Luz solar para la prevención y el tratamiento de la hiperbilirrubinemia en los recién nacidos

Pregunta de revisión

¿Hasta qué punto es segura y efectiva la luz solar para tratar o prevenir la ictericia (coloración amarilla de la piel, denominada hiperbilirrubinemia) en los recién nacidos?

Antecedentes

Los recién nacidos con ictericia suelen recibir tratamiento con lámparas de fototerapia, que emiten una luz azul-verde que altera la bilirrubina (sustancia amarilla que se encuentra de forma natural en la sangre del recién nacido) para que se pueda excretar con más facilidad.

La luz del sol emite luz en un espectro similar. Sin embargo, la luz del sol también emite rayos ultravioleta y radiación infrarroja dañinos, que pueden causar quemaduras solares y cáncer de piel. Además, exponer a los recién nacidos a la luz del sol puede suponer que pasen demasiado calor o demasiado frío, según el clima.

En los países de ingresos bajos y medios (PIBM) la fototerapia no siempre está disponible para los recién nacidos que la necesitan. Además, los recién nacidos de estos países pueden tener un mayor riesgo de sufrir ictericia peligrosa, en la que la bilirrubina de su sangre alcanza niveles que le permiten atravesar la barrera hematoencefálica y causar daños en el cerebro. Los recién nacidos de los países de ingresos bajos y medios tienen mayor riesgo de padecer ictericia por varias razones, como el escaso acceso a la atención materna durante el embarazo, el mayor número de trastornos sanguíneos que provocan ictericia y el mayor riesgo de infección o traumatismo en el parto.

Debido a que la luz solar es fácilmente accesible, es urgente determinar si es segura y efectiva para tratar la ictericia en los recién nacidos de los PBMI.

Características del estudio

Se incluyeron tres ensayos clínicos con 1103 recién nacidos de dos países. Los ensayos incluyeron a recién nacidos que nacieron en la fecha prevista de parto o cerca de ella (35 semanas de gestación o más), con menos de dos semanas de vida. Un estudio evaluó a recién nacidos sanos y los otros dos a recién nacidos con ictericia. En un estudio, los recién nacidos recibieron tratamiento con luz solar o ningún tratamiento para evaluar la luz solar para la prevención o reducción de la ictericia. En los otros dos estudios, los recién nacidos con ictericia se asignaron al azar a recibir tratamiento con máquinas de fototerapia o a recibir luz solar a través de una carpa con filtro de luz que bloqueaba la luz ultravioleta y la radiación infrarroja, y estos grupos se compararon para comprobar la mejoría de la ictericia. Un estudio no hizo comentarios sobre la financiación. Los otros dos estudios fueron financiados por el Thrasher Research Fund. La evidencia está actualizada hasta junio de 2020.

Resultados clave

Luz solar versus ningún tratamiento: los recién nacidos expuestos a la luz solar podrían tener una menor aparición de ictericia y presentarla durante menos días, en comparación con los recién nacidos que no reciben un tratamiento preventivo para la ictericia. No se redujo el reingreso en el hospital por ictericia en los recién nacidos expuestos a la luz solar, en comparación con los recién nacidos que no recibieron tratamiento.

Luz solar versus otras fuentes de fototerapia: en comparación con los recién nacidos expuestos a un tratamiento de fototerapia eléctrica, los recién nacidos expuestos a la luz solar tuvieron una tasa similar de disminución de los niveles de bilirrubina. Cuando se utilizaron películas para filtrar la luz, los recién nacidos expuestos a la luz solar no presentaron mayores índices de quemaduras solares, deshidratación o hipotermia. Los recién nacidos expuestos a la luz solar tuvieron un mayor riesgo de hipertermia. La efectividad de la luz solar podría no ser inferior a la de la fototerapia si es posible administrarla durante al menos cuatro horas al día, y la fototerapia eléctrica se puede administrar por la noche si fuera necesario.

Certeza de la evidencia

La certeza de la evidencia para los desenlaces en los tres estudios fue de muy baja a moderada. Fue muy baja para todos los desenlaces principales de cada estudio. No existe certeza acerca de si la luz solar es efectiva para la prevención o el tratamiento de la hiperbilirrubinemia en los recién nacidos a término o prematuros tardíos.

Conclusiones de los autores: 

La luz solar podría ser un complemento efectivo de la fototerapia convencional en contextos de PIBM, podría permitir el uso rotativo de máquinas de fototerapia limitadas y podría ser preferible para las familias, ya que es posible que permita un mayor vínculo. La filtración de la luz solar para bloquear la luz ultravioleta perjudicial y los controles frecuentes de la temperatura de los neonatos bajo la luz solar podrían estar justificados por seguridad. La luz solar podría ser efectiva para prevenir la hiperbilirrubinemia en algunos casos, pero estos estudios no han demostrado que la luz solar por sí sola sea efectiva para el tratamiento de la hiperbilirrubinemia, dada su disponibilidad esporádica y la certeza baja o muy baja de la evidencia de estos estudios.

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Antecedentes: 

La encefalopatía bilirrubínica aguda (EBA) y las demás complicaciones graves de la hiperbilirrubinemia grave en el neonato se producen con mucha más frecuencia en los países de ingresos bajos y medios (PIBM). Este hecho se debe a varios factores que hacen que los neonatos de los PBMI tengan un mayor riesgo de presentar hiperbilirrubinemia, como la mayor prevalencia de trastornos hematológicos que provocan hemólisis, el aumento de la sepsis, la menor atención prenatal o postnatal y la falta de recursos para tratar a los neonatos con ictericia. Los hospitales y los consultorios se enfrentan a una escasez frecuente de máquinas de fototerapia que funcionen y a un acceso irregular a la electricidad para hacerlas funcionar. La luz solar tiene el potencial de tratar la hiperbilirrubinemia, pues contiene las longitudes de onda de la luz que producen las máquinas de fototerapia. Sin embargo, contiene luz ultravioleta y radiación infrarroja que son nocivas, y una exposición prolongada puede provocar quemaduras solares, daños en la piel e hipertermia o hipotermia.

Objetivos: 

Evaluar la eficacia de la luz solar administrada sola o con dispositivos de filtrado o amplificación para la prevención y el tratamiento de la ictericia clínica o la hiperbilirrubinemia diagnosticada por el laboratorio en neonatos a término y prematuros tardíos.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizó la estrategia de búsqueda estándar del Grupo Cochrane de Neonatología (Cochrane Neonatal Group) para buscar en CENTRAL (2019, número 5), MEDLINE, Embase y CINAHL el 2 de mayo de 2019. También se buscaron ensayos controlados aleatorizados (ECA) y ensayos cuasialeatorizados en las bases de datos de ensayos clínicos, los resúmenes de congresos y las listas de referencias de los artículos identificados.

La búsqueda se actualizó el 1 de junio de 2020.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ECA, ensayos cuasialeatorizados y ECA por conglomerados. Se excluyeron los ECA cruzados. Los estudios incluidos debían haber evaluado la luz solar (con o sin filtros o amplificación) para la prevención y el tratamiento de la hiperbilirrubinemia o la ictericia en neonatos a término o prematuros tardíos. Los neonatos se debían haber reclutado en el estudio antes de una semana de vida posnatal.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por la Colaboración Cochrane. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia. Los desenlaces principales fueron: administración de fototerapia convencional, fracaso del tratamiento que requirió exanguinotransfusión, EBA, encefalopatía bilirrubínica crónica y muerte.

Resultados principales: 

Se incluyeron tres ECA (1103 neonatos). Los tres estudios tuvieron tamaños muestrales pequeños, no estaban cegados y tuvieron alto riesgo de sesgo. Se planificó realizar cuatro comparaciones, pero solo se encontraron estudios que informaron sobre dos.

Luz solar con o sin filtros o amplificación comparada con ningún tratamiento para la prevención y el tratamiento de la hiperbilirrubinemia en neonatos a término y prematuros tardíos

Un estudio sobre la exposición a la luz solar dos veces al día (30 a 60 minutos) en comparación con ningún tratamiento informó que se podría reducir la incidencia de ictericia (razón de riesgos [RR] 0,61; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,45 a 0,82; diferencia de riesgos [DR] -0,14; IC del 95%: -0,22 a -0.06; número necesario a tratar para un resultado beneficioso adicional [NNTB] 7; IC del 95%: 5 a 17; un estudio, 482 neonatos; evidencia de certeza muy baja) y se podría reducir el número de días que el neonato presentó ictericia (diferencia de medias [DM] -2,20 días; IC del 95%: -2,60 a -1,80; un estudio, 482 neonatos; evidencia de certeza muy baja). No hubo datos sobre la seguridad o los posibles efectos perjudiciales de la intervención. El estudio no evaluó la administración de fototerapia convencional, el fracaso del tratamiento que requiere exanguinotransfusión, la EBA ni las consecuencias a largo plazo de la hiperbilirrubinemia. El estudio mostró que el tratamiento con luz solar podría reducir las tasas de reingreso dentro de los siete días posteriores al alta para el tratamiento de la hiperbilirrubinemia, pero no estuvo muy clara la certeza de la evidencia (RR 0,55; IC del 95%: 0,27 a 1,11; DR -0,04; -0,08 a 0,01; un estudio, 482 neonatos; evidencia de certeza muy baja).

Luz solar con o sin filtros o amplificación comparada con otras fuentes de fototerapia para el tratamiento de la hiperbilirrubinemia en neonatos con hiperbilirrubinemia confirmada

Dos estudios (621 neonatos) compararon el efecto de la exposición a la luz solar filtrada con otras fuentes de fototerapia en neonatos con hiperbilirrubinemia confirmada. La fototerapia con luz solar filtrada (FLSF) y la fototerapia eléctrica convencional o intensiva dieron lugar a un número similar de días de tratamiento efectivo (definido en general como un aumento mínimo de la bilirrubina sérica total en los neonatos de menos de 72 horas y una disminución de la bilirrubina sérica total en los neonatos de más de 72 horas en cualquier día en que se dispusiera de al menos cuatro o cinco horas de tratamiento con luz solar). Podría haber poca o ninguna diferencia en el fracaso del tratamiento que requiere exanguinotransfusión (RR típica 1,00; IC del 95%: 0,06 a 15,73; DR típica 0,00; IC del 95%: -0,01 a 0,01; dos estudios, 621 neonatos; evidencia de certeza baja). Un estudio informó sobre la EBA, y ningún neonato desarrolló este desenlace (RR no calculable; DR 0,00; IC del 95%: -0,02 a 0,02; un estudio, 174 neonatos; evidencia de certeza baja). Un estudio informó de la muerte como motivo de retirada del estudio, y no hubo retiros entre los neonatos debido a la muerte (RR no calculable; DR típica 0,00; IC del 95%: -0,01 a 0,01; un estudio, 447 neonatos; evidencia de certeza baja). Ningún estudio evaluó desenlaces a largo plazo.

Posibles efectos perjudiciales: ambos estudios mostraron un probable aumento del riesgo de hipertermia (temperatura corporal superior a 37,5 °C) con la FLSF (RR típica 4,39; IC del 95%: 2,98 a 6,47; DR típica 0,30; IC del 95%: 0,23 a 0,36; número necesario a tratar para un resultado perjudicial adicional [NNTD] 3; IC del 95%: 2 a 4; dos estudios, 621 neonatos; evidencia de certeza moderada). Probablemente no hubo diferencias en la hipotermia (temperatura corporal inferior a 35,5 °C) (RR típica 1,06; IC del 95%: 0,55 a 2,03; DR típica 0,00; IC del 95%: -0,03 a 0,04; dos estudios, 621 neonatos; evidencia de certeza moderada).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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