Intervenciones personalizadas para niños con problemas de conducta

Mensajes clave

En la actualidad existe poca evidencia que apoye la personalización o adaptación de las intervenciones para niños con problemas de conducta. La poca evidencia existente es de calidad baja. Por lo tanto, no está claro si la personalización de las intervenciones puede mejorar los desenlaces de los niños con problemas de conducta. Se necesitan estudios de investigación adicionales de alta calidad.

¿Qué son los problemas de conducta?

Los problemas de conducta son una serie de comportamientos perturbadores en la infancia que pueden repercutir negativamente en la vida de la persona. Los problemas de conducta pueden provocar dificultades en la adolescencia y la edad adulta, como comportamientos antisociales, abuso de sustancias, dificultades en la educación y problemas de salud mental.

Se ha propuesto que existen diferentes subgrupos de niños con problemas de conducta. Estos subgrupos incluyen variaciones en la edad de inicio de los problemas de conducta, las dificultades emocionales, el trastorno de hiperactividad y déficit de atención, las características de los padres, el nivel de agresividad dentro del comportamiento antisocial y la influencia de factores genéticos y ambientales en relación con los rasgos insensibles e impasibles. Estos subgrupos de niños pueden responder de forma diferente al tratamiento y, por lo tanto, es importante establecer si dirigir las intervenciones a estos subgrupos de niños podría producir mejores desenlaces.

Las intervenciones dirigidas o "personalizadas" son aquellas que adaptan distintos aspectos del tratamiento a las necesidades de subgrupos concretos de padres y niños. Por ejemplo, un subgrupo de niños con problemas de conducta que experimentan conflictos interparentales (desacuerdos entre los padres) podría beneficiarse potencialmente de un programa de crianza adaptado para incluir sesiones adicionales centradas en los conflictos interparentales y ofrecer técnicas particulares para abordar este problema. Una intervención no personalizada solo proporcionaría el programa parental, y no contendría las sesiones adicionales centradas en el conflicto interparental.

¿Qué se quería averiguar?

Esta revisión evaluó si las intervenciones personalizadas que han sido adaptadas o desarrolladas para un subgrupo específico de niños con problemas de conducta son efectivas para mejorar los problemas de conducta.

¿Qué se hizo?

Se realizó una búsqueda exhaustiva en 13 bases de datos. También se realizaron búsquedas en las listas de referencias de los estudios incluidos y se estableció contacto con expertos en el tema.

Solo se seleccionaron los estudios conocidos como "ensayos controlados aleatorizados (ECA)". En este tipo de estudio, los participantes se asignan a los grupos de forma aleatoria. Un grupo recibe la intervención y el otro recibe un tratamiento diferente o no recibe ningún tratamiento. El objetivo de los ECA es reducir el riesgo de introducir sesgos en los estudios clínicos.

Los subgrupos de niños con problemas de conducta se dividieron en tres grandes categorías: niños con afecciones concurrentes (p. ej., dificultades emocionales), características de los padres (p. ej., conflicto entre los padres) o circunstancias familiares/ambientales (p. ej., familias rurales).

Todos los estudios compararon intervenciones personalizadas con intervenciones no personalizadas.

Se combinaron los resultados de varios estudios que utilizaron las mismas medidas para evaluar las mejoras en los problemas de conducta infantil. Cuando esto no fue posible, se informó sobre los estudios de manera individual.

¿Qué se encontró?

Se identificaron 13 ECA con 858 participantes para incluir en esta revisión. Siete estudios se realizaron en EE. UU., cinco en Australia y uno en Alemania. Once estudios informaron su fuente de financiación, y cinco de ellos recibieron subvenciones del National Institute of Mental Health. En total, 15 patrocinadores diferentes financiaron los estudios.

Estos estudios aportaron muy poca evidencia de que las intervenciones personalizadas fueran más eficaces que las no personalizadas para mejorar los problemas de conducta o el comportamiento perturbador de los niños.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

Se tiene poca confianza en la evidencia porque muchos de los estudios tenían limitaciones en el diseño. También hubo variaciones en la duración del tratamiento y en la forma de administrarlo. Esto significa que se debe ser cauteloso al interpretar los resultados encontrados y que podrían no ser fiables.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

Se buscaron estudios hasta febrero de 2022.

Conclusiones de los autores: 

La evidencia de la eficacia de las intervenciones personalizadas para subgrupos de niños con problemas de conducta es limitada. La certeza de la evidencia para todos los desenlaces fue muy baja, lo que significa que se tiene muy poca confianza en los efectos calculados y los verdaderos efectos podrían ser diferentes a los hallazgos, lo que limitará su relevancia para las decisiones clínicas. Para superar las limitaciones de la evidencia, se necesitan ECA a gran escala para determinar si las intervenciones personalizadas, adaptadas o desarrolladas para subgrupos de niños con problemas de conducta, son eficaces para mejorar los desenlaces. Es necesario llegar a un consenso sobre las medidas más apropiadas a utilizar en estos estudios para facilitar las comparaciones entre ellos. La persistencia de los problemas de conducta predice una serie de desenlaces adversos a largo plazo, por lo que los estudios de investigación futuros deberán investigar los efectos a medio y largo plazo de los tratamientos personalizados. Se necesitan estudios en países de ingresos bajos y medios, así como estudios que recluten a niños de entre nueve y 12 años, ya que estuvieron infrarrepresentados en los estudios.

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Antecedentes: 

Los problemas de conducta son una serie de comportamientos perturbadores en la infancia que se asocian con desenlaces adversos a largo plazo en la adolescencia y la edad adulta, como el comportamiento antisocial, el abuso de sustancias y el bajo rendimiento académico. Los niños con problemas de conducta pueden variar según la edad de aparición, las comorbilidades y los factores ambientales, y se ha sugerido que determinados grupos de niños podrían tener desenlaces de tratamiento diferentes. Por lo tanto, es importante evaluar en qué medida las intervenciones personalizadas para diferentes grupos de niños con problemas de conducta podrían afectar los desenlaces. Hasta donde se sabe, esta es la primera revisión que identifica y evalúa de forma sistemática la eficacia de las intervenciones personalizadas, adaptadas o desarrolladas, para subgrupos predeterminados de niños con problemas de conducta.

Objetivos: 

Evaluar si las intervenciones personalizadas, adaptadas o desarrolladas para subgrupos de niños con problemas de conducta son eficaces para mejorar los desenlaces.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizaron los métodos exhaustivos estándar de búsqueda de Cochrane. La última búsqueda se realizó el 1 de febrero de 2022.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA), en cualquier contexto, en niños (de dos a 12 años de edad) con problemas de conducta y dentro de un subgrupo predeterminado, que compararan una intervención personalizada con una intervención no personalizada, un control en lista de espera o el tratamiento habitual. Las intervenciones personalizadas incluyeron adaptaciones de la práctica habitual, como programas de formación parental; otras intervenciones recomendadas para niños con problemas de conducta; o intervenciones desarrolladas específicamente para dirigirse a subgrupos de niños con problemas de conducta. Se excluyeron las intervenciones no personalizadas y no psicológicas (p. ej., intervenciones farmacológicas o alimentarias). Fueron elegibles para inclusión subgrupos predeterminados de niños con problemas de conducta, independientemente de su definición.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales fueron 1. problemas de conducta o comportamiento perturbador del niño y 2. eventos adversos. Los desenlaces secundarios fueron 3. desenlaces del tratamiento personalizado pertinentes para cada subgrupo, 4. habilidades y conocimientos parentales, 5. funcionalidad familiar, compromiso y disminución del abandono escolar, y 6. desenlaces educativos. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.

Resultados principales: 

Se identificaron 13 ECA (858 participantes). Siete estudios se realizaron en EE. UU., cinco en Australia y uno en Alemania. Once estudios informaron su fuente de financiación, y cinco de ellos recibieron subvenciones del National Institute of Mental Health. En total, 15 patrocinadores diferentes apoyaron los estudios incluidos en la revisión.

Los subgrupos de niños con problemas de conducta se separaron en tres grandes categorías: niños con afecciones concurrentes (p. ej., dificultades emocionales), características de los padres (p. ej., conflicto entre los padres) o circunstancias familiares/ambientales (p. ej., familias rurales). Todos los estudios ofrecieron una intervención personalizada que se adaptó o desarrolló para un subgrupo predeterminado de niños con problemas de conducta. Todos los ensayos se consideraron con riesgo de sesgo incierto o alto en la mayoría de los dominios. A continuación se informan los resultados de la mejora en los problemas de conducta infantil y el comportamiento perturbador, los desenlaces del tratamiento personalizado y las habilidades y conocimientos parentales para la comparación principal de esta revisión: intervenciones personalizadas versus no personalizadas.

Mejora de los problemas de conducta de los niños y de los comportamientos perturbadores

En comparación con una intervención no personalizada, una intervención personalizada podría dar lugar a una ligera mejoría en los problemas de conducta o el comportamiento perturbador del niño medidos a través de la subescala de problemas del Eyberg Child Behavior Inventory (ECBI) a corto plazo (diferencia de medias [DM] -3,04; intervalo de confianza [IC] del 95%: -6,06 a -0,02; seis estudios, 278 participantes; p = 0,05), pero podría tener poco o ningún efecto sobre la mejoría de los problemas de conducta infantil o el comportamiento perturbador medidos por la subescala de intensidad del ECBI (DM -6,25; IC del 95%: -16,66 a 4,15; seis estudios, 278 participantes; p = 0,24), o la subescala de externalización del Child Behaviour Checklist (CBCL) (DM -2,19; IC del 95%: -6,97 a 2,59; tres estudios, 189 participantes; p = 0,37) a corto plazo. La certeza de la evidencia se consideró muy baja para los tres desenlaces, lo que significa que cualquier estimación del efecto es muy incierta.

Desenlaces del tratamiento personalizado, pertinentes para cada subgrupo

Aunque seis estudios informaron desenlaces del tratamiento personalizado, pertinentes para cada subgrupo, no fue posible agrupar los datos debido a las diferencias entre las medidas utilizadas en los estudios y la heterogeneidad que esto produciría en el análisis. Los resultados para este desenlace no fueron concluyentes.

Habilidades y conocimientos parentales

Aunque siete estudios informaron sobre las habilidades y los conocimientos parentales, no fue posible agrupar los datos debido a las diferencias entre las medidas utilizadas en los estudios y la heterogeneidad que esto produciría en el análisis. Los resultados para este desenlace no fueron concluyentes.

Eventos adversos

Ninguno de los ensayos informó la monitorización de los eventos adversos.

Resumen de los resultados

En resumen, hay evidencia limitada de que la intervención personalizada mejore los problemas de conducta de los niños, los desenlaces del tratamiento personalizado, pertinentes para cada subgrupo, o las habilidades y conocimientos parentales en comparación con una intervención no personalizada.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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