El dolor neuropático es el dolor que proviene de los nervios dañados. Es diferente de los mensajes de dolor transmitidos a lo largo de los nervios sanos a partir del tejido dañado (una caída, un corte o la artritis de la rodilla). El dolor neuropático se trata con fármacos diferentes que los administrados para el dolor que proviene del tejido dañado. Los fármacos como el paracetamol o el ibuprofeno no son efectivos para el dolor neuropático, mientras que los que en ocasiones se utilizan para tratar la depresión o la epilepsia pueden ser muy efectivos para algunos pacientes con dolor neuropático. Otros tratamientos posibles incluyen la administración de un anestésico local aplicado en la piel.
La lidocaína es un anestésico local. Está disponible en emplastos (o parches), aerosoles y cremas, como lidocaína tópica. Los mismos contienen concentraciones altas de lidocaína debido a que la misma atraviesa la piel de forma deficiente. El tratamiento con emplastos generalmente incluye la aplicación de una, dos o tres vendas durante hasta 12 horas al día.
En julio de 2014 se realizaron búsquedas para obtener ensayos clínicos en los que se utilizó lidocaína tópica para tratar el dolor neuropático. Se encontraron 12 estudios pequeños de calidad moderada que probaron lidocaína tópica en comparación con placebo tópico durante varias semanas. Un estudio también probó una crema que contenía amitriptilina, que es un antidepresivo. Los 508 pacientes incluidos en los estudios presentaban diferentes tipos de dolor neuropático; el más común fue el dolor después de la infección por herpes zoster.
Hubo indicaciones de que la lidocaína tópica fue beneficiosa en estos estudios (evidencia de muy baja calidad). No hubo evidencia clara de un efecto de la lidocaína sobre la incidencia de eventos adversos o retiros (evidencia de muy baja calidad).
Hay varios estudios en curso de la lidocaína tópica en el dolor neuropático. Varios son amplios y de larga duración. Serán de gran ayuda para resolver los efectos beneficiosos de la lidocaína tópica cuando sean completados y los resultados puedan incorporarse en esta revisión.
Esta revisión no halló evidencia de estudios controlados aleatorizados de buena calidad para apoyar el uso de lidocaína tópica para tratar el dolor neuropático, aunque los estudios individuales indicaron que fue efectiva para el alivio del dolor. La experiencia clínica también apoya la eficacia en algunos pacientes. Varios estudios amplios en curso, de duración suficiente y con resultados clínicamente útiles deben proporcionar conclusiones más consistentes acerca de la eficacia y los efectos perjudiciales.
La lidocaína es un anestésico local que en ocasiones se utiliza en la piel para tratar el dolor neuropático.
Evaluar la eficacia analgésica de la lidocaína tópica para el dolor neuropático crónico en adultos, y evaluar los eventos adversos asociados.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE y en EMBASE, desde su inicio hasta el 1de julio de 2014, y también en las listas de referencias de los artículos recuperados y de otras revisiones. También se hicieron búsquedas en ClinicalTrials.gov y en el portal de búsqueda de la World Health Organization (WHO) International Clinical Trials Registry Platform (ICTRP) para identificar datos adicionales publicados y no publicados.
Se incluyeron estudios aleatorizados doble ciego con una duración de al menos dos semanas y que comparaban cualquier formulación de lidocaína tópica con placebo u otro tratamiento activo en el dolor neuropático crónico. Los participantes fueron adultos de 18 años de edad y mayores. Solo se incluyeron artículos completos de revistas.
Dos autores de la revisión de forma independiente extrajeron los datos sobre la eficacia y los eventos adversos y examinaron las cuestiones de calidad de los estudios. Se realizó el análisis con tres niveles de evidencia. El primer nivel de evidencia se obtuvo a partir de los datos que cumplieron con los mejores estándares actuales y que tuvieron un riesgo de sesgo mínimo (un resultado equivalente a una reducción significativa en la intensidad del dolor, un análisis de intención de tratar sin imputación de los abandonos, al menos 200 participantes en la comparación, duración de ocho a 12 semanas, diseño paralelo); la evidencia de segundo nivel a partir de los datos que no cumplieron con uno o más de estos criterios y que se consideró que tuvieron cierto riesgo de sesgo, pero con números adecuados en la comparación; y la evidencia de tercer nivel a partir de los datos que incluyeron números pequeños de participantes y que se consideró que era muy probable que estuvieran sesgados o que utilizaran resultados de escasa utilidad clínica, o ambos.
Se incluyeron 12 estudios (508 participantes) en las comparaciones con placebo o un control activo. Seis estudios incluyeron a participantes con neuralgia posherpética moderada o grave, y los estudios restantes incluyeron trastornos de dolor neuropático diferentes, o mixtos, incluida la neuralgia del trigémino y la neuralgia posquirúrgica o postraumática. Se utilizaron cuatro formulaciones diferentes: parche con medicación al 5%, crema al 5%, gel al 5% y aerosol al 8%. La mayoría de los estudios utilizó un diseño cruzado, y dos utilizaron un diseño de grupos paralelos. Dos estudios utilizaron el reclutamiento homogéneo con retiros aleatorizados. Siete estudios administraron dosis múltiples con períodos de tratamiento de una a cuatro semanas, y cinco administraron aplicaciones únicas. Todos los estudios se consideraron con riesgo alto de sesgo debido al tamaño pequeño o la evaluación de resultado incompleta, o ambos.
No hubo evidencia de primer o segundo nivel, y no fue posible realizar el agrupamiento de los datos para los resultados de eficacia. Solo un estudio de dosis múltiple informó el resultado primario de los participantes con una reducción en la intensidad del dolor ≥ 50% o ≥ 30%. Tres estudios de dosis única informaron los participantes que estuvieron libres de dolor en un punto temporal en particular, o que tuvieron una reducción de la intensidad del dolor de 2 puntos (de 10). Los dos estudios de reclutamiento homogéneo y retiros aleatorizados informaron el tiempo hasta la pérdida de la eficacia. En todos los estudios excepto en uno, evidencia de tercer nivel (muy baja calidad) indicó que la lidocaína fue mejor que placebo para alguna medida del alivio del dolor. El agrupamiento de los estudios de dosis múltiple con respecto a las afecciones no demostró evidencia clara de un efecto de la lidocaína sobre la incidencia de eventos adversos o de retiros, aunque hubo pocos eventos y la fase de retiros de los diseños de reclutamiento homogéneo no es apropiada para a evaluar el impacto verdadero de los eventos adversos (evidencia de muy baja calidad).
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