Ayuno preoperatorio para prevenir las complicaciones perioperatorias en adultos

La anestesia general reduce los reflejos que impiden que los jugos gástricos regurgitados lleguen a los pulmones. Como lo anterior puede ser peligroso, generalmente a las personas se les recomienda que no coman ni beban nada desde la medianoche previa a la cirugía. Sin embargo, la revisión de los ensayos encontró que beber líquidos claros hasta unas pocas horas antes de la cirugía no aumentó el riesgo de regurgitación durante o después de la cirugía. Se considera que algunas personas tienen mayores probabilidades de regurgitar bajo el efecto de los anestésicos, incluidas las embarazadas, las personas mayores, con obesidad o que presentan trastornos estomacales. Es necesario realizar más investigaciones para determinar si estas personas también pueden ingerir líquidos hasta unas pocas horas antes de la cirugía sin correr riesgos.

Conclusiones de los autores: 

No hubo evidencia que indicara que un breve ayuno líquido aumente el riesgo de aspiración, regurgitación o morbilidad relacionada en comparación con la política de ayuno habitual de "nada por la boca desde la medianoche". Permitir que los pacientes bebieran agua antes de la cirugía dio lugar a volúmenes gástricos significativamente inferiores. Se recomienda alentar a los médicos a evaluar esta evidencia por sí mismos y, cuando sea necesario, modificar las políticas de ayuno normal que se utilizan (nada por la boca desde la medianoche) en los pacientes que no se consideren "en riesgo" durante la anestesia.

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Antecedentes: 

El ayuno antes de la anestesia general intenta reducir el volumen y la acidez del contenido estomacal durante la cirugía, al mismo tiempo que reduce el riesgo de regurgitación/aspiración. Las guías recientes recomiendan un cambio de actitud en la política del ayuno desde el enfoque habitual "nada por la boca desde la medianoche" hasta políticas más flexibles que permiten un período de ingesta restringida de líquidos hasta algunas horas antes de la cirugía. Sin embargo, la evidencia que sustenta estas guías está dispersa a través de múltiples revistas en una variedad de idiomas, o utiliza una variedad de medidas de desenlace y metodologías para evaluar los regímenes de ayuno que diferían en la duración, el tipo y el volumen de la ingesta permitida durante un período de ayuno restringido. El cambio en la práctica ha sido lento.

Objetivos: 

Revisar de forma sistemática el efecto de diferentes regímenes de ayuno preoperatorios (duración, tipo y volumen de ingesta permitida) sobre las complicaciones perioperatorias y el bienestar del paciente (incluyendo aspiración, regurgitación y morbilidad relacionada, sed, hambre, dolor, náusea, vómitos, ansiedad) en diferentes poblaciones adultas.

Métodos de búsqueda: 

En agosto de 2003 se realizaron búsquedas de estudios de ayuno preoperatorio en bases de datos electrónicas, actas de congresos y listas de referencia de los artículos pertinentes, y se consultó a expertos en el área.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados que compararon el efecto sobre las complicaciones postoperatorias de diferentes regímenes de ayuno preoperatorio en adultos.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los detalles de los estudios elegibles y, cuando la información pertinente no estaba disponible en los textos, se hicieron intentos para establecer contacto con los autores.

Resultados principales: 

Se identificaron 38 comparaciones controladas aleatorizadas (realizadas en 22 ensayos). La mayoría se basaron en participantes adultos "sanos" que no se consideraron con mayor riesgo de regurgitación o aspiración durante la anestesia. Pocos ensayos informaron sobre la incidencia de aspiración/regurgitación o la morbilidad relacionada, sino que se basaron en medidas indirectas de la seguridad del paciente, es decir, el volumen gástrico y el pH intraoperatorios. No hubo evidencia de que el volumen o el pH del contenido gástrico de los participantes se diferenciara significativamente entre los grupos a los que se les permitió un breve ayuno líquido preoperatorio y los que siguieron un ayuno normal. Los líquidos evaluados incluyeron agua, café, jugo de fruta, líquidos claros y otras bebidas (p.ej., bebida isotónica, bebida carbonatada). Se encontró que los participantes que ingirieron agua de forma preoperatoria tuvieron un volumen significativamente inferior de contenido gástrico con respecto a los grupos que siguieron un régimen de ayuno normal. Esta diferencia fue moderada y clínicamente no significativa. No hubo indicación de que el volumen de líquido permitido durante el período preoperatorio (es decir, bajo o alto) diera lugar a una diferencia en los resultados de los participantes que siguieron un ayuno normal. Pocos ensayos investigaron de forma específica el régimen de ayuno preoperatorio entre poblaciones de pacientes que se consideran con mayor riesgo de regurgitación/aspiración durante la anestesia y morbilidad relacionada.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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