Programas, políticas y prácticas de trabajo que reducen la agresión de los pacientes hacia los trabajadores sanitarios

Objetivo de la revisión

El objetivo de esta revisión es investigar la efectividad de las intervenciones, como programas, políticas o prácticas de trabajo, para prevenir y reducir la agresión hacia los trabajadores de la salud por parte de los pacientes y los individuos que los apoyan.

Mensajes clave

Hay evidencia limitada de que algunas intervenciones podrían reducir la agresión contra los trabajadores de la salud. Se considera que la evidencia disponible es de calidad baja o muy baja. Esto significa que no es posible confiar en los resultados. La mayoría de los estudios se realizan en residencias geriátricas o en salas de psiquiatría de hospitales.

¿Qué se estudió en la revisión?

Se buscaron estudios que evaluaron la efectividad de las intervenciones, como programas, políticas o prácticas de trabajo para prevenir o reducir la agresión hacia los trabajadores de la salud. La revisión incluyó siete estudios. En los estudios se utilizaron diversas intervenciones que tuvieron lugar en residencias geriátricas, salas de psiquiatría de hospitales y en el servicio de urgencias de un hospital.

Resultados principales

En las residencias geriátricas, dos intervenciones produjeron resultados contradictorios con una reducción mediana de la agresión general hacia los trabajadores de la salud, pero ninguna reducción consistente en la agresión física o verbal. Las intervenciones consistían en tocar música durante el baño y en el uso de técnicas de baño específicas. Una cultura centrada en la persona dio lugar a una reducción moderada de la agresión física pero no de la agresión verbal. Una intervención con payasos humorísticos no produjo evidencia clara de una reducción de la agresión.
En el ámbito psiquiátrico, solo hubo una intervención, una evaluación regular de los riesgos de los pacientes, que mostró una reducción de la agresión hacia los trabajadores de la salud. Una intervención de componentes múltiples en materia de política, medio ambiente y prácticas laborales no produjo evidencia clara de una reducción de la agresión.

En el servicio de urgencias hubo una intervención que implicó cambios en las políticas y los procedimientos, el ámbito físico y la educación y la capacitación, pero no tuvo efecto sobre la agresión.

Ningún estudio informó de efectos perjudiciales como resultado de sus intervenciones.

La calidad general de la evidencia se calificó como muy baja. Los estudios tuvieron problemas con su diseño o no describieron su diseño en suficiente detalle. Cada uno de los estudios midió diferentes resultados, lo que dio lugar a una falta de coherencia entre ellos.

¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?

La búsqueda de la revisión está vigente hasta el 25 de mayo 2019. No se incluyen en la revisión los estudios publicados después de esta fecha.

Conclusiones de los autores: 

Se encontró evidencia de calidad muy baja a baja de que las intervenciones centradas en el vector durante la fase previa al evento, la fase del evento o ambas, pueden dar lugar a una reducción de la agresión general, en comparación con la práctica habitual, y se encontró evidencia inconsistente de calidad baja para las intervenciones de componentes múltiples. Ninguna de las intervenciones incluyó la etapa posterior al evento.

Para mejorar la base de evidencia, se necesitan más estudios de ECA, que incluyan a los trabajadores como participantes y que recopilen información sobre el impacto de la violencia en el trabajador en una serie de ámbitos de atención sanitaria, pero especialmente en los ámbitos de atención de emergencia. Se necesita con urgencia un consenso sobre los resultados estandarizados.

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Antecedentes: 

La agresión en el lugar de trabajo es cada vez más frecuente en la atención sanitaria y da lugar a consecuencias graves tanto para los individuos como para las organizaciones. También ha aumentado la investigación y el desarrollo de intervenciones organizativas para prevenir y minimizar la agresión en el lugar de trabajo. Sin embargo, no se sabe si las intervenciones previenen o reducen la violencia laboral dirigida a los trabajadores de la salud.

Objetivos: 

Evaluar la efectividad de las intervenciones organizativas que tienen como objetivo prevenir y minimizar las agresiones en el lugar de trabajo dirigidas a los trabajadores sanitarios por parte de los pacientes y los defensores de los pacientes.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos electrónicas, desde su inicio hasta el 25 de mayo 2019: Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL) (Wiley Online Library); MEDLINE (PubMed); CINAHL (EBSCO); Embase (embase.com); PsycINFO (ProQuest); NIOSHTIC (OSH-UPDATE); NIOSHTIC-2 (OSH-UPDATE); HSELINE (OSH-UPDATE); y CISDOC (OSH-UPDATE). También se realizaron búsquedas en los portales de ensayos de ClinicalTrials.gov (www.ClinicalTrials.gov) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (www.who.int/ictrp/en).

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) o estudios controlados del tipo antes y después (CAD) de cualquier intervención organizativa para prevenir y minimizar la agresión verbal o física dirigida a los trabajadores sanitarios y sus pares en su lugar de trabajo por parte de los pacientes o sus defensores. La medida de resultado principal fueron los episodios de agresión que no causaron ningún daño, ni psicológico ni físico.

Obtención y análisis de los datos: 

Para la recopilación y el análisis de datos se utilizaron los métodos Cochrane estándar. Lo anterior incluyó la extracción de datos y la evaluación del «riesgo de sesgo» de forma independiente por parte de al menos dos autores de la revisión por cada estudio incluido. Se utilizó la Haddon Matrix para categorizar las intervenciones dirigidas a la víctima, al vector o al entorno de la agresión y si la intervención se aplicó antes, durante o después del evento de agresión. Se utilizó el modelo de efectos aleatorios para el metanálisis y los criterios GRADE para evaluar la calidad de la evidencia.

Resultados principales: 

Se incluyeron siete estudios. Cuatro estudios se realizaron en residencias geriátricas, dos en salas de psiquiatría y uno en un servicio de urgencias.

Las intervenciones en dos estudios se centraron en la prevención de la agresión por parte del vector en la fase previa al evento, con 398 residentes geriátricos y 597 pacientes psiquiátricos. La terapia de humor en un estudio realizado en una residencia geriátrica no presentó evidencia clara de una reducción de la agresión general (diferencia de medias [DM] 0,17; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,00 a 0,34; evidencia de calidad muy baja). Una evaluación del riesgo a corto plazo en el otro estudio mostró una menor incidencia de agresión (riesgos relativos [RR] 0,36; IC del 95%: 0,16 a 0,78; evidencia de calidad muy baja) en comparación con la práctica habitual.

Dos estudios compararon intervenciones para minimizar la agresión por parte del vector en la fase del evento con la práctica habitual. En ambos estudios el evento fue la agresión durante el baño de los pacientes de la residencia geriátrica. En un estudio, en el que participaron 18 residentes, se tocó música durante el período de baño y en el otro estudio, en el que participaron 69 residentes, se utilizó una ducha personalizada o un baño con toallas. Los estudios proporcionaron evidencia de calidad baja de que las intervenciones pueden dar lugar a una reducción mediana de la agresión general (diferencia de medias estandarizada [DME] -0,49; IC del 95%: -0,93 a -0,05; 2 estudios) y de la agresión física (DME -0,85; IC del 95%: -1,46 a -0,24; 1 estudio; evidencia de calidad muy baja), pero no de la agresión verbal (DME -0,31; IC del 95%; -0,89 a 0,27; 1 estudio; evidencia de calidad muy baja).

Una intervención se centró en el vector, la fase previa al evento y la fase del evento. El estudio comparó un programa de cambio de cultura de dos años de duración en una residencia geriátrica con la práctica habitual y contó con la participación de 101 residentes. Este estudio proporcionó evidencia de calidad muy baja de que la intervención puede dar lugar a una reducción mediana de la agresión física (DM 0,51; IC del 95%: 0,11 a 0,91), pero no hubo evidencia clara de que redujera la agresión verbal (DM 0,76; IC del 95%: -0,02 a 1,54).

En dos estudios se evaluó una intervención de componentes múltiples que se centró en el vector (pacientes de psiquiatría y pacientes de los servicios de urgencias), la víctima (personal de enfermería) y el entorno durante la fase previa al evento y la fase del evento. Los estudios incluyeron a 564 miembros del personal psiquiátrico y a 209 miembros del servicio de urgencias. Ambos estudios comprendieron un conjunto amplio de medidas destinadas a prevenir la violencia, manejar la violencia y cambios ambientales. No hubo evidencia clara de que la intervención psiquiátrica pudiera dar lugar a una reducción de la agresión general (odds ratio [OR] 0,85; IC del 95%: 0,63 a 1,15; evidencia de calidad baja), en comparación con la condición de control. El estudio del servicio de urgencias no dio lugar a una reducción de la agresión (DM = 0), pero no aportó datos suficientes para su evaluación.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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