Pregunta de la revisión
¿Previene la monitorización sistemática de los aspirados gástricos en lactantes prematuros la enterocolitis necrosante?
Antecedentes
La monitorización de los aspirados gástricos para diagnosticar la intolerancia alimentaria y la enterocolitis necrosante es una práctica frecuente en los lactantes prematuros que reciben alimentación por sonda. No existe evidencia adecuada que apoye la monitorización sistemática de los aspirados gástricos como guía para iniciar y aumentar la alimentación en los lactantes prematuros que se encuentran, por lo demás, en buen estado de salud. La monitorización de la suspensión de los aspirados gástricos puede eliminar el indicador inicial y, por lo tanto, aumentar el riesgo de enterocolitis necrosante. Sin embargo, la monitorización sistemática de los aspirados gástricos como guía, en ausencia de estándares uniformes, puede llevar a un retraso innecesario en el inicio y avance de los alimentos y a un retraso en alcanzar la alimentación completa. Esto a su vez puede incrementar la duración de la nutrición parenteral y el uso de una vía central, con el consiguiente aumento de las complicaciones. El retraso en el logro de la alimentación completa aumenta el riesgo de retraso del crecimiento y deterioro del desarrollo neurológico. Se buscó evidencia de ensayos clínicos que evaluaran si la monitorización sistemática de los aspirados gástricos es beneficiosa o perjudicial en los lactantes prematuros.
Características de los estudios
Las búsquedas bibliográficas están actualizadas hasta el 19 de febrero de 2018. Se encontraron dos ensayos controlados aleatorios pequeños con un total de 141 lactantes prematuros que compararon la monitorización sistemática versus ninguna monitorización de los aspirados gástricos en los lactantes prematuros. Se encontró un ensayo para la comparación de la utilización de dos criterios diferentes de aspiraciones para interrumpir la alimentación mientras se monitorizan los aspirados gástricos en los lactantes prematuros.
Resultados clave
No se sabe si la monitorización sistemática de los aspirados gástricos reduce la enterocolitis necrosante porque los resultados de los ensayos son imprecisos. Los lactantes prematuros sometidos a monitorización sistemática de los aspirados gástricos pueden alcanzar la alimentación completa más tarde, recuperar el peso al nacer más tarde, requerir una mayor duración de la nutrición parenteral y pueden estar en mayor riesgo de episodios de interrupción de la alimentación.
No se sabe si el uso de dos criterios diferentes de residuo gástrico para interrumpir los alimentos tiene efecto sobre resultados importantes en los lactantes prematuros.
Conclusions
No se sabe si el monitorización sistemática de los aspirados gástricos tiene algún beneficio. La monitorización sistemática puede aumentar el número de episodios de interrupción de la alimentación y el tiempo que se tarda en alcanzar la alimentación completa.
Los autores de revisión no encontraron evidencia suficiente para determinar si la monitorización sistemática del residuo gástrico reduce la incidencia de enterocolitis necrosante porque los resultados de los ensayos son imprecisos. La evidencia de calidad baja indica que la monitorización sistemática del residuo gástrico aumenta el riesgo de episodios de interrupción de la alimentación, aumenta el tiempo necesario para alcanzar la alimentación enteral completa y para recuperar el peso al nacer, y aumenta el número de días de nutrición parenteral total (NPT).
Los datos disponibles son insuficientes para comentar otros resultados importantes como la incidencia de infección invasiva, la enfermedad hepática asociada a la nutrición parenteral, la mortalidad antes del alta, el retraso del crecimiento extrauterino al alta, el número de días de VVC y la duración de la estancia hospitalaria. Se necesitan ensayos controlados aleatorios adicionales para obtener cálculos más precisos de los efectos de la monitorización sistemática del residuo gástrico sobre resultados importantes, sobre todo la enterocolitis necrosante, en los lactantes prematuros.
La monitorización sistemática del residuo gástrico en los lactantes prematuros con alimentación por sonda nasogástrica es una práctica frecuente que se utiliza para guiar el inicio y el avance de los alimentos. Algunas publicaciones sugieren que un aumento o una alteración del residuo gástrico puede predecir la enterocolitis necrosante. La monitorización de la retención del residuo gástrico puede eliminar el indicador precoz y, por lo tanto, puede aumentar el riesgo de enterocolitis necrosante. Sin embargo, la monitorización sistemática del residuo gástrico como guía, en ausencia de estándares uniformes, puede llevar a un retraso innecesario en el inicio y avance de los alimentos y a un retraso en alcanzar los alimentos enterales completos. Esto a su vez puede aumentar la duración de la nutrición parenteral y el uso de la vía venosa central, con el consiguiente aumento de las complicaciones. El retraso en el logro de la alimentación enteral completa aumenta el riesgo de retraso del crecimiento extrauterino y deterioro del desarrollo neurológico.
• Evaluar la eficacia y la seguridad de la monitorización sistemática del residuo gástrico versus ninguna monitorización del residuo gástrico en los lactantes prematuros
• Evaluar la eficacia y la seguridad de la monitorización sistemática del residuo gástrico sobre la base de dos criterios diferentes para interrumpir los alimentos o reducir el volumen de los alimentos en los lactantes prematuros
Se planificó realizar un análisis de subgrupos sobre la base de la edad gestacional (≤ 27 semanas, 28 semanas a 31 semanas, ≥ 32 semanas), el peso al nacer (< 1000 g, 1000 g a 1499 g, ≥ 1500 g), lactantes pequeños para la edad gestacional versus apropiados para la edad gestacional (clasificado según el peso al nacer en relación con la población de referencia), el tipo de alimentación que recibe el lactante (leche materna o leche maternizada) y la frecuencia de la monitorización de la presencia de residuo gástrico (antes de cada alimentación, antes de cada tercer alimento, etc.) (ver "Análisis de subgrupos e investigación de la heterogeneidad").
Se utilizó la estrategia de búsqueda estándar del Grupo Cochrane de Neonatología en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL; 2018, Número 1), MEDLINE vía PubMed (1966 hasta el 19 febrero 2018), Embase (1980 hasta el 19 de febrero 2018) y en Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature (CINAHL; 1982 al 19 de febrero 2018). También se buscaron ensayos controlados aleatorios y cuasialeatorios en las bases de datos de ensayos clínicos, las actas de congresos y las listas de referencias de los artículos recuperados.
Se seleccionaron los ensayos controlados aleatorios y cuasialeatorios que compararon la monitorización sistemática del residuo gástrico versus ninguna monitorización o dos criterios diferentes del residuo gástrico para interrumpir la alimentación en los lactantes prematuros.
Dos autores de la revisión evaluaron la elegibilidad de los ensayos y el riesgo de sesgo y de forma independiente extrajeron los datos. Se analizaron los efectos del tratamiento en los ensayos individuales y se informó el cociente de riesgos y la diferencia de riesgos para los datos dicotómicos y la diferencia de medias para los datos continuos, con los intervalos de confianza del 95% respectivos. Se utilizó el enfoque GRADE para evaluar la calidad de la evidencia.
Dos ensayos controlados aleatorios con un total de 141 lactantes prematuros cumplieron los criterios de inclusión para la comparación de la monitorización sistemática versus ninguna monitorización del residuo gástrico en los lactantes prematuros. Ambos ensayos se realizaron en lactantes con peso al nacer < 1500 g.
La monitorización sistemática del residuo gástrico puede tener poco o ningún efecto sobre la incidencia de enterocolitis necrosante (cociente de riesgos [CR] 3,07; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,50 a 18,77; participantes = 141; estudios = 2; evidencia de calidad baja). La monitorización sistemática puede aumentar el riesgo de episodios de interrupción de la alimentación (CR 2,07; IC del 95%: 1,39 a 3,07; participantes = 141; estudios = 2; evidencia de calidad baja); el número necesario a tratar para causar un resultado perjudicial adicional (NNTH) fue de 3 (IC del 95%: 2 a 6).
La monitorización sistemática del residuo gástrico puede aumentar el tiempo necesario para establecer la alimentación enteral completa (diferencia de medias [DM] 3,92; IC del 95%: 2,06 a 5,77 días; participantes = 141; estudios = 2; evidencia de calidad baja), el tiempo necesario para recuperar el peso al nacer (DM 1,70; IC del 95%: 0,01 a 3,39 días; participantes = 80; estudios = 1; evidencia de calidad baja) y el número total de días de nutrición parenteral (DM 3,29; IC del 95%: 1,66 a 4,92 días; participantes = 141; estudios = 2; evidencia de calidad baja).
No se conoce el efecto de la monitorización sistemática del residuo gástrico sobre otros resultados como la incidencia de enterocolitis necrosante quirúrgica, el retraso del crecimiento extrauterino al alta, la enfermedad hepática asociada a la nutrición parenteral, la duración del uso de la vía venosa central (VVC), la incidencia de infección invasiva, la mortalidad antes del alta y la duración de la estancia hospitalaria. No se encontraron datos para resultados como neumonía por aspiración, reflujo gastroesofágico, medidas de crecimiento después del alta y resultados del desarrollo neurológico.
Solo un ensayo con 87 lactantes prematuros cumplió con los criterios de inclusión para la comparación de la utilización de dos criterios diferentes de residuo gástrico para interrumpir los alimentos mientras se monitorizaba el residuo gástrico. El ensayo se realizó en lactantes con un peso al nacer de 1500 a 2000 g. No se conoce el efecto del uso de dos criterios diferentes de residuo gástrico sobre los resultados, como la incidencia de enterocolitis necrosante o enterocolitis necrosante quirúrgica, el tiempo para establecer la alimentación enteral completa, el tiempo para recuperar el peso al nacer, el número total de días de nutrición parenteral, el número de lactantes con episodios de interrupción de la alimentación, el retraso del crecimiento extrauterino en el momento del alta, la enfermedad hepática asociada a la nutrición parenteral, la incidencia de infección invasiva y la mortalidad antes del alta hospitalaria (evidencia de calidad muy baja). No se encontraron datos sobre la duración del uso de la VVC, la neumonía por aspiración, el reflujo gastroesofágico, la duración de la estancia hospitalaria, las medidas de crecimiento después del alta y el resultado del desarrollo neurológico.
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