Entrenamiento vesical para el tratamiento de la vejiga hiperactiva en adultos

¿Qué se quiso averiguar?

Se deseaba comparar la eficacia del entrenamiento de la vejiga con otros tratamientos en adultos con vejiga hiperactiva (VH).

Antecedentes

La VH es una enfermedad crónica frecuente que ocasiona micción frecuente durante el día, micción durante el sueño y ganas repentinas de orinar con o sin incontinencia urinaria (emisión involuntaria de orina). Este trastorno reduce la calidad de vida y supone una importante carga económica para la sociedad. El entrenamiento de la vejiga es una terapia conductual que establece objetivos de tratamiento y utiliza técnicas para modificar las respuestas inadecuadas al tenesmo vesical. El objetivo es mejorar los síntomas de la VH con la reducción de las ganas frecuentes de orinar. Aunque las guías clínicas recomiendan el entrenamiento de la vejiga para tratar la VH, no existen revisiones que evalúen la eficacia de forma sistemática.

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que investigaran el entrenamiento de la vejiga en las siguientes siete intervenciones: 1. en comparación con ningún tratamiento, 2. en comparación con medicamentos denominados anticolinérgicos, 3. en comparación con medicamentos denominados agonistas de los receptores beta-3-adrenérgicos, 4. en comparación con el entrenamiento muscular del suelo pélvico (EMSP; fortalecimiento de los músculos que rodean la vejiga, el ano y la vagina o el pene), 5. en combinación con anticolinérgicos frente a anticolinérgicos solos, 6. en combinación con agonistas de los receptores beta-3-adrenérgicos frente a agonistas de los receptores beta-3-adrenérgicos solos, y 7. en combinación con EMSP frente al EMSP solo.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 15 estudios elegibles con 2007 participantes. La mayoría de los participantes eran mujeres. Los estudios compararon el entrenamiento de la vejiga con tres comparaciones: ningún tratamiento, anticolinérgicos y EMSP en adultos con VH. Ningún estudio investigó las otras cuatro comparaciones. Siete estudios se financiaron con fondos públicos. Dos estudios recibieron financiación de compañías farmacéuticas. Seis estudios no declararon sus fuentes de financiación.

Resultados clave

Entrenamiento de la vejiga frente a ningún tratamiento : el entrenamiento de la vejiga podría curar o mejorar los síntomas de la VH, pero los resultados no están muy claros. El entrenamiento de la vejiga podría reducir el número de episodios de incontinencia. No se encontraron estudios que ayudaran a responder la pregunta sobre los demás desenlaces.

Entrenamiento de la vejiga frente a anticolinérgicos : el entrenamiento vesical podría curar o mejorar los síntomas de la VH más que los anticolinérgicos. No se sabe si el entrenamiento de la vejiga influye en los demás desenlaces, y no se encontraron estudios que ayudaran a responder la pregunta de la revisión sobre la satisfacción comunicada por los pacientes.

Entrenamiento de la vejiga frente a EMSP : el entrenamiento de la vejiga podría dar lugar a una diferencia mínima o nula en la calidad de vida o en el número de episodios de incontinencia en 24 horas. El único estudio que analizó los efectos secundarios declaró cero eventos. No está claro si el entrenamiento de la vejiga tiene algún efecto sobre los episodios de micción. No se encontraron estudios que midieran los otros desenlaces.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

La mayoría de los estudios incluidos estuvieron limitados por el escaso número de participantes y el informe deficiente de la información del estudio, lo que generó incertidumbre con respecto a la evidencia. Hasta la fecha la evidencia no es suficiente para mostrar la eficacia del entrenamiento de la vejiga para tratar la VH y se necesitan más estudios bien diseñados para poder establecer conclusiones firmes.

¿Qué grado de actualización tiene esta revisión?

La evidencia está actualizada hasta el 6 de noviembre de 2022.

Conclusiones de los autores: 

Esta revisión se centró en el efecto del entrenamiento vesical para tratar la VH. Sin embargo, la mayoría de la evidencia se consideró de certeza baja o muy baja. Según evidencia de certeza baja o muy baja, el entrenamiento vesical podría curar o mejorar la VH en comparación con ningún tratamiento. El entrenamiento vesical podría ser más eficaz para curar o mejorar la VH que los anticolinérgicos y podrían darse menos eventos adversos. Es posible que no haya diferencias de eficacia ni seguridad entre el entrenamiento vesical y el EMSP. Se necesitan más ensayos bien diseñados para establecer conclusiones firmes.

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Antecedentes: 

La vejiga hiperactiva (VH) es una afección crónica y molesta. El entrenamiento vesical se prescribe ampliamente como tratamiento de primera línea para la VH, pero su eficacia se ha evaluado de forma sistemática para la incontinencia urinaria y no solo para la VH.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales del entrenamiento vesical para el tratamiento de los adultos con VH en comparación con ningún tratamiento, anticolinérgicos, agonistas de los receptores beta-3-adrenérgicos o entrenamiento muscular del suelo pélvico (EMSP) solo o en combinación.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizaron los métodos exhaustivos estándar de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 6 de noviembre de 2022.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados que incluyeron adultos de 18 años o más con VH no neurogénica. Se excluyeron los estudios de participantes cuyos síntomas estaban causados por factores que no eran urinarios (p. ej., trastornos neurológicos, deterioro cognitivo, enfermedades ginecológicas).

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales de la revisión fueron: 1. curación o mejoría comunicada por los participantes, 2. calidad de vida (CdV) relacionada con los síntomas y la afección, y 3. eventos adversos. Los desenlaces secundarios incluyeron 4. satisfacción comunicada por los participantes, 5. número de episodios de incontinencia, 6. número de episodios de tenesmo y 7. número de episodios de micción. A efectos de esta revisión, se consideraron dos puntos temporales: inmediatamente después del tratamiento (fase temprana) y al menos dos meses después del tratamiento (fase tardía). Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia de cada desenlace.

Resultados principales: 

Se incluyeron 15 ensayos con 2007 participantes; los participantes en estos ensayos fueron principalmente mujeres (89,3%). Se evaluó el riesgo de sesgo de los resultados para los desenlaces principales y secundarios y en todos los estudios fue similar y predominantemente alto; ninguno tuvo bajo riesgo de sesgo. La certeza de la evidencia de todos los desenlaces medidos fue baja a muy baja, con alguna moderada.

Entrenamiento vesical versus ningún tratamiento: tres estudios con 92 participantes compararon el entrenamiento vesical con ningún tratamiento. La evidencia acerca de los efectos del entrenamiento vesical sobre la curación o la mejoría en la fase inicial es muy incierta (razón de riesgos [RR] 17,00; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,13 a 256,56; un estudio, 18 participantes; evidencia de certeza muy baja). El entrenamiento vesical podría reducir el número de episodios de incontinencia (diferencia de medias [DM] -1,86; IC del 95%: -3,47 a -0,25; un estudio, 14 participantes; evidencia de certeza baja). Ningún estudio midió la CdV relacionada con los síntomas y la afección, el número de eventos adversos, la satisfacción comunicada por los participantes, el número de episodios de urgencia ni el número de episodios de micción en la fase inicial.

Entrenamiento vesical versus anticolinérgicos: siete estudios (602 participantes) investigaron los efectos del entrenamiento vesical versus el tratamiento anticolinérgico. El entrenamiento vesical podría ser más eficaz que los anticolinérgicos en la curación o mejoría en la fase inicial (RR 1,37; IC del 95%: 1,10 a 1,70; cuatro estudios, 258 participantes; evidencia de certeza baja). La evidencia acerca de los efectos del entrenamiento vesical sobre la CdV relacionada con los síntomas y la afección es muy incierta (diferencia de medias estandarizada [DME] -0,06; IC del 95%: -0,89 a 0,77; dos estudios, 117 participantes; evidencia de certeza muy baja). Aunque la evidencia es muy incierta, hubo menos eventos adversos en el grupo de entrenamiento vesical que en el grupo de anticolinérgicos (RR 0,03; IC del 95%: 0,01 a 0,17; tres estudios, 187 participantes; evidencia de certeza muy baja). La evidencia es muy incierta acerca de los efectos del número de episodios de incontinencia en 24 horas (DM 0,36; IC del 95%: -0,27 a 1,00; dos estudios, 117 participantes; evidencia de certeza muy baja), el número de episodios de tenesmo en 24 horas (DM 0,70; IC del 95%: -0,62 a 2,02; dos estudios , 92 participantes; evidencia de certeza muy baja) y el número de episodios de micción en 24 horas (DM -0,35; IC del 95%: -1,90 a 1,20; tres estudios, 175 participantes; evidencia de certeza muy baja). Ningún estudio midió la satisfacción comunicada por los participantes en la fase inicial.

Entrenamiento vesical versus EMSP: tres estudios con 203 participantes compararon el entrenamiento vesical con el EMSP. La evidencia es muy incierta para los diferentes efectos del entrenamiento vesical y el EMSP sobre la CdV relacionada con los síntomas y la afección en la fase inicial (DME 0,10; IC del 95%: -0,19 a 0,40; dos estudios, 178 participantes; evidencia de certeza muy baja). No hubo eventos adversos en ninguno de los grupos en la fase inicial (un estudio, 97 participantes; evidencia de certeza moderada). La evidencia sobre los efectos del número de episodios de incontinencia en 24 horas es incierta (DM 0,02; IC del 95%: -0,35 a 0,39; un estudio, 81 participantes; evidencia de certeza baja) y muy incierta con respecto al número de episodios de micción en 24 horas (DM 0,10; IC del 95%: -1,44 a 1,64; un estudio, 81 participantes; evidencia de certeza muy baja). Ningún estudio midió la curación o la mejoría, la satisfacción comunicada por los participantes ni el número de episodios de tenesmo en la fase inicial.

Aunque se tenía interés en los estudios que examinaran el entrenamiento vesical versus los agonistas de los receptores beta-3-adrenérgicos, en combinación con los agonistas de los receptores beta-3-adrenérgicos versus los agonistas de los receptores beta-3-adrenérgicos solos, y en combinación con el EMSP versus el EMSP solo, no se identificaron estudios elegibles para estas comparaciones.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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