Mensajes clave
• Hay varios tratamientos disponibles para la neoplasia intraepitelial anal (células anormales en el revestimiento del ano y la piel perianal, NIA). Ninguno ha demostrado ser mejor en cuanto a la eliminación de la NIA o la prevención del retorno de la enfermedad.
• En general, pocas personas con NIA desarrollarán cáncer anal. Sin embargo, las personas que reciben tratamiento para la NIA tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer anal.
¿Qué es la neoplasia intraepitelial anal?
La neoplasia intraepitelial anal (NIA) es una afección poco frecuente en la piel o la mucosa anal (el tejido húmedo que reviste el canal anal) causada por la infección por el virus del papiloma humano. Sin embargo, ciertos grupos de población tienen un mayor riesgo de NIA, incluidas las personas con VIH, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las personas inmunodeprimidas (es decir, cuando el sistema inmunitario es más débil de lo normal). La NIA suele no presentar síntomas, pero puede provocar picor, sangrado o sensación de masa en el ano. La NIA no es cáncer, pero se cree que las células anormales se pueden convertir en cáncer anal (carcinoma de células escamosas).
¿Cómo se trata la neoplasia intraepitelial anal?
Hay varios tratamientos para la NIA. Se puede eliminar quirúrgicamente o destruirse con calor mediante dispositivos de coagulación infrarroja o electrocauterización (es decir, herramientas que utilizan calor o electricidad para quemar, sellar o destruir el tejido de forma segura). La NIA también se puede tratar con pomadas tópicas (geles o cremas aplicadas localmente) con imiquimod, un medicamento que estimula el sistema inmunitario, o una pomada tópica de fluorouracilo, que detiene el crecimiento de las células de la NIA.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería averiguar qué tratamientos son mejores para eliminar la NIA, prevenir el desarrollo de cáncer anal y eliminar el virus del papiloma humano. También se quería saber si los tratamientos causan algún efecto no deseado.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que investigaran y compararan diferentes tratamientos para la NIA y el desarrollo de cáncer. Se compararon y resumieron los resultados y la confianza en la evidencia se calificó según factores como la metodología y la precisión de los estudios y el tamaño de los mismos.
¿Qué se encontró?
Se encontraron cinco estudios elegibles para su inclusión, con 4907 participantes. Todos los participantes en los estudios eran personas con VIH. La mayoría eran hombres con una mediana de edad de 45 a 51 años. Los estudios se realizaron en los Estados Unidos, España, el Reino Unido y los Países Bajos.
Los resultados principales provinieron de un estudio que comparó los tratamientos guiados por anoscopia de alta resolución (en los que se utiliza un dispositivo de aumento potente para detectar áreas problemáticas en o alrededor del ano) con la monitorización activa. El estudio incluyó 4446 participantes y su objetivo principal fue el desarrollo de cáncer anal. Los investigadores encontraron que el número de personas con NIA que desarrollan cáncer anal es bajo, pero también que las personas que recibieron tratamiento para la NIA tuvieron un riesgo menor de desarrollar cáncer anal que los del grupo de monitorización activa. Sin embargo, la evidencia es muy incierta.
El estudio también preguntó a 124 personas acerca de su calidad de vida relacionada con la salud mientras participaban en el estudio. Los investigadores encontraron que los del grupo de monitorización activa informaron un empeoramiento del funcionamiento psicológico en los 28 días posteriores a la incorporación al estudio, mientras que las personas del grupo de tratamiento no informaron cambios en las medidas de calidad de vida en el mismo período de tiempo. Sin embargo, la evidencia es muy incierta.
El 2% (43 de 2227) de los participantes del grupo de tratamiento y el 0,2% (4 de 2219) del grupo de monitorización activa informaron eventos no deseados, principalmente dolor leve. Sin embargo, la evidencia es muy incierta.
El estudio no evaluó otros desenlaces importantes de interés, incluida la eliminación de la NIA, la eliminación del virus del papiloma humano, si la NIA se tornó menos grave o la recurrencia de la NIA.
Los detalles acerca de los tratamientos y los resultados de los otros cuatro estudios están disponibles en la revisión.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
No se tiene confianza en la evidencia porque quienes participaron en los estudios eran todas personas con VIH, mientras que la pregunta que se quería responder era más amplia. Los estudios tampoco evaluaron todos los desenlaces de interés.
Vigencia de la evidencia
Esta revisión actualiza la revisión Cochrane anterior sobre los tratamientos para la neoplasia intraepitelial del canal anal. Esta evidencia está actualizada hasta abril de 2025.
Leer el resumen científico
La neoplasia intraepitelial anal (NIA) es una displasia del epitelio transicional del canal anal que se asocia con la infección por el virus del papiloma humano (VPH). Las lesiones de grado alto pueden convertirse en cáncer anal. La incidencia y la prevalencia de la NIA y el cáncer anal han aumentado en las últimas décadas. Ciertos grupos, como las personas con VIH, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH) y los que tienen el sistema inmunitario suprimido, tienen alto riesgo de desarrollar NIA. Las escisiones selectivas con el uso de tratamientos ablativos como electrocauterización, coagulación infrarroja o crioterapia se han utilizado como estrategias terapéuticas de primera línea. Otras opciones incluyen el tratamiento tópico con inmunomoduladores como el imiquimod o citostáticos como el fluorouracilo. Idealmente, el tratamiento de la NIA debe tener un bajo riesgo de complicaciones y dar lugar a un bajo riesgo de recurrencia. Esta es la primera actualización de una revisión publicada originalmente en 2012.
Objetivos
Evaluar los efectos de cualquier intervención terapéutica para la neoplasia intraepitelial anal, independientemente del sexo, la edad y la comorbilidad.
Métodos de búsqueda
Para identificar los estudios que se incluyeron en la revisión se buscó en CENTRAL, MEDLINE, Embase y cinco registros de ensayos, junto con la comprobación de referencias, el seguimiento de citas y el contacto con autores de estudios. La última fecha de búsqueda fue el 16 de abril de 2025.
Criterios de selección
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) que evaluaran cualquier tipo de intervención para la NIA. Se excluyeron los ensayos aleatorizados por conglomerados y los ensayos cruzados (crossover). Se excluyeron las personas con diagnóstico histológico de carcinoma anal, enfermedad de Paget o papulosis bowenoide.
Obtención y análisis de los datos
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane. Los desenlaces principales de interés de la revisión fueron: Erradicación de la NIA (definida por la ausencia de criterios histológicos o la presencia de un epitelio normal o cicatrizado o la ausencia completa de displasia); desarrollo de cáncer anal; y erradicación del virus del papiloma humano (VPH). La certeza de la evidencia se evaluó mediante el sistema GRADE.
Resultados principales
Cinco ECA cumplieron los criterios de inclusión, con un total de 4907 participantes. Todos los participantes incluidos eran adultos con VIH con un recuento de células CD4 superior a 300 células/μl. La mediana de edad de los participantes osciló entre 45 y 51 años. La mayoría de los participantes eran hombres. Dos estudios fueron multicéntricos, ambos realizados en los Estados Unidos. Los estudios restantes se realizaron en consultorios ambulatorios de España, los Países Bajos y el Reino Unido. El riesgo general de sesgo se consideró alto en un estudio y moderado en cuatro. Los motivos principales de preocupación del sesgo fueron el diseño abierto y las altas tasas de abandono.
Todos los estudios tuvieron diferentes intervenciones y desenlaces, lo que impidió el metanálisis. La inclusión de dos estudios con varios grupos hizo que se resumiera la evidencia de nueve comparaciones separadas. Aquí, solo se resumen los resultados del estudio más grande, con 4459 participantes asignados al azar, que comparó el tratamiento guiado por anoscopia de alta resolución con la monitorización activa. Los resultados de los otros estudios se resumen en la revisión principal.
El estudio que comparó el tratamiento guiado por anoscopia de alta resolución (AAR) con la monitorización activa no evaluó cuatro de los desenlaces de interés de la revisión: erradicación de la NIA, erradicación del VPH, disminución histológica de las lesiones de la NIA y recurrencia de la NIA. Los resultados de los tres desenlaces restantes (desarrollo de cáncer anal, calidad de vida y eventos adversos) se muestran a continuación.
En el grupo de tratamiento guiado por AAR, 4 de cada 1000 participantes (0,4%) desarrollaron cáncer anal, mientras que en el grupo de monitorización activa, 9 de cada 1000 participantes (0,9%) desarrollaron cáncer anal, con una mediana de seguimiento de 25 a 28 meses (razón de riesgos [RR] 0,43; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,20 a 0,93; p = 0,03; un estudio, 4446 participantes; evidencia de certeza muy baja).
En el grupo de monitorización activa, se observó una mayor efecto sobre las actividades psicológicas desde la inclusión hasta 28 días después de la inclusión. En el grupo de tratamiento, no hubo diferencias en los síntomas físicos, le efecto sobre la capacidad funcional física ni sobre la capacidad funcional psicológica desde la inclusión hasta 28 días después de la inclusión.
El 2% de los participantes del grupo de tratamiento y el 0,2% del grupo de monitorización activa notificaron eventos adversos. La mayoría de los eventos adversos fueron dolor leve (RR 10,7; IC del 95%: 3,85 a 29,79; p < 0,001; un estudio, 4446 participantes; evidencia de certeza muy baja).
Conclusiones de los autores
Todos los estudios incluidos se centraron en personas con VIH. Esto puede limitar la aplicabilidad de los resultados a las personas seronegativas para el VIH. La certeza de la evidencia se consideró muy baja para todos los desenlaces en las nueve comparaciones, lo que destaca la falta de evidencia de calidad alta sobre las intervenciones para la NIA.
Los hallazgos indican que el tratamiento guiado por AAR podría reducir el riesgo de cáncer anal, pero la evidencia es muy incierta.
Se evaluó la eficacia del cidofovir, las sinecatequinas, la coagulación infrarroja, la electrocauterización guiada por AAR, el imiquimod y el fluorouracilo para erradicar la NIA. Con tasas de erradicación entre el 14% y el 62% y períodos de seguimiento que varían de cuatro semanas a 33 meses, la evidencia sobre la efectividad de estos tratamientos es muy incierta.
Se necesitan estudios adicionales sobre las intervenciones para la NIA con potencia estadística y duraciones suficientes para determinar la eficacia de las intervenciones. También se necesitan estudios que analicen los tratamientos en cohortes con resultados negativos al VIH.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.