (Cochrane Hypertension) realizó búsquedas de ensayos controlados aleatorizados en las siguientes bases de datos hasta septiembre de 2020: el Registro especializado del Grupo Cochrane de Hipertensión, CENTRAL (2020, número 9), Ovid MEDLINE, Ovid Embase, la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la OMS y el National Institutes of Health Ongoing Trials Register de los EE.UU., ClinicalTrials.gov. También se estableció contacto con los autores de los artículos relevantes con respecto a otros trabajos publicados y no publicados. En la búsqueda no hubo restricciones de idioma.

Criterios de selección: 

Se seleccionaron los ensayos que asignaron al azar a personas normotensas a intervenciones con calcio dietético como la administración de suplementos o el enriquecimiento de alimentos versus placebo o control. Se excluyeron los diseños cuasialeatorizados. Los desenlaces principales fueron la hipertensión (definida como presión arterial ≥ 140/90 mmHg) y las medidas de presión arterial.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los ensayos para inclusión, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.

Resultados principales: 

La búsqueda actualizada de 2020 identificó cuatro ensayos nuevos. Se incluyeron un total de 20 ensayos con 3512 participantes; sin embargo, en el metanálisis sólo se incluyeron 18 con 3140 participantes. Ninguno de los estudios informó la hipertensión como un desenlace dicotómico. El efecto sobre la presión arterial sistólica y diastólica fue: diferencia de medias (DM) -1,37 mmHg; intervalo de confianza (IC) del 95% -2,08 a -0,66; 3140 participantes; 18 estudios; I2 = 0%, evidencia de certeza alta; y DM -1,45; IC del 95%: -2,23 a -0,67; 3039 participantes; 17 estudios; I2 = 45%, evidencia de certeza alta, respectivamente. El efecto sobre la presión arterial sistólica y diastólica en los menores de 35 años fue: DM -1,86; IC del 95%: -3,45 a -0,27; 452 participantes; ocho estudios; I2 = 19%, evidencia de certeza moderada; DM -2,50; IC del 95%: -4,22 a -0,79; 351 participantes; siete estudios ; I2 = 54%, evidencia de certeza moderada, respectivamente. El efecto sobre la presión arterial sistólica y diastólica en los mayores de 35 años fue: DM -0,97; IC del 95%: -1,83 a -0,10; 2688 participantes; diez estudios; I2 = 0%, evidencia de alta certeza; DM -0,59; IC del 95%: -1,13 a -0,06; 2688 participantes; diez estudios; I2 = 0%, evidencia de certeza alta, respectivamente. El efecto sobre la presión arterial sistólica y diastólica en las mujeres fue: DM -1,25; IC del 95%: -2,53 a 0,03; 1915 participantes; ocho estudios; I2 = 0%, evidencia de certeza alta; DM -1,04; IC del 95%: -1,86 a -0,22; 1915 participantes; ocho estudios; I2 = 4%, evidencia de certeza alta, respectivamente. El efecto sobre la presión arterial sistólica y diastólica en los hombres fue DM -2,14; IC del 95%: -3,71 a -0,59; 507 participantes; cinco estudios; I2 = 8%, evidencia de certeza moderada; DM -1,99; IC del 95%: -3,25 a -0,74; 507 participantes; cinco estudios; I2 = 41%, evidencia de certeza moderada, respectivamente. El efecto fue consistente en ambos géneros, independientemente de la ingesta inicial de calcio.

El efecto sobre la presión arterial sistólica fue: DM -0,02; IC del 95%: -2,23 a 2,20; 302 participantes; tres estudios; I2 = 0%, evidencia de certeza moderada con dosis menores a 1000 mg; DM -1,05; IC del 95%: -1,91 a -0,19; 2488 participantes; nueve estudios; I2 = 0%, evidencia de certeza alta con dosis de 1000 a 1500 mg; y DM -2,79; IC del 95%: -4,71 a 0,86; 350 participantes; siete estudios; I2 = 0%, evidencia de certeza moderada con dosis mayores a 1500 mg. El efecto sobre la presión arterial diastólica fue: DM -0,41; IC del 95%: -2,07 a 1,25; 201 participantes; dos estudios; I2 = 0, evidencia de certeza moderada; DM -2,03; IC del 95%: -3,44 a -0,62 ; 1017 participantes; ocho estudios; y DM -1,35; IC del 95%: -2,75 a -0,05; 1821 participantes; ocho estudios; I2 = 51%, evidencia de certeza alta, respectivamente.

Ninguno de los estudios informó eventos adversos.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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