Nutrición intravenosa precoz versus tardía en bebés a término y prematuros tardíos graves

Pregunta de la revisión: evaluar los beneficios y los riesgos del inicio precoz (dentro de las 72 horas del ingreso) frente al tardío (después de las 72 horas del ingreso) de la nutrición intravenosa en los bebés a término (los nacidos a partir de las 37 semanas de embarazo) y los bebés prematuros tardíos (los nacidos entre las 34 y 37 semanas de embarazo) que se encuentran enfermos.

Antecedentes: cuando los bebés a término y los bebés prematuros tardíos muy enfermos no pueden tolerar la alimentación con leche debido a su enfermedad, es necesario administrarles nutrición (como glucosa, aminoácidos y grasa) a través de un goteo intravenoso (un catéter que se inserta directamente en una vena). Los estudios recientes en niños y adultos enfermos sugieren que es mejor la administración inicial de solo glucosa intravenosa y retrasar la administración de aminoácidos y grasas intravenosas alrededor de una semana.

Características de los estudios: esta revisión encontró dos estudios pequeños que evaluaron los efectos del inicio precoz versus tardío de la administración intravenosa de aminoácidos y grasa en bebés nacidos a término. Sin embargo, solo se dispuso de resultados pertinentes de un estudio, con evidencia actualizada al 5 de abril 2019.

Resultados principales: el inicio tardío de la nutrición intravenosa dio lugar a un aumento de la supervivencia durante la estancia en el hospital y en los primeros 28 días desde el nacimiento. El momento adecuado de la nutrición intravenosa no se asoció con un mayor riesgo de bacteriemia adquirida en el hospital, ni con el crecimiento y la duración de la estancia en el hospital. No se informaron los resultados del desarrollo neurológico. Sin embargo, se consideró que la calidad de la evidencia fue baja debido a que el tamaño de la muestra fue muy pequeño y los resultados provenían de un único estudio.

Conclusiones: aunque hubo algunos beneficios del inicio tardío de la nutrición intravenosa en los bebés a término y prematuros tardíos, la calidad de la evidencia fue baja, por lo que la confianza en los resultados es limitada. Se necesitan más ensayos que investiguen el mejor momento para iniciar la nutrición intravenosa en los recién nacidos que se encuentran enfermos.

Conclusiones de los autores: 

Si bien el inicio tardío de la NP en lactantes a término y prematuros tardíos puede tener algunos beneficios, la calidad de la evidencia fue baja y por lo tanto la confianza en los resultados es limitada. Se necesitan ECA con un poder estadístico adecuado, que evalúen los resultados del desarrollo neurológico a corto y a largo plazo.

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Antecedentes: 

Los ensayos controlados aleatorizados (ECA) realizados recientemente sugieren que el inicio tardío de la nutrición parenteral (NP) puede tener beneficios clínicos en adultos y niños en estado grave. Sin embargo, en la actualidad hay evidencia limitada con respecto al momento óptimo para el inicio de la NP en los lactantes a término y prematuros tardíos en estado grave.

Objetivos: 

Evaluar los beneficios y la seguridad de la NP precoz versus tardía en los lactantes a término y prematuros tardíos en estado grave.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizó la estrategia de búsqueda estándar del Grupo Cochrane de Neonatología para realizar búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (5 de abril 2019), MEDLINE Ovid (1966 hasta el 5 de abril 2019), Embase Ovid (1980 hasta el 5 de abril 2019), EMCare (1995 hasta el 5 de abril 2019) y MEDLINE a través de PubMed (1966 hasta el 5 de abril 2019). Se realizaron búsquedas de ensayos clínicos en curso o recientemente terminados, y también se buscó en la literatura gris y en las listas de referencia de las publicaciones pertinentes.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ECA que compararon la iniciación precoz versus tardía de la NP en lactantes a término y prematuros tardíos. Se definió la NP precoz como la que comienza dentro de las 72 horas del ingreso, y la NP tardía como la que comienza después de las 72 horas del ingreso. Los lactantes nacidos a las 37 semanas de gestación o más se definieron como a término, y los lactantes nacidos entre las 34 y las 36+6 semanas de gestación se definieron como prematuros tardíos.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión seleccionaron los ensayos, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de forma independiente. Los efectos del tratamiento se expresaron mediante el riesgo relativo (RR) y la diferencia de riesgos (DR) para los resultados dicotómicos y la diferencia de medias (DM) para los datos continuos. La calidad de la evidencia se evaluó mediante el enfoque GRADE.

Resultados principales: 

Dos ECA fueron elegibles para su inclusión. Solo se dispuso de datos de un subgrupo (que incluyó a 209 lactantes a término) de un ECA en niños (de edades comprendidas entre el nacimiento y los 17 años) realizado en Bélgica, los Países Bajos y Canadá. En dicho ECA se incluyó a los niños en riesgo medio a alto de desnutrición cuando se esperaba una estancia de 24 horas o más en la unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP). La NP precoz y la NP tardía se definieron como la iniciación de la NP dentro de las 24 horas y después del día 7 desde el ingreso en la UCIP, respectivamente. Se consideró que el riesgo de sesgo del estudio fue bajo para cinco dominios y alto para dos.

El subgrupo de lactantes a término que recibió NP tardía presentó un riesgo significativamente menor de mortalidad intrahospitalaria por todas las causas (RR 0,35; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,14 a 0,87; DR -0,10; IC del 95%: -0,18 a -0,02; número necesario a tratar para lograr un resultado beneficioso adicional [NNTB] = 10; 1 ensayo, 209 participantes) y la mortalidad neonatal (muerte por cualquier causa en los primeros 28 días desde el nacimiento) (RR 0,29; IC del 95%: 0,10 a 0,88; DR -0,09; IC del 95%: -0,16 a -0,01; NNTB = 11; 1 ensayo, 209 participantes).

No hubo diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto a las tasas de bacteriemia relacionada con la atención sanitaria, los parámetros del crecimiento y la duración de la estancia en el hospital. No se informaron los resultados del desarrollo neurológico. Se consideró que la calidad de la evidencia fue baja en todos los resultados, debido a la imprecisión (por el tamaño pequeño de la muestra y los intervalos de confianza amplios) y al riesgo alto de sesgo en los estudios incluidos.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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