Sal yodada para prevenir los trastornos por deficiencia de yodo

La deficiencia de yodo provoca retraso mental en los niños, así como agrandamiento de las glándulas tiroideas (bocio) y deficiencias de hormonas tiroideas en personas de todas las edades. Todavía existe en gran parte del mundo. Esta revisión analizó los estudios sobre la sal yodada en la dieta que incluían un grupo de comparación. Se incluyeron seis estudios, la mayoría de ellos en niños pero algunos también en adultos. El yodo en la orina aumentó en todos los estudios menos en uno, pero hubo cierta preocupación por el hecho de que los niños pequeños no comieran suficiente sal para alcanzar un estado adecuado del yodo. Algunos estudios, pero no todos, también mostraron una reducción del agrandamiento de la glándula tiroides (bocio) que puede acompañar a la falta de yodo en la dieta. No se informaron efectos adversos, pero es posible que éstos no se hayan estudiado adecuadamente. Se necesitan más estudios de calidad alta a largo plazo que midan los desenlaces relacionados con el desarrollo infantil, con las muertes asociadas con la deficiencia de yodo y los efectos adversos.

Conclusiones de los autores: 

Los resultados indican que la sal yodada es un medio eficaz para mejorar el estado del yodo. No se pueden establecer conclusiones sobre las mejorías en otros desenlaces más orientados al paciente, como el desarrollo físico y mental de los niños y la mortalidad. Ninguno de los estudios investigó específicamente el desarrollo del hipertiroidismo inducido por el yodo, que se puede pasar por alto fácilmente si sólo se evalúa sobre la base de los síntomas. Se necesitan estudios controlados de calidad alta que investiguen medidas de desenlace relevantes a largo plazo para abordar las cuestiones de la dosis y la mejor forma de administración de suplementos de yodo en diferentes grupos de población y contextos.

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Antecedentes: 

La deficiencia de yodo es la principal causa de retraso mental potencialmente evitable en la infancia, además de provocar bocio e hipotiroidismo en personas de todas las edades. Todavía está presente en grandes partes del mundo.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de la sal yodada en comparación con otras formas de administración de suplementos de yodo o placebo en la prevención de los trastornos por deficiencia de yodo.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en La Biblioteca Cochrane, MEDLINE, el Registro de ensayos chinos desarrollado por el Centro Cochrane Chino y la Chinese Med Database, China National knowledge Infrastructure, y se realizaron búsquedas en las listas de referencias, las bases de datos de ensayos en curso e Internet.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los estudios controlados prospectivos de sal yodada versus otras formas de administración de suplementos de yodo o placebo en personas que viven en áreas de deficiencia de yodo. Los estudios informaron principalmente acerca de las tasas de bocio y de la excreción urinaria de yodo como medidas de desenlace.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión realizaron de forma independiente la selección inicial de los datos y la evaluación de la calidad de los ensayos. Luego, después que el alcance de la revisión se ampliara ligeramente, pasando de incluir sólo ensayos controlados aleatorizados a incluir estudios comparativos prospectivos no aleatorizados, un tercer autor de la revisión repitió la selección de los ensayos y la evaluación de la calidad. Dado que los estudios identificados no eran lo suficientemente similares ni tenían la calidad suficiente, no se realizó un metanálisis, sino que se resumieron los datos en un formato narrativo.

Resultados principales: 

Se encontraron seis ensayos controlados prospectivos relacionados con la pregunta de esta revisión. Cuatro de ellos se describieron como ensayos controlados aleatorizados, uno fue un ensayo controlado prospectivo que no especificó la asignación a los grupos de comparación, y otro fue un estudio transversal repetido que comparó diferentes intervenciones. Las intervenciones de comparación incluyeron la sal no yodada, el agua yodada, el aceite yodado y la yodación de la sal con yoduro de potasio versus yodato de potasio. El número de participantes en los ensayos osciló entre 35 y 334; en el estudio transversal se incluyeron más de 20 000 personas. Tres estudios se realizaron sólo en niños, dos investigaron ambos grupos de niños y adultos y uno investigó a embarazadas. Hubo una tendencia a la reducción del bocio con la sal yodada, aunque no fue significativa en todos los estudios. También hubo una mejoría del estado del yodo en la mayoría de los estudios (excepto en los niños pequeños de uno de los estudios), aunque la excreción de yodo en la orina no siempre alcanzó los niveles recomendados por la OMS. Ninguno de los estudios observó efectos adversos de la sal yodada.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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