Ejercicio antes de la cirugía programada para el aneurisma aórtico abdominal

Antecedentes

La aorta abdominal es un vaso sanguíneo importante del cuerpo que lleva la sangre del corazón a los órganos principales del pecho y el abdomen. Un aneurisma aórtico abdominal (AAA) es una protuberancia similar a un globo en la aorta. Si un AAA crece por encima de los 5,5 cm de diámetro (la longitud de un lado a otro), aumenta la posibilidad de que se rompa (reviente). Los AAA rotos causan la muerte a menos que se opere poco después del episodio para reparar la rotura. La cirugía se recomienda en los pacientes con AAA de más de 5,5 cm de diámetro o que tengan dolor debido al AAA, para reducir el riesgo de rotura y muerte. Las complicaciones tras la cirugía programada para el AAA son frecuentes. El ejercicio antes de la operación de AAA podría ayudar a las personas a recuperarse mejor de la cirugía. En estos momentos no se sabe si el ejercicio antes de la cirugía de AAA podría ayudar a las personas a recuperarse mejor. Sólo se encontraron unos pocos ensayos que analizaron si el ejercicio antes de la cirugía de AAA ayuda a las personas a tener una mejor recuperación, por lo que se necesitan más ensayos antes de poder estar seguros de que el ejercicio ayuda.

Características de los estudios y resultados clave

Se buscó en la literatura el 6 de julio de 2020 y se encontraron cuatro ensayos que incluyeron 232 participantes con AAA en lista de espera para operarse. Los ensayos asignaron al azar a los participantes a dos grupos, uno con ejercicios antes de la cirugía y otro con atención habitual (ningún ejercicio antes de la cirugía, los participantes mantuvieron la actividad física normal). El tipo de ejercicio incluyó un entrenamiento de circuito, ejercicio continuo de intensidad moderada y entrenamiento con intervalos de alta intensidad. En tres de los cuatro ensayos, los participantes del grupo de ejercicio fueron supervisados por profesionales sanitarios en el hospital cuando realizaron sus sesiones de ejercicio. En el otro ensayo, la primera sesión de ejercicios fue supervisada en el hospital y las siguientes sesiones fueron completadas por los participantes por su cuenta en sus propios hogares. El número y la duración de las sesiones de ejercicio fueron diferentes en los ensayos. Algunas sesiones de ejercicio tenían lugar tres veces a la semana y otras seis. En algunos ensayos los participantes se ejercitaron durante una semana y en otros lo hicieron durante seis semanas antes de la cirugía.

La información limitada de un pequeño número de ensayos mostró que el ejercicio antes de la cirugía de AAA podría reducir ligeramente las complicaciones cardíacas y renales posoperatorias, en comparación con ningún ejercicio (atención habitual) antes de la cirugía de AAA. No se sabe si el ejercicio antes de la cirugía de AAA reduce la mortalidad a los 30 días de la operación, las complicaciones pulmonares, la necesidad de un tratamiento adicional o el sangrado tras la operación, en comparación con no realizar ejercicio antes de la cirugía de AAA. Hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos de ejercicio y atención habitual en la duración de la estancia en la unidad de cuidados intensivos, la duración de la estancia hospitalaria y la calidad de vida. Ninguno de los estudios proporcionó información sobre el número de días que permanecieron los participantes con un respirador ni el cambio de tamaño del AAA antes y después del ejercicio.

Certeza de la evidencia

La certeza de la evidencia es baja o muy baja, debido a la manera en que se diseñaron los estudios (riesgo de sesgo) y al escaso número de personas que participaron en los ensayos. Se necesitan ensayos más grandes y bien diseñados para aumentar la confianza en cualquier efecto beneficioso del ejercicio antes de la cirugía de AAA para reducir las complicaciones.

Conclusiones de los autores: 

Debido a la evidencia de certeza muy baja, no se sabe si la terapia con ejercicios de prehabilitación reduce la mortalidad a los 30 días, las complicaciones pulmonares, la necesidad de reintervención o la hemorragia posoperatoria. La terapia con ejercicios de prehabilitación podría reducir ligeramente las complicaciones cardíacas y renales en comparación con la atención habitual (sin ejercicio). Se necesitan más ECA de calidad metodológica alta con tamaños muestrales grandes y seguimiento a largo plazo. Entre las cuestiones importantes se deben incluir el tipo y la coste-efectividad de los programas de ejercicio, el número mínimo de sesiones y la duración del programa necesarios para obtener beneficios clínicamente importantes, así como qué grupos de participantes y tipo de reparación se benefician más.

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Antecedentes: 

Un aneurisma aórtico abdominal (AAA) es una dilatación anormal del diámetro de la aorta abdominal del 50% o más con respecto al diámetro normal o de más de 3 cm en total. El riesgo de rotura aumenta con el diámetro del aneurisma, especialmente por encima de un diámetro de aproximadamente 5,5 cm. La morbilidad perioperatoria y posoperatoria es frecuente tras la reparación programada en personas con AAA. La prehabilitación o el ejercicio preoperatorio es el proceso de mejorar la capacidad funcional de la persona antes de la cirugía para mejorar los desenlaces posoperatorios. Algunos estudios han evaluado intervenciones con ejercicios para personas que esperan por la reparación de un AAA, pero los resultados de dichos estudios son contradictorios.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de los programas de ejercicios sobre la morbilidad y mortalidad perioperatoria y posoperatoria asociada con la reparación programada de aneurismas aórticos abdominales.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane Vascular (Cochrane Vascular), el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials), las bases de datos MEDLINE, Embase y CINAHL (Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature) y Physiotherapy Evidence Database (PEDro), y en los registros de ensayos de la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud y ClinicalTrials.gov, hasta el 6 de julio de 2020. También se examinaron las bibliografías de las publicaciones de los estudios incluidos para identificar otros artículos pertinentes.

Criterios de selección: 

Se consideraron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que examinaron las intervenciones con ejercicios en comparación con la atención habitual (ningún ejercicio; los participantes mantuvieron la actividad física normal) para las personas en espera de la reparación de un AAA.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión de forma independiente seleccionaron los estudios para inclusión, evaluaron los estudios incluidos, extrajeron los datos y resolvieron los desacuerdos mediante debate. La calidad metodológica de los estudios se evaluó mediante la herramienta de Cochrane de riesgo de sesgo y se recopilaron los resultados relacionados con los desenlaces de interés: mortalidad tras la reparación del AAA, complicaciones perioperatorias y posoperatorias, duración de la estancia en la unidad de cuidados intensivos (UCI), duración de la estancia hospitalaria, número de días con respirador, cambios en el tamaño del aneurisma antes y después del ejercicio y calidad de vida. Para evaluar la certeza de la evidencia se utilizó el método GRADE. Para los desenlaces dicotómicos se calculó la razón de riesgos (RR) con el intervalo de confianza (IC) del 95% correspondiente.

Resultados principales: 

Esta revisión identificó cuatro ECA, con un total de 232 participantes con diagnóstico clínico de AAA considerados aptos para la intervención programada, que compararon el tratamiento con ejercicios de prehabilitación con la atención habitual (ningún ejercicio). La terapia con ejercicios de prehabilitación fue supervisada y se realizó en el hospital en tres de los cuatro ensayos incluidos, y en el ensayo restante la primera sesión fue supervisada en el hospital, pero las sesiones posteriores se completaron sin supervisión en los domicilios de los participantes. La dosis y el programa de la terapia con ejercicios de prehabilitación variaron entre los ensayos, con tres a seis sesiones por semana y una duración de una hora por sesión durante un período de una a seis semanas. El tipo de terapia con ejercicios incluyó un entrenamiento de circuito, ejercicio continuo de intensidad moderada y entrenamiento con intervalos de alta intensidad.

Todos los ensayos tuvieron alto riesgo de sesgo. La certeza de la evidencia para cada uno de los desenlaces fue baja a muy baja. La certeza de la evidencia se disminuyó debido al riesgo de sesgo y la imprecisión (tamaños muestrales pequeños). En general, no se sabe con certeza si el ejercicio de prehabilitación comparado con la atención habitual (ningún ejercicio) reduce la incidencia de mortalidad a los 30 días (o más si se informa) después de la reparación de un AAA (RR 1,33; IC del 95%: 0,31 a 5,77; tres ensayos, 192 participantes; evidencia de certeza muy baja). Comparado con la atención habitual (ningún ejercicio), el ejercicio de prehabilitación podría reducir la aparición de complicaciones cardíacas (RR 0,36; IC del 95%: 0,14 a 0,92; un ensayo, 124 participantes; evidencia de certeza baja) y de complicaciones renales (RR 0,31; IC del 95%: 0,11 a 0,88; un ensayo, 124 participantes; evidencia de certeza baja). No se sabe con certeza si el ejercicio de prehabilitación, comparado con la atención habitual (ningún ejercicio), reduce la incidencia de complicaciones pulmonares (RR 0,49; IC del 95%: 0,26 a 0,92; dos ensayos, 144 participantes; evidencia de certeza muy baja) la necesidad de reintervención (RR 1,29; IC del 95%: 0,33 a 4,96; dos ensayos, 144 participantes; evidencia de certeza muy baja) o la hemorragia posoperatoria (RR 0,57; IC del 95%: 0,18 a 1,80; un ensayo, 124 participantes; evidencia de certeza muy baja). Hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos de ejercicio y atención habitual (ningún ejercicio) en la duración de la estancia en la UCI, la duración de la estancia hospitalaria y la calidad de vida.

Ninguno de los estudios proporcionó datos sobre el número de días con respirador ni el cambio de tamaño del aneurisma antes y después del ejercicio.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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