Mensajes clave
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En las personas a las que se les prescriben antibióticos, los probióticos podrían ser eficaces para prevenir la diarrea asociada con Clostridioides difficile (DACD), y podrían reducir el riesgo de diarrea asociada con antibióticos.
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Los probióticos probablemente no dan lugar a efectos perjudiciales cuando se administran con un antibiótico, y hay menos efectos no deseados leves a moderados en el grupo que recibió probióticos que en el grupo que recibió un placebo (tratamiento simulado) o ningún tratamiento.
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En quienes toman antibióticos sin tener el sistema inmunitario debilitado, el uso a corto plazo de probióticos podría ofrecer un ligero beneficio y probablemente no sea perjudicial. Sin embargo, se necesitan más estudios grandes que comparen los probióticos con placebo en personas con bajo riesgo de DACD.
¿Qué es la diarrea asociada a Clostridioides difficile (DACD) ?
Los antibióticos se encuentran entre los medicamentos más prescritos en todo el mundo. El tratamiento con antibióticos puede alterar el equilibrio de los microorganismos que habitan normalmente en los intestinos, lo cual puede resultar en una varios síntomas, en particular, diarrea. C. difficile es un microorganismo particularmente peligroso que puede colonizar e infectar el intestino si se ha alterado el equilibrio microbiano. Los efectos de la infección por C. difficile pueden variar, ya que algunas personas no tienen síntomas y otras presentan diarrea, inflamación grave, agrandamiento del colon o incluso la muerte. El coste del tratamiento es elevado y la carga económica en el sistema médico es considerable.
¿Qué son los probióticos?
Los probióticos son microorganismos vivos (bacterias o levaduras) que proporcionan beneficios para la salud cuando se administran en cantidades adecuadas. Ayudan a prevenir posibles alteraciones del equilibrio microbiano intestinal asociadas con el uso de antibióticos y a reducir el riesgo de crecimiento de bacterias nocivas. Los probióticos se pueden encontrar en suplementos alimentarios o yogures y cada vez están más disponibles como cápsulas en tiendas de alimentación saludable y supermercados. Al considerarlos como "alimentos funcionales" o "bacterias buenas", se ha sugerido que los probióticos son un medio tanto para prevenir como para tratar la DACD.
¿Qué se quiso averiguar?
Se deseaba saber si los probióticos previenen la DACD en adultos y niños que reciben antibióticos y si los probióticos causan algún efecto no deseado. Los investigadores buscaron extensamente en la literatura médica hasta el 3 de marzo de 2025.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que compararan probióticos (cualquier cepa o dosis) con un placebo (tratamiento falso), un tratamiento preventivo alternativo o ningún tratamiento para la prevención de la DACD en adultos y niños que reciben tratamiento antibiótico por cualquier motivo. Se compararon y resumieron los resultados de los estudios y la confianza en la evidencia se calificó sobre la base de factores como la metodología y los tamaños de los estudios.
¿Qué se encontró?
Se incluyeron 47 estudios con un total de 15 260 adultos y niños que recibieron antibióticos junto con probióticos, que evaluaron la DACD o el crecimiento de C. difficile . Hubo 38 estudios (13 179 participantes) que evaluaron la efectividad de los probióticos para prevenir la DACD. Los resultados indican que los probióticos podrían dar lugar a una ligera reducción del riesgo de DACD en comparación con placebo o ningún tratamiento.
Los probióticos podrían dar lugar a una ligera reducción del crecimiento de C. difficile (16 estudios, 1302 participantes). En 37 estudios (11 911 participantes) se analizaron los efectos no deseados. Los resultados muestran que los probióticos probablemente dan lugar a una ligera reducción del riesgo de presentar efectos no deseados en comparación con un placebo o ningún tratamiento. Los efectos no deseados comunicados con mayor frecuencia incluyeron retortijones, náuseas, fiebre, deposiciones blandas, flatulencias (gases) y trastornos del gusto, y fueron más frecuentes en el grupo del placebo o sin tratamiento. En 40 estudios (13 419 participantes) se informó sobre la diarrea asociada a los antibióticos (DAA); los probióticos podrían dar lugar a una gran reducción del riesgo de DAA en comparación con un placebo o ningún tratamiento. Siete estudios (6553 participantes) que informaron sobre la duración de la estancia hospitalaria mostraron que probablemente hubo poca o ninguna diferencia entre los probióticos y el placebo o ningún tratamiento.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Los estudios revisados utilizaron diferentes tipos de probióticos, pero no compararon directamente un probiótico con otro. Esta falta de comparaciones directas hace más difícil determinar qué probiótico funciona mejor.
La confianza en la evidencia disponible es moderada a baja. La confianza es limitada porque, en algunos estudios hubo personas que abandonaron el estudio o que no recibieron seguimiento, lo que supone una falta de información. Los dos estudios más grandes del análisis no mostraron un beneficio claro de los probióticos para prevenir la DACD.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 3 de marzo de 2025.
Leer el resumen científico
Los antibióticos pueden alterar la microbiota gastrointestinal y provocar una reducción en la resistencia a agentes patógenos como Clostridium difficile (C. difficile). Los probióticos son preparaciones con microbios vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, pueden proporcionar un efecto beneficioso en la salud del huésped y son una posible estrategia de prevención para el C. difficile. Las guías de práctica clínica recientes no recomiendan la profilaxis con probióticos, incluso a pesar de que los probióticos tienen la evidencia de calidad más alta entre los tratamientos profilácticos citados.
Objetivos
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los probióticos para prevenir la diarrea asociada a C. difficile (DACD) en adultos y niños que reciben antibióticos por cualquier motivo.
Métodos de búsqueda
Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL), Ovid MEDLINE y Ovid Embase desde el 18 de marzo de 2017 (fecha de búsqueda de la versión anterior de la revisión) hasta el 3 de marzo de 2025.
Criterios de selección
Se consideró la inclusión de ensayos controlados aleatorios (placebo, profilaxis alternativa o control con ningún tratamiento) que investigaran los probióticos (cualquier cepa, cualquier dosis) para la prevención de la DACD, o la infección por C. difficile.
Obtención y análisis de los datos
Dos autores de la revisión (de forma independiente y por duplicado) extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. El resultado primario fue la incidencia de DACD. Los resultados secundarios fueron: la infección por C. difficile en materia fecal, los eventos adversos, la diarrea asociada a los antibióticos (DAA) y la duración de la estancia hospitalaria. Los resultados dicotómicos (p.ej., incidencia de DACD) se agruparon mediante el uso de un modelo de efectos aleatorios para calcular el cociente de riesgos (CR) y el intervalo de confianza del 95% (IC del 95%) correspondiente. Cuando fue apropiado se calculó el número necesario a tratar para un resultado beneficioso adicional (NNTB). Los resultados continuos (p.ej., duración de la estancia hospitalaria) se agruparon mediante el uso de un modelo de efectos aleatorios para calcular la diferencia de medias y el IC del 95% correspondiente. Se realizaron análisis de sensibilidad para explorar el impacto de los datos faltantes sobre los resultados de eficacia y seguridad. Para los análisis de sensibilidad, se asumió que la tasa de eventos en los participantes del grupo control que presentaban datos faltantes era la misma que la tasa de eventos de los participantes del grupo control en los que el seguimiento se había realizado de forma exitosa. Para el grupo de probióticos, se calcularon los efectos mediante el uso de las siguientes razones hipotéticas de las tasas de eventos en los pacientes que presentaron datos faltantes en comparación con los pacientes en los que se realizó el seguimiento de forma exitosa: 1,5:1; 2:1; 3:1; y 5:1. Para estudiar las posibles explicaciones de la heterogeneidad, se realizaron a priori análisis de subgrupos de las especies de probióticos, las dosis, la población adulta versus pediátrica y el riesgo de sesgo, así como un análisis de subgrupos post hoc del riesgo inicial de DACD (bajo 0% al 2%; moderado 3% al 5%; alto > 5%). La calidad general de la evidencia que apoyaba cada resultado se evaluó de forma independiente mediante los criterios GRADE.
Resultados principales
Treinta y nueve estudios (9955 participantes) cumplieron los requisitos de elegibilidad para la revisión. En general, 27 estudios se consideraron con riesgo alto o incierto de sesgo. El análisis de los casos completos (es decir, los participantes que finalizaron el estudio) de los ensayos que investigaron la DACD (31 ensayos, 8672 participantes) indica que los probióticos reducen de forma significativa este riesgo en el 60%. La incidencia de DACD fue del 1,5% (70/4525) en el grupo de probióticos en comparación con el 4,0% (164/4147) en el grupo control placebo o ningún tratamiento (CR 0,40; IC del 95%: 0,30 a 0,52; GRADE = moderado). Veintidós de 31 ensayos tuvieron datos faltantes de la DACD que variaron del 2% al 45%. Los resultados de los casos completos de DACD resultaron consistentes para los análisis de sensibilidad de presuposiciones creíbles y menos creíbles con respecto a los datos faltantes de los resultados, y los resultados fueron similares cuando se consideraron los subgrupos de ensayos en pacientes adultos versus niños, pacientes hospitalizados versus pacientes ambulatorios, diferentes especies de probióticos, dosis mayores versus inferiores de probióticos, o estudios con alto versus bajo riesgo de sesgo. Sin embargo, en un análisis post hoc se observó un efecto de subgrupos con respecto al riesgo inicial de desarrollar DACD. Los ensayos con un riesgo inicial de DACD del 0% al 2% y del 3% al 5% no mostraron diferencias en el riesgo, pero los ensayos que reclutaron a participantes con un riesgo inicial > 5% de desarrollar DACD demostraron una reducción grande en el riesgo del 70% (interacción el valor de p = 0,01). Entre los estudios con un riesgo inicial > 5%, la incidencia de DACD en el grupo de probióticos fue del 3,1% (43/1370) en comparación con el 11,6% (126/1084) en el grupo control (13 ensayos, 2454 participantes; CR 0,30; IC del 95%: 0,21 a 0,42; GRADE = moderado). Con respecto a la detección de C. difficile en las heces, los resultados agrupados de los casos completos de 15 ensayos (1214 participantes) no mostraron una reducción en las tasas de infección. La infección por C. difficile fue del 15,5% (98/633) en el grupo de probióticos en comparación con el 17,0% (99/581) en el grupo control placebo o ningún tratamiento (CR 0,86; IC del 95%: 0,67 a 1,10; GRADE = moderado). Los eventos adversos se evaluaron en 32 estudios (8305 participantes) y los análisis agrupados de los casos completos indican que los probióticos reducen el riesgo de eventos adversos en el 17% (CR 0,83; IC del 95%: 0,71 a 0,97; GRADE = muy bajo). En los grupos de tratamiento y control los eventos adversos más frecuentes incluyeron dolor abdominal, náuseas, fiebre, heces blandas, flatulencias y trastorno del gusto.
Conclusiones de los autores
La evidencia disponible actualmente apunta a que los probióticos podrían ser efectivos para prevenir la DACD, lo que sugiere que por cada 65 personas que toman probióticos, se podría prevenir un caso de DACD (número necesario a tratar para un desenlace beneficioso adicional de 65; IC del 95%: 48 a 97). Es probable que haya menos eventos adversos en el grupo de probióticos. El uso de probióticos a corto plazo podría tener un beneficio absoluto pequeño y probablemente no se asocie con efectos adversos cuando se utiliza en poblaciones de pacientes que reciben antibióticos sistémicos sin estar inmunocomprometidos. Se necesitan ensayos grandes que comparen probióticos con placebo en personas con un bajo riesgo inicial de DACD.
Financiación
Esta actualización no contó con ninguna fuente de financiación.
Registro
La revisión original fue elaborada en 2013 por Johnston y col., para la cual se desarrolló un protocolo. Se siguieron los métodos especificados en la revisión de 2017, aunque en esta actualización se modificó la estrategia de búsqueda y la evaluación del riesgo de sesgo para el informe selectivo.
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