Tratamientos farmacológicos para la prevención de los ataques de angioedema hereditario

¿Qué es el angioedema hereditario y cómo se trata?

El angioedema hereditario (AEH) es una enfermedad grave y potencialmente mortal que provoca ataques agudos (de aparición repentina) de inflamación, dolor y reducción de la calidad de vida. Se han desarrollado varios medicamentos nuevos para tratar los ataques agudos y evitar que se produzcan. Algunos medicamentos se toman por vía oral, mientras que otros se inyectan bajo la piel o se administran por vía intravenosa directamente en la sangre.

Los medicamentos que se administran actualmente para prevenir los ataques de AEH son el inhibidor de la esterasa C1 humana (a menudo abreviado como C1-INH), el berotralstat, el lanadelumab, el ácido tranexámico y el danazol. Además, se encontró otro medicamento (avoralstat) que se estudia actualmente por su capacidad para prevenir los ataques de AEH.

¿Qué se quería averiguar?

Se investigó si estos medicamentos reducen el número de ataques de AEH y si los ataques que se producen son menos graves de lo que serían en caso contrario. También se analizó si las personas que tomaban los medicamentos experimentaban una mejor calidad de vida y si los medicamentos causaban efectos secundarios no deseados.

¿Qué se hizo?

Se buscaron en las bases de datos médicas estudios clínicos en niños o adultos con AEH que compararan los medicamentos para prevenir los ataques de AEH con el placebo (un tratamiento ficticio) u otro medicamento.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 15 estudios con 912 participantes. Todos los medicamentos, excepto el avoralstat, redujeron el número de crisis de AEH, e incluso cuando se produjeron las crisis, fueron menos graves en el caso del C1-INH y el lanadelumab (no se obtuvieron resultados con los demás medicamentos). Se comprobó que la mayoría de los medicamentos mejoraron la calidad de vida de las personas con AEH y que, en general, eran seguros, ya que no aumentaban el número de efectos secundarios graves y menos graves.

No se encontraron estudios que probaran el ácido tranexámico y sólo un estudio probó el danazol. Tampoco hubo estudios que compararan directamente un medicamento con otro. Esto significa que no es posible decir con seguridad si un medicamento es mejor que otro.

Conclusiones

El C1-INH, el berotralstat, el lanadelumab y el danazol parecen reducir el riesgo de ataques de AEH y aumentar la calidad de vida de las personas con AEH. Los medicamentos no parecen aumentar los efectos secundarios.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

Los hallazgos de esta revisión están limitados por el reducido número de estudios y el pequeño número de participantes en cada uno de ellos. Por lo tanto, la confianza en estos resultados es baja.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta el 3 de agosto de 2021.

Conclusiones de los autores: 

Los datos disponibles indican que el berotralstat, el C1-INH (subcutáneo, derivado del plasma, nanofiltrado y recombinante), el danazol y el lanadelumab son efectivos para reducir el riesgo o la incidencia (o ambos) de los ataques de AEH. Además, el C1-INH y el lanadelumab disminuyen la gravedad de los ataques intercurrentes (no se dispone de datos sobre otros fármacos). Avoralstat, berotralstat, C1-INH (todas las formas) y lanadelumab aumentan la calidad de vida y no aumentan el riesgo de eventos adversos, incluidos los graves. Es posible que el danazol, el C1-INH subcutáneo y el C1-INH humano recombinante sean más efectivos que el berotralstat y el lanadelumab en la reducción del riesgo de crisis, pero el escaso número de estudios y el pequeño tamaño de los mismos hace que la certeza de la evidencia sea baja. Lo anterior y la falta de ensayos de comparación directa impidieron establecer conclusiones firmes sobre la eficacia relativa de los fármacos.

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Antecedentes: 

El angioedema hereditario (AEH) es una enfermedad grave y potencialmente mortal que provoca ataques agudos de inflamación, dolor y reducción de la calidad de vida. Las personas con AEH tipo I (aproximadamente el 80% de todos los casos de AEH) tienen cantidades insuficientes de la proteína inhibidora de la esterasa C1 (C1-INH); las personas con AEH tipo II (aproximadamente el 20% de todos los casos) pueden tener concentraciones normales de C1-INH, pero, debido a mutaciones genéticas, no funcionan correctamente. Algunas personas, predominantemente mujeres, presentan AEH a pesar de tener niveles de C1-INH y función de C1-INH normales (AEH tipo III poco frecuente). Se han desarrollado varios fármacos nuevos para tratar los ataques agudos y prevenir su recurrencia. Actualmente no existen revisiones sistemáticas ni metanálisis que incluyan todos los fármacos preventivos para el AEH.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de las intervenciones para la prevención a largo plazo de las crisis de AEH en personas con AEH tipo I, II o III.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizaron los métodos exhaustivos estándares de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 3 de agosto de 2021.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados en niños o adultos con AEH que utilizaron medicamentos para prevenir los ataques de AEH. Los comparadores podían ser placebo o comparador activo, o ambos. Eran aptos para inclusión ensayos de fármacos aprobados y experimentales. No hubo restricciones en cuanto a la dosis, la frecuencia o la intensidad del tratamiento. Para la inclusión se requería una duración del tratamiento mínima de cuatro semanas. Este criterio excluyó el tratamiento agudo de las crisis de AEH.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales de esta revisión fueron: 1. ataques de AEH (número de ataques por persona, por población) y cambio en el número de ataques de AEH; 2. mortalidad; 3. eventos adversos graves (p. ej., disfunción hepática, toxicidad hepática y cambios perjudiciales en los análisis de sangre). Los desenlaces secundarios fueron: 4. calidad de vida; 5. gravedad de los ataques intercurrentes; 6. discapacidad y 7. eventos adversos (p. ej., aumento de peso, cambios psicológicos leves y vello corporal). Se utilizó GRADE para evaluar la calidad de la evidencia de cada desenlace.

Resultados principales: 

Se identificaron 15 estudios (912 participantes) que cumplían los criterios de inclusión. Los estudios incluyeron a personas con AEH tipo I y II. Los estudios investigaron el avoralstat, el berotralstat, el C1-INH subcutáneo, el C1-INH derivado del plasma, el C1-INH nanofiltrado, el C1-INH humano recombinante, el danazol y el lanadelumab para la prevención de los ataques de AEH. No se encontraron estudios sobre el uso del ácido tranexámico para la prevención de los ataques de AEH.

Todos los fármacos, excepto el avoralstat, redujeron el número de ataques de AEH en comparación con el placebo. En el caso de los ataques intercurrentes que se produjeron a pesar del tratamiento profiláctico, las formas intravenosas y subcutáneas de C1-INH y lanadelumab redujeron la gravedad de los ataques. Se desconoce si otros fármacos tienen un efecto similar, ya que no se ha informado acerca de la gravedad de los ataques intercurrentes en personas que toman otros fármacos además de C1-INH y lanadelumab.

En cuanto a la calidad de vida, el avoralstat, el berotralstat, el C1-INH (todas las formas) y el lanadelumab aumentaron la calidad de vida en comparación con el placebo. No hubo datos sobre el danazol. Cuatro estudios informaron sobre los cambios en la discapacidad durante el tratamiento con C1-INH, berotralstat y lanadelumab. Los tres fármacos disminuyeron la discapacidad en comparación con el placebo.

Los eventos adversos, incluidos los graves, no se produjeron en una tasa superior a la del placebo. Sin embargo, no se disponía de datos de los eventos adversos graves ni de otros eventos adversos del danazol, lo que impidió establecer conclusiones sobre la seguridad absoluta o relativa de este fármaco. No se informaron muertes en ninguno de los estudios incluidos.

El análisis se vio limitado por el escaso número de estudios, el reducido número de participantes en cada uno de ellos y la falta de datos sobre fármacos más antiguos, por lo que la certeza de la evidencia es baja. Debido a la poca frecuencia del AEH, no sorprende que rara vez se comparen directamente los fármacos, lo que no permite establecer conclusiones sobre la eficacia comparativa de los distintos fármacos para las personas con AEH.

Por último, no se identificaron estudios que incluyeran a personas con AEH tipo III. Por lo tanto, no es posible establecer conclusiones sobre la eficacia o la seguridad de ningún fármaco en personas con esta forma de AEH.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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