Intervenciones para la prevención de caídas de personas mayores en los centros de salud y hospitales

Pregunta de la revisión
¿Cuál es la efectividad de las intervenciones diseñadas para reducir las caídas en los pacientes mayores en los centros de salud y hospitales?

Antecedentes
Las caídas de pacientes en edad avanzada que se encuentran en centros de cuidado, como los geriátricos, y hospitales son eventos frecuentes que pueden causar pérdida de la independencia, lesiones y a veces la muerte como resultado de la lesión. Por lo tanto, son importantes intervenciones efectivas para prevenir las caídas. Se usan diversos tipos de intervenciones. Éstas incluyen ejercicio, medicación como suplementos de vitamina D y la revisión de los fármacos que los pacientes están tomando; tecnología de asistencia o del entorno , como alarmas en la cama o silla o el uso de camas especiales (muy bajas, "low/low"), las intervenciones del entorno social dirigidas al personal y cambios en el sistema institucional, y las intervenciones de conocimiento. Un tipo especial de intervención es la intervención multifactorial, en que la selección de intervenciones únicas, como el ejercicio y los suplementos de vitamina D, se basa en una evaluación de los factores de riesgo de caídas en el paciente. Las caídas se informan de dos maneras en esta revisión. Un resultado es la tasa de caídas (número de caídas). El otro resultado es el riesgo de caídas (número de personas que sufrieron una o más caídas).

Fecha de la búsqueda

Se realizaron búsquedas en la literatura de atención médica de los informes de ensayos controlados aleatorios relevantes para esta revisión hasta agosto de 2017.

Características de los estudios
Esta revisión incluyó 95 ensayos controlados aleatorios con 138 164 participantes. 71 ensayos (40 374 participantes) se encontraban en centros de salud y 24 (97 790 participantes) en hospitales. En promedio, los participantes tenían 84 años en los centros de salud y 78 años en los hospitales. En los centros de salud, el 75% eran mujeres y en los hospitales, el 52% eran mujeres.

Calidad de la evidencia
El riesgo de sesgo fue alto en la mayoría de los ensayos, sobre todo en relación con la falta de cegamiento. Con pocas excepciones, la calidad de la evidencia para las intervenciones individuales en cualquiera de los dos ámbitos se calificó, por lo general, como baja o muy baja. Por lo general, el riesgo de fracturas y eventos adversos fue informado de manera deficiente y, cuando se informó, la evidencia fue de muy baja calidad, lo que indica que no hay seguridad acerca de las estimaciones.

Resultados clave

Había evidencia, a menudo de estudios únicos, de una amplia variedad de intervenciones usadas para prevenir las caídas en ambos ámbitos. Sin embargo, a continuación se resumen sólo los resultados de caídas para cuatro intervenciones clave en los centros de salud y tres intervenciones clave en los hospitales.

Centros de salud
No hay seguridad acerca del efecto del ejercicio sobre la tasa de caídas (evidencia de muy baja calidad) y puede implicar poco o ningún cambio en el riesgo de caídas (evidencia de baja calidad).
La revisión general de la medicación puede lograr poco o ningún cambio en la tasa de caídas (evidencia de calidad baja) o el riesgo de caídas (evidencia de baja calidad).
La prescripción de vitamina D probablemente reduce la tasa de caídas (evidencia de calidad moderada) aunque quizás implique poco o ningún cambio en el riesgo de caídas (evidencia de calidad moderada). La población incluida en estos estudios pareció tener bajos niveles de vitamina D.
No hay seguridad con respecto al efecto de las intervenciones multifactoriales sobre la tasa de caídas (evidencia de muy baja calidad). Éstas pueden lograr poco o ningún cambio en el riesgo de caídas (evidencia de baja calidad).

Hospitales
No hay seguridad sobre si la fisioterapia específica para la reducción de las caídas además de la rehabilitación habitual en la sala tiene un efecto sobre la tasa de caídas o reduce el riesgo de caídas (evidencia de muy baja calidad).
No hay seguridad sobre el efecto de las alarmas en la cama sobre la tasa o el riesgo de caídas (evidencia de muy baja calidad).
Las intervenciones multifactoriales pueden reducir la tasa de caídas, aunque este hecho es más probable en un geriátrico o en un centro de rehabilitación (evidencia de baja calidad). No hay seguridad acerca del efecto de estas intervenciones sobre el riesgo de caídas.

Conclusiones de los autores: 

En los centros de salud: no hay seguridad acerca del efecto del ejercicio sobre la tasa de caídas y puede implicar poco o ningún cambio en el riesgo de caídas. La revisión general de la medicación puede lograr poco o ningún cambio en la tasa o el riesgo de caídas. Los suplementos de vitamina D probablemente reducen la tasa de caídas pero no el riesgo de caídas. No hay seguridad con respecto al efecto de las intervenciones multifactoriales sobre la tasa de caídas; éstas pueden lograr poco o ningún cambio en el riesgo de caídas.

En los hospitales: no hay seguridad sobre el efecto de la fisioterapia adicional sobre la tasa de caídas o si reduce el riesgo de caídas. No hay seguridad sobre el efecto de proporcionar alarmas con sensores de la cama en la tasa de caídas ni el riesgo de caídas. Las intervenciones multifactoriales pueden reducir la tasa de caídas, aunque el análisis de subgrupos indica que este hecho puede aplicarse sobre todo a un ámbito subagudo; no hay seguridad acerca del efecto de estas intervenciones sobre el riesgo de caídas.

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Antecedentes: 

Las caídas en centros de salud y hospitales son eventos frecuentes que causan morbilidad y mortalidad considerables en pacientes en edad avanzada. Ésta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2010 y actualizada en 2012.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de las intervenciones diseñadas para reducir la incidencia de caídas en personas de edad avanzada en centros de atención y hospitales.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Lesiones Óseas, Articulares y Musculares (Cochrane Bone, Joint and Muscle Trauma Group) (agosto 2017); Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (2017, número 8); y en MEDLINE, Embase, CINAHL y en registros de ensayos hasta agosto 2017.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorios de intervenciones para reducir las caídas en pacientes en edad avanzada que se encuentran en geriátricos o centros de cuidado u hospitales.

Obtención y análisis de los datos: 

Un revisor cribó los resúmenes; dos revisores cribaron los artículos de texto completo para la inclusión. Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los estudios, evaluaron el riesgo de sesgo y extrajeron los datos. Se calcularon los cocientes de tasas (CT) con intervalos de confianza del 95% (IC) para la tasa de caídas y los cocientes de riesgo (CR) y los IC del 95% para los resultados como el riesgo de caídas (número de personas que sufrieron caídas). Los resultados se agruparon cuando fue necesario. Se utilizaron los criterios GRADE para evaluar la calidad de la evidencia.

Resultados principales: 

35 nuevos ensayos (77 869 participantes) se incluyeron en esta actualización. En general, se incluyeron 95 ensayos (138 164 participantes), 71 (40 374 participantes; media de edad 84 años; 75% mujeres) en los centros de salud y 24 (97 790 participantes; media de edad 78 años; 52% mujeres) en los hospitales. El riesgo de sesgo fue alto en la mayoría de los ensayos, en uno o más dominios, sobre todo en relación con la falta de cegamiento. Con pocas excepciones, la calidad de la evidencia para las intervenciones individuales en cualquiera de los dos ámbitos se calificó, por lo general, como baja o muy baja. Por lo general, el riesgo de fracturas y eventos adversos fue informado de manera deficiente y, cuando se informó, la evidencia fue de muy baja calidad, lo que indica que no hay seguridad acerca de las estimaciones. Sólo se informan en la presente los resultados de caídas para las comparaciones principales.

Centros de salud

17 ensayos compararon el ejercicio con el control (típicamente la atención habitual sola). No hay seguridad sobre el efecto del ejercicio en la tasa de caídas (CT 0,93; IC del 95%: 0,72 a 1,20; 2002 participantes, diez estudios; I² = 76%; evidencia de muy baja calidad). El ejercicio puede resultar en poco o ningún cambio en el riesgo de caídas (CR 1,02; IC del 95%: 0,88 a 1,18; 2090 participantes, diez estudios; I² = 23%; evidencia de baja calidad).

Hay evidencia de baja calidad de que la revisión general de la medicación (analizada en 12 ensayos) puede lograr poco o ningún cambio en la tasa de caídas (CT 0,93; IC del 95%: 0,64 a 1,35; 2409 participantes, seis estudios; I² = 93%) o el riesgo de caídas (CR 0,93; IC del 95%: 0,80 a 1,09; 5139 participantes, seis estudios; I² = 48%).

Hay evidencia de calidad moderada de que los suplementos de vitamina D (4512 participantes, cuatro estudios) probablemente reducen la tasa de caídas (CT 0,72; IC del 95%: 0,55 a 0,95; I² = 62%), pero quizás logren poco o ningún cambio en el riesgo de caídas (CR 0,92; IC del 95%: 0,76 a 1,12; I² = 42%). La población incluida en estos estudios tenía bajos niveles de vitamina D.

Las intervenciones multifactoriales se analizaron en 13 ensayos. No hay seguridad sobre el efecto de las intervenciones multifactoriales en la tasa de caídas (CT 0,88; IC del 95%: 0,66 a 1,18; 3439 participantes, diez estudios; I² = 84%; evidencia de muy baja calidad). Pueden llevar a poco o ningún cambio en el riesgo de caídas (CR 0,92; IC del 95%: 0,81 a 1,05; 3153 participantes, nueve estudios; I² = 42%; evidencia de baja calidad).

Hospitales

Tres ensayos analizaron el efecto de la fisioterapia adicional (ejercicios supervisados) en las salas de rehabilitación (ámbito subagudo). La evidencia de muy baja calidad significa que no hay seguridad sobre el efecto de la fisioterapia adicional en la tasa de caídas (CT 0,59; IC del 95%: 0,26 a 1,34; 215 participantes, dos estudios; I² = 0%), ni si reduce el riesgo de caídas (CR 0,36; IC del 95%: 0,14 a 0,93; 83 participantes, dos estudios; I² = 0%).

No hay seguridad acerca de los efectos de las alarmas con sensores en la silla y la cama de los hospitales, estudiados en dos ensayos (28 649 participantes), en la tasa de caídas (CT 0,60; IC del 95%: 0,27 a 1,34; I² = 0%; evidencia de muy baja calidad) ni el riesgo de caídas (CR 0,93; IC del 95%: 0,38 a 2,24; I² = 0%; evidencia de muy baja calidad).

Las intervenciones multifactoriales en los hospitales pueden reducir la tasa de caídas en los hospitales (CT 0,80; IC del 95%: 0,64 a 1,01; 44 664 participantes, cinco estudios; I² = 52%). Un análisis de subgrupos por ámbito indica que la reducción puede ser más probable en un ámbito subagudo (CT 0,67; IC del 95%: 0,54 a 0,83; 3747 participantes, dos estudios; I² = 0%; evidencia de baja calidad). No hay seguridad en cuanto al efecto de las intervenciones multifactoriales sobre el riesgo de caídas (CR 0,82; IC del 95%: 0,62 a 1,09; 39 889 participantes; tres estudios; I² = 0%; evidencia de muy baja calidad).

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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