Tactos vaginales rutinarios durante el trabajo de parto

¿Cuál es el problema?

El objetivo de esta revisión Cochrane fue averiguar si los tactos vaginales rutinarios para evaluar el progreso del trabajo de parto son efectivos y aceptables para las mujeres, y comparar el uso de estos tactos con otros métodos para evaluar el progreso del trabajo de parto.

¿Por qué es esto importante?

El trabajo de parto se suele controlar para asegurarse de que progresa como se espera y de que no hay signos de progreso anormal que podrían ser perjudiciales para la madre o el bebé. El método más utilizado es el tacto vaginal rutinario (realizado a intervalos regulares), que proporciona información sobre el grado de dilatación del cuello uterino de la mujer y la posición del bebé. Los partos muy lentos pueden ser un signo de problemas subyacentes que pueden requerir intervenciones para acelerar el trabajo de parto y el parto (estimulación). Sin embargo, los trabajos de parto lentos también pueden ser una variación normal del progreso del parto, y la evidencia reciente indica que si la madre y el bebé están bien, la duración del trabajo de parto o la dilatación cervical por sí solas no se deberían utilizar para decidir si el trabajo de parto está progresando normalmente.

Otros métodos para evaluar el progreso del trabajo de parto son el uso de ecografías, la evaluación del comportamiento de la madre y los signos físicos externos de progreso, como la línea púrpura que se aparece entre las nalgas de la madre a medida que avanza el parto. Sin embargo, estos métodos no son la práctica habitual. No se ha establecido el método más eficaz para evaluar el progreso del trabajo de parto.

Los tactos vaginales pueden ser incómodos, dolorosos y molestos. Diagnosticar los trabajos de parto lentos pero normales erróneamente como anormales, puede llevar a intervenciones innecesarias, como la estimulación o la cesárea. Es posible que algunas mujeres no quieran estas intervenciones, y su uso puede causar efectos emocionales y físicos perjudiciales. Un diagnóstico erróneo de la evolución del trabajo de parto en cualquiera de los dos sentidos puede ser física y emocionalmente devastador. Se deben tener en cuenta las opiniones y experiencias de las mujeres sobre los métodos utilizados para evaluar el progreso del trabajo de parto, junto con la evidencia de efectividad.

¿Qué evidencia se encontró?

Se realizaron búsquedas en febrero de 2021 y se incluyeron cuatro estudios, con datos de 744 mujeres y recién nacidos. En general, la evidencia fue incierta o muy incierta debido a los métodos de estudio y a la inclusión de un escaso número de mujeres y recién nacidos.

Tactos vaginales rutinarios comparados con ecografía rutinaria (un estudio, 83 mujeres y recién nacidos)

Estudio realizado en Turquía con mujeres con inicio espontáneo del trabajo de parto y que habían dado a luz anteriormente: los tactos vaginales rutinarios podrían provocar un ligero aumento del dolor en comparación con la ecografía rutinaria para evaluar el progreso del trabajo de parto.

El estudio no evaluó los otros desenlaces principales de esta revisión: experiencia positiva del parto; estimulación del trabajo de parto; parto vaginal espontáneo; corioamnionitis (inflamación o infección de las membranas que rodean al niño); infección neonatal; ingreso en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN).

Tactos vaginales rutinarios comparados con tactos rectales rutinarios (un estudio, 307 mujeres y recién nacidos)

Estudio realizado en Irlanda con mujeres en trabajo de parto a término. En comparación con los tactos rectales, los tactos vaginales rutinarios podrían tener poco o ningún efecto sobre: la estimulación del trabajo de parto; el parto vaginal espontáneo; las infecciones neonatales; el ingreso en la UCIN.

El estudio no evaluó los otros desenlaces principales de esta revisión: experiencia positiva del parto; corioamnionitis; dolor materno.

Tactos vaginales rutinarios cada cuatro horas frente a tactos rutinarios cada dos horas (un estudio, 150 mujeres y recién nacidos)

Estudio del Reino Unido en el que participaron mujeres de parto por primera vez a término. En comparación con los tactos vaginales cada dos horas, los tactos vaginales cada cuatro horas podrían tener poco o ningún efecto sobre la estimulación del trabajo de parto o el parto vaginal espontáneo: los resultados fueron compatibles tanto con un efecto beneficioso como con uno perjudicial.

El estudio no evaluó los otros desenlaces principales de esta revisión: experiencia positiva del parto; corioamnionitis; infección neonatal; ingreso en la UCIN; dolor materno.

Tactos vaginales rutinarios comparado con tactos vaginales por indicación (un estudio, 204 mujeres y neonatos)

Estudio realizado en Malasia con mujeres primerizas a las que se les realizaba la inducción del parto a término. En comparación con los tactos vaginales por indicación, los tactos vaginales cada cuatro horas podrían dar lugar a que más mujeres tuvieran una estimulación del trabajo de parto. Podría haber poco o ningún efecto sobre el parto vaginal espontáneo, la corioamnionitis, la infección neonatal o el ingreso en la UCIN.

El estudio no evaluó los otros desenlaces principales de esta revisión como la experiencia positiva del parto o el dolor materno.

¿Qué significa esto?

No es posible estar seguros acerca de qué método para evaluar el progreso del trabajo de parto es más eficaz o aceptable para las mujeres. Se necesita más evidencia para identificar la mejor manera de evaluar el progreso del trabajo de parto y cómo esta podría afectar las experiencias relacionadas con el parto de las mujeres.

Conclusiones de los autores: 

A partir de estos resultados, no es posible estar seguros sobre cuál es el método más eficaz o aceptable para evaluar el progreso del trabajo de parto. Se necesitan más ensayos controlados aleatorizados a gran escala. Estos deben incluir los desenlaces clínicos y vivenciales fundamentales. Esto se podría facilitar mediante el desarrollo de una herramienta para medir las experiencias positivas del parto. También se necesitan datos de estudios cualitativos para evaluar completamente si los métodos para evaluar el progreso del trabajo de parto satisfacen las necesidades de las mujeres para un trabajo de parto y un parto seguros y positivos, y si no es así, para desarrollar un enfoque que lo haga.

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Antecedentes: 

Las exploraciones o tactos vaginales sistemáticos se realizan a intervalos regulares durante el parto para evaluar si el trabajo de parto está progresando como se espera. Un progreso inusualmente lento se puede deber a problemas subyacentes, descritos como distocia del trabajo de parto, o puede ser una variación normal de la evolución. La evidencia indica que si la madre y el niño están bien, la duración del trabajo de parto por sí sola no se debería utilizar para decidir si el trabajo de parto está progresando normalmente. Otros métodos para evaluar la evolución del trabajo de parto son la ecografía intraparto y el control de las señales físicas y conductuales externas. Los tactos vaginales pueden ser molestos para las mujeres, y el sobrediagnóstico de distocia puede dar lugar a una morbilidad iatrogénica debido a intervenciones innecesarias. Es importante establecer si los tactos vaginales sistemáticos son eficaces, tanto como una medida exacta de la evolución fisiológica del trabajo de parto como para distinguir la verdadera distocia del trabajo de parto, o si existen otros métodos más eficaces para evaluar el progreso del trabajo de parto. Esta revisión es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2013.

Objetivos: 

Comparar la efectividad, la aceptabilidad y las consecuencias de los tactos vaginales sistemáticos en comparación con otros métodos, o diferentes momentos de realización, para evaluar la evolución del trabajo de parto a término.

Métodos de búsqueda: 

Para esta actualización, se realizaron búsquedas en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth) (que incluye ensayos de CENTRAL, MEDLINE, Embase, CINAHL y resúmenes de congresos) y en ClinicalTrials.gov (28 de febrero de 2021). También se buscó en las listas de referencias de los estudios identificados.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) de tactos vaginales comparados con otros métodos de evaluación del progreso del trabajo de parto y estudios que evaluaron diferentes momentos de realización de los tactos vaginales. Fueron elegibles para inclusión los ensayos controlados cuasialeatorizados y los ensayos controlados por conglomerados. Se excluyeron los ensayos cruzados (cross-over) y los resúmenes de congresos.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente todos los estudios identificados por la búsqueda para su inclusión en la revisión. Cuatro autores de la revisión extrajeron los datos de forma independiente. Dos autores de la revisión evaluaron el riesgo de sesgo y la certeza de la evidencia mediante GRADE.

Resultados principales: 

Se incluyeron cuatro estudios que asignaron al azar a un total de 755 mujeres, con datos analizados de 744 mujeres y sus hijos. Las intervenciones utilizadas para evaluar el progreso del trabajo de parto fueron los tactos vaginales regulares, las evaluaciones ecográficas regulares, los tactos rectales regulares, los tactos vaginales regulares con diferentes frecuencias y los tactos vaginales por indicación. No fue posible realizar un metanálisis porque sólo hubo un estudio para cada comparación.

Todos los estudios tenían un alto riesgo de sesgo de realización debido a las dificultades con el cegamiento. Dos estudios se consideraron con alto riesgo de sesgo y dos con riesgo de sesgo bajo o incierto en otros dominios. La certeza general de la evidencia evaluada mediante GRADE fue baja o muy baja.

Tactos vaginales regulares versus ecografía regular para evaluar el progreso del trabajo de parto (un estudio, 83 mujeres y neonatos)

Estudio realizado en Turquía con mujeres multíparas con inicio espontáneo del trabajo de parto.

Los tactos vaginales sistemáticos podrían dar lugar a un ligero aumento del dolor en comparación con la ecografía sistemáticos (diferencia de medias -1,29; intervalo de confianza [IC] del 95%: -2,10 a -0,48; un estudio, 83 mujeres, evidencia de certeza baja) (el dolor se midió mediante una escala visual analógica [EVA] en sentido inverso: cero indicaba "el peor dolor", 10 indicaba ningún dolor).

El estudio no evaluó otros desenlaces principales de esta revisión: experiencia positiva del parto; estimulación del trabajo de parto; parto vaginal espontáneo; corioamnionitis; infección neonatal; ingreso en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN).

Tactos vaginales regulares versus tactos rectales regulares para evaluar el progreso del trabajo de parto (un estudio, 307 mujeres y neonatos)

Estudio realizado en Irlanda con mujeres en trabajo de parto a término. La certeza de la evidencia se consideró muy baja.

En comparación con los tactos rectales regulares, los tactos vaginales regulares podrían tener poco o ningún efecto sobre: la estimulación del trabajo de parto (razón de riesgos [RR] 1,03; IC del 95%: 0,63 a 1,68; un estudio, 307 mujeres); y el parto vaginal espontáneo (RR 0,98; IC del 95%: 0,90 a 1,06; un estudio, 307 mujeres).

No se encontraron datos suficientes para evaluar completamente: las infecciones neonatales (RR 0,33; IC del 95%: 0,01 a 8,07; un estudio, 307 neonatos); ni el ingreso en la UCIN (RR 1,32; IC del 95%: 0,47 a 3,73; un estudio, 307 neonatos).

El estudio no evaluó los otros desenlaces principales de esta revisión: experiencia positiva del parto; corioamnionitis; dolor materno.

Tactos vaginales regulares cada cuatro horas versus tactos regulares cada dos horas (un estudio, 150 mujeres y neonatos)

Estudio del Reino Unido en el que participaron mujeres primíparas a término en trabajo de parto. La certeza de la evidencia se consideró muy baja.

En comparación con los tactos vaginales cada dos horas, los tactos vaginales cada cuatro horas podrían tener poco o ningún efecto, con datos compatibles tanto con efectos beneficiosos como perjudiciales, sobre: la estimulación del trabajo de parto (RR 0,97; IC del 95%: 0,60 a 1,57; un estudio, 109 mujeres); y el parto vaginal espontáneo (RR 1,02; IC del 95%: 0,83 a 1,26; un estudio, 150 mujeres).

El estudio no evaluó los otros desenlaces principales de esta revisión: experiencia positiva del parto; corioamnionitis; infección neonatal; ingreso en la UCIN; dolor materno.

Tactos vaginales de rutina versus tactos vaginales según indicación (un estudio, 204 mujeres y neonatos)

Estudio realizado en Malasia con mujeres primíparas a término con inducción del trabajo de parto. La certeza de la evidencia se consideró baja.

En comparación con los tactos vaginales por indicación, los tactos vaginales cada cuatro horas podrían dar lugar a que más mujeres tuvieran una estimulación del trabajo de parto (RR 2,55; IC del 95%: 1,03 a 6,31; un estudio, 204 mujeres).

El efecto podría ser escaso o nulo sobre:

• el parto vaginal espontáneo (RR 1,08; IC del 95%: 0,73 a 1,59; un estudio, 204 mujeres);

• la corioamnionitis (RR 3,06; IC del 95%: 0,13 a 74,21; un estudio, 204 mujeres);

• la infección neonatal (RR 4,08; IC del 95%: 0,46 a 35,87; un estudio, 204 neonatos);

• el ingreso en la UCIN (RR 2,04; IC del 95%: 0,63 a 6,56; dos estudios, 204 neonatos).

El estudio no evaluó los otros desenlaces principales de esta revisión como la experiencia positiva del parto o el dolor materno.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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