Intervenciones en caso de sospecha de placenta previa

Hay poca evidencia sobre la mejor atención de la placenta previa, aunque la colocación de un punto de sutura en el cuello del útero durante el embarazo podría reducir el parto prematuro asociado.

La placenta previa es cuando la placenta se implanta en el lado opuesto del fondo del útero. Esto significa que se sitúa total o parcialmente en el cuello uterino (abertura del útero). La placenta previa puede causar una pérdida de sangre potencialmente mortal. Existen diferentes formas de diagnosticar la placenta previa y varias opciones de atención al parto. Sin embargo, sólo hay ensayos sobre el cerclaje cervical ("coser" el cuello del útero), y los efectos de la hospitalización. La revisión encontró que el cerclaje cervical podría reducir los partos muy prematuros, aunque la evidencia no fue sólida. Hay poca evidencia de las ventajas o desventajas de la hospitalización.

Conclusiones de los autores: 

Los datos de los ensayos no son suficientes para recomendar cualquier cambio en la práctica clínica. No obstante, los datos disponibles deberían fomentar la realización de nuevos trabajos para abordar la seguridad de las políticas de hospitalización más conservadoras para las mujeres con sospecha de placenta previa, y el posible valor de la inserción de una sutura cervical.

[Nota: Las seis citas en la sección "En espera de clasificación" de la revisión podrían modificar las conclusiones de la revisión una vez evaluadas.]

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Antecedentes: 

Debido a que la placenta previa se implanta en un sitio inusualmente bajo en el útero, puede causar hemorragia previa al parto importante y repetida. La política tradicional de atención a las mujeres con placenta previa sintomática incluye la estancia prolongada en el hospital y el parto por cesárea.

Objetivos: 

Evaluar el impacto de cualquier intervención clínica aplicada específicamente debido a la probabilidad percibida de que una embarazada pueda tener placenta previa.

Métodos de búsqueda: 

Se realizó una búsqueda electrónica exhaustiva para identificar la literatura relevante. Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (agosto de 2002) y en el Registro Cochrane de ensayos controlados (Cochrane Controlled Trials Register) (La Biblioteca Cochrane, número 2, 2002). La búsqueda en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto se actualizó hasta el 1 de octubre de 2009 y los resultados se agregaron a la sección "En espera de clasificación".

Criterios de selección: 

Cualquier ensayo clínico controlado que haya evaluado el impacto de una intervención en mujeres a las que se les ha diagnosticado, o es probable que tengan, placenta previa.

Obtención y análisis de los datos: 

El autor extrajo los datos sin cegamiento y sin tener en cuenta los resultados.

Resultados principales: 

Se incluyeron tres ensayos con un total de 114 mujeres. Ambas intervenciones probadas (domicilio versus hospitalización y cerclaje cervical versus ningún cerclaje) se asociaron con una reducción de la duración de la estancia hospitalaria prenatal: diferencia de medias ponderada (DMP) -18,50 días (intervalo de confianza [IC] del 95%: -26,83 a -10,17) y -4,80 días (IC del 95%: -6,37 a -3,23), respectivamente. Por lo demás, hubo poca evidencia de que hubiera una ventaja o desventaja clara en la política de atención domiciliaria versus hospitalaria. La única mujer que tuvo una hemorragia lo suficientemente grave como para requerir una transfusión inmediata y el parto estaba en el grupo de atención domiciliaria. El cerclaje cervical podría reducir el riesgo de parto antes de las 34 semanas: riesgo relativo (RR) 0,45 (IC del 95%: 0,23 a 0,87), o el parto de un recién nacido que pese menos de dos kilos RR 0,34 (0,14 a 0,83) o que tenga una puntuación de Apgar baja a los cinco minutos RR 0,19 (0,04 a 1,00). En general, estos posibles efectos beneficiosos fueron más evidentes en el ensayo de menor calidad metodológica.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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