¿Cuáles son los beneficios y los riesgos de distintos cambios en la alimentación o el estilo de vida para la enfermedad de Ménière?

Mensajes clave

Debido a la falta de pruebas sólidas, no está claro si los cambios en el estilo de vida o la alimentación utilizados para tratar la enfermedad de Ménière mejoran los síntomas de las personas, a pesar de su uso habitual en la práctica clínica. Tampoco se sabe si existen riesgos asociados a estas intervenciones.

Se necesitan estudios más amplios y bien realizados para determinar si algún cambio en el estilo de vida o la alimentación podría ser eficaz y evaluar si tienen efectos perjudiciales.

También hay que seguir trabajando para averiguar cuál es la mejor forma de medir los síntomas de las personas con enfermedad de Ménière, con el fin de evaluar si los tratamientos son beneficiosos o no. Esto debería incluir el desarrollo de un "conjunto básico de desenlaces" (una lista de cosas que deberían medirse en todos los estudios sobre la enfermedad de Ménière).

¿Qué es la enfermedad de Ménière?

La enfermedad de Ménière es un trastorno que afecta al oído interno. Provoca ataques repetidos de mareo o vértigo (sensación de dar vueltas), junto con problemas auditivos, acúfenos (zumbidos o pitidos en los oídos) y sensación de presión en el oído. Suele afectar a adultos y comienza en la mediana edad.

¿Cómo se trata la enfermedad de Ménière?

Los medicamentos orales (pastillas) suelen utilizarse como primer tratamiento de la enfermedad de Ménière. También existen otras opciones de tratamiento (por ejemplo, inyecciones en el oído o cirugía). A menudo se aconseja a las personas con enfermedad de Ménière que modifiquen su alimentación, por ejemplo reduciendo el consumo de sal o cafeína, ya que se cree que empeoran los síntomas de la enfermedad.

¿Qué se quería averiguar?

Se deseaba determinar lo siguiente:

- si había pruebas de que alguna modificación en la alimentación o el estilo de vida funciona para reducir los síntomas de la enfermedad de Ménière;

- si los tratamientos podrían causar algún daño.

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que compararan diferentes tipos de cambios en la alimentación o el estilo de vida con ninguna modificación o un tratamiento simulado (placebo).

¿Qué se encontró?

Se encontraron dos estudios que incluyeron un total de 274 personas. Uno duró tres meses y el otro dos años. Evaluaron diferentes tipos de cambios en el estilo de vida y la alimentación.

Un estudio analizó el uso de "cereales especialmente procesados". Se trata de cereales que estimulan al organismo a producir factor antisecretor, una proteína que actúa reduciendo la producción de líquido y disminuyendo la inflamación. En este estudio no se evaluó específicamente el vértigo, por lo que no se sabe si los cereales influyeron en este síntoma. Los autores del estudio no comunicaron si hubo algún efecto perjudicial asociado a los cereales.

Un estudio analizó si dormir en una habitación oscura o beber mucha agua afectaba a los síntomas de la enfermedad de Ménière. No estuvo claro si estas modificaciones supusieron una diferencia en los síntomas de vértigo, y el estudio no informó sobre los posibles efectos perjudiciales de las intervenciones.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

Se tiene muy poca confianza en la evidencia porque los estudios realizados eran pequeños y presentaron problemas en su realización, lo que significa que los resultados podrían no ser fiables. Se encontró muy poca información sobre cómo se veían afectados los síntomas de la enfermedad de Ménière por los diferentes cambios, y ninguna información sobre los posibles efectos perjudiciales. Tampoco se encontraron estudios que tuvieran en cuenta otros cambios alimentarios más frecuentes, como la reducción de la ingesta de sal o cafeína. Se necesitan estudios amplios y bien realizados para intentar averiguar si las distintas modificaciones del estilo de vida y la alimentación son eficaces.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta septiembre de 2022.

Conclusiones de los autores: 

La evidencia de las intervenciones en la alimentación y el estilo de vida para la enfermedad de Ménière es muy incierta. No se identificaron ECA controlados con placebo de las intervenciones que se recomiendan con frecuencia para las personas con enfermedad de Ménière, como la restricción de sal o de cafeína. Se identificaron solo dos ECA que compararon una intervención en la alimentación o en el estilo de vida con el placebo o ningún tratamiento, y la evidencia disponible actualmente de estos estudios es de certeza baja o muy baja. Esto significa que se tiene muy poca confianza en que los efectos comunicados sean estimaciones exactas del verdadero efecto de estas intervenciones. Es necesario llegar a un consenso sobre los desenlaces que deben medirse en los estudios de la enfermedad de Ménière (es decir, un conjunto de desenlaces básicos) con el fin de orientar futuros estudios en esta área y permitir metanálisis de los resultados. Esto debe incluir una consideración adecuada de los posibles efectos perjudiciales del tratamiento, así como de sus beneficios.

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Antecedentes: 

La enfermedad de Ménière es una afección que provoca episodios recurrentes de vértigo, asociados a pérdida de audición y acúfenos. A veces se sugiere que las modificaciones del estilo de vida o de la alimentación (incluida la reducción de la ingesta de sal o cafeína) son beneficiosas para este trastorno. Se desconoce la causa subyacente de la enfermedad de Ménière, así como el modo en que podrían actuar estas intervenciones. Actualmente no está clara la eficacia de estas distintas intervenciones para prevenir los ataques de vértigo y sus síntomas asociados.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de las intervenciones en la alimentación y el estilo de vida versus placebo o ningún tratamiento en personas con enfermedad de Ménière.

Métodos de búsqueda: 

El documentalista del Grupo Cochrane de Enfermedades de oído, nariz y garganta (Cochrane ENT Group) buscó en el Registro del grupo; en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Central Register of Controlled Trials, CENTRAL); en Ovid MEDLINE; Ovid Embase; Web of Science; ClinicalTrials.gov; ICTRP y en fuentes adicionales para obtener ensayos publicados y no publicados. La fecha de la búsqueda fue el 14 de septiembre de 2022.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) y cuasialeatorizados en adultos con enfermedad de Ménière que compararan la intervención en la alimentación o el estilo de vida con placebo o ningún tratamiento. Se excluyeron los estudios con un seguimiento inferior a tres meses o con un diseño cruzado (cross-over) (a menos que pudieran identificarse los datos de la primera fase del estudio).

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales fueron: 1) mejoría del vértigo (evaluada como un desenlace dicotómico: mejoró o no mejoró), 2) cambio en el vértigo (evaluado como un desenlace continuo, con una puntuación en una escala numérica) y 3) eventos adversos graves. Los desenlaces secundarios fueron: 4) calidad de vida relacionada con la salud específica de la enfermedad, 5) cambio en la audición, 6) cambio en los acúfenos y 7) otros efectos adversos. Se consideraron los desenlaces notificados en tres puntos temporales: De 3 a < 6 meses, de 6 a ≤ 12 meses y > 12 meses. Se utilizó GRADE para evaluar la calidad de la evidencia de cada desenlace.

Resultados principales: 

Se incluyeron dos ECA, uno relacionado con la alimentación y otro con la ingesta de líquidos y el sueño. En un estudio sueco, se asignó aleatoriamente a 51 participantes a recibir "cereales especialmente procesados" o cereales normales. Se cree que los cereales especialmente procesados estimulan la producción del factor antisecretor, una proteína que reduce la inflamación y la secreción de líquidos. Los participantes recibieron los cereales durante tres meses. El único desenlace informado por este estudio fue la calidad de vida relacionada con la salud específica de la enfermedad.

El segundo estudio se realizó en Japón. Los participantes (223) fueron asignados aleatoriamente a recibir una ingesta abundante de agua (35 ml/kg/día), o a dormir a oscuras (en una habitación sin luz entre seis y siete horas por noche), o a no recibir ninguna intervención. La duración del seguimiento fue de dos años. Los desenlaces evaluados fueron la "mejoría del vértigo" y la audición.

Como estos estudios consideraron distintas intervenciones, no fue posible realizar ningún metanálisis, y para casi todos los desenlaces la certeza de la evidencia fue muy baja. No es posible establecer conclusiones significativas a partir de los resultados numéricos.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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