El cáncer de ovario es el sexto cáncer más frecuente y la séptima causa de muerte por cáncer en las mujeres en todo el mundo. Tradicionalmente, muchos pacientes que han sido tratados por cáncer se someten a un seguimiento a largo plazo en un entorno hospitalario ambulatorio. Sin embargo, se ha sugerido que el uso de revisiones rutinarias (chequeos) puede no dar lugar a que las mujeres con cáncer de ovario vivan más tiempo. Se propuso revisar la evidencia de los diferentes tipos de seguimiento de las mujeres que han completado el tratamiento para el tipo más común de cáncer de ovario. Sólo se encontró un estudio aleatorizado, y no encontró que el tratamiento inmediato con quimioterapia para la recaída (identificado por un marcador tumoral - CA125 - análisis de sangre) produjera un beneficio en comparación con el retraso del tratamiento hasta que las mujeres desarrollaran los síntomas. La evidencia limitada sugiere que puede no haber beneficio en la detección temprana de la recurrencia del cáncer de ovario y en el inicio de la quimioterapia antes de que se desarrollen los síntomas. Además, el tratamiento temprano de la recurrencia con quimioterapia puede reducir la calidad de vida en general.
Se necesitan ensayos controlados aleatorizados para comparar los diferentes tipos de seguimiento, y que examinen los resultados de calidad de vida y ansiedad. De haber nuevos tratamientos disponibles para el cáncer de ovario recidivante, puede ser necesario reevaluar los métodos de seguimiento para ver si una intervención temprana mejora la supervivencia.
La evidencia limitada de un solo ensayo indica que la vigilancia habitual con CA125 en pacientes asintomáticas y el tratamiento en el momento de la recurrencia de CA125 no parece ofrecer ventajas de supervivencia en comparación con el tratamiento en caso de recurrencia sintomática. Se necesitan ECA para comparar los diferentes tipos de seguimiento, considerando como resultados la supervivencia, la calidad de vida, el costo y los efectos psicológicos.
El cáncer de ovario es el sexto cáncer más frecuente y la séptima causa de muerte en las mujeres en todo el mundo. Tradicionalmente a muchos pacientes que han sido tratados por cáncer, se les realiza un seguimiento a largo plazo en la atención secundaria. Sin embargo, se ha sugerido que la revisión sistemática puede no ser efectiva para mejorar la supervivencia, la calidad de vida (CdV) o aliviar la ansiedad, o ambas cosas. Además, el seguimiento tradicional puede no ser costo efectivo.
Comparar los efectos beneficiosos potenciales de las diferentes estrategias de seguimiento de las pacientes con cáncer de ovario epitelial después de concluido el tratamiento primario.
Para esta actualización, se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Cáncer Ginecológico (Cochrane Gynaecological Cancer Group), en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL), número 7, 2013, MEDLINE y EMBASE desde noviembre de 2010 hasta julio de 2013. También se realizaron búsquedas en las listas de referencias de los artículos de revisión y se estableció contacto con expertos en el tema.
Todos los ensayos controlados aleatorizados (ECA) relevantes que evaluaron estrategias de seguimiento para mujeres con cáncer de ovario epitelial después de concluido el tratamiento primario.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, resumieron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo.
Los autores de la revisión no identificaron ningún estudio nuevo que fuera elegible para su inclusión en esta actualización de la revisión. La búsqueda para la revisión original identificó sólo un ECA que cumplía con los criterios de inclusión y que incluía a 529 mujeres. Este estudio informó datos sobre el tratamiento inmediato de la recurrencia del cáncer de ovario después de la elevación de los niveles séricos de CA125 versus el retraso del tratamiento hasta que se desarrollen los síntomas. Todas las mujeres participantes tenían confirmación previa de remisión, con una concentración normal de CA125 y sin evidencia radiológica de enfermedad, después de la cirugía y la quimioterapia de primera línea para el cáncer de ovario.
La supervivencia general entre los brazos inmediatos y los retardados no mostró ninguna diferencia después de una mediana de seguimiento de 56,9 meses (cociente de riesgos instantáneos (CRI) 0,98, intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,80 a 1,20; valor de p 0,85). El tiempo desde la asignación al azar hasta el primer deterioro de la puntuación de salud global o la muerte fue más corto en el grupo de tratamiento inmediato que en el grupo de tratamiento tardío (CRI 0,71; IC del 95%: 0,58 a 0,88; valor de P < 0,01). Este ensayo tuvo un bajo riesgo de sesgo.
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