Tubos endotraqueales con manguito versus sin manguito para neonatos

Antecedentes: los recién nacidos rara vez necesitan que se les coloque un tubo en la tráquea; sin embargo, esto podría ser necesario antes de una operación o para ayudarles a respirar. El tubo puede tener un manguito o no. El estándar de atención en los recién nacidos es un tubo sin manguito. Los tubos con manguito se utilizan con mayor frecuencia en los bebés de más edad y en los niños para reducir las fugas de gas alrededor del tubo, el riesgo de aspiración (inhalación de alimentos, saliva o contenido estomacal en las vías respiratorias o los pulmones), la necesidad de cambiar el tubo o que este se salga.

Pregunta de la revisión: en esta revisión se evaluó la evidencia a favor o en contra del uso de un tubo con manguito en los recién nacidos.

Características de los estudios: se recopilaron y analizaron todos los estudios pertinentes para responder la pregunta de la revisión y se encontró un estudio con 76 recién nacidos, de los cuales 69 cumplían los requisitos de esta revisión. Esta revisión está actualizada al 20 de agosto de 2021.

Resultados clave: no hay suficiente evidencia a favor ni en contra de los tubos con manguito para prevenir los problemas de las vías respiratorias. Los recién nacidos a los que se les coloca un tubo con manguito podrían requerir una sustitución menos frecuente del tubo por cualquier motivo y una sustitución menos frecuente del tubo para encontrar el tamaño correcto, que los recién nacidos con un tubo sin manguito.

Fiabilidad de la evidencia: la fiabilidad de la evidencia se consideró muy baja. Esto se debe a que sólo unos pocos recién nacidos participaron en un único ensayo y hubo un posible sesgo. Existe un ensayo en curso. Dos estudios se catalogaron como pendientes de clasificación porque los datos de los desenlaces no se proporcionaron por separado para los neonatos y los lactantes de más edad.

Conclusiones de los autores: 

La evidencia para comparar los tubos endotraqueales con manguito versus sin manguito en neonatos está limitada por el escaso número de neonatos en un único ECA con posible sesgo. Existe evidencia de certeza muy baja para todos los desenlaces de esta revisión. Los IC de la estimación del estridor posextubación fueron amplios. Ningún neonato tenía evidencia clínica de estenosis subglótica; sin embargo, no se disponía de los resultados de la endoscopia para evaluar la anatomía.

Se necesitan ECA adicionales para evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los TET con manguito (inflado y no inflado) en la población neonatal. Estos estudios deben incluir a neonatos y comprender tanto el uso a corto plazo (en el ámbito del quirófano) como el uso crónico (en el caso de la enfermedad pulmonar crónica) de los TET con manguito.

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Antecedentes: 

La intubación endotraqueal es un procedimiento que se realiza habitualmente en los neonatos y cuyos riesgos están bien descritos. Algunos tubos endotraqueales (TET) están equipados con un manguito que se puede inflar tras la inserción del TET en las vías respiratorias para limitar las fugas o la aspiración. Se ha demostrado que los tubos endotraqueales con manguito en niños mayores y adultos reducen las fugas de gas alrededor del tubo endotraqueal, el recambio de los tubos endotraqueales, la extubación accidental y la exposición del personal sanitario al gas anestésico durante la cirugía. Gracias a la mejor comprensión de la anatomía de las vías respiratorias neonatales y al uso generalizado de tubos endotraqueales con manguito por parte de los anestesistas, el uso de los tubos con manguito está aumentando en neonatos.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los TET con manguito (inflado o no) en comparación con los TET sin manguito para la asistencia respiratoria en neonatos.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en CENTRAL, PubMed y CINAHL el 20 de agosto de 2021; también se realizaron búsquedas en los registros de ensayos y se verificaron las listas de referencias para identificar estudios adicionales.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA), los ensayos controlados cuasialeatorizados y los ensayos aleatorizados por conglomerados que compararon los TET con manguito (inflado y no) versus sin manguito en neonatos. Se buscó comparar 1. TET con manguito inflado versus TET sin manguito; 2. TET con manguito no inflado versus TET sin manguito; y 3. TET con manguito inflado versus TET con manguito no inflado.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los métodos estándar del Grupo Cochrane de Neonatología (Cochrane Neonatal). Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron los estudios identificados por la estrategia de búsqueda para su inclusión, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.

Resultados principales: 

Se identificó un ECA elegible para inclusión que comparó el uso de un TET con manguito (inflado si la fuga del TET es mayor del 20% con una presión del manguito de 20 cm H2O o menos) versus un TET sin manguito. El autor proporcionó una planilla con los datos individuales. De los 76 neonatos del manuscrito original, 69 cumplían con los criterios de inclusión y exclusión de esta revisión Cochrane. Se detectó un posible sesgo debido a la falta de cegamiento y otros sesgos.

La frecuencia del estridor posterior a la extubación es muy incierta, ya que los intervalos de confianza (IC) de la razón de riesgos (RR) fueron muy amplios (RR 1,36; IC del 95%: 0,35 a 5,25; diferencia de riesgos [DR] 0,03; IC del 95%: -0,11 a 0,18; un estudio, 69 participantes; evidencia de certeza muy baja).

A ningún neonato se le diagnosticó estenosis subglótica posextubación; sin embargo, no se dispuso de una endoscopia para confirmar el diagnóstico clínico.

Hay mucha incertidumbre con respecto a la reintubación por estridor o la estenosis subglótica porque los IC de la RR fueron muy amplios (RR 0,27; IC del 95%: 0,01 a 6,49; DR -0,03; IC del 95%: -0,11 a 0,05; un estudio, 69 participantes; evidencia de certeza muy baja).

Ningún neonato fue sometido a una intervención quirúrgica (p. ej., dilatación endoscópica con balón, división del cricoides, traqueotomía) por estridor o estenosis subglótica (un estudio, 69 participantes).

Los neonatos asignados al azar al TET con manguito podrían tener menos probabilidades de necesitar una reintubación por cualquier motivo (RR 0,06; IC del 95%: 0,01 a 0,45; DR -0,39, IC del 95%: -0,57 a -0,21; número necesario a tratar para un desenlace beneficioso adicional 3; IC del 95%: 2 a 5; un estudio, 69 participantes; evidencia de certeza muy baja).

Hay mucha incertidumbre sobre la extubación accidental porque los IC de la RR fueron amplios (RR 0,82; IC del 95%: 0,12 a 5,46; DR -0,01; IC del 95%: -0,12 a 0,10; un estudio, 69 participantes; evidencia de certeza muy baja).

Se tiene también mucha incertidumbre acerca de la mortalidad por todas las causas durante la hospitalización inicial porque los IC de la RR fueron extremadamente amplios (RR 2,46; IC del 95%: 0,10 a 58,39; DR 0,03; IC del 95%: -0,05 a 0,10; un estudio, 69 participantes; evidencia de certeza muy baja).

Existe un ensayo en curso. Dos estudios se catalogaron como pendientes de clasificación porque los datos de los desenlaces no se proporcionaron por separado para los neonatos y los lactantes de más edad.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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