Alimentación nasogástrica continua versus en bolo intermitente con leche para neonatos prematuros con menos de 1500 gramos

Pregunta de la revisión

En los recién nacidos prematuros de muy bajo peso, ¿la alimentación continua mediante una sonda colocada a través de la nariz o la boca hasta el estómago es mejor que la alimentación proporcionada cada dos o tres horas a través de una sonda?

Antecedentes

Los recién nacidos prematuros con un peso inferior a 1500 gramos no son capaces de coordinar la succión, la deglución y la respiración. La alimentación directamente en el estómago (alimentación enteral) ayuda al desarrollo y crecimiento del sistema gastrointestinal. Por lo tanto, además de la alimentación a través de una sonda en una vena (parenteral), los recién nacidos prematuros podrían alimentarse con leche mediante una sonda colocada a través de la nariz hasta el estómago (alimentación nasogástrica), o a través de la boca hasta el estómago (alimentación orogástrica). Habitualmente se proporciona una cantidad fija de leche durante diez a 20 minutos, cada dos o tres horas (alimentación por sonda en bolo intermitente). Algunos médicos prefieren que la alimentación de los recién nacidos prematuros sea de forma continua. Cada método de alimentación tiene posibles efectos beneficiosos, pero también podría tener efectos perjudiciales.

Características de los estudios

Se incluyeron nueve estudios con 919 recién nacidos. Un estudio adicional está en espera de clasificación. Siete de los nueve ensayos incluidos informaron datos de neonatos con un peso máximo de entre 1000 y 1400 gramos. Dos de los nueve ensayos incluyeron neonatos que pesaban hasta 1500 gramos. La búsqueda está actualizada hasta el 17 de julio de 2020.

Resultados clave

Los recién nacidos que reciben alimentación continua podrían alcanzar la alimentación enteral completa un poco más tarde que los recién nacidos que reciben alimentación intermitente. La alimentación enteral completa se define como la toma de un volumen determinado de leche materna o de leche maternizada por la vía requerida. Esto favorece el desarrollo del sistema gastrointestinal, reduce el riesgo de infección de los catéteres intravenosos utilizados para administrar la nutrición parenteral y podría reducir la duración de la estancia hospitalaria.

No se sabe si hay alguna diferencia entre la alimentación continua y la intermitente en cuanto al número de días para recuperar el peso al nacer, los días de interrupción de la alimentación y la tasa de aumento de peso.

La alimentación continua podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la tasa de aumento de la talla o la circunferencia de la cabeza, en comparación con la alimentación intermitente.

No se sabe si la alimentación continua tiene algún efecto sobre el riesgo de enterocolitis necrosante (una enfermedad intestinal frecuente y grave entre los recién nacidos prematuros) en comparación con la alimentación intermitente.

Certeza de la evidencia

La certeza de la evidencia es baja a muy baja debido al escaso número de recién nacidos en los estudios, y a que éstos se realizaron de forma que podría haber introducido errores en sus resultados.

Conclusiones de los autores: 

Aunque los neonatos que reciben alimentación continua podrían alcanzar la alimentación enteral completa un poco más tarde que los neonatos que reciben alimentación intermitente, la evidencia es de certeza baja. Sin embargo, los riesgos y beneficios clínicos de la alimentación con leche por sonda nasogástrica continua e intermitente no se pueden discernir de forma fiable a partir de los ensayos aleatorizados actualmente disponibles. Es necesario continuar los estudios de investigación para determinar si alguno de estos dos métodos de alimentación es más apropiado para el inicio de las tomas. Se debe adoptar una metodología rigurosa que defina los protocolos de alimentación y la intolerancia alimentaria de forma consistente para todos los neonatos. Los neonatos se deben estratificar según el peso al nacer y la edad gestacional, y posiblemente según la enfermedad.

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Antecedentes: 

La alimentación con leche puede ser a través de una sonda nasogástrica de forma intermitente, habitualmente de diez a 20 minutos cada dos o tres horas, o de forma continua, mediante una bomba de infusión. Aunque se han propuesto beneficios y riesgos teóricos de cada método, los efectos sobre los desenlaces de importancia clínica aún no están claros.

Objetivos: 

Examinar la evidencia con respecto a la efectividad de la alimentación nasogástrica continua versus en bolo intermitente con leche en los neonatos prematuros con menos de 1500 gramos.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizó la estrategia de búsqueda estándar del Grupo Cochrane de Neonatología (Cochrane Neonatal) para ejecutar búsquedas exhaustivas en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL 2020, número 7), la Biblioteca Cochrane; Ovid MEDLINE y Epub Ahead of Print, In-Process & Other Non-Indexed Citations Daily and Versions; así como CINAHL (Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature), el 17 de julio de 2020. También se buscaron ensayos controlados aleatorizados (ECA) y cuasialeatorizados en las bases de datos de ensayos clínicos y en las listas de referencias de artículos identificados.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ECA y ensayos controlados cuasialeatorizados que compararon la alimentación nasogástrica continua versus en bolo intermitente con leche en neonatos prematuros de menos de 1500 gramos.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron todos los ensayos en cuanto a su relevancia y riesgo de sesgo. Se utilizaron los métodos estándar del Grupo Cochrane de Neonatología para extraer los datos. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia. Los desenlaces principales fueron: edad de alimentación enteral completa; intolerancia a la alimentación; días para recuperar el peso al nacer; tasa de aumento de peso, talla y perímetro cefálico; y riesgo de enterocolitis necrosante (ECN).

Resultados principales: 

En esta revisión Cochrane actualizada se incluyeron nueve ensayos aleatorizados (919 neonatos). Un estudio está en espera de clasificación. Siete de los nueve ensayos incluidos informaron datos de neonatos con un peso máximo de entre 1000 y 1400 gramos. Dos de los nueve ensayos incluyeron neonatos que pesaban hasta 1500 gramos.

Los tipos de tomas con leche variaron e incluyeron leche materna (ya sea la leche de la propia madre o leche materna pasteurizada de donante), leche maternizada para prematuros o regímenes de alimentación mixtos. En algunos casos, la leche maternizada para prematuros se diluyó inicialmente. Los estudios más antiguos también utilizaron agua para iniciar la alimentación.

Seis ensayos se consideraron con riesgo de sesgo incierto o alto para la generación de la secuencia aleatoria. Cuatro ensayos se consideraron con riesgo incierto en cuanto a la ocultación de la asignación. Todos los ensayos se consideraron con alto riesgo de sesgo en el cegamiento de los profesionales sanitarios, y siete con riesgo incierto o alto en el cegamiento de los evaluadores de resultados. La certeza de la evidencia se redujo debido a la imprecisión, a causa del escaso número de participantes en los ensayos, o a los amplios intervalos de confianza del 95%, y al riesgo de sesgo.

Alimentación con leche de forma continua comparada con bolo intermitente (sonda nasogástrica y orogástrica)

Los neonatos que reciben alimentación continua podrían alcanzar la alimentación enteral completa casi un día más tarde que los neonatos que reciben alimentación intermitente (diferencia de medias [DM] 0,84 días; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,13 a 1,81; siete estudios, 628 neonatos; evidencia de certeza baja).

No se sabe si hay alguna diferencia entre la alimentación continua y la intermitente en cuanto al número de días de interrupción de la alimentación (DM -3,00 días; IC del 95%: -9,50 a 3,50; un estudio, 171 neonatos; evidencia de certeza muy baja).

No está claro si la alimentación continua tiene algún efecto sobre los días para recuperar el peso al nacer (DM -0,38 días; IC del 95%: -1,16 a 0,41; seis estudios, 610 neonatos; evidencia de certeza baja). La certeza de la evidencia es baja y el intervalo de confianza del 95% es consistente con un posible efecto beneficioso y un posible efecto perjudicial.

No está claro si la alimentación continua tiene algún efecto sobre la tasa de aumento de peso en comparación con la alimentación intermitente (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,09; IC del 95%: -0,27 a 0,46; cinco estudios, 433 neonatos; evidencia de certeza muy baja).

La alimentación continua podría dar lugar a una diferencia escasa o nula en la tasa de aumento de la talla en comparación con la alimentación intermitente (DM 0,02 cm/semana; IC del 95%: -0,04 a 0,08; cinco estudios, 433 neonatos; evidencia de certeza baja).

La alimentación continua podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la tasa de aumento del perímetro cefálico en comparación con la alimentación intermitente (DM 0,01 cm/semana; IC del 95%: -0,03 a 0,05; cinco estudios, 433 neonatos; evidencia de certeza baja).

No está claro si la alimentación continua tiene algún efecto sobre el riesgo de ECN en comparación con la alimentación intermitente (RR 1,19; IC del 95%: 0,67 a 2,11; cuatro estudios, 372 neonatos; evidencia de certeza baja). La certeza de la evidencia es baja y el intervalo de confianza del 95% es consistente con un posible efecto beneficioso y un posible efecto perjudicial.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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