Mensajes clave
• Los antibióticos parecen reducir las infecciones del sitio quirúrgico en las personas sometidas a una cirugía aórtica o aortoilíaca.
• Otras intervenciones evaluadas apenas parecen cambiar la reducción de la incidencia de infecciones del sitio quirúrgico.
• Otros desenlaces evaluados se vieron afectados de forma mínima o no estuvieron afectaron por las intervenciones estudiadas.
¿Qué son la enfermedad arterial periférica y los aneurismas aórticos?
La enfermedad arterial periférica ocurre cuando las arterias se estrechan y se reduce el flujo sanguíneo. Los aneurismas aórticos (bultos anormales en la pared de la aorta) también son motivo de gran preocupación. Cuando son graves, estas afecciones pueden requerir una cirugía de reconstrucción arterial. A menudo, esto incluye usar un injerto, un trozo de material biológico o sintético trasladado de otra parte del cuerpo o de otra fuente para reemplazar o sostener la arteria dañada. El injerto carece de irrigación sanguínea propia y depende del tejido cercano para cicatrizar. Las infecciones en el sitio quirúrgico, especialmente las que implican a un injerto, son una preocupación importante debido al riesgo de enfermedad grave o muerte. Estas infecciones también suponen una carga para los sistemas sanitarios de todo el mundo. Por eso resulta fundamental evaluar si las estrategias actuales de prevención de las infecciones son eficaces.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería averiguar cómo medicamentos como los antibióticos, otros tratamientos, los métodos de limpieza, las diferentes técnicas quirúrgicas y el cuidado de las heridas afectan el riesgo de infección en las personas sometidas a una operación para reparar la aorta o las arterias aortoilíacas, que son vasos sanguíneos importantes.
¿Qué se hizo?
Se analizaron todos los tipos de estudios aleatorizados que analizaron diferentes tratamientos para prevenir las infecciones después de la cirugía de la aorta o las arterias aortoilíacas. Solo se incluyeron los estudios en los que las personas se asignaron al azar a diferentes tratamientos. También se tuvo en cuenta si los distintos tratamientos tuvieron repercusión sobre otros desenlaces importantes, como la mortalidad general, la tasa de fracaso de las reconstrucciones arteriales, la necesidad de cirugías adicionales, la tasa de amputaciones, el nivel de dolor resultante de los tratamientos de prevención de las infecciones y cualquier episodio adverso causado por estos tratamientos. Se evaluó la calidad de la realización y recopilación de los estudios, se combinaron los datos para el análisis siempre que fue posible, se examinó la calidad de la evidencia y se describieron los resultados encontrados.
¿Qué se encontró?
En esta revisión se incluyó un total de 21 estudios con 4952 participantes. Se observó que 15 estudios tenían un alto riesgo de sesgo en al menos un área, y 19 estudios tenían un riesgo incierto de sesgo en al menos un área. Se consideraron 10 comparaciones diferentes para ocho desenlaces distintos. Las comparaciones fueron antibióticos comparados con placebo o ningún tratamiento; antibióticos de corta duración (≤ 24 horas) comparados con antibióticos de larga duración (> 24 horas); diferentes tipos de antibióticos sistémicos (uno versus otro); implante con antibiótico frente a implantes estándares; injertos de Dacron frente a injertos de politetrafluoroetileno; drenaje aspirativo cerrado profiláctico frente a herida sin drenaje; tratamiento individualizado por objetivos frente a fluidoterapia según las pérdidas, los parámetros hemodinámicos estándares y los valores de gasometría arterial; evaluación geriátrica integral frente a atención preoperatoria estándar; técnica percutánea frente a de acceso abierto; y tratamiento de las heridas con presión negativa frente a apósitos estándares. Los desenlaces principales de interés fueron las tasas de infecciones del injerto y las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ). También se consideraron otros desenlaces, como la mortalidad general, la frecuencia con la que fracasó la reconstrucción arterial, la necesidad de reintervención, la tasa de amputación, el dolor y cualquier episodio adverso relacionado con los tratamientos para prevenir las infecciones. No fue posible evaluar todos los desenlaces en cada comparación y, debido a la falta de datos disponibles, no fue posible medir ni analizar cuantitativamente muchos otros desenlaces. En esta revisión se hace un resumen de los hallazgos principales:
Antibióticos comparados con placebo (cinco estudios): Los antibióticos parecen reducir las ISQ con evidencia de confianza muy baja. No hubo diferencias entre los grupos en los otros desenlaces que se pudieron evaluar (mortalidad por todas las causas, tasa de reintervención y tasa de amputación), con evidencia de confianza muy baja a baja.
Antibióticos de corta duración versus antibióticos de larga duración (tres estudios): Con evidencia de confianza muy baja, no se encontraron diferencias entre los antibióticos de corta o larga duración para prevenir las infecciones del injerto o las ISQ.
Diferentes tipos de antibióticos (siete estudios): Con evidencia de confianza muy baja, no se encontraron diferencias entre los diferentes tipos de antibióticos comparados entre sí en la tasa de infección del injerto, la tasa de ISQ o la mortalidad por todas las causas. Las comparaciones incluyeron betalactámicos con cefalosporinas, glucopéptidos con cefalosporinas y una cefalosporina con otra.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
No hay muchos estudios que se hayan centrado en personas sometidas a cirugía de los segmentos aórticos o aortoilíacos. Los pocos estudios disponibles incluyen pocos pacientes y escasos episodios, lo que dificulta la comparación de diferentes tratamientos. Algunos estudios incluyeron diferentes tipos de personas, y no todos proporcionaron datos específicos para los grupos de personas de interés para esta revisión. El período de seguimiento de los pacientes después de la cirugía varió mucho entre los estudios. También se observó que algunos estudios tenían problemas metodológicos que podían dar lugar a resultados sesgados. Estos problemas se enumeraron cuando se analizaron los resultados y se tuvieron en cuenta antes de establecer conclusiones.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta noviembre de 2024.
Hay evidencia de certeza muy baja que indica que el uso de antibióticos profilácticos podría prevenir las ISQ en la reconstrucción arterial periférica aórtica o aortoilíaca. No se observó una superioridad entre antibióticos concretos ni diferencias en el uso prolongado de los antibióticos (más de 24 horas) en comparación con el uso más corto (hasta 24 horas), con evidencia de certeza baja. En el caso de otras intervenciones, hay evidencia de certeza muy baja a moderada que mostró poca o ninguna diferencia entre los diversos desenlaces. Se recomienda interpretar estas conclusiones con cautela debido al número limitado de eventos en todos los grupos y comparaciones.
La enfermedad arterial periférica (EAP) es el resultado del estrechamiento de las arterias. Los aneurismas aórticos (dilataciones anormales en las paredes arteriales) son un problema relacionado. En los casos graves, la cirugía de reconstrucción arterial es la opción de tratamiento. Las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) son una complicación temida y frecuente de la cirugía vascular. Estas infecciones tienen una repercusión sanitaria global significativa. Es esencial evaluar la efectividad de las medidas preventivas.
Evaluar los efectos de las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas, incluido el tratamiento antimicrobiano, la antisepsia y el tratamiento de las heridas, para la prevención de la infección en personas sometidas a cualquier reconstrucción arterial periférica aórtica o aortoilíaca abierta o híbrida.
El documentalista del Grupo Cochrane Vascular (Cochrane Vascular) buscó en el Registro especializado de dicho grupo, en las bases de datos CENTRAL, MEDLINE, Embase y CINAHL y en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud y ClinicalTrials.gov hasta el 11 de noviembre de 2024.
Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados (ECA) con un diseño paralelo (p. ej., por conglomerados o individual) o de cuerpo dividido, y cuasialeatorizados, que evaluaran cualquier intervención para reducir o prevenir la infección después de procedimientos aórticos o aortoilíacos para el tratamiento de un aneurisma o EAP. No hubo limitaciones con respecto a la edad ni el sexo.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar de Cochrane. Dos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los ensayos. Un tercer autor resolvió los desacuerdos cuando fue necesario. La certeza de la evidencia para los desenlaces clave se evaluó con el sistema GRADE.
Se incluyeron 21 ECA con 4952 participantes. Se consideró que 15 estudios tenían un riesgo alto de sesgo en al menos un dominio, y 19 estudios un riesgo incierto de sesgo en al menos un dominio. Se analizaron 10 comparaciones diferentes para ocho desenlaces distintos. Las comparaciones fueron antibiótico versus placebo o ningún tratamiento; antibióticos de corta duración (≤ 24 horas) versus antibióticos de larga duración (> 24 horas); diferentes tipos de antibióticos sistémicos (uno versus otro); implante con antibiótico versus implante estándar; injerto de Dacron versus injerto de politetrafluoroetileno expandido; drenaje aspirativo cerrado profiláctico versus herida sin drenaje; tratamiento individualizado por objetivos (TIPO) versus fluidoterapia según las pérdidas, los parámetros hemodinámicos estándares y los valores de gasometría arterial (tratamiento estándar); evaluación geriátrica integral versus atención preoperatoria estándar; técnica percutánea versus de acceso abierto; y tratamiento de las heridas con presión negativa (THPN) versus apósito estándar. Los desenlaces principales fueron la tasa de infección del injerto y la tasa de ISQ. Los desenlaces secundarios incluyeron mortalidad por todas las causas, tasa de fracaso de la reconstrucción arterial, tasa de reintervención, tasa de amputación, dolor resultante de la intervención y eventos adversos resultantes de las intervenciones para prevenir la infección. No se evaluaron todos los desenlaces en las diferentes comparaciones. Los hallazgos principales se presentan a continuación.
Antibiótico versus placebo o ningún tratamiento (cinco estudios)
Evidencia de certeza muy baja de cinco estudios incluidos indica que la profilaxis con antibióticos reduce la ISQ (razón de riesgos [RR] 0,33; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,15 a 0,71; cinco estudios, 583 participantes; número necesario a tratar para un desenlace beneficioso [NNTB] adicional 9). Con evidencia de certeza muy baja a baja, hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos en los otros desenlaces evaluados (tasa de infección del injerto, mortalidad por todas las causas, tasa de reintervención y tasa de amputación). No se evaluaron cuantitativamente otros desenlaces en esta comparación.
Antibióticos de corta duración (≤ 24 horas) versus antibióticos de larga duración (> 24 horas) (tres estudios)
Evidencia de certeza muy baja de tres estudios incluidos indica que hay poca o ninguna diferencia en la tasa de infección del injerto (RR 2,74; IC del 95%: 0,11 a 65,59; un estudio, 88 participantes) o la tasa de ISQ (RR 3,65; IC del 95%: 0,59 a 7,71; un estudio, 88 participantes) entre la profilaxis antibiótica de corta y larga duración. No se evaluaron cuantitativamente otros desenlaces en esta comparación.
Diferentes tipos de antibióticos sistémicos (uno versus otro) (siete estudios)
Se agruparon siete estudios que compararon un antibiótico con otro en tres subgrupos que compararon diferentes clases de antibióticos entre sí. Se encontró poca o ninguna diferencia entre los grupos analizados. Tasa de infección del injerto: betalactámicos versus cefalosporinas (RR 0,36; IC del 95%: 0,02 a 8,71; un estudio, 88 participantes; evidencia de certeza muy baja); glucopéptidos versus cefalosporinas (RR 5,00; IC del 95%: 0,24 a 103,05; un estudio, 238 participantes; evidencia de certeza baja); una cefalosporina versus otra (RR no estimable; IC no estimable; un estudio; 69 participantes; evidencia de certeza muy baja); tasa de ISQ: betalactámicos y cefalosporinas (RR 0,27; IC del 95%: 0,03 a 2,53; dos estudios, 229 participantes; evidencia de certeza muy baja); glucopéptidos versus cefalosporinas (RR 2,17; IC del 95%: 0,65 a 7,23; dos estudios, 312 participantes; evidencia de certeza muy baja); y una cefalosporina versus otra (RR 1,26; IC del 95%: 0,21 a 7,45; tres estudios, 625 participantes; evidencia de certeza muy baja). Fue posible obtener los datos de mortalidad por todas las causas para la comparación glucopéptido versus cefalosporina y hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos (RR 1,33; IC del 95%: 0,30 a 5,83; un estudio, 238 participantes; evidencia de certeza baja). No se evaluaron cuantitativamente otros desenlaces en esta comparación.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.