Narradora: El uso de medicamentos analgésicos durante el parto es común en todo el mundo. Una Revisión Cochrane actualizada de junio de 2018 analiza el uso de una clase de medicamentos llamados opiáceos. La autora principal, Lesley Smith, de la Universidad de Oxford Brookes del Reino Unido, nos cuenta lo que encontraron.

Este podcast ha sido traducido por Elisenda Parellada y grabado por Salomé Planas, del Centro Cochrane Iberoamericano. 

Lesley: Una epidural que contiene un anestésico local se ha convertido, para muchas mujeres, en una opción cada vez más popular para aliviar los dolores de parto. Sin embargo, no todas las mujeres eligen esto y algunas dan a luz en lugares donde no hay epidural disponible. Una de las alternativas es el uso de un medicamento opiáceo, como la petidina, la diamorfina o el meptazinol, administrados por vía intramuscular o intravenosa. Se utilizan con menos frecuencia que las epidurales, pero en unidades de parto obstétricas y en partos asistidos por comadronas, aún se usan ampliamente para aliviar el dolor durante el parto. Hicimos esta revisión para satisfacer la necesidad de información actualizada sobre su efectividad.
Se sabe que los opiáceos proporcionan un alivio del dolor muy efectivo para diferentes causas de dolor, como la que se produce después de la cirugía. Aun así, también pueden causar efectos secundarios como náuseas, vómitos y somnolencia. Una consideración adicional, cuando se usa para mujeres embarazadas, es que atraviesan la placenta, lo que puede provocar efectos no deseados en el bebé.
Por lo tanto, a pesar de su uso generalizado, todavía no está claro cuán eficaces son los opiáceos para aliviar el dolor durante el parto. Tampoco está claro cuál proporciona el mejor alivio del dolor y cuáles son los efectos adversos para la madre y el bebé. Investigamos diferentes tipos y dosis de medicamentos opiáceos intramusculares e intravenosos para evaluar todo esto.
Encontramos 61 ensayos aleatorios con más de 8000 mujeres embarazadas sanas. Desafortunadamente, a pesar de esta gran cantidad de evidencia, pocos ensayos compararon el mismo medicamento con un control. Por lo tanto, finalmente nos enfrentamos a un total de 34 comparaciones de medicamentos diferentes. Muchas comparaciones solo tuvieron un estudio que proporcionó datos, lo que limitó seriamente nuestra capacidad para llegar a conclusiones firmes. Otro problema fue que los ensayos generalmente fueron de baja calidad debido al tamaño relativamente pequeño de las muestras.  Asimismo, la evaluación de resultados subjetivos con medidas de validez y fiabilidad inciertas y la falta de cegamiento de los investigadores y las mujeres también dificultaron nuestro análisis.
En general, encontramos que los opiáceos intramusculares o intravenosos proporcionaban algo de alivio del dolor y las mujeres estaban moderadamente satisfechas con el alivio del dolor durante el parto. Aun así, hasta dos tercios de las mujeres reportaron dolor moderado o severo o un alivio del dolor deficiente una o dos horas después de recibir la inyección. Algunas mujeres también experimentaron náuseas, vómitos y somnolencia, pero no hubo evidencia clara de efectos adversos en el bebé. Tampoco fue posible establecer si un medicamento era superior a otro, debido a la falta de pruebas comparativas necesarias.
En resumen, nuestra revisión actualizada muestra que la evidencia que respalda la elección de opiáceos intramusculares o intravenosos para el manejo del dolor durante el parto es deficiente. Todavía necesitamos más investigación para establecer qué medicamento proporciona la mayor satisfacción a las mujeres, con niveles aceptables de efectos no deseados tanto para ellas como para el recién nacido.

Narradora: Si desea leer la versión completa de esta revisión y consultar actualizaciones en caso de que haya nuevas investigaciones disponibles, puede encontrarlas en BibliotecaCochrane.com. En la búsqueda, introduzca 'opiáceos durante el parto'.