Pregunta de la revisión: ¿Cuán segura y efectiva es la toxina botulínica, en comparación con placebo u otros fármacos, para el tratamiento de los tics motores y fónicos en el síndrome de Tourette?
Antecedentes: Los pacientes con síndrome de Tourette a menudo realizan movimientos repetitivos y súbitos (motores) o sonidos vocales (fónicos) llamados tics. Las inyecciones de toxina botulínica se usan para tratar los tics motores y fónicos en los pacientes con síndrome de Tourette. Se cree que debilitan el mecanismo del cuerpo que provoca los tics. Hay informes incompatibles con respecto a su efectividad.
Características de los estudios: Los autores de la revisión resumieron la información de un ensayo clínico que comparó la toxina botulínica con placebo, para el tratamiento de los tics en adultos con síndrome de Tourette.
Resultados clave:Se encontró un pequeño estudio. El estudio fue limitado por el número de participantes (N = 18), que principalmente presentaban tics leves. No existe mucha seguridad acerca de los efectos de las inyecciones de toxina botulínica sobre la reducción de la frecuencia y la gravedad de los tics, y las medidas del bienestar general. Algunos participantes experimentaron efectos perjudiciales, que incluyeron debilidad, agitación y malestar en el cuello después de la inyección. No se conoce a partir del estudio si los participantes que recibieron la inyección desarrollaron resistencia a las inyecciones de toxina botulínica, lo cual daría lugar a que fuesen menos efectivas con el transcurso del tiempo.
La evidencia está actualizada hasta el 25 de octubre de 2017.
No existe seguridad acerca de los efectos de la toxina botulínica en el tratamiento de los tics motores focales y fónicos en los casos selectos, debido a que la calidad de la evidencia se evaluó como muy baja. Se necesitan estudios controlados aleatorios adicionales para demostrar los efectos beneficiosos y perjudiciales del tratamiento con toxina botulínica para los tics motores y fónicos en pacientes con síndrome de Tourette.
El síndrome de Gilles de la Tourette, o síndrome de Tourette, se define como la presencia de tics tanto motores como vocales (fónicos) durante más de 12 meses, que se manifiestan antes de la edad de 18 años, en ausencia de causas secundarias. El tratamiento de los tics motores y fónicos es difícil y desafiante.
Determinar la seguridad y la efectividad de la toxina botulínica para tratar los tics motores y fónicos en pacientes con síndrome de Tourette, y analizar el efecto de la toxina botulínica en el impulso premonitorio y los tics sensoriales.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Trastornos del Movimiento (Cochrane Movement Disorders Group Trials Register), CENTRAL, MEDLINE, y en dos registros de ensayos hasta el 25 octubre 2017. Se revisaron las listas de referencias de artículos relevantes para obtener ensayos adicionales.
Se consideraron para esta revisión todos los estudios controlados aleatorios doble ciego que comparaban la toxina botulínica con placebo u otros fármacos para el tratamiento de los tics motores y fónicos en el síndrome de Tourette. Se realizaron búsquedas de estudios tanto de grupos paralelos como cruzados en niños o adultos, que utilizaran cualquier dosis y duración.
Se siguieron los métodos Cochrane estándar para seleccionar estudios, evaluar el riesgo de sesgo, extraer y analizar datos. Todos los autores resumieron de forma independiente los datos en formularios estandarizados; los desacuerdos se resolvieron mediante discusión mutua.
Sólo un estudio aleatorio cruzado (cross-over) controlado con placebo y doble ciego cumplió con los criterios de selección. En este estudio, se incluyó a 20 participantes con tics motores durante un período de reclutamiento de tres años; 18 (14 de los cuales tuvieron un diagnóstico del síndrome de Tourette) finalizaron el estudio; en total, se trataron 21 tics motores focales. Aunque se consideró que la mayoría de los dominios del sesgo estuvieron en bajo riesgo de sesgo, el estudio incluyó a un número pequeño de participantes con tics relativamente leves y proporcionó datos limitados para los resultados clave. Los efectos de las inyecciones de toxina botulínica sobre la frecuencia de los tics, medidos con video o considerados subjetivamente, y sobre el impulso premonitorio, son inciertos (evidencia de muy baja calidad). La calidad de la evidencia para los eventos adversos después de la toxina botulínica fue muy baja. Nueve pacientes presentaron debilidad muscular después de la inyección, que podría haber dado lugar a la falta de cegamiento de la asignación al grupo de tratamiento. No hubo datos disponibles para evaluar si las inyecciones de toxina botulínica dieron lugar a inmunorresistencia a dicha toxina.
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