Intervenciones para reducir el comportamiento sedentario después de un ictus

Pregunta de revisión
Se revisó la evidencia que examina los efectos de los tratamientos para reducir la cantidad de comportamientos sedentarios en las personas después de un ictus.

Antecedentes
El "comportamiento sedentario" se refiere a estar sentado o tumbado (p.ej., sentado viendo la televisión) durante el día en lugar de estar activo y "levantado". Después de cualquier tipo de ictus, es muy común que las personas pasen mucho tiempo con un comportamiento sedentario. Esto es común tanto entre los pacientes con ictus que están en el hospital como entre los que han sido dados de alta. Se sabe que los comportamientos sedentarios son perjudiciales para la salud; aumentan el riesgo de infartos e ictus, y la posibilidad de morir. Pasar menos tiempo sentado después del ictus podría reducir estos riesgos en las personas a lo largo de su vida después del ictus. Si se reduce el tiempo de sedentarismo, entonces, por definición, la actividad física (como caminar) debe aumentar. En combinación, esto podría no sólo reducir los riesgos para la salud, sino también mejorar la forma en que las personas con ictus se mueven y cómo se sienten.

Características del estudio
En diciembre de 2019, tras una búsqueda exhaustiva en la literatura científica, se identificaron diez ensayos controlados aleatorizados para su inclusión en la revisión. Los estudios incluyeron un total de 753 participantes en todas las etapas de la asistencia, abarcando la estancia en el hospital o la vuelta al domicilio. La mayoría de las personas que participaron eran capaces de caminar y mantenerse en pie por sí solas. La duración de las intervenciones varió entre seis semanas y 18 meses, y todas incluyeron algún elemento de incremento de la actividad física. Los estudios incluyeron el ejercicio solo (un estudio) o en combinación con educación y entrenamiento (un estudio); la actividad física sola (un estudio) o en combinación con una aplicación de teléfono móvil (un estudio), las intervenciones multicomponentes en el estilo de vida que incluyeron la actividad física (cuatro estudios) y la fisioterapia adicional para pacientes hospitalizados (un estudio). En un estudio se utilizó una intervención dirigida específicamente a interrumpir los largos períodos de permanecer sentado.

Debido a problemas en la forma en que se realizaron y en la forma en que los comunicaron los equipos de investigación, todos los estudios tenían un riesgo de sesgo alto o poco claro.

Resultados clave
Actualmente, la evidencia demuestra que las intervenciones para reducir el comportamiento sedentario no aumentan ni reducen la muerte, los episodios cardiovasculares, las caídas u otros episodios adversos, ni la cantidad de tiempo que se pasa sentado. Sin embargo, aunque la evidencia no está completa, podría ser útil que las personas que han sufrido un ictus intenten sentarse menos, siempre que sea seguro hacerlo.

Certeza de la evidencia
La certeza de la evidencia se evaluó con el método GRADE. La certeza relacionada con los efectos de estas intervenciones sobre la muerte, los episodios cardiovasculares y las caídas es baja, y con sus efectos sobre otros episodios adversos es moderada. La certeza de los efectos sobre el comportamiento sedentario en sí es muy baja. El interés por el sedentarismo después del ictus es relativamente reciente; el principal problema de la evidencia es que hasta la fecha muy pocos estudios lo han examinado. La evidencia disponible tiende a limitarse a los pacientes después de un ictus que tienen más movilidad. Muchos estudios no se realizaron durante períodos lo suficientemente largos como para mostrar cambios a largo plazo en el comportamiento de sentarse, o cambios en el riesgo de enfermedad o muerte.

Conclusiones de los autores: 

La investigación sobre el comportamiento sedentario en los accidentes cerebrovasculares parece importante, aunque actualmente la evidencia no está completa, y no se encontró evidencia de efectos beneficiosos. Las guías actuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan reducir el tiempo de sedentarismo en las personas con discapacidad, en general. Actualmente, la evidencia no es lo suficientemente sólida como para guiar la práctica acerca de la mejor manera de reducir el sedentarismo específicamente en las personas con un accidente cerebrovascular.

Se necesitan más ensayos aleatorizados de alta calidad, especialmente con participantes con limitaciones de movilidad. Los ensayos deben incluir intervenciones a largo plazo específicamente dirigidas a reducir el tiempo de sedentarismo, desenlaces de los factores de riesgo, medidas objetivas del comportamiento sedentario (y de la actividad física) y un seguimiento a largo plazo.

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Antecedentes: 

Los supervivientes de accidentes cerebrovasculares suelen ser físicamente inactivos y sedentarios, y pueden permanecer sentados durante largos períodos de tiempo cada día. Esto aumenta el riesgo cardiometabólico y tiene repercusiones en las funciones físicas y de otro tipo. Las intervenciones para reducir o interrumpir los períodos de sedentarismo, así como para aumentar la actividad física después de un accidente cerebrovascular, podrían reducir el riesgo de episodios cardiovasculares secundarios y mortalidad en su vida después del accidente cerebrovascular.

Objetivos: 

Determinar si las intervenciones diseñadas para reducir el comportamiento sedentario después del accidente cerebrovascular, o las intervenciones con potencial para hacerlo, pueden reducir el riesgo de muerte o de episodios vasculares secundarios, modificar el riesgo cardiovascular y reducir el sedentarismo.

Métodos de búsqueda: 

En diciembre de 2019 se realizaron búsquedas en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes cerebrovasculares (Cochrane Stroke), en CENTRAL, MEDLINE, Embase, CINAHL, PsycINFO, Conference Proceedings Citation Index y PEDro. También se buscó en registros de ensayos en curso, se examinaron las listas de referencias y se estableció contacto con expertos en la materia.

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorizados que comparan las intervenciones para reducir el tiempo de sedentarismo con la atención habitual, ninguna intervención, o un control en lista de espera, un control de atención (imita la terapia de intervención en tiempo y atención recibida), una intervención simulada o una intervención complementaria. También se incluyeron intervenciones destinadas a fragmentar o interrumpir los períodos de comportamiento sedentario.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión seleccionaron de forma independiente los estudios y realizaron evaluaciones del riesgo de sesgo. Los datos se analizaron mediante metanálisis de efectos aleatorios y la certeza de la evidencia se evaluó con el método GRADE.

Resultados principales: 

Se incluyeron diez estudios con 753 personas con accidente cerebrovascular. Cinco estudios utilizaron intervenciones de actividad física, cuatro estudios utilizaron una intervención multicomponente en el estilo de vida y un estudio utilizó una intervención para reducir e interrumpir el comportamiento sedentario. En todos los estudios, el riesgo de sesgo fue alto o incierto en dos o más dominios. Nueve estudios tuvieron alto riesgo de sesgo en al menos un dominio.

Las intervenciones no aumentaron ni redujeron las muertes (diferencia de riesgos [DR] 0,00; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,02 a 0,03; diez estudios, 753 participantes; evidencia de certeza baja), la incidencia de episodios cardiovasculares o cerebrovasculares recurrentes (DR -0,01; IC del 95%: -0,04 a 0,01; diez estudios, 753 participantes; evidencia de certeza baja), la incidencia de caídas (y lesiones) (DR 0,00; IC 95% -0,02 a 0,02; diez estudios, 753 participantes; evidencia de certeza baja) ni la incidencia de otros eventos adversos (evidencia de certeza moderada).

Las intervenciones no aumentaron ni redujeron la cantidad de tiempo de sedentarismo (diferencia de medias [DM] +0,13 horas/día; IC del 95%: -0,42 a 0,68; siete estudios, 300 participantes; evidencia de certeza muy baja). Hubo muy pocos datos para examinar los efectos sobre los patrones de comportamiento sedentario.

El efecto de las intervenciones sobre los factores de riesgo cardiometabólico permitió un metanálisis muy limitado.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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