Alimentación por sonda pospilórica versus gástrica en pacientes adultos en estado grave

Pregunta de la revisión.

Se revisaron las pruebas sobre los efectos beneficiosos y las complicaciones de insertar una sonda de alimentación al intestino delgado en lugar de colocarla en el estómago para alimentar a adultos en estado grave ingresados en la unidad de cuidados intensivos (UCI).

Antecedentes

Proporcionar apoyo nutricional temprano a los pacientes en la UCI es muy importante. La nutrición se suministra en una presentación líquida especial, que se proporciona a través de una sonda colocada en la boca o la nariz del paciente y que se extiende hasta el estómago (gástrica), o la sonda puede avanzar más distalmente hasta alcanzar el intestino delgado (duodeno o yeyuno), y en este caso se llama sonda de alimentación pospilórica. Se deseaba conocer la seguridad y los efectos beneficiosos potenciales asociados con la alimentación pospilórica, así como las complicaciones potenciales.

Características de los estudios

Se realizaron búsquedas en las bases de datos hasta octubre de 2013 y se identificaron 14 estudios (ensayos controlados aleatorios) con un total de 1109 participantes. Se repitió la búsqueda el 4 de febrero de 2015 y se considerará un estudio de interés cuando se actualice la revisión. Se investigaron los efectos beneficiosos de la alimentación por sonda pospilórica para reducir la tasa de la neumonía, disminuir el número de días que el paciente necesita depender de una máquina respiratoria, aumentar el porcentaje de nutrientes que se le pueden administrar al paciente y reducir el número de muertes. También se investigaron las complicaciones potenciales que pueden ocurrir durante la inserción de la sonda, como la hemorragia gastrointestinal, y las complicaciones que surgen durante el mantenimiento de la sonda, como la necesidad de reemplazar la sonda.

Resultados clave

Se encontró que la alimentación pospilórica pareció reducir la tasa de neumonía y aumentó la cantidad de nutrición administrada al paciente. Su uso no dio lugar a una reducción en los días que el paciente necesitó depender de una máquina respiratoria ni a menos muertes. No hubo retraso en alcanzar la cantidad proyectada de alimentación para un paciente alimentado con una sonda pospilórica. La inserción de una sonda de alimentación pospilórica parece segura y no aumentó la probabilidad de complicaciones.

Calidad de la evidencia

Se encontraron pruebas de calidad moderada de los resultados tasa de neumonía, duración de la dependencia en una máquina respiratoria y tasa de muerte, principalmente por la realización deficiente de los estudios identificados. Con respecto a la cantidad total de nutrientes que se les puede administrar a los pacientes y las complicaciones relacionadas con la inserción y el mantenimiento de la sonda, la calidad de las pruebas se evaluó como baja. Las pruebas del tiempo requerido para alcanzar la cantidad proyectada de alimentación fueron de calidad muy baja, ya que los resultados no fueron similares entre los estudios y problemas con el diseño de los estudios obstaculizaron la evaluación.

Se recomienda utilizar de forma sistemática una sonda de alimentación pospilórica en todos los pacientes de la UCI, cuando este enfoque sea posible.

Conclusiones de los autores: 

Se encontraron pruebas de calidad moderada de una tasa de neumonía asociada con la alimentación pospilórica 30% inferior y pruebas de baja calidad que indicaron un aumento en la cantidad de nutrición administrada a estos participantes. No hay pruebas suficientes que indiquen que otros resultados clínicamente importantes como la duración de la ventilación mecánica, la mortalidad y la duración de la estancia fueran afectados por el sitio de la alimentación por sonda.

Pruebas de baja calidad indican que la inserción de una sonda de alimentación pospilórica parece ser segura y no se asoció con mayores complicaciones en comparación con la inserción de sondas gástricas. La colocación de la sonda pospilórica puede presentar desafíos; el procedimiento es técnicamente difícil, requiere pericia y asistencia radiológica o endoscópica compleja.

Se recomienda que el uso de una sonda de alimentación pospilórica pueda ser el preferido para los pacientes de la UCI en los que sea posible la colocación de la sonda de alimentación pospilórica. Los resultados de esta revisión impiden establecer recomendaciones con respecto al mejor método para colocar la sonda de alimentación pospilórica. Esta decisión está a cargo del médico y se debe basar en las políticas de las instituciones y se debe tomar caso por caso. Se deben evaluar los protocolos y el adiestramiento para su colocación en la cama por los médicos o el personal de enfermería.

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Antecedentes: 

El apoyo nutricional es un componente fundamental de los cuidados intensivos. La desnutrición se ha asociado con resultados deficientes entre los pacientes de las unidades de cuidados intensivos (UCI). Las pruebas indican que en los pacientes con intestino funcional la nutrición debe ser administrada por la vía enteral. Una de las inquietudes principales con respecto al uso de la vía enteral es la reducción de la motilidad gástrica, que es a menudo responsable de la ingesta calórica limitada. Lo anterior también aumenta el riesgo de neumonía por aspiración. La alimentación pospilórica, en la cual los alimentos se administran directamente en el duodeno o el yeyuno, podría resolver estos problemas y proporcionaría efectos beneficiosos adicionales sobre la administración gástrica habitual de los alimentos.

Objetivos: 

Evaluar la efectividad y la seguridad de la alimentación pospilórica versus la alimentación gástrica en adultos en estado grave que requieren alimentación por sonda enteral.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos: Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL; 2013 número 10), MEDLINE (Ovid) (1950 hasta octubre 2013), EMBASE (Ovid) (1980 hasta octubre 2013) y en el Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature (CINAHL) vía EBSCO host (1982 hasta octubre 2013). Se repitió la búsqueda el 4 de febrero de 2015 y se considerará un estudio de interés cuando se actualice la revisión.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorios o cuasialeatorios que compararon alimentación por sonda pospilórica versus gástrica en adultos en estado grave.

Obtención y análisis de los datos: 

Los datos se extrajeron mediante los métodos estándar del Grupo Cochrane de Anestesia y Atención Crítica y de Urgencia (Cochrane Anaesthesia, Critical and Emergency Care Group) y cada revisor de forma separada evaluó la calidad de los ensayos y realizó la extracción de los datos. Se estableció contacto con los autores de los ensayos para solicitar los datos faltantes.

Resultados principales: 

Se agruparon los datos de 1109 participantes de 14 ensayos en un metanálisis. Pruebas de calidad moderada indican que la alimentación pospilórica se asocia con tasas bajas de neumonía en comparación con la alimentación por sonda gástrica (cociente de riesgos [CR] 0,65; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,51 a 0,84). Pruebas de baja calidad muestran un aumento en el porcentaje de nutrientes totales administrados al paciente mediante la alimentación pospilórica (diferencia de medias [DM] 7,8%; IC del 95%: 1,43 a 14,18).

Pruebas de calidad moderada no mostraron diferencias en la duración de la ventilación mecánica o en la mortalidad. La duración de la estancia en la unidad de cuidados intensivos (UCI) fue similar entre los dos grupos. El efecto sobre el tiempo requerido para lograr el objetivo nutricional total fue incierto (DM -1,99 horas; IC del 95%: 10,97 a 6,99) (pruebas de calidad muy baja). No se encontraron pruebas que indicaran un aumento en la tasa de complicaciones durante la inserción o el mantenimiento de la sonda en el grupo pospilórico (CR 0,51; IC del 95%: 0,19 a 1,364; CR 1,63; IC del 95%: 0,93 a 2,86; respectivamente); las pruebas se consideraron de baja calidad para ambos.

El riesgo de sesgo fue generalmente bajo en la mayoría de los estudios, y los revisores expresan su inquietud con respecto a la falta de cegamiento del cuidador en la mayoría de los ensayos.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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