Mensajes clave
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El ácido tranexámico administrado como tratamiento preventivo apenas tiene efecto en la hemorragia después del parto vaginal.
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No se sabe con certeza si el ácido tranexámico tiene efectos perjudiciales.
¿Cuál es el problema?
La hemorragia posparto, que consiste en un sangrado abundante después del parto, es una complicación frecuente del parto y puede ser mortal. La mayoría de las mujeres reciben medicamentos (llamados uterotónicos) que estimulan la contracción del útero tras un parto normal (vaginal) para prevenir la hemorragia posparto. El ácido tranexámico (ATX) es un medicamento que se utiliza para reducir la pérdida de sangre en cirugía y en enfermedades asociadas con un sangrado abundante. Funciona al ayudar a prevenir la descomposición de los coágulos sanguíneos. Si una mujer sangra mucho después del parto, esto disminuye la pérdida de sangre. No se sabe si el ATX puede ayudar a prevenir la hemorragia posparto tras un parto vaginal.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería saber si menos mujeres presentan hemorragias después de un parto vaginal si reciben ATX, con o sin uterotónicos adicionales, durante el parto vaginal. También se quería averiguar si recibir ATX durante el parto vaginal se asociaba con algún efecto perjudicial.
¿Qué se hizo?
Se buscaron y seleccionaron todos los estudios que abordaron esta pregunta. Se utilizó una lista de verificación para asegurar que solo se incluían estudios con información que se pudiese comprobar. Se hicieron valoraciones acerca de la calidad de los estudios antes de comparar y resumir los resultados de los estudios. Por último, se calificó la confianza en los resultados.
¿Por qué es esto importante?
Es importante determinar si el ATX es eficaz para prevenir la hemorragia posparto cuando se administra a las mujeres durante el parto vaginal. Si existe un beneficio, podría ayudar a las mujeres de todo el mundo e incluso tener una función en la reducción del número de mujeres que mueren después del parto.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Se buscó toda la evidencia disponible hasta el 6 de septiembre de 2024.
¿Qué evidencia se encontró?
Se identificaron tres estudios que investigaron los efectos del ATX preventivo. Estos estudios incluyeron un total de 18 974 participantes con riesgo alto o bajo de hemorragia. Las participantes recibieron ATX intravenoso (en una vena) más atención estándar o una inyección de placebo (suero fisiológico) más atención estándar.
Se encontró que el ATX preventivo apenas supone una diferencia en la hemorragia después del parto.
No está muy claro tampoco el efecto del ATX sobre la mortalidad materna. Es probable que el ATX no suponga una diferencia en el riesgo de que las mujeres desarrollen enfermedades graves.
Se observó que el ATX no tiene efectos sobre la probabilidad de recibir una transfusión de sangre. El ATX podría no afectar la necesidad de cirugía adicional después del parto. No está muy claro tampoco el efecto del ATX sobre los coágulos sanguíneos. En las mujeres con anemia, el ATX no modifica la necesidad de medicamentos adicionales para ayudar a la contracción del útero, pero en las mujeres sin anemia, hubo una ligera reducción en este desenlace. No está muy claro tampoco el efecto del ATX sobre la histerectomía (una operación para extirpar el útero). No parece haber diferencias en la satisfacción materna.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Los estudios incluyeron mujeres de contextos de recursos altos y bajos. Pocas mujeres presentaron efectos perjudiciales. Sin embargo, no es posible tener la certeza de que este sea el caso en el mundo real.
¿Qué significa esto?
No se observaron diferencias en el número de mujeres que presentaron hemorragias abundantes después del parto luego de recibir ATX de forma preventiva durante el parto vaginal, y no existe mucha seguridad acerca del efecto del ATX sobre los coágulos sanguíneos ni otros efectos secundarios graves. Como estos son efectos perjudiciales, los médicos deben tener en cuenta la falta de beneficios y los posibles daños a la hora de considerar la administración de ATX a mujeres durante el parto vaginal.
Los futuros estudios de investigación se deben centrar en otras intervenciones que podrían ayudar a prevenir la hemorragia después del parto vaginal.
El añadir ATX profiláctico a la atención estándar de las mujeres durante el parto vaginal da lugar a poca o ninguna diferencia en la pérdida de sangre ≥ 500 ml y probablemente da lugar a poca o ninguna diferencia en la pérdida de sangre ≥ 1000 ml o el riesgo de morbilidad grave, en comparación con placebo y atención estándar.
El ATX podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en las intervenciones quirúrgicas adicionales para controlar la HPP y a poca o ninguna diferencia en las transfusiones de sangre. Un ensayo encontró que el ATX redujo el uso de uterotónicos adicionales en las mujeres sin anemia, mientras que el ensayo más grande encontró poca o ninguna diferencia en el uso de uterotónicos adicionales en las mujeres con anemia.
Aunque se comunicaron muy pocos eventos adversos graves, la evidencia no es suficiente para establecer conclusiones acerca del efecto del ATX sobre la mortalidad materna, los eventos tromboembólicos, la histerectomía o las crisis convulsivas.
El ATX probablemente dé lugar a poca o ninguna diferencia en la satisfacción materna.
Estos hallazgos se basan principalmente en dos ensayos grandes. En el más pequeño de ellos, menos del 30% de las participantes del estudio tuvieron alto riesgo de HPP. En el mayor de los ensayos, todas las participantes presentaban anemia moderada a grave.
Quienes toman decisiones acerca de la administración habitual de ATX profiláctico a todas las mujeres con partos vaginales deben tener en cuenta que la evidencia actual no muestra un beneficio del ATX en los desenlaces de pérdida de sangre ni en la morbilidad relacionada, y la evidencia acerca de los eventos adversos graves es muy incierta.
Evaluar los efectos del ATX para prevenir la HPP en comparación con placebo o ningún tratamiento (con o sin cotratamiento uterotónico) en mujeres tras el parto vaginal.
Se realizaron búsquedas en MEDLINE, Embase, CENTRAL y la ICTRP de la OMS (hasta el 6 de septiembre de 2024). Además, se buscó en las listas de referencias de los estudios identificados.
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