Antibióticos para adultos y niños con dolor de garganta

Pregunta de la revisión

¿Los antibióticos son eficaces para tratar los síntomas y reducir las posibles complicaciones asociadas con el dolor de garganta?

Antecedentes

La garganta irritada es una infección causada por bacterias o virus. El dolor o el malestar es la característica más distintiva. Sin embargo, la fiebre y el dolor de cabeza también son síntomas acompañantes frecuentes. Por lo general, es de rápida recuperación (generalmente a los tres o cuatro días), aunque algunas personas presentan complicaciones. Una complicación importante, aunque poco frecuente, es la fiebre reumática, que afecta al corazón y las articulaciones. Otras complicaciones son la infección aguda de los senos paranasales, el oído medio, las amígdalas y los riñones. Los antibióticos reducen las infecciones causadas por bacterias, pero no las causadas por virus, y pueden provocar diarrea, erupciones cutáneas y otros efectos adversos. Además, las poblaciones desarrollan resistencia a ellos.

Fecha de la búsqueda

La evidencia está actualizada hasta abril de 2021.

Características de los estudios

La actualización de 2021 incluye 29 ensayos con 15 337 casos de dolor de garganta. Todos los estudios incluidos eran ensayos controlados aleatorizados (un tipo de estudio en el que los participantes son asignados al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento) que buscaban determinar si los antibióticos ayudaban a reducir los síntomas de dolor de garganta, fiebre o dolor de cabeza o la aparición de complicaciones más graves. Los estudios incluidos se realizaron tanto en niños como en adultos que buscaban atención médica para sus síntomas.

Fuentes de financiación de los estudios

Muchos de los estudios mas antiguos fueron financiados por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y reclutaron a personal militar masculino adulto joven. Los estudios posteriores fueron financiados en su mayoría por becas de investigación gubernamentales, y un pequeño número por empresas farmacéuticas privadas.

Resultados clave

Se comprobó que los antibióticos reducían el número de personas que seguían con dolor de cabeza al tercer día de la enfermedad. Los antibióticos probablemente redujeron el número de personas con dolor de garganta a los tres días y a la semana, así como la fiebre reumática a los dos meses en las poblaciones donde esta complicación es frecuente. La confianza en la evidencia para el uso de antibióticos varió de baja a alta para otros tipos de complicaciones asociadas al dolor de garganta.

Certeza de la evidencia

En general, la certeza de la evidencia de los estudios incluidos fue de baja a alta. Sin embargo, en la revisión se incluyeron muy pocos ensayos recientes; por lo que no está claro si los cambios en la resistencia bacteriana en la población podrían haber afectado la efectividad de los antibióticos.

Conclusiones de los autores: 

Los antibióticos probablemente reducen el número de personas que presentan dolor de garganta, y reducen la probabilidad de cefalea, así como algunas complicaciones del dolor de garganta. Como el efecto sobre los síntomas puede ser pequeño, los médicos deben decidir de forma individual si está clínicamente justificado el uso de antibióticos para producir este efecto, y si es probable que la causa subyacente del dolor de garganta sea de origen bacteriano. Además, se debe reconocer el equilibrio entre una modesta reducción de los síntomas y los peligros potenciales de la resistencia a los antimicrobianos. Pocos ensayos han intentado medir la gravedad de los síntomas. Si los antibióticos reducen la gravedad así como la duración de los síntomas, su efecto beneficioso se habrá subestimado en este metanálisis. Además, se necesitan más ensayos en países de ingresos bajos, en sectores socioeconómicamente desfavorecidos de países de ingresos altos, así como en niños.

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Antecedentes: 

El dolor de garganta es un motivo frecuente por el que las personas acuden a la atención médica y se les recetan antibióticos. El uso excesivo de antibióticos en la medicina primaria es preocupante, por lo que es importante establecer su eficacia en el tratamiento del dolor de garganta y la prevención de complicaciones secundarias.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de los antibióticos para reducir los síntomas del dolor de garganta en pacientes infantiles y adultos.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en CENTRAL 2021, número 2, en MEDLINE (desde enero de 1966 hasta la semana 1 de abril de 2021), en Embase (desde enero de 1990 hasta abril de 2021) y en dos registros de ensayos (búsqueda el 6 de abril de 2021).

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorizados (ECA) o cuasialeatorizados de antibióticos versus control que evalúan los síntomas típicos de dolor de garganta o las complicaciones entre los niños y los adultos que buscan atención médica para los síntomas de dolor de garganta.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar recomendados por Cochrane. Dos autores de la revisión de forma independiente seleccionaron los estudios para inclusión y extrajeron los datos, resolviendo cualquier diferencia de opinión mediante debate. Se estableció contacto con los autores de tres estudios para obtener información adicional. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia sobre la eficacia de los antibióticos en los desenlaces principales (dolor de garganta al tercer día y a la semana) y secundarios (síntomas de fiebre y cefalea e incidencia de fiebre reumática aguda, glomerulonefritis aguda, otitis media aguda, sinusitis aguda y amigdalitis) de esta revisión.

Resultados principales: 

Se incluyeron 29 ensayos con 15 337 casos de dolor de garganta. La mayoría de los estudios se realizaron en los años cincuenta, en cuyo período las tasas de complicaciones graves (especialmente fiebre reumática aguda) eran mucho más elevadas que en la actualidad. Aunque todavía se realizan ensayos clínicos de antibióticos para el dolor de garganta y los síntomas respiratorios, es poco habitual que incluyan grupos control con placebo o "ningún tratamiento", lo cual es un requisito para su inclusión en la revisión.

La edad de los participantes varió entre menos de un año y más de 50 años, pero la mayoría de los participantes de todos los estudios eran adultos. Aunque todos los estudios reclutaron a pacientes que presentaban síntomas de dolor de garganta, pocos de ellos distinguieron entre la etiología bacteriana y la vírica. El sesgo se podría haber introducido por la falta de claridad en los procedimientos de asignación al tratamiento y la falta de cegamiento en algunos estudios. Los efectos perjudiciales causados por los antibióticos se informaron de forma escasa o poco consistente, por lo que no se cuantificaron para esta revisión.

1. Síntomas

El dolor de garganta y la cefalea al tercer día se redujeron con el uso de antibióticos, aunque el 82% de los participantes del grupo placebo o ningún tratamiento no presentaban síntomas al cabo de una semana. La reducción de los síntomas de dolor de garganta al tercer día (razón de riesgos [RR] 0,70; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,60 a 0,80; 16 estudios, 3730 participantes; evidencia de certeza moderada) fue mayor que a la semana en números absolutos (RR 0,50; IC del 95%: 0,34 a 0,75; 14 estudios, 3083 participantes; evidencia de certeza moderada) debido a que muchos casos en ambos grupos de tratamiento se habían resuelto para entonces. El número necesario a tratar para lograr un resultado beneficioso (NNTB) para prevenir un dolor de garganta al tercer día fue inferior a seis; en la primera semana fue 18. En comparación con el placebo o ningún tratamiento, los antibióticos no redujeron significativamente la fiebre al tercer día (RR 0,75; IC del 95%: 0,53 a 1,07; ocho estudios, 1443 participantes; evidencia de certeza alta), pero sí redujeron la cefalea al tercer día (RR 0,49; IC del 95%: 0,34 a 0,70; cuatro estudios, 1020 participantes; evidencia de certeza alta).

2. Complicaciones supurativas

Aunque la prevalencia de las complicaciones supurativas fue baja, los antibióticos redujeron la incidencia de otitis media aguda en el transcurso de 14 días (odds ratio [OR] de Peto 0,21; IC del 95%: 0,11 a 0,40; diez estudios, 3646 participantes; evidencia de certeza alta) y de amigdalitis en el transcurso de dos meses (OR de Peto 0,16; IC del 95%: 0,07 a 0,35; ocho estudios, 2433 participantes; evidencia de certeza alta) en comparación con los que recibieron placebo o ningún tratamiento, pero no de sinusitis aguda en el transcurso de 14 días (OR de Peto 0,46; IC del 95%: 0,10 a 2,05; ocho estudios, 2387 participantes; evidencia de certeza alta).

3. Complicaciones no supurativas

Hubo muy pocos casos de glomerulonefritis aguda para determinar si hubo un efecto protector de los antibióticos en comparación con el placebo contra esta complicación (OR de Peto 0,07; IC del 95%: 0,00 a 1,32; diez estudios, 5147 participantes; evidencia de certeza baja). Los antibióticos redujeron la fiebre reumática aguda en el transcurso de dos meses en comparación con el grupo control (OR de Peto 0,36; IC del 95%: 0,26 a 0,50; 18 estudios, 12 249 participantes; evidencia de certeza moderada). Cabe señalar que la prevalencia general de la fiebre reumática aguda fue muy baja, sobre todo en los últimos estudios.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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