¿Cuáles son los efectos beneficiosos y los riesgos de los distintos tipos de camas, colchones y sobrecolchones para el tratamiento de las úlceras por presión?

Mensajes clave

Debido a la falta de evidencia sólida, no están claros los efectos beneficiosos ni los riesgos de la mayoría de los tipos de camas, colchones y sobrecolchones para el tratamiento de las úlceras por presión.

Las camas con una superficie rellena de aire que aplica una presión constante sobre la piel podrían ser mejores que los colchones y sobrecolchones de espuma para la cicatrización de las úlceras si se observa la evidencia sobre el tiempo necesario para la cicatrización completa de la úlcera, pero podrían costar más.

Los estudios futuros se deberían centrar en las opciones y los efectos que son importantes para aquellas personas que toman las decisiones, como por ejemplo:

- superficies de espuma o rellenas de aire que redistribuyen la presión bajo el cuerpo; y

- efectos no deseados y costes.

¿Qué son las úlceras por presión?

Las úlceras por presión también se conocen como úlceras o escaras de decúbito. Son heridas en la piel y el tejido subyacente causadas por una presión o un roce prolongados. Suelen aparecer en partes óseas del cuerpo, como los talones, los codos, las caderas y la parte inferior de la columna vertebral. Los pacientes que tienen problemas de movilidad o que permanecen en cama durante largos períodos corren el riesgo de presentar úlceras por presión.

¿Qué se quería averiguar?

Existen camas, colchones y sobrecolchones específicamente diseñados para personas con úlceras por presión. Pueden estar hechos de diversos materiales (como espuma, celdas de aire o bolsas de agua) y se dividen en dos grupos:

- superficies estáticas (reactivas) que aplican una presión constante sobre la piel, a menos que la persona se mueva o cambie de posición; y

- superficies activas (de presión alternante) que redistribuyen regularmente la presión bajo el cuerpo.

Se deseaba saber si las superficies estáticas y activas:

- ayudan en la cicatrización de las úlceras;

- son cómodas y mejoran la calidad de vida de las personas;

- tienen efectos beneficiosos en la salud que superan sus costes; y

- tienen algún efecto no deseado.

¿Qué se hizo?

Se buscó en la literatura médica los estudios que evaluaran los efectos de las camas, los colchones y los sobrecolchones. Se compararon y resumieron los resultados, y la confianza en la evidencia se evaluó sobre la base de factores como la metodología y los tamaños de los estudios.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 13 estudios (972 personas, edad promedio: 83 años) con una duración entre siete días y 18 meses (promedio: 37,5 días).

En general, los estudios no aportaron evidencia lo suficientemente sólida para determinar los efectos de las superficies activas y estáticas.

Los datos de dos estudios indican que, en comparación con los colchones y sobrecolchones de espuma, las camas con una superficie rellena de aire estáticas podrían:

- mejorar las posibilidades de curación de las úlceras por presión si se observan los datos sobre el tiempo necesario para la cicatrización completa de una úlcera (un estudio, 84 personas);

- costar 26 dólares americanos más por persona por cada día sin úlcera en el primer año de uso (un estudio, 87 personas).

Los demás beneficios y riesgos de estas y otras superficies estáticas no están claros.

¿Qué limitó la confianza en la evidencia?

La mayoría de los estudios eran pequeños (72 personas como promedio) y casi la mitad (seis estudios) utilizaron métodos que probablemente introducían errores en sus resultados.

¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?

La evidencia de esta revisión Cochrane está actualizada hasta noviembre de 2019.

Conclusiones de los autores: 

No se sabe con certeza acerca de los efectos relativos de la mayoría de las diferentes superficies de redistribución de la presión para la cicatrización de las úlceras por presión (los tipos que se comparan directamente son las superficies de aire de presión alternante versus las superficies de espuma, las superficies de aire estáticas versus las superficies de espuma, las superficies de agua estáticas versus las superficies de espuma, y las superficies de aire de presión alternante [activas] Nimbus versus Pegasus). Tampoco hay certeza en cuanto a los efectos de estas diferentes superficies en los desenlaces de comodidad y eventos adversos. Sin embargo, las personas que utilizan superficies de aire estáticas podrían tener más probabilidades de que las úlceras por presión cicatricen completamente que las que utilizan superficies de espuma durante 37,5 días de seguimiento, y las superficies de aire estáticas podrían costar más por cada día sin úlceras que las superficies de espuma.

Los estudios de investigación futuros en este ámbito podrían considerar la evaluación de las superficies de aire de presión alternante versus las superficies de espuma como una alta prioridad. En los estudios futuros se deben considerar los desenlaces de tiempo hasta el evento, la evaluación cuidadosa de los eventos adversos y la evaluación de la coste-efectividad a nivel de ensayo. Una revisión posterior ampliará los resultados aquí proporcionados mediante metanálisis en red.

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Antecedentes: 

Las úlceras por presión (también conocidas como escaras o úlceras de decúbito) son lesiones localizadas en la piel o en los tejidos blandos subyacentes, o en ambos, causadas por la presión, el roce o la fricción no aliviados. Las superficies especiales para el manejo de la presión (SEMP) (camas, sobrecolchones o colchones) se utilizan ampliamente con el objetivo de tratar las úlceras por presión.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de las camas, los sobrecolchones y los colchones en la cicatrización de las úlceras por presión en personas con úlceras por presión de cualquier etapa, en cualquier contexto.

Métodos de búsqueda: 

En noviembre de 2019 se hicieron búsquedas en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Heridas (Cochrane Wounds), en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL); Ovid MEDLINE (incluido In-Process & Other Non-Indexed Citations); Ovid Embase y EBSCO CINAHL Plus. También se buscaron estudios en curso y no publicados en los registros de ensayos clínicos, y se examinaron las listas de referencias de los estudios incluidos pertinentes, así como de las revisiones, los metanálisis y los informes de tecnología sanitaria para identificar estudios adicionales. No hubo restricciones en cuanto al idioma, la fecha de publicación ni el contexto de los estudios.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados que asignaron a participantes de cualquier edad a camas, colchones o sobrecolchones de redistribución de la presión. Los comparadores fueron cualquier cama, colchón o sobrecolchón utilizados para tratar las úlceras por presión.

Obtención y análisis de los datos: 

Al menos dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente los ensayos según criterios de inclusión predeterminados. Se realizó la extracción de los datos, la evaluación del "riesgo de sesgo" mediante la herramienta Cochrane "Risk of bias" y la evaluación de la certeza de la evidencia según el método Grading of Recommendations, Assessment, Development and Evaluations.

Resultados principales: 

En la revisión se incluyeron 13 estudios (972 participantes). La mayoría de los estudios eran pequeños (mediana del tamaño muestral de los estudios: 72 participantes). El promedio de edad de los participantes varió entre 64,0 y 86,5 años (mediana: 82,7 años) y todos los estudios reclutaron a personas con úlceras por presión existentes (el tamaño inicial del área de la úlcera varió entre 4,2 y 18,6 cm2,mediana de 6,6 cm2). Los participantes se reclutaron en ámbitos de cuidados de agudos (seis estudios) y en contextos de atención comunitarias y de larga duración (siete estudios). De los 13 estudios, tres (224 participantes) incluían superficies que no estaban bien descritas y, por lo tanto, no se podían clasificar. Además, seis (46,2%) de los 13 estudios presentaron resultados que se consideraron de alto riesgo general de sesgo. En la revisión se resumieron los datos de cuatro comparaciones: superficies de aire de presión alternante (activas) versus superficies de espuma; superficies de aire estáticas versus superficies de espuma; superficies de agua estáticas versus superficies de espuma, y una comparación entre dos tipos de superficies de aire de presión alternante (activas). A continuación se resumen los principales resultados de estas cuatro comparaciones.

(1) Superficies de aire de presión alternante (activas) versus superficies de espuma: no se sabe con certeza si existe una diferencia entre las superficies de aire de presión alternante (activas) y las superficies de espuma en la proporción de participantes cuyas úlceras por presión cicatrizaron completamente (dos estudios con 132 participantes; la razón de riesgos [RR] informada en un estudio fue 0,97, intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,26 a 3,58). Tampoco hay certeza con respecto a los desenlaces comodidad del paciente (un estudio con 83 participantes) y eventos adversos (un estudio con 49 participantes). Estos desenlaces tienen evidencia de certeza muy baja. Los estudios incluidos no informaron sobre el tiempo hasta la cicatrización completa de las úlceras, la calidad de vida relacionada con la salud o la coste-efectividad.

(2) Superficies de aire estáticas versus superficies de espuma: no se sabe con certeza si existe una diferencia en la proporción de participantes con úlceras por presión completamente cicatrizadas entre las superficies de aire estáticas y las superficies de espuma (RR 1,32; IC del 95%: 0,96 a 1,80; I2 = 0%; dos estudios, 156 participantes; evidencia de certeza baja). Cuando se considera el tiempo hasta la cicatrización completa de las úlceras por presión con el uso del cociente de riesgos instantáneos, los datos de un estudio pequeño (84 participantes) indican un mayor riesgo de cicatrización completa de las úlceras con las superficies de aire estáticas (cociente de riesgos instantáneos 2,66; IC del 95%: 1,34 a 5,17; evidencia de certeza baja). Estos resultados son sensibles a la elección de la medida de desenlace, por lo que se deben interpretar como dudosos. Tampoco hay certeza con respecto a si hay alguna diferencia entre estas superficies en las respuestas de comodidad de los pacientes (un estudio, 72 participantes; evidencia de certeza muy baja) y en los eventos adversos (dos estudios, 156 participantes; evidencia de certeza baja). Hay evidencia de certeza baja de que las superficies de aire estáticas podrían costar 26 dólares estadounidenses más por cada día sin úlceras en el primer año de uso (un estudio, 87 participantes). Los estudios incluidos no informaron sobre la calidad de vida relacionada con la salud.

(3) Superficies de agua reactiva versus superficies de espuma: no se sabe con certeza si existe una diferencia entre las superficies de agua reactiva y las superficies de espuma en la proporción de participantes con úlceras por presión cicatrizadas (RR 1,07; IC del 95%: 0,70 a 1,63; un estudio, 101 participantes) ni en los eventos adversos (un estudio, 120 participantes). Al respecto se cuenta con evidencia de certeza muy baja. Los estudios incluidos no informaron sobre el tiempo hasta la cicatrización completa de la úlcera, la comodidad del paciente, la calidad de vida relacionada con la salud ni la coste-efectividad.

(4) Comparación entre dos tipos de superficies de aire de presión alternante (activas): no se sabe con certeza si existe una diferencia entre las superficies de aire de presión alternante (activas) Nimbus y Pegasus en la proporción de participantes con úlceras por presión cicatrizadas, en las respuestas de comodidad de los pacientes ni en los eventos adversos: cada uno de estos desenlaces incluyó cuatro estudios (256 participantes), pero evidencia de certeza muy baja. Los estudios incluidos no informaron sobre el tiempo hasta la cicatrización completa de las úlceras, la calidad de vida relacionada con la salud o la coste-efectividad.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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