Entrenamiento con ejercicios para adultos que reciben tratamientos de diálisis

¿Cuál es el problema?

Las personas que se someten a tratamientos de diálisis tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y depresión, presentan una menor calidad de vida y tienen una supervivencia limitada en comparación con la población general. Además, a muchas personas que se someten a diálisis les cuesta realizar actividades cotidianas porque carecen de la capacidad y la fuerza física para hacerlo. Varios ensayos han evaluado el potencial del entrenamiento con ejercicios para mejorar el estado físico de los adultos sometidos a diálisis, pero no se ha llegado a un consenso.

¿Qué se hizo?

Se buscó en la literatura médica todos los ensayos aleatorizados que evaluaran los programas de ejercicios estructurados en personas sometidas a diálisis. A continuación, se evaluó la calidad de esos estudios y se combinaron sus resultados para establecer conclusiones sobre el efecto del entrenamiento con ejercicios para mejorar aspectos de la salud física y mental que son importantes para los pacientes sometidos a diálisis.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 89 estudios con 4291 participantes. Los programas de entrenamiento con ejercicios tuvieron una duración de entre ocho semanas y dos años y, en la mayoría de los casos, se realizaron tres veces por semana durante el tratamiento de diálisis. No fue posible determinar el efecto del entrenamiento con ejercicios sobre la muerte, los episodios cardiovasculares (como un ataque al corazón) o el bienestar mental. Evidencia de certeza moderada indicó que es probable que el entrenamiento con ejercicios de cualquier tipo mejore los síntomas depresivos en adultos sometidos a diálisis, en particular cuando el ejercicio se mantuvo durante más de cuatro meses. Evidencia de calidad moderada también indicó que el entrenamiento con ejercicios podría mejorar la capacidad de las personas de realizar actividades y tareas gracias a la mejoría de la capacidad para caminar y la fuerza y resistencia de sus piernas. El entrenamiento con ejercicios también podría mejorar la fatiga y aspectos físicos de la calidad de vida, pero la calidad de la evidencia fue baja. No fue posible establecer una conclusión sobre el efecto del entrenamiento con ejercicios en el bienestar mental de la persona.

Conclusiones
Es probable que el entrenamiento con ejercicios en las personas sometidas a diálisis de mantenimiento mejore la depresión y la capacidad para realizar actividades y tareas. El entrenamiento con ejercicios también podría mejorar la fatiga y el dolor a simple vista. El entrenamiento con ejercicios podría mejorar aspectos físicos de la calidad de vida, pero no está claro si mejora el bienestar mental de la persona. No está claro si el entrenamiento con ejercicios reduce el número de muertes o episodios cardiovasculares.

Conclusiones de los autores: 

No se sabe con certeza si el entrenamiento con ejercicios mejora la muerte, los eventos cardiovasculares o el componente mental de la CdVRS en adultos sometidos a diálisis de mantenimiento. El entrenamiento con ejercicios probablemente mejora los síntomas depresivos, especialmente cuando la intervención se mantiene más allá de los cuatro meses. También es probable que el entrenamiento con ejercicios mejore la capacidad funcional. Evidencia de certeza baja indica que el entrenamiento con ejercicios podría mejorar la fatiga, el componente físico de la calidad de vida y el dolor. La seguridad del entrenamiento con ejercicios en adultos sometidos a diálisis todavía es incierta.

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Antecedentes: 

Los tratamientos de diálisis influyen mucho en la salud física y psicosocial de los pacientes. Varios estudios han evaluado el potencial del entrenamiento con ejercicios para mejorar los desenlaces en adultos sometidos a diálisis. Sin embargo, existen dudas sobre su relevancia y beneficios sostenibles en desenlaces importantes para los pacientes. Esta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2011.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y la seguridad del entrenamiento regular con ejercicios estructurados en adultos sometidos a diálisis sobre desenlaces importantes para los pacientes, que incluyen la muerte, los eventos cardiovasculares, la fatiga, la capacidad funcional, el dolor y la depresión. También se planificó definir la prescripción óptima de ejercicio en adultos sometidos a diálisis.

Métodos de búsqueda: 

En esta actualización, se realizó una búsqueda sistemática en el Registro de estudios del Grupo Cochrane de Riñón y trasplante (Cochrane Kidney and Transplant) hasta el 23 de diciembre de 2020. El Registro incluye estudios identificados a partir de CENTRAL, MEDLINE, EMBASE, el Portal de búsqueda de la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) y ClinicalTrials.gov, así como de revistas relacionadas con enfermedades renales y los resúmenes de los principales congresos sobre temas renales.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorizados (ECA) y ensayos controlados cuasialeatorizados de cualquier programa de ejercicios estructurado de ocho semanas o más en adultos sometidos a diálisis de mantenimiento en comparación con ningún ejercicio o ejercicio simulado.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores, de forma independiente, evaluaron la elegibilidad de los resultados de la búsqueda, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo mediante la herramienta Cochrane de riesgo de sesgo. Siempre que fue apropiado, se realizaron metanálisis de efectos aleatorios de la diferencia de medias de los desenlaces. Los desenlaces principales fueron la muerte (por cualquier causa), los eventos cardiovasculares y la fatiga. Los desenlaces secundarios fueron la calidad de vida relacionada con la salud (CdVRS), la depresión, el dolor, la capacidad funcional, la presión arterial, el cumplimiento del programa de ejercicios y los eventos adversos relacionados con la intervención.

Resultados principales: 

Se identificaron 89 estudios con 4291 participantes asignados al azar, de los cuales 77 estudios (3846 participantes) contribuyeron a los metanálisis. Siete estudios incluyeron adultos sometidos a diálisis peritoneal. Cincuenta y seis estudios informaron sobre intervenciones con ejercicios aeróbicos, 21 intervenciones con ejercicios de resistencia y 19 combinaron el entrenamiento aeróbico y de resistencia dentro del mismo grupo de estudio. Las intervenciones duraron entre ocho semanas y dos años y, en la mayoría de los casos, tuvieron lugar tres veces por semana durante los tratamientos de diálisis. Un solo estudio informó sobre la muerte y ningún estudio informó eventos cardiovasculares a largo plazo. Cinco estudios evaluaron directamente la fatiga, 46 informaron sobre la CdVRS y 16 informaron sobre la fatiga o el dolor a través de la evaluación de la CdVRS. Treinta y cinco estudios evaluaron la capacidad funcional y 21 informaron sobre la presión arterial periférica en reposo. Doce estudios informaron sobre la adherencia a las sesiones de ejercicio, y nueve informaron sobre los eventos adversos relacionados con el ejercicio. En general, la calidad de los estudios incluidos fue baja y el cegamiento de los participantes generalmente no fue factible debido a la naturaleza de la intervención.

El ejercicio tuvo efectos inciertos sobre la muerte, los eventos cardiovasculares y el componente mental de la CdVRS debido a evidencia de certeza muy baja. En comparación con el ejercicio simulado o ningún ejercicio, el entrenamiento con ejercicios durante dos a 12 meses podría mejorar la fatiga en los adultos sometidos a diálisis; sin embargo, no fue posible realizar un metanálisis. Cualquier entrenamiento con ejercicios durante dos a 12 meses podría mejorar el componente físico de la CdVRS (17 estudios, 656 participantes: DM 4,12; IC del 95%: 1,88 a 6,37 puntos en una escala de 100 puntos; I² = 49%; evidencia de certeza baja). Cualquier entrenamiento con ejercicios durante dos a 12 meses probablemente mejora los síntomas depresivos (diez estudios, 441 participantes: DME -0,65; IC del 95%: -1,07 a -0,22; I² = 77%; evidencia de certeza moderada) y la magnitud del efecto podría ser mayor cuando se mantiene el ejercicio más allá de los cuatro meses (seis estudios, 311 participantes: DME -0,30; IC del 95%: -0,14 a 0,74; I² = 71%). Cualquier entrenamiento con ejercicios durante tres a 12 meses podría mejorar el dolor (15 estudios, 872 participantes: DM 5,28; IC del 95%: -0,12 a 10,69 puntos en una escala de 100 puntos; I² = 63%: evidencia de certeza baja); sin embargo, el IC del 95% indica que el entrenamiento con ejercicios podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en el nivel de dolor. Cualquier entrenamiento con ejercicios durante dos a seis meses probablemente mejora la capacidad funcional, ya que aumentó la distancia alcanzada durante seis minutos de caminata (19 estudios, 827 participantes: DM 49,91 metros;IC del 95%: 37,22 a 62,59; I² = 34%; evidencia de certeza moderada) y el número de ciclos de estar sentado a parado realizados en 30 segundos (DM 2,33 ciclos; IC del 95%: 1,71 a 2,96; evidencia de certeza moderada). No hubo evidencia suficiente para evaluar la seguridad del entrenamiento con ejercicios en adultos sometidos a diálisis de mantenimiento. Los resultados fueron similares para el ejercicio aeróbico, el ejercicio de resistencia y una combinación de ejercicio aeróbico y de resistencia.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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