Prescripción diferida de antibióticos para las infecciones de las vías respiratorias

Pregunta de la revisión

¿La prescripción diferida de antibióticos, en comparación con la prescripción inmediata o no prescribir antibióticos, reduce la cantidad de antibióticos que se toma una persona con infecciones respiratorias incluidos el dolor de garganta, la infección del oído medio, la tos (bronquitis) y el resfriado común?

Antecedentes

Tomar demasiados antibióticos aumenta el riesgo de reacciones adversas y conlleva mayores costes sanitarios y un aumento en la resistencia bacteriana. Una estrategia para reducir el consumo innecesario de antibióticos es proporcionar una prescripción de antibióticos, pero con la recomendación de diferir la dispensación de la prescripción. El médico valora que no se necesitan antibióticos de forma inmediata, con la esperanza de que los síntomas se resolverán sin antibióticos.

Se buscaron estudios que compararan la prescripción diferida de antibióticos con la prescripción inmediata o no prescribir antibióticos para las infecciones respiratorias, independientemente de si los antibióticos estaban indicados o no. También se evaluó el uso de los antibióticos, la satisfacción de los pacientes, la resistencia a los antibióticos, las tasas de vuelta a consulta y el uso de terapias complementarias. Esta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2007 y actualizada previamente en 2010, 2013 y 2017.

Fecha de la búsqueda

La evidencia está actualizada hasta el 20 de agosto de 2022.

Características de los estudios

Se incluyeron 12 ensayos con un total de 3968 participantes, de los que se dispuso de datos de 3750 para evaluar las estrategias de prescripción en personas con infecciones respiratorias. Once de estos estudios compararon estrategias de prescripción diferida de antibióticos con prescripción inmediata de antibióticos. Cinco estudios compararon la prescripción diferida de antibióticos con no prescribir antibióticos. De los 12 estudios, seis incluyeron solamente a niños (1569 participantes), dos incluyeron solamente a adultos (589 participantes) y cuatro incluyeron a niños y adultos (1596 participantes). El nuevo estudio incluido en esta actualización contó con 448 participantes y se analizaron 436 tras la aplicación de los criterios de exclusión.

Fuentes de financiación de los estudios

Dos estudios fueron financiados por compañías farmacéuticas, dos estudios no describieron las fuentes de financiación; y los otros ocho estudios fueron financiados por instituciones estatales o colegios de especialistas.

Resultados clave

El uso de antibióticos fue mayor en el grupo de prescripción inmediata de antibióticos (93%), seguida de la prescripción diferida de antibióticos (29%) y del grupo sin antibióticos (13%).

La satisfacción de los pacientes fue similar en los pacientes en los que se investigó la prescripción diferida de antibióticos (88% satisfechos) en comparación con la prescripción inmediata de antibióticos (90% satisfechos), pero fue mayor que sin prescripción de antibióticos (86% versus 81% satisfechos).

No hubo diferencias entre la prescripción inmediata de antibióticos, la prescripción diferida de antibióticos y no prescribir antibióticos en muchos síntomas como la fiebre, el dolor, el malestar, la tos y la mucosidad. Las únicas diferencias fueron pequeñas y favorecieron la prescripción inmediata de los antibióticos para el alivio del dolor, la fiebre y la mucosidad en la irritación de garganta; y el dolor y el malestar general en las infecciones del oído medio. En comparación con no prescribir antibióticos, la prescripción diferida de antibióticos dio lugar a una ligera reducción en la duración del dolor, la fiebre y la tos en las personas con resfriado. Hubo poca diferencia en los efectos adversos del antibiótico y ninguna diferencia significativa en las complicaciones.

En el primer mes después de la consulta inicial, dos estudios indicaron que fue más probable que los participantes no acudieran a ver al médico en los grupos de prescripción diferida o inmediata . Excluyendo el primer mes, un estudio encontró que fue más probable que los participantes no volvieran a ver al médico en el transcurso de 12 meses después de la prescripción diferida o inmediata por otra infección respiratoria, y otro estudio encontró que los participantes tuvieron mayores probabilidades de acudir a ver al médico en los 12 meses siguientes si habían recibido una prescripción inmediata en comparación con una prescripción diferida .

Dos estudios que incluyeron niños con otitis media aguda declararon el uso de otros fármacos en los grupos de prescripción diferida e inmediata de antibióticos. No hubo diferencias en el uso de ibuprofeno, paracetamol y gotas óticas en un estudio. En el otro estudio, se administraron menos cucharadas de paracetamol en el grupo de prescripción inmediata de antibióticos en comparación con el grupo de prescripción diferida de antibióticos al segundo y tercer día después de la consulta inicial del niño. Ningún estudio incluido evaluó medicinas a base de plantas u otras formas de medicina complementaria.

Ningún estudio incluido evaluó la resistencia a los antibióticos.

Certeza de la evidencia

La confianza en las pruebas es sólo moderada debido a la preocupación de que los participantes de los estudios no fueran asignados al azar a los diferentes grupos de tratamiento. Esto significa que las diferencias entre los grupos se podrían deber a diferencias entre las personas y no entre los tratamientos. También es posible que las personas que participaron en los estudios fueran conscientes del tratamiento que se les proporcionaba. No todos los estudios proporcionaron datos sobre todos los aspectos que interesaban para esta revisión.

Cuando los médicos consideran que es seguro no prescribir antibióticos de forma inmediata y recomiendan no tomar antibióticos con la condición de regresar a consulta si los síntomas no mejoran, en lugar de prescribirlos de forma diferida , se logra un menor uso de los antibióticos, pero podría conllevar una menor satisfacción del paciente. Emplear una estrategia de prescripción diferida de antibióticos seguirá reduciendo significativamente el uso de antibióticos en comparación con la prescripción inmediata .

Conclusiones de los autores: 

En muchos desenlaces clínicos no hubo diferencias entre las estrategias de prescripción. Los síntomas de la otitis media aguda y el dolor de garganta mejoraron de forma moderada con la prescripción inmediata de antibióticos en comparación con la prescripción diferida de antibióticos. No hubo diferencias significativas en las tasas de complicaciones. Diferir la prescripción no dio lugar a niveles significativamente diferentes de satisfacción del paciente en comparación con la prescripción inmediata de los antibióticos (86% versus 91%; evidencia de certeza moderada). Sin embargo, la prescripción diferida de antibióticos fue más favorable en comparación con no prescribir antibióticos (87% versus 82%). La prescripción diferida de antibióticos logró tasas inferiores de uso de los antibióticos en comparación con la prescripción inmediata (30% versus 93%). La estrategia sin antibióticos redujo aún más el uso de antibióticos en comparación con la prescripción diferida de antibióticos (13% versus 27%).

En las personas con infección respiratoria aguda la prescripción diferida de antibióticos redujo el uso de antibióticos en comparación con la prescripción inmediata de antibióticos, pero no mostraron ser diferentes al tratamiento sin antibióticos en cuanto al control de los síntomas ni las complicaciones de la enfermedad. Cuando los médicos consideran que no prescribir antibióticos inmediatamente es seguro en personas con IRA, no prescribir antibióticos aconsejando volver a la consulta si los síntomas no se resuelven podría dar lugar a un menor uso de antibióticos con similares desenlaces clínicos y satisfacción del paciente que con la prescripción diferida de los antibióticos. Cuando los médicos no están seguros de no prescribir antibióticos, la prescripción diferida de antibióticos podría ser una decisión aceptable en lugar de la prescripción inmediata para reducir significativamente el uso innecesario de los antibióticos para las IRA, a la vez que se mantienen la seguridad de los pacientes y los niveles de satisfacción.

La investigación adicional sobre las estrategias de prescripción de antibióticos para las infecciones respiratorias podría centrarse en identificar los grupos de pacientes con riesgo alto de complicaciones de la enfermedad, mejorar la comunicación de los médicos con los pacientes para mantener la satisfacción, formas de aumentar la tranquilidad de los médicos de no prescribir antibióticos para las infecciones respiratorias y las medidas de actuación para reducir la prescripción innecesaria de antibióticos para las infecciones respiratorias.

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Antecedentes: 

Existen dudas acerca de la prescripción de antibióticos para las infecciones respiratorias debido a las reacciones adversas, los costes y la resistencia bacteriana. Una estrategia para reducir la prescripción de antibióticos consiste en entregar la receta, pero recomendar retrasar su administración a la espera de que se resuelvan los síntomas antes. Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada originalmente en 2007 y actualizada en 2010, 2013 y 2017.

Objetivos: 

Evaluar los efectos sobre la duración o la intensidad de los desenlaces clínicos (dolor, malestar, fiebre, tos y rinorrea), el consumo de antibióticos, la resistencia a los antibióticos y la satisfacción del paciente de aconsejar una prescripción diferida de antibióticos en las infecciones respiratorias.

Métodos de búsqueda: 

Desde mayo de 2017 hasta el 20 agosto de 2022 esta revisión sistemática fue continua y se realizaron búsquedas mensuales en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL), MEDLINE y Embase, CINAHL y Web of Science. También se buscaron ensayos en curso en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la OMS y en ClinicalTrials.gov el 20 de agosto de 2022. Debido a la abundancia de evidencia que apoyan las principales conclusiones de la revisión, dejó de ser una revisión sistemática continua el 21 de agosto de 2022.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorizados (ECA) que incluyeran participantes de todas las edades con una infección respiratoria, en los que la prescripción diferida de antibióticos se comparó con la inmediata o con no prescribir antibióticos. La prescripción diferida de antibióticos se definió como recomendar retrasar la dispensación de una prescripción de antibióticos durante al menos 48 horas. Se consideraron todas las IRA independientemente de si se recomendaron o no antibióticos.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar de Cochrane.

Resultados principales: 

En esta actualización de 2022 se agregó un nuevo ensayo que incluyó 448 niños (436 analizados) con infecciones respiratorias agudas (IRA) no complicadas. En general, esta revisión incluyó 12 estudios con un total de 3968 participantes; 3750 de los cuales proporcionan datos disponibles para el análisis. Estos 12 estudios incluyeron IRA que abarcaron la otitis media aguda (tres estudios), la faringitis estreptocócica (tres estudios), la tos (dos estudios), el dolor de garganta (un estudio), el resfriado común (un estudio) y diversas IRA (dos estudios). Seis estudios incluyeron solo a niños, dos solo a adultos y cuatro incluyeron a adultos y niños. Seis estudios se realizaron en atención primaria, cuatro en consultorios pediátricos y dos en servicios de urgencias.

Los estudios se informaron de manera adecuada y parecieron proporcionar evidencia de certeza moderada. La asignación al azar no se describió suficientemente en dos ensayos. Cuatro ensayos ocultaron la asignación al evaluador de desenlaces y tres incluyeron el cegamiento de los participantes y el personal médico. Se realizaron metanálisis del dolor, el malestar, la fiebre, los efectos adversos, el uso de antibióticos y la satisfacción del paciente.

Tos (cuatro estudios) : no se encontraron diferencias entre la prescripción diferida , inmediata de antibióticos y no prescribirlos en los desenlaces clínicos en ninguno de los cuatro estudios.

Dolor de garganta (seis estudios) : en el desenlace de fiebre con dolor de garganta, cuatro de los seis estudios favorecieron los antibióticos inmediatos , y dos no encontraron diferencias. En el desenlace de dolor relacionado con la irritación de garganta, dos estudios favorecieron a la prescripción inmediata de antibióticos, y cuatro no encontraron diferencias. Un estudio comparó la prescripción diferida de antibióticos con no prescribirlos para el dolor de garganta y no encontró diferencias en los desenlaces clínicos.

Otitis media aguda (cuatro estudios) : dos estudios compararon la prescripción inmediata de antibióticos con la diferida , un estudio no encontró diferencias en la fiebre, y el otro favoreció la prescripción inmediata de antibióticos con respecto al dolor y la intensidad del malestar general al tercer día. Dos estudios compararon la prescripción diferida de antibióticos con no prescribirlos: uno no encontró diferencias en cuanto al dolor y la intensidad de la fiebre el tercer día, y el otro no encontró diferencias en cuanto al número de niños con fiebre el tercer día.

Resfriado común (dos estudios) : ningún estudio encontró diferencias en los desenlaces clínicos entre los grupos de prescripción diferida e inmediata de antibióticos. Un estudio observó que la prescripción diferida de antibióticos probablemente fue favorable en el dolor, la fiebre y la duración de la tos en comparación con no prescribir antibióticos (evidencia de certeza moderada).

Efectos adversos : no hubo diferencias en los efectos adversos ni en los resultados que favorecieran a la prescripción diferida de antibióticos sobre la prescripción inmediata y no hubo diferencias significativas en las tasas de complicación (evidencia de certeza baja).

Uso de antibióticos : es probable que la prescripción diferida de antibióticos diera lugar a una reducción en el uso de antibióticos en comparación con la prescripción inmediata de antibióticos (odds ratio [OR] 0,03; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,01 a 0,07; ocho estudios; 2257 participantes; evidencia de certeza moderada). Sin embargo, es probable que la prescripción diferida de antibióticos tuviera mayores probabilidades de dar lugar a la notificación de uso de antibióticos que no prescribir antibióticos (OR 2,52; IC del 95%: 1,69 a 3,75; 1529 participantes; evidencia de certeza moderada).

Satisfacción de los pacientes : es probable que la satisfacción de los pacientes favoreciera a la prescripción diferida de antibióticos versus no prescribirlos (OR 1,45; 1,08 a 1,96; cinco estudios, 1523 participantes; evidencia de certeza moderada). Es probable que no hubiera diferencias significativas en la satisfacción de los pacientes entre la prescripción diferida de antibióticos y la inmediata (OR 0,77; IC del 95%: 0,45 a 1,29; siete estudios, 1927 participantes; evidencia de certeza moderada).

Ningún estudio evaluó la resistencia a los antibióticos. Las tasas de retorno a la consulta y el uso de medicinas alternativas fueron similares para las estrategias diferida, inmediata y sin antibióticos. En uno de los cuatro estudios que informaron del uso de medicinas alternativas, se utilizó menos paracetamol en el grupo inmediato en comparación con el grupo diferido.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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