Conflictos de intereses y recomendaciones en guías de práctica clínica, informes de comités asesores, artículos de opinión y revisiones narrativas

Los tratamientos y las pruebas diagnósticas que los médicos ofrecen a sus pacientes se suelen basar en las recomendaciones expresadas en diversos documentos. Un ejemplo habitual son las guías de práctica clínica, que son informes que proporcionan recomendaciones sobre cómo diagnosticar y tratar a los pacientes basadas en la mejor evidencia disponible. Los tratamientos que se pueden ofrecer a los pacientes también están condicionados por los medicamentos recomendados por los comités asesores de fármacos para su autorización por parte de las agencias reguladoras de medicamentos, como la Food and Drug Administration (FDA) de EE.UU. Por último, los médicos también se pueden ver influidos por las recomendaciones expresadas en artículos de opinión, como los editoriales, o en artículos de revisión narrativa de revistas médicas.

Muy a menudo, las publicaciones que expresan recomendaciones clínicas están firmadas por autores con conflictos de intereses relacionados con un producto específico, por ejemplo, si el autor actúa como asesor de la empresa que produce el tratamiento de interés. Estos conflictos de intereses pueden influir en las recomendaciones formuladas. Del mismo modo, los autores pueden tener los llamados conflictos de intereses no económicos, como pertenecer a una profesión específica, por ejemplo, ser cirujano ortopédico, lo que puede influir en que se prefiera una intervención concreta frente a otra. Esta revisión metodológica Cochrane investigó cómo los conflictos de intereses económicos y no económicos se asocian con las recomendaciones hechas en las guías clínicas, los informes de los comités asesores, los artículos de opinión y las revisiones narrativas.

Se incluyeron 21 estudios y se interpretó que los hallazgos indican que los conflictos de intereses económicos se asocian con recomendaciones favorables en estos documentos, aunque existe cierta incertidumbre en torno al tamaño del efecto. Esto significa que, cuando estas publicaciones están firmadas por autores con conflictos de intereses económicos, contienen con más frecuencia recomendaciones favorables que las publicaciones escritas por autores sin conflictos de intereses. Sólo un estudio investigó el impacto de los conflictos de intereses no económicos en las guías clínicas y los resultados fueron inciertos, pero indicaron una dirección similar del efecto.

Se recomienda que los pacientes, los médicos y los responsables de la toma de decisiones sanitarias utilicen principalmente las guías clínicas, los artículos de opinión y las revisiones narrativas que han sido escritas por autores sin conflictos de intereses económicos. De no ser posible, los usuarios deben leer e interpretar las publicaciones con cautela. Además, los resultados indican que si se pide a los miembros de un comité que voten con respecto a la recomendación de un medicamento, es más probable que voten a favor del mismo cuando tienen conflictos de intereses económicos.

Conclusiones de los autores: 

Se interpreta que los hallazgos indican que los conflictos de intereses económicos se asocian con recomendaciones favorables de fármacos y dispositivos en guías clínicas, informes de comités asesores, artículos de opinión y revisiones narrativas. Sin embargo, también cabe destacar el riesgo por factores de confusión en los estudios incluidos y la imprecisión estadística de los análisis individuales de cada tipo de documento. No se sabe con certeza si los conflictos de intereses no económicos influyen en las recomendaciones.

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Antecedentes: 

Las recomendaciones de tratamiento y diagnóstico son frecuentes en guías clínicas, informes de reuniones de comités asesores, artículos de opinión como editoriales y revisiones narrativas. A menudo, los autores o los miembros de los comités asesores tienen vínculos con la industria o intereses particulares de su especialidad que pueden influir en las intervenciones que se recomiendan. Del mismo modo, las guías clínicas y las revisiones narrativas pueden estar financiadas por fuentes de la industria, lo que da lugar a conflictos de intereses.

Objetivos: 

Investigar hasta qué punto los conflictos de intereses económicos y no económicos se asocian con las recomendaciones favorables en las guías clínicas, los informes de los comités asesores, los artículos de opinión y las revisiones narrativas.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas de estudios publicados hasta febrero de 2020 en PubMed, Embase y en el Registro del Grupo Cochrane de Metodología (Cochrane Methodology). También se realizaron búsquedas en las listas de referencias de los estudios incluidos, en la Web of Science en busca de estudios que citaran los estudios incluidos y en fuentes de literatura gris.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los estudios que compararon la asociación entre los conflictos de intereses y las recomendaciones favorables de fármacos o dispositivos (p.ej., recomendar un fármaco concreto) en guías clínicas, informes de comités asesores, artículos de opinión o revisiones narrativas.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión incluyeron los estudios, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de forma independiente. Cuando se consideró que un metanálisis era significativo para sintetizar los hallazgos, se utilizaron modelos de efectos aleatorios para calcular las razones de riesgos (RR) con intervalos de confianza (IC) del 95%, con un RR > 1 que indica que los documentos (p.ej., las guías clínicas) con conflictos de intereses presentaban con más frecuencia recomendaciones favorables. Se analizaron por separado las asociaciones para los conflictos de intereses económicos y los no económicos y se analizaron los cuatro tipos de documentos por separado (análisis preestablecidos) y combinados (análisis post hoc).

Resultados principales: 

Se incluyeron 21 estudios que analizaron 106 guías clínicas, 1809 informes de comités asesores, 340 artículos de opinión y 497 revisiones narrativas. Se recibieron datos no publicados de 11 estudios; ocho conjuntos de datos completos y tres conjuntos de datos resumidos. Quince estudios tuvieron un riesgo por factores de confusión, ya que compararon documentos que podrían diferir en otros aspectos además de los conflictos de intereses (p.ej., documentos sobre diferentes fármacos utilizados para poblaciones diferentes). Las asociaciones entre los conflictos de intereses económicos y las recomendaciones favorables fueron: guías clínicas, RR: 1,26; IC del 95%: 0,93 a 1,69 (cuatro estudios de 86 guías clínicas); informes de comités asesores, RR: 1,20; IC del 95%: 0,99 a 1,45 (cuatro estudios de 629 informes de comités asesores); artículos de opinión, RR: 2,62; IC del 95%: 0,91 a 7,55 (cuatro estudios de 284 artículos de opinión); y revisiones narrativas, RR: 1,20; IC del 95%: 0,97 a 1,49 (cuatro estudios de 457 revisiones narrativas). Un análisis que combinó los cuatro tipos de documentos respaldaba estos hallazgos (RR: 1,26; IC del 95%: 1,09 a 1,44).

Un estudio que investigó los intereses de las especialidades determinó que la asociación entre la inclusión de radiólogos como autores de las guías y la recomendación del cribado sistemático del cáncer de mama fue RR: 2,10; IC del 95%: 0,92 a 4,77 (12 guías clínicas).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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