En muchos entornos donde el acceso a la atención médica es limitado, los gobiernos buscan formas efectivas y eficientes de brindar los servicios de salud habituales. Para ayudar con esto, el Grupo Cochrane para una Práctica y organización sanitarias efectivas  está produciendo una serie de revisiones sobre el traspaso de la prestación de la atención a profesionales sanitarios con niveles más bajos de capacitación. En agosto de 2021, se publicó una actualización de la Revisión Cochrane de 2013 sobre los efectos de involucrar a los trabajadores comunitarios de primer nivel para ayudar a las personas con trastornos de salud mental o malestar psicológico en países de ingresos bajos y medios y en este podcast se habla sobre sus hallazgos.

Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Josefina Bendersky del Centro Cochrane Iberoamericano.

Muchas personas con trastornos de salud mental en países de ingresos bajos y medios no reciben la atención que necesitan debido a los desafíos para acceder a servicios especializados de salud mental y al estigma. Una posible solución es ofrecer servicios proporcionados por trabajadores de primer nivel, como médicos y enfermeros generales, trabajadores de salud laicos o comunitarios, voluntarios de la comunidad y miembros de la comunidad que no son médicos, como maestros. Estos trabajadores de primer nivel pueden desempeñar funciones clave para abordar las brechas en la prestación de servicios de salud mental y esta revisión reúne toda la evidencia relevante.
Es una revisión extensa, con 95 ensayos aleatorizados de 30 países de ingresos bajos y medios. Los estudios se realizaron en entornos rurales, urbanos y en campamentos de refugiados; e involucraron a profesionales no médicos, como maestros, y profesionales de la salud no especializados, como médicos generales, trabajadores de la salud legos y enfermeros que brindan tratamientos de salud mental para una amplia variedad de problemas de salud mental. Estos problemas incluyen la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, la depresión posparto y el consumo de alcohol o sustancias.
En general, se encontró que cuando los trabajadores de primer nivel reciben la capacitación adecuada en salud mental, pueden ayudar a las personas que viven con diferentes problemas de salud mental en comparación con las personas que no reciben atención o reciben atención de trabajadores de primer nivel con una formación mínima o ninguna formación en salud mental. Sin embargo, la evidencia fue de certeza muy baja para muchos de los hallazgos, y muy pocos estudios evaluaron los resultados más de 6 meses después de la intervención, informaron sobre los efectos de este cambio de tareas sobre el uso de la atención médica o los eventos adversos, o proporcionaron datos necesarios para realizar análisis sólidos de coste-efectividad.
A través de los diferentes tipos de participantes en la investigación, se encontró que la atención de los trabajadores de primer nivel puede aumentar el número de adultos que se recuperan de la depresión o la ansiedad y mejorar la calidad de vida. Esta atención también puede reducir las tasas de derivación a especialistas en salud mental.
En las mujeres con depresión perinatal, se encontró que la atención brindada por trabajadores de la salud legos probablemente reduce levemente los síntomas de depresión, puede aumentar la recuperación y mejora ligeramente el funcionamiento cotidiano de las personas.
En el caso de los adultos con problemas de consumo de alcohol o sustancias, se encontró que la atención brindada por trabajadores de primer nivel probablemente reduce levemente el riesgo de consumo nocivo o peligroso, pero no está claro el efecto sobre la recuperación del consumo nocivo o peligroso del alcohol ni si esta atención mejora el funcionamiento cotidiano o la calidad de vida.
En los adultos con trastornos mentales graves como la esquizofrenia, se encontró que la atención brindada por un trabajador de la salud no especializado puede tener poco o ningún efecto sobre la carga del cuidador en comparación con la atención de los especialistas en salud mental y que los tratamientos de los profesionales sanitarios de primer nivel solos o en colaboración con los especialistas de salud mental pueden mejorar el funcionamiento cotidiano de este grupo de personas, en comparación con los tratamientos realizados solamente por especialistas en salud mental.
Finalmente, en el caso de las personas en entornos humanitarios con estrés postraumático o depresión y ansiedad, se encontró que la atención de los trabajadores sanitarios no profesionales, maestros y trabajadores sociales tuvo poco o ningún efecto sobre los síntomas depresivos o postraumáticos o sobre el funcionamiento cotidiano en los niños, pero no se encontró que las intervenciones fueran perjudiciales o que tuvieran efectos adversos. En los adultos, se encontró que la atención de los trabajadores de primer nivel probablemente mejora levemente la calidad de vida, puede reducir ligeramente los síntomas de depresión y también puede ayudar a reducir la cantidad de personas con síntomas de estrés postraumático.

Si desea acceder a la versión completa de la revisión, está disponible gratis en línea. Simplemente vaya a la Biblioteca Cochrane y busque 'trabajador de nivel primario y salud mental' para ver el enlace.