Intervenciones terapéuticas y sociales para los trastornos de conversión y disociativos

El objetivo de esta revisión es proporcionar una mejor comprensión de lo que es una intervención (tratamiento) efectiva y útil para las personas con trastornos de conversión y trastornos disociativos. Las intervenciones analizadas no son médicas, sino que se refieren a terapia o intervenciones sociales.

Antecedentes

Los trastornos de conversión y disociación son enfermedades en las que las personas experimentan síntomas neurológicos inusuales (relacionados con los nervios y el sistema nervioso) o cambios en la consciencia o la identidad. Las enfermedades neurológicas u otras enfermedades médicas no pueden explicar estos signos clínicos. A menudo, existe un factor estresante o un trauma psicológico (que afecta o surge en la mente). Los síntomas son reales y pueden causar angustia o problemas de funcionamiento en la vida cotidiana de las personas que los experimentan.

Esta revisión busca ayudar a estos pacientes, así como a los médicos, a los responsables políticos y a los servicios de atención sanitaria que trabajan con estos trastornos.

Pregunta de la revisión

¿Qué evidencia hay de la intervención psicosocial (en relación con los factores sociales y el pensamiento y el comportamiento individuales) para los trastornos de conversión y disociativos?

Fecha de la búsqueda

Se realizaron búsquedas en las bases de datos médicas entre el 16 de julio y el 16 de agosto de 2019.

Resultados de la búsqueda

Se leyeron 3048 resúmenes de artículos, lo que dio como resultado 17 estudios que cumplieron con los criterios para las enfermedades, los grupos de pacientes, las intervenciones y los tipos de estudios que son el foco de esta revisión.

Los 17 estudios tuvieron 894 participantes, y cada uno de ellos era relativamente pequeño.

Se están realizando más estudios, y se incluirán en las actualizaciones de esta revisión.

Características de los estudios

Los estudios se realizaron en nueve países diferentes de todo el mundo, con adultos de 18 a 80 años de edad, a los que se les diagnosticó trastorno de conversión o disociativo durante cualquier período de tiempo. Algunos estudios se realizaron en contextos psiquiátricos o neurológicos. Algunos incluían a pacientes que ya estaban en el hospital, otros incluían a pacientes que acudían a centros de atención ambulatoria.

Todas las intervenciones eran psicosociales, lo que significa que se centraban en intervenciones psicológicas o sociales como la terapia, la hipnosis o simplemente educar a las personas sobre la enfermedad. El número de sesiones varió.

Todos los estudios incluidos compararon la intervención con un grupo control para ver si las intervenciones lograban alguna diferencia. Los grupos de control recibieron una intervención psicosocial diferente, medicación o la atención que normalmente recibirían los pacientes si tuvieran la misma enfermedad pero no formaran parte de un estudio de investigación.

El desenlace primario que se buscó fue una reducción de los signos físicos.

Resultados clave

Se investigó el efecto de diferentes tipos de intervenciones psicosociales, que van desde la hipnosis hasta la terapia conductual. Ninguno de los estudios se realizó con un estándar lo suficientemente alto como para poder decir algo concluyente sobre la evidencia de los resultados.

Se observó una reducción de los signos físicos al final del tratamiento con tres intervenciones.

La hipnosis redujo la gravedad del deterioro en comparación con los pacientes en lista de espera para recibir tratamiento; la terapia conductual, administrada además de la atención habitual a los pacientes hospitalizados, redujo el número de convulsiones semanales (ataques) y la gravedad de los síntomas en comparación con los pacientes que recibieron sólo atención habitual; y la psicoterapia precedida de entrevistas motivacionales (una terapia de conversación que trata de alejar a una persona de un estado de indecisión o incertidumbre y llevarla a la positividad) en comparación con la psicoterapia sola, redujo la frecuencia de las convulsiones.

Calidad de la evidencia

La mayoría de los estudios incluidos tenía defectos metodológicos y la calidad de la evidencia utilizada para evaluar la efectividad de los diferentes tratamientos se consideró baja o muy baja. Debido a esta evidencia de baja calidad, no se puede decir cuán fiables son los resultados.

Conclusión

Los resultados del metanálisis y la presentación de informes de estudios individuales indican que no hay evidencia de los efectos de ninguna intervención psicosocial para los trastornos de conversión y disociación en los adultos. Por consiguiente, no es posible extraer ninguna conclusión sobre los posibles efectos beneficiosos o perjudiciales de los estudios incluidos.

Sin embargo, la revisión muestra que es posible investigar en esta área.

Conclusiones de los autores: 

Los resultados del metanálisis y la presentación de informes de estudios individuales indican que no hay evidencia de efectos de ninguna intervención psicosocial para los trastornos de conversión y disociación en los adultos. No es posible extraer ninguna conclusión sobre los posibles efectos beneficiosos y perjudiciales de los estudios incluidos.

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Antecedentes: 

Los trastornos de conversión y disociación son enfermedades en las que los pacientes experimentan síntomas neurológicos inusuales o cambios de consciencia o identidad. Sin embargo, los síntomas y signos clínicos no pueden explicarse por una enfermedad neurológica u otra afección médica, sino que a menudo se presenta un factor estresante o trauma psicológico. Los síntomas son reales y pueden causar una gran angustia o problemas de funcionamiento en la vida diaria para las personas que los experimentan.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de las intervenciones psicosociales para los trastornos de conversión y disociación en los adultos.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en las bases de datos entre el 16 de julio y el 16 de agosto de 2019. Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL), MEDLINE, Embase y en otras ocho bases de datos, junto con la verificación de referencias, la búsqueda de citas y el contacto con los autores de los estudios para identificar estudios adicionales.

Criterios de selección: 

Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados que compararon las intervenciones psicosociales para los trastornos de conversión y disociación con la atención estándar, la lista de espera u otras intervenciones (farmacéuticas, somáticas o psicosociales).

Obtención y análisis de los datos: 

Se seleccionaron, se evaluó la calidad y se extrajeron los datos de los estudios identificados. Dos autores de la revisión realizaron todas las tareas de forma independiente. Se utilizó la metodología Cochrane estándar. Para los datos continuos, se calcularon las diferencias de medias (DM) y las diferencias de medias estandarizadas (DME) con un intervalo de confianza (IC) del 95%. Para los desenlaces dicotómicos, se calculó el riesgo relativo (RR) con un IC del 95%. Se evaluó y disminuyó la evidencia según el sistema GRADE para el riesgo de sesgo, imprecisión, falta de direccionalidad, inconsistencia y sesgo de publicación.

Resultados principales: 

Se incluyeron 17 estudios (16 con diseños de grupos paralelos y uno con un diseño cruzado (cross-over)), con 894 participantes de 18 a 80 años de edad (proporción mujer:hombre 3:1).

Los datos se separaron en 12 comparaciones basadas en las diferentes intervenciones y comparadores. Los estudios se agruparon en la misma comparación cuando se evaluaron intervenciones y comparaciones idénticas. La certeza de la evidencia se redujo como consecuencia del posible riesgo de sesgo, ya que muchos de los estudios tenían una ocultación de la asignación poco clara o inadecuada. Debido a la imprecisión, el escaso número de participantes y la falta de coherencia, se volvió a degradar la certeza de la evidencia.

Hubo 12 comparaciones para el desenlace primario de reducción de los signos físicos.

Terapia hospitalaria de intención paradójica comparada con diazepam ambulatorio: la terapia hospitalaria de intención paradójica no redujo los síntomas de conversión en comparación con el diazepam ambulatorio al final del tratamiento (RR 1,44; IC del 95%: 0,91 a 2,28; un estudio, 30 participantes; p = 0,12; evidencia de calidad muy baja).

Programa de terapia hospitalaria más hipnosis en comparación con el programa de terapia hospitalaria: el programa de terapia hospitalaria más hipnosis no redujo la gravedad del deterioro en comparación con el programa de terapia hospitalaria al final del tratamiento (DM -0,49 (valor negativo mejor), IC del 95%: -1,28 a 0,30; un estudio, 45 participantes; p = 0,23; evidencia de muy baja calidad).

Hipnosis ambulatoria comparada con lista de espera: la hipnosis ambulatoria podría reducir la gravedad del deterioro en comparación con la lista de espera al final del tratamiento (DM 2,10 (valor más alto, mejor), IC del 95%: 1,34 a 2,86; un estudio, 49 participantes; p < 0,00001; evidencia de calidad baja).

Terapia conductual más atención clínica habitual en comparación con la atención clínica habitual: la terapia conductual más la atención clínica habitual podrían reducir el número de convulsiones semanales en comparación con la atención clínica habitual sola al final del tratamiento (DM -21,40 (valor negativo, mejor), IC del 95%: -27,88 a -14,92; un estudio, 18 participantes; p < 0,00001; evidencia de calidad muy baja).

Terapia cognitivo-conductual (TCC) en comparación con la atención médica estándar: La TCC no redujo la frecuencia mensual de las convulsiones en comparación con la atención médica estándar al final del tratamiento (RR 1,56; IC del 95%: 0,39 a 6,19; un estudio, 16 participantes; P = 0,53; evidencia de calidad muy baja). La TCC no redujo los signos físicos en comparación con la atención médica estándar al final del tratamiento (DM -4,75 (valor negativo, mejor), IC del 95%: -18,73 a 9,23; un estudio, 61 participantes; p = 0,51; evidencia de calidad baja). La TCC no redujo los periodos sin convulsiones en comparación con la atención médica estándar al final del tratamiento (RR 2,33; IC del 95%: 0,30 a 17,88; un ensayo, 16 participantes; p = 0,41; evidencia de calidad muy baja).

Programas de seguimiento psicoeducativo comparados con el tratamiento habitual (TH): ningún estudio midió la reducción de los signos físicos al final del tratamiento.

Programa de fisioterapia especializada basado en la TCC para pacientes hospitalizados comparado con la lista de espera: ningún estudio midió la reducción de los signos físicos al final del tratamiento.

Intervención ambulatoria de fisioterapia especializada basada en TCC comparada con TH: ningún estudio midió la reducción de los signos físicos al final del tratamiento.

Intervención psicoterapéutica breve (enfoque de tratamiento interpersonal psicodinámico) en comparación con la atención estándar: las intervenciones psicoterapéuticas breves no redujeron los síntomas de conversión en comparación con la atención estándar al final del tratamiento (RR 0,12; IC del 95%: 0,01 a 2,00; un estudio, 19 participantes; p = 0,14; evidencia de calidad muy baja).

TCC más actividad física complementaria (AFC) en comparación con la TCC sola: TCC más AFC no redujeron los impactos físicos generales en comparación con la TCC sola al final del tratamiento (DM 5,60 (valor negativo mejor), IC del 95%: -15,48 a 26,68; un estudio, 21 participantes; p = 0,60; evidencia de calidad muy baja).

Hipnosis en comparación con diazepam: la hipnosis no redujo los síntomas en comparación con el diazepam al final del tratamiento (RR 0,69; IC del 95%: 0,39 a 1,24; un estudio, 40 participantes; p = 0,22; evidencia de calidad muy baja).

Entrevistas motivacionales (EM) ambulatorias y psicoterapia basada en la atención plena (mindfulness) en comparación con la psicoterapia sola: la psicoterapia precedida de EM podría disminuir la frecuencia de las convulsiones en comparación con la psicoterapia sola al final del tratamiento (DM 41,40 (valor negativo, mejor), IC del 95%: 4,92 a 77,88; un estudio, 54 participantes; p = 0,03; evidencia de calidad muy baja).

Se informó del efecto sobre los desenlaces secundarios en 16/17 estudios. Ninguno de los estudios informó de resultados sobre los efectos adversos. En los estudios que informaron del nivel de funcionamiento y la calidad de vida al final del tratamiento, los efectos oscilaron entre pequeños y nulos.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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