Terapia asistida con animales para pacientes con demencia

Pregunta de la revisión

¿Las sesiones de terapia que involucran animales vivos ayudan a los pacientes con demencia?

Antecedentes

La demencia es una enfermedad cada vez más común en el mundo. Los pacientes con demencia tienen una pérdida progresiva de la capacidad de pensar, recordar y comunicarse, de manejarse en las actividades cotidianas y de relacionarse de manera exitosa con otras personas. Muchos pacientes con demencia también presentan depresión y problemas relacionados con la misma. Hasta la fecha, ningún tratamiento demostró ser capaz de curar la enfermedad o evitar que empeore. Sin embargo, se utilizan muchos tratamientos para mejorar el bienestar de los pacientes con demencia y de las personas que los cuidan. La terapia asistida con animales (TAA) es uno de los tipos de tratamiento estudiados. Se cree que los animales podrían ayudar a los pacientes con demencia al brindarles compañía y apoyo en las actividades cotidianas y que esto podría generar mejoras en la salud física y mental, que incluyen un mejor estado de ánimo y menos comportamientos problemáticos.

Fecha de la búsqueda

Se hicieron búsquedas en las bases de datos médicas hasta septiembre 2019.

Características clave de los estudios incluidos

Se incluyeron nueve ensayos controlados aleatorizados (estudios clínicos en que se asignaron al azar a los individuos a uno de dos o más grupos de tratamiento), con 305 pacientes con demencia, que compararon la TAA con un tratamiento de control (atención habitual o un tratamiento alternativo). Todos los estudios se realizaron en Europa o en Estados Unidos. Siete estudios compararon la TAA con la atención habitual o con otra actividad que no tenía nada que ver con los animales. Dos estudios compararon la TAA (con animales vivos) con el uso de animales robóticos. Un estudio comparó la TAA con el uso de un gato de peluche. Algunas características de los estudios podrían haber sesgado los resultados. Los participantes del estudio y el personal de atención sabían qué tratamiento recibía cada paciente, lo que pudo haber afectado algunos resultados. Además, no siempre fue claro que la asignación al azar a los tratamientos se haya hecho de la mejor manera posible.

Funding sources

Los estudios recibieron financiamiento de varias fuentes, que incluyeron becas de investigación (cuatro estudios), donación de personas (un estudio) y apoyo de un instituto que promueve la TAA (dos estudios). Dos estudios no describieron el método de financiamiento.

Resultados clave

Se encontró evidencia de dos estudios con 83 participantes de que es posible que los pacientes con demencia que tuvieron TAA estuvieran ligeramente menos deprimidos al final del tratamiento en comparación con los pacientes que tuvieron atención estándar u otras intervenciones no relacionadas con animales. También se encontró evidencia de tres estudios con 164 participantes de que los pacientes que recibieron TAA no tuvieron diferencias claras en la calidad de vida en comparación con los que no lo hicieron. Sin embargo, no se encontró evidencia de un efecto sobre la funcionalidad social (interacciones con el entorno y las familias), el comportamiento, la agitación, las actividades cotidianas, la capacidad de autocuidado o el equilibrio. No hubo diferencias claras cuando se comparó la TAA con el uso de un animal robótico en dos estudios de 156 participantes (en la funcionalidad social, comportamiento y calidad de vida), o con el uso de un gato de peluche en un estudio con 64 participantes (en la funcionalidad social). No hubo datos sobre los efectos perjudiciales del tratamiento en los pacientes y no hubo ningún informe acerca del efecto en los animales en ningún estudio.

Certeza de la evidencia

Se tuvieron en cuenta varios factores a la hora de decidir cuán seguros podían ser los resultados. En esta revisión, dos factores principales redujeron el nivel de certeza. En primer lugar, para todos los resultados examinados, solo hubo un pequeño número de estudios y de pacientes. En segundo lugar, se pensó que existía un riesgo significativo de que todos los resultados pudieran haber estado sesgados por la forma en que los estudios se diseñaron o realizaron. Para unos pocos resultados, la confianza también se vio reducida por resultados inconsistentes entre los estudios. En general, la certeza sobre los resultados varió de muy baja a moderada.

Conclusiones

La TAA puede reducir ligeramente los síntomas depresivos. En otros aspectos, aún no se pueden establecer conclusiones sobre si la TAA es beneficiosa o segura para los pacientes con demencia. El pequeño tamaño de los estudios incluidos y la diversidad de los resultados y de las medidas de resultado fueron problemas graves. Se recomiendan estudios adicionales bien realizados con la inclusión de resultados importantes como el bienestar emocional y social, la calidad de vida, los efectos secundarios y los efectos sobre los animales.

Conclusiones de los autores: 

Se encontró evidencia de certeza baja de que la TAA puede reducir ligeramente los síntomas depresivos en los pacientes con demencia. No se encontró evidencia clara de que la TAA afecte otros resultados en esta población, y la certeza de la evidencia varió de muy baja a moderada, según el resultado. No se encontró evidencia sobre la seguridad o los efectos sobre los animales. Por lo tanto, aún no se pueden establecer conclusiones claras sobre los beneficios y riesgos generales de la TAA en pacientes con demencia. Se necesitan ECA adicionales bien realizados para mejorar la certeza de la evidencia. En vista de la dificultad para lograr el cegamiento de los participantes y el personal en dichos ensayos, los futuros ECA deben trabajar en el cegamiento de los evaluadores de resultados, documentar con claridad los métodos de asignación e incluir resultados importantes para el paciente, como el afecto, la funcionalidad emocional y social, la calidad de vida, los eventos adversos y los resultados para los animales.

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Antecedentes: 

La demencia es una enfermedad crónica que afecta de manera progresiva a la memoria y otras funciones cognitivas, al comportamiento social y la capacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas. Hasta la fecha, ningún tratamiento es totalmente efectivo para prevenir la progresión de la enfermedad, y debido a que la mayoría de los tratamientos son sintomáticos, con frecuencia el objetivo es mejorar los síntomas psicológicos de los pacientes o los comportamientos que son difíciles para los cuidadores. Se ha evaluado una serie de nuevas estrategias terapéuticas en la investigación, y el uso de animales entrenados en sesiones de terapia, llamada terapia asistida con animales (TAA), está recibiendo cada vez más atención.

Objetivos: 

Evaluar la eficacia y la seguridad de la terapia asistida con animales para los pacientes con demencia.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en ALOIS: el registro especializado del Grupo Cochrane de Demencia y Trastornos Cognitivos el 5 de noviembre 2019. ALOIS contiene registros de ensayos clínicos identificados en las búsquedas mensuales de varias bases de datos principales de atención sanitaria, registros de ensayos y fuentes de literatura gris. También se hicieron búsquedas en MEDLINE (OvidSP), Embase (OvidSP), PsycINFO (OvidSP), CINAHL (EBSCOhost), ISI Web of Science, ClinicalTrials.gov y en el portal de registro de ensayos de la OMS.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA), ensayos aleatorizados grupales y ensayos cruzados (cross-over) aleatorizados que compararon TAA versus ninguna TAA, TAA con animales vivos versus alternativas como robots o juguetes, o TAA versus cualquier otra intervención activa.

Obtención y análisis de los datos: 

Los datos se extrajeron mediante los métodos estándar del grupo Cochrane de Demencia. Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la elegibilidad y el riesgo de sesgo de los registros recuperados. Los resultados se expresaron mediante diferencia de medias (DM), diferencia de medias estandarizada (DME) y riesgo relativo (RR) con sus intervalos de confianza (IC) del 95%, cuando fue apropiado.

Resultados principales: 

Se incluyeron nueve ECA de diez informes. Los nueve estudios se realizaron en Europa y Estados Unidos. Seis estudios fueron ensayos controlados aleatorizados individuales de grupos paralelos; uno fue un ensayo cruzado (cross-over) aleatorizado; y dos fueron ECA grupales que posiblemente fueron relacionados cuando la asignación al azar tuvo lugar en centros de día y geriátricos. Se identificaron dos ensayos en curso a partir de registros de ensayos.

Hubo tres comparaciones: TAA versus ninguna TAA (cuidado estándar o varias actividades no relacionadas con animales), TAA que utiliza animales vivos versus animales robóticos, y TAA que utiliza animales vivos versus el uso de un juguete de peluche. Los estudios evaluaron a 305 pacientes con demencia. Un estudio utilizó caballos y el resto utilizó perros como animales de terapia. La duración de la intervención varió de seis semanas a seis meses, y las sesiones de terapia duraron entre 10 y 90 minutos cada una, con una frecuencia que osciló entre una sesión cada dos semanas y dos sesiones por semana. Se utilizó una amplia variedad de instrumentos para medir los resultados. Todos los estudios tuvieron un riesgo de sesgo de realización alto y un riesgo de sesgo de selección incierto. La certeza sobre los resultados para todos los resultados principales fue de muy baja a moderada.

Cuando se comparó la TAA versus ninguna TAA, se encontró que los pacientes que recibieron TAA llegaron a estar ligeramente menos deprimidos después de la intervención (DM -2,87; IC del 95%: -5,24 a -0,50; 2 estudios, 83 participantes; evidencia de certeza baja), pero no parecieron tener una mejor calidad de vida (DM 0,45; IC del 95%: -1,28 a 2,18; 3 estudios, 164 participantes; evidencia de certeza moderada). No hubo diferencias claras en todos los demás resultados importantes, que incluyeron la funcionalidad social (DM -0,40; IC del 95%: -3,41 a 2,61; 1 estudio, 58 participantes; evidencia de certeza baja), el comportamiento problemático (DME -0,34; IC del 95%: -0,98 a 0,30; 3 estudios, 142 participantes; evidencia de certeza muy baja), la agitación (DME -0,39; IC del 95%: -0,89 a 0,10; 3 estudios, 143 participantes; evidencia de certeza muy baja), actividades cotidianas (DM 4,65, IC del 95%: -16,05 a 25,35; 1 estudio, 37 participantes; evidencia de certeza baja) y la capacidad de autocuidado (DM 2,20, IC del 95%: -1,23 a 5,63; 1 estudio, 58 participantes; evidencia de certeza baja). No hubo datos sobre los eventos adversos.

Cuando se comparó la TAA que utiliza animales vivos versus animales robóticos, un estudio (68 participantes) encontró efectos mixtos sobre la funcionalidad social, con mayor duración del contacto físico pero menor duración de la conversación en los participantes que fueron tratados con TAA que utiliza animales vivos versus animales robóticos (mediana: 93 segundos con un animal vivo en comparación con 28 segundos con un animal robótico para el contacto físico; 164 segundos con un animal vivo en comparación 206 segundos con un animal robótico para la conversación dirigida a una persona; 263 segundos con un animal vivo en comparación 307 segundos con un animal robótico para la conversación en total). Otro estudio no mostró diferencias claras entre los grupos en el comportamiento medido mediante el Neuropsychiatric Inventory (DM -6,96; IC del 95%: -14,58 a 0,66; 78 participantes; evidencia de certeza baja) o la calidad de vida (DM -2,42; IC del 95%: -5,71 a 0,87; 78 participantes; evidencia de certeza baja). No hubo datos sobre los otros resultados.

Al comparar la TAA con animales vivos versus un gato de peluche, un estudio (64 participantes) evaluó solo la funcionalidad social, en forma de duración del contacto y conversación. Los datos se expresaron en rangos medianos e intercuartiles. La duración del contacto fue ligeramente mayor en los participantes del grupo de TAA y la duración de la conversación fue ligeramente mayor en los pacientes expuestos al gato de juguete. La evidencia fue de certeza baja.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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