Vitamina D para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal

Mensajes clave

Los datos actuales sobre la administración de vitamina D para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal son de calidad muy baja y no se sabe si funciona ni si es segura.

¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal?

La enfermedad inflamatoria intestinal es una enfermedad de por vida que afecta al intestino. Sus dos tipos principales son la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. La colitis ulcerosa solo afecta al intestino grueso. La enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del intestino, desde la boca hasta el ano. Los síntomas más comunes son heces con sangre, diarrea, dolor de estómago, fiebre, pérdida de peso y fatiga. Se desconoce exactamente qué la causa, pero probablemente sea una mezcla de genes, problemas con el sistema inmunitario, bacterias en el intestino y algo relacionado con el medio ambiente. No existe cura conocida, pero los síntomas suelen tratarse con medicamentos, como esteroides y medicamentos para el sistema inmunitario, y a veces con cirugía. La mayoría de las personas con enfermedad inflamatoria intestinal tienen épocas en las que presentan síntomas (lo que se conoce como enfermedad activa) y otras en las que sus síntomas están bajo control (llamada remisión). Cuando los síntomas reaparecen después de haber estado en remisión, se denomina recaída.

¿Qué se quiso averiguar?

Se quiso averiguar si la vitamina D funciona para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal y si su administración es segura. En concreto, se analizó la mejoría de los síntomas en personas con enfermedad activa, la recaída en personas en remisión, la calidad de vida, y los retiros del ensayo debido a los efectos secundarios.

¿Qué se hizo?

Se buscaron ensayos controlados aleatorizados (estudios en los que las personas se asignan a uno de dos o más grupos de tratamiento al azar) que compararan la vitamina D con cualquier otro tratamiento, tratamiento estándar o diferentes dosis de vitamina D.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 22 ensayos con 1874 participantes con enfermedad inflamatoria intestinal. Los estudios duraron entre cuatro y 52 semanas. Diez estudios se refirieron a la enfermedad de Crohn, cinco a la colitis ulcerosa y siete a participantes que padecían alguna de estas dos enfermedades. Diecisiete estudios fueron sobre adultos, tres sobre niños y dos sobre ambos. Cuatro incluyeron personas con enfermedad activa, seis en remisión y 12 con una mezcla de ambas. Los estudios incluyeron dosis de vitamina D utilizadas para tratar la deficiencia y dosis administradas como suplementos.

Trece estudios compararon la vitamina D (todas las dosis) con placebo (tratamiento ficticio) o ningún otro tratamiento. Hubo evidencia de calidad baja de que podría haber menos recaídas clínicas cuando se administra vitamina D en comparación con placebo o ningún tratamiento. No se pueden establecer conclusiones sobre ninguna de las otras medidas que se examinaron porque la calidad de la evidencia fue muy baja.

Cinco estudios compararon dosis altas con dosis bajas de tratamiento con vitamina D. No hubo datos sobre la mejoría de los síntomas. Hubo evidencia de calidad baja de que podría no haber diferencias en la recaída en la enfermedad de Crohn, pero no hubo datos sobre la colitis ulcerosa. No se pueden establecer conclusiones sobre ninguna de las otras medidas que se examinaron porque la calidad de la evidencia fue muy baja.

Cuatro estudios compararon las dosis de tratamiento con las dosis de suplementos de vitamina D. No hubo datos sobre la mejoría de los síntomas, las recaídas ni los cambios en la calidad de vida. No se pueden establecer conclusiones sobre ninguna de las otras medidas que se examinaron porque la calidad de la evidencia fue muy baja.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

La evidencia es en su mayoría de calidad muy baja y baja. Esto se debe a problemas con la forma en que se llevaron a cabo los estudios y a problemas con la manera en que se informaron los resultados. Además, los estudios individuales no realizaron las mismas mediciones, lo que significa que no se dispuso de un número suficiente de personas para consolidar los resultados de las medidas buscadas.

¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?

Esta revisión está actualizada hasta junio de 2023.

Conclusiones de los autores: 

Es posible que haya menos recaídas clínicas al comparar la vitamina D con el placebo, pero no se pueden establecer conclusiones sobre las diferencias en la respuesta clínica, la calidad de vida ni los retiros, debido a la evidencia de certeza muy baja. Al comparar las dosis altas y bajas de vitamina D, no hubo datos sobre la respuesta clínica, pero es posible que no haya diferencias en la recaída de la EC. No se pueden establecer conclusiones sobre los demás desenlaces debido a la evidencia de certeza muy baja. Finalmente, al comparar la vitamina D (todas las dosis) con la vitamina D en dosis suplementarias, no hubo datos sobre la recaída clínica ni la respuesta, y no fue posible establecer conclusiones sobre otros desenlaces debido a la evidencia de certeza muy baja o a los datos faltantes.

Resulta difícil hacer recomendaciones claras para futuros estudios de investigación a partir de los resultados de esta revisión. Los estudios futuros deben tener claras las poblaciones de referencia, la finalidad del tratamiento con vitamina D y, por tanto, estudiar una estrategia de dosis adecuada. Es posible que las partes interesadas en este campo deseen llegar a un consenso sobre estas cuestiones antes de realizar nuevos estudios.

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Antecedentes: 

La vitamina D posee propiedades inmunomoduladoras y se ha implicado en la patogénesis y la gravedad de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Los estudios en animales y la evidencia epidemiológica emergente han demostrado una asociación entre la deficiencia de vitamina D y el empeoramiento de la actividad de la enfermedad. Sin embargo, la función de la vitamina D en el tratamiento de la EII es incierto.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de la administración de suplementos de vitamina D como tratamiento de la EII.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizaron los métodos exhaustivos estándar de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue junio de 2023.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) en personas de todas las edades con EII activa o inactiva que compararon cualquier dosis de vitamina D con otra dosis de vitamina D, otra intervención, placebo o ninguna intervención.

Las dosis se definieron como: vitamina D (todas las dosis), cualquier dosis de tratamiento con vitamina D (superior a 400 UI/día), dosis alta de tratamiento con vitamina D (superior a 1000 UI/día), dosis baja de tratamiento con vitamina D (400 UI/día a 1000 UI/día) y dosis suplementaria de vitamina D (inferior a 400 UI/día).

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales fueron 1. respuesta clínica en personas con enfermedad activa, 2. recaída clínica en personas en remisión, 3. calidad de vida y 4. retiros debidos a eventos adversos. Los desenlaces secundarios fueron 5. actividad de la enfermedad al final del estudio, 6. normalización de los niveles de vitamina D al final del estudio y 7. total de eventos adversos graves. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia de cada desenlace.

Resultados principales: 

Se incluyeron 22 ECA con 1874 participantes. La duración de los estudios osciló entre cuatro y 52 semanas. Diez estudios incluyeron personas con enfermedad de Crohn (EC), cinco incluyeron personas con colitis ulcerosa (CU) y siete incluyeron personas con EC y personas con CU. Diecisiete estudios incluyeron adultos, tres incluyeron niños y dos incluyeron ambos. Cuatro estudios incluyeron a personas con enfermedad activa, seis a personas en remisión y 12 a ambas.

El riesgo de sesgo de cada estudio se evaluó entre siete dominios individuales. Cinco estudios presentaron un riesgo de sesgo bajo en los siete dominios. Diez estudios presentaron un riesgo de sesgo incierto en al menos un dominio, pero sin áreas de riesgo de sesgo alto. Siete estudios presentaron un riesgo de sesgo alto en cuanto al cegamiento de los participantes y los evaluadores.

Vitamina D (todas las dosis) versus placebo o ningún tratamiento

Trece estudios compararon la vitamina D con placebo o ningún tratamiento.

No fue posible establecer conclusiones sobre la respuesta clínica de la CU, ya que la certeza de la evidencia fue muy baja (razón de riesgos [RR] 4,00; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,51 a 10,57; un estudio, 60 participantes). No hubo datos sobre la EC.

Podría haber menos recaídas clínicas de la EII cuando se administra vitamina D en comparación con placebo o ningún tratamiento (RR 0,57; IC del 95%: 0,34 a 0,96; tres estudios, 310 participantes). La certeza de la evidencia fue baja.

No fue posible establecer conclusiones sobre la calidad de vida en la EII (diferencia de medias estandarizada [DME] -0,13; IC del 95%: -3,10 a 2,83 [el valor de la DME indica una disminución insignificante de la calidad de vida, y los IC correspondientes indican que el efecto puede oscilar entre una gran disminución y un gran aumento de la calidad de vida]; dos estudios, 243 participantes) ni los retiros debidos a eventos adversos en la EII (RR 1,97; IC del 95%: 0,18 a 21,27; 12 estudios, 1251 participantes; nota: 11 estudios informaron retiros pero registraron 0 eventos en ambos grupos. Por lo tanto, la RR y los IC se calcularon a partir de un estudio en lugar de 12). La certeza de la evidencia fue muy baja.

Dosis altas versus dosis bajas de tratamiento con vitamina D

Cinco estudios compararon dosis altas con dosis bajas de tratamiento con vitamina D.

No hubo datos sobre la respuesta clínica.

Podría no haber diferencias en la recaída clínica en la EC (RR 0,48; IC del 95%: 0,23 a 1,01; un estudio, 34 participantes). La certeza de la evidencia fue baja.

No fue posible establecer conclusiones sobre los retiros debidos a eventos adversos en la EII ya que la certeza de la evidencia fue muy baja (RR 0,89; IC del 95%: 0,06 a 13,08; tres estudios, 104 participantes; nota: dos estudios informaron retiros pero registraron 0 eventos en ambos grupos. Por lo tanto, la RR y los IC se calcularon a partir de un estudio en lugar de tres).

No fue posible metanalizar los datos sobre la calidad de vida ni la actividad de la enfermedad, fueron de certeza muy baja y no se pudieron establecer conclusiones.

Cualquier dosis de tratamiento con vitamina D versus dosis suplementaria de vitamina D

Cuatro estudios compararon dosis de tratamiento con vitamina D versus dosis suplementarias.

No hubo datos sobre la respuesta clínica ni la recaída.

No hubo datos sobre la calidad de vida que se pudieran metanalizar.

No fue posible establecer conclusiones sobre los retiros debidos a eventos adversos en la EII ya que la certeza de la evidencia fue muy baja (RR 3,09; IC del 95%: 0,13 a 73,17; cuatro estudios, 233 participantes; nota: tres estudios informaron retiros pero registraron 0 eventos en ambos grupos. Por lo tanto, la RR y los IC se calcularon a partir de un estudio en lugar de cuatro).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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