Técnicas sedativas para la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica

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La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) es un procedimiento incómodo en el que se utiliza un endoscopio y radiografías para visualizar los problemas en los conductos biliares y pancreáticos del paciente. Un endoscopio es un dispositivo médico que puede usarse para examinar el interior del cuerpo del paciente y consta de un tubo largo, delgado y flexible de fibras ópticas con una fuente de luz y una cámara de video. Un gran número (más de 100.000) de estos procedimientos se realizan anualmente en todo el mundo.

Los pacientes deben recibir medicación para lograr un nivel adecuado de somnolencia (sedación) o inconsciencia (anestesia) para tolerar el procedimiento de CPRE. Esta medicación puede ser administrada por profesionales sanitarios que pertenecen o no al personal de anestesia, y actualmente existe debate sobre quién debe administrar estos fármacos a los pacientes para los procedimientos de CPRE.

Dos formas comunes de proporcionar sedación para el CPRE son la administración de una combinación de midazolam (agente sedativo) y meperidina (opiáceo similar a la morfina) por vía intravenosa o del fármaco propofol (un agente sedativo-anestésico) a los pacientes. Esta revisión evaluó y comparó la seguridad y la efectividad de las técnicas sedativas en pacientes sometidos a procedimientos de CPRE.

A partir de una búsqueda en la literatura mundial se identificaron sólo cuatro estudios controlados aleatorizados adecuados para su revisión, con un total de 510 pacientes. Estos documentos compararon el uso de midazolam y meperidina con técnicas de sedación con propofol para los pacientes sometidos a procedimientos de CPRE. Todos los tipos de sedación fueron administrados por profesionales que no pertenecían al personal de anestesia.

No hubo diferencias significativas en cuanto a la seguridad entre las técnicas de sedación.No hubo muertes en los ensayos y el número de complicaciones graves, como falta de oxígeno (hipoxemia) y presión arterial baja (hipotensión), fue equivalente en ambas técnicas. No hubo diferencias en la satisfacción del paciente entre los grupos. Sin embargo, la recuperación de los pacientes que recibieron propofol fue significativamente mejor que para los que habían recibido midazolam y meperidina para el procedimiento.

En conclusión, los pacientes sometidos a procedimientos de CPRE bajo sedación con propofol se recuperan más rápido y mejor que los pacientes que reciben sedación con midazolam y meperidina. Este hecho daría lugar a que el propofol sea la opción preferida para estos procedimientos debido a que no hubo diferencias en la seguridad de cualquiera de las técnicas. La investigación adicional debe centrarse en la seguridad de las técnicas sedativas e incluir al personal de anestesia en la administración de la sedación.

Conclusiones de los autores: 

Los resultados de los estudios individuales indicaron que los pacientes presentan un mejor perfil de recuperación después de la sedación con propofol para los procedimientos de CPRE que después de la sedación con midazolam y meperidina. Debido a que no hubo diferencias entre las dos técnicas de sedación con relación a la seguridad, probablemente se prefiere la sedación con propofol para los pacientes sometidos a procedimientos de CPRE. Sin embargo, en todos los estudios identificados la sedación fue administrada sólo por profesionales que no pertenecían al personal de anestesia. Sería útil la realización de investigación adicional sobre la administración de la sedación por parte del personal de anestesia para los procedimientos de CPRE. Esta información aclararía el grado en que el personal de anestesia debe participar en la administración de la sedación con propofol.

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Antecedentes: 

La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) es un procedimiento terapéutico incómodo que no puede realizarse sin sedación o anestesia general adecuadas. Anualmente se realiza un número considerable de CPRE en el Reino Unido (al menos 48.000) y muchas más en todo el mundo.

Objetivos: 

El objetivo primario de la revisión fue evaluar y comparar la eficacia y la seguridad de las técnicas sedativas o anestésicas utilizadas para facilitar el procedimiento de CPRE en pacientes adultos (> 18 años de edad).

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (The Cochrane Library 2010, número 8); MEDLINE (desde 1950 hasta septiembre de 2011); EMBASE (desde 1950 hasta septiembre de 2011); CINAHL, Web of Science y LILACS (todo hasta septiembre de 2011). Se realizaron búsquedas de estudios adicionales extraídos de las listas de referencias de los datos de ensayos recuperados y de artículos de revisión y actas de congresos.

Criterios de selección: 

Se consideraron todos los estudios controlados aleatorios o cuasialeatorios en los que los procedimientos principales realizados fueron las CPRE. Las tres intervenciones que se buscaron fueron (1) sedación consciente (mediante midazolam más opiáceos) versus sedación profunda (mediante propofol); (2) sedación consciente versus anestesia general; y (3) sedación profunda versus anestesia general. Se consideraron todos los estudios independientemente de qué profesional sanitario administró la sedación.

Obtención y análisis de los datos: 

Se examinaron 124 documentos y se identificaron cuatro ensayos aleatorios (con un total de 510 participantes) que compararon el uso de sedación consciente mediante midazolam y meperidina con sedación profunda mediante propofol en pacientes sometidos a procedimientos de CPRE. Todos los tipos de sedación fueron administrados por profesionales que no pertenecían al personal de anestesia. Debido a la heterogeneidad clínica de los estudios se decidió examinar los artículos desde una perspectiva narrativa en contraposición con un metanálisis completo. Las medidas de resultado primarias incluyeron la mortalidad, las complicaciones graves y la imposibilidad de completar el procedimiento debido a problemas relacionados con la sedación. Los resultados secundarios abarcaron la eficacia de la sedación y la recuperación.

Resultados principales: 

No se informó mortalidad inmediata. No hubo diferencias significativas en las complicaciones cardiorrespiratorias graves sufridas por los pacientes en cualquiera de los grupos de sedación. El fracaso en la finalización del procedimiento debido a problemas relacionados con la sedación se informó en un estudio. Tres estudios encontraron una recuperación más rápida y mejor en los pacientes que recibieron propofol para los procedimientos de CPRE. Los protocolos de estudio con respecto al uso de oxígeno suplementario, la administración de líquido intravenoso y la monitorización con capnografía variaron considerablemente. Los estudios mostraron un riesgo moderado o alto de sesgo.