Mensajes clave
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El acondicionamiento isquémico remoto (restringir brevemente y luego restaurar el flujo sanguíneo) probablemente reduce el riesgo de que se produzca otro ictus y podría ayudar a las personas a recuperar la actividad cerebral y las habilidades cotidianas de manera más efectiva que el tratamiento simulado o estándar. El acondicionamiento isquémico remoto se considera una opción de tratamiento económica, accesible y no invasiva, aunque podría tener algunos efectos no deseados.
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La mayoría de los estudios incluidos en esta revisión tuvieron pocos participantes y se llevaron a cabo en China. Se necesitan estudios más grandes y mejor diseñados para establecer conclusiones definitivas acerca de los efectos beneficiosos y perjudiciales a largo plazo del acondicionamiento isquémico remoto.
¿Qué es el ictus isquémico?
El tipo más común de ictus es el ictus isquémico. Ocurre cuando un coágulo sanguíneo obstruye una arteria que suministra sangre al cerebro. Esta obstrucción corta el suministro de oxígeno y nutrientes a una parte del cerebro. Sin este suministro de sangre, las células cerebrales en esa área se dañan y comienzan a morir.
¿Qué es el acondicionamiento isquémico remoto?
El acondicionamiento isquémico remoto (AIR) supone restringir breve y repetidamente el flujo sanguíneo a una extremidad (un brazo o una pierna) con un manguito de medir la tensión y luego restaurarlo. El objetivo es "acondicionar" la extremidad y activar las defensas naturales del cuerpo para proteger otros órganos.
¿Cuáles son los beneficios de utilizar el acondicionamiento isquémico remoto en personas con ictus isquémico?
Los estudios han encontrado que añadir AIR a la atención médica habitual que reciben las personas que han tenido un ictus podría reducir la cantidad de tejido cerebral dañado por el ictus, mejorar la recuperación de las actividades cotidianas, ayudar a prevenir que se produzca otro ictus y reducir los problemas con la memoria y el pensamiento.
¿Qué se quiso averiguar?
Se deseaba evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales del AIR en personas que han sufrido un ictus isquémico y que se someten a diversos tratamientos, incluido el tratamiento médico habitual, la trombólisis intravenosa (un tratamiento que disuelve coágulos) o la trombectomía mecánica (un procedimiento para eliminar coágulos). Específicamente, se quería saber si el AIR era mejor que el tratamiento simulado o el habitual para mejorar:
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el riesgo de muerte;
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el riesgo de sufrir otro ictus;
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la probabilidad de una recuperación excelente (una puntuación de 0 a 1 en la Modified Rankin Scale [mRS]);
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la probabilidad de poder vivir de forma autónoma (puntuación de 0 a 2 en la mRS);
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el riesgo de hemorragia cerebral;
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los problemas de actividad cerebral;
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el riesgo de problemas cardíacos graves.
También se quería saber si el AIR tiene efectos no deseados.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que compararan los efectos beneficiosos y perjudiciales del acondicionamiento isquémico remoto en personas con ictus isquémico. Se compararon y resumieron los resultados de los estudios y la confianza en la evidencia se calificó en función de factores como la metodología y los tamaños muestrales de los estudios.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 21 estudios con 7687 personas. Los estudios se realizaron en China, Dinamarca, Francia, Reino Unido y Rumania y se publicaron entre 2012 y 2025.
En 16 estudios con 6828 participantes se apuntó a que el AIR comparado con el tratamiento simulado o ningún tratamiento probablemente da lugar a una ligera reducción del riesgo de tener otro ictus. Cerca de la mitad de los estudios midieron el nivel de autonomía de los participantes mediante la mRS y midieron el cambio en los problemas de la actividad cerebral mediante la National Institutes of Health Stroke Scale (NIHSS). El AIR podría dar lugar a un ligero aumento del número de personas que logran una recuperación excelente, pero podría tener poco o ningún efecto sobre el número de personas que pueden vivir de forma autónoma. Además, el AIR podría dar lugar a una mejoría leve en los problemas de actividad cerebral, pero la evidencia es muy incierta. Podría haber poca o ninguna diferencia entre el AIR y el tratamiento simulado o habitual en el riesgo de hemorragia cerebral y problemas cardíacos graves, y el AIR probablemente no aumente el riesgo de muerte. Sin embargo, el AIR podría tener efectos no deseados como dolor en el brazo, enrojecimiento o hinchazón.
También se identificaron 21 estudios en curso que se prevé añadir a la próxima versión de esta revisión.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en la evidencia es de moderada a muy baja por varias razones. La mayoría de los estudios tuvieron pocos participantes, y más de la mitad de los estudios se realizaron en China, lo que significa que los resultados de esta revisión podrían no ser aplicables a personas de otras partes del mundo. Algunos estudios incluyeron a personas que recibieron tratamiento de disolución de coágulos (trombólisis) y personas que no, y no fue posible separar los resultados de estos dos grupos. Esta mezcla de personas podría haber afectado al análisis general. Finalmente, los resultados en el análisis no se separaron según el tipo de grupo de comparación utilizado (tratamiento simulado o habitual). Esto significa que es difícil saber si el efecto del tratamiento que se encontró estuvo influido por el tipo de comparación.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La revisión está actualizada hasta el 11 de marzo de 2025.
Leer el resumen científico
El condicionamiento isquémico remoto (CIR) se ha desarrollado como una estrategia neuroprotectora para la prevención y el tratamiento del accidente cerebrovascular isquémico. Habitualmente incluye limitar el flujo sanguíneo a los miembros y luego liberar la sangre isquémica para promover un efecto neuroprotector. Los estudios preclínicos han indicado que el CIR puede tener efectos beneficiosos en los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico y en los que tienen riesgo de accidente cerebrovascular isquémico. Sin embargo, la evidencia existente no es suficiente para demostrar la eficacia y la seguridad del CIR para la prevención y el tratamiento del accidente cerebrovascular isquémico.
Objetivos
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales del acondicionamiento isquémico remoto para prevenir y tratar el accidente cerebrovascular isquémico en comparación con los tratamientos simulados o habituales.
Métodos de búsqueda
Se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, Web of Science, tres bases de datos chinas, cinco registros de ensayos, y resúmenes de congresos, junto con el examen de referencias y el seguimiento de citas. La última fecha de búsqueda fue el 11 de marzo de 2025.
Criterios de selección
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararon el CIR con CIR simulado o tratamiento médico en pacientes con accidente cerebrovascular isquémico o con riesgo de accidente cerebrovascular isquémico.
Obtención y análisis de los datos
Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los estudios, evaluaron la calidad de los ensayos y el riesgo de sesgo, y extrajeron los datos. Se utilizó el enfoque GRADE para evaluar la calidad de la evidencia.
Resultados principales
En esta revisión se incluyeron siete ensayos con 735 participantes. Se analizaron los efectos del CIR sobre la prevención y el tratamiento del accidente cerebrovascular isquémico, respectivamente.
Se evaluó el riesgo de sesgo y se consideró que era bajo para la generación de la secuencia de asignación en seis estudios e incierto en un estudio; incierto para el ocultamiento de la asignación en cuatro estudios y bajo en tres estudios; alto para los datos incompletos de resultado (sesgo de deserción) en cinco estudios y bajo en dos estudios; alto para el cegamiento en tres estudios y bajo en cuatro estudios; bajo para el informe selectivo; y alto para otras fuentes de sesgo en seis estudios y bajo en un estudio.
En el análisis de los efectos del CIR sobre la prevención del accidente cerebrovascular isquémico se incluyeron tres ensayos (con 371 participantes). En los pacientes con estenosis sintomática de la arteria intracerebral, el accidente cerebrovascular recurrente se redujo significativamente mediante el CRI (riesgo relativo [RR] 0,32; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,12 a 0,83; dos ensayos, 182 participantes, evidencia de calidad baja). En los pacientes con estenosis carotídea a los que se les colocaron stents carotídeos, no hubo diferencias significativas en la incidencia de accidentes cerebrovasculares isquémicos entre los participantes tratados con CIR y los no tratados con CIR (RR 0,22; IC del 95%: 0,01 a 4,03; un ensayo, 189 participantes, evidencia de calidad baja); sin embargo, la gravedad del accidente cerebrovascular (evaluada por el volumen del infarto) fue significativamente inferior en los participantes tratados con CIR (diferencia de medias [DM] -0,17 ml; IC del 95%: -0,23 a -0,11; un ensayo, 189 participantes, evidencia de calidad baja). Los eventos adversos asociados con el CIR fueron significativamente mayores en los participantes tratados con CIR (RR 10,91; IC del 95%: 2,01 a 59,28; tres ensayos, 371 participantes, evidencia de calidad baja), pero ningún evento adverso grave fue atribuible al tratamiento con CIR. Ningún participante murió o presentó eventos cardiovasculares durante el período de los estudios y ningún ensayo informó sobre el accidente cerebrovascular hemorrágico o la mejoría en el deterioro neurológico, ficológico o cognitivo.
En el análisis de los efectos del CIR sobre el tratamiento del accidente cerebrovascular isquémico se incluyeron cuatro ensayos (con 364 participantes). En el accidente cerebrovascular isquémico agudo, en los pacientes que reciben trombólisis intravenosa la tasa de muerte o dependencia aumentó significativamente con el tratamiento con CRI en comparación con el tratamiento sin CRI (RR 2,34; IC del 95%: 1,19 a 4,61; un ensayo, 285 participantes, evidencia de calidad baja). En los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo, no hubo diferencias significativas entre el CRI y ningún CRI para reducir la gravedad del accidente cerebrovascular según la puntuación de la National Institutes of Health Stroke Scale y el volumen final del infarto (diferencia de medias estandarizada (DME) -0,24 ml; IC del 95%: -1,02 a 0,54; dos ensayos, 175 participantes, evidencia de calidad muy baja). No hubo diferencias significativas entre el CRI y ningún CRI para mejorar el deterioro psicológico (DME -0,37 puntos; IC del 95%: -1,15 a 0,41; un ensayo, 26 participantes, evidencia de calidad muy baja) y el deterioro cognitivo (DME -0,26 puntos; IC del 95%: -0,72 a 0,21; tres ensayos, 79 participantes, evidencia de calidad baja) en los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo y enfermedad cerebral de los vasos pequeños. Ningún ensayo informó el accidente cerebrovascular isquémico, el accidente cerebrovascular isquémico recurrente, la mejoría en el deterioro neurológico, el accidente cerebrovascular hemorrágico, los eventos cardiovasculares ni los eventos adversos asociados al CIR.
Conclusiones de los autores
Hay evidencia de certeza moderada de que el AIR en comparación con ningún AIR probablemente reduce ligeramente la recurrencia del accidente cerebrovascular isquémico, y evidencia de certeza baja de que el AIR podría dar lugar a un ligero aumento del desenlace funcional excelente (0–1 en la mRS). La evidencia de la mejoría en las puntuaciones de la NIHSS es muy incierta debido al riesgo de sesgo y la imprecisión. El AIR mostró un perfil de efectos perjudiciales aceptable sin aumento de la hemorragia intracerebral ni de la mortalidad; sin embargo, los eventos adversos relacionados con el tratamiento fueron más frecuentes. La certeza de la evidencia estuvo limitada por el alto riesgo de sesgo de cegamiento en la mayoría de los estudios, los datos incompletos de desenlaces en algunos estudios y la imprecisión en varios desenlaces. Sin embargo, la generalizabilidad de estos hallazgos podría ser limitada porque el 79,3% de los participantes eran de China, lo que destaca la necesidad de estudios adicionales en poblaciones diversas para confirmar los resultados.
El mejor momento, duración y método de administración del AIR precisa más investigación con ensayos aleatorizados grandes y de alta calidad con protocolos estandarizados para establecer evidencia definitiva para la práctica clínica. Este análisis actualizado incluye 16 nuevos ECA, cuyos hallazgos destacan la necesidad de continuar con la investigación y de tener especial cuidado con el diseño y la metodología de los futuros estudios.
Financiación
Esta revisión Cochrane fue apoyada por la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China (82422024) y la Fundación de Ciencias Naturales de Pekín (JQ22020).
Registro
Protocolo: Biblioteca Cochrane vía DOI 10.1002/14651858.CD012503.
Revisión original, Biblioteca Cochrane vía 10.1002/14651858.CD012503.pub2.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.