Entrenamiento con ejercicios para la bronquiectasia

Pregunta de la revisión

Se quería saber si el entrenamiento con ejercicios mejora la tolerancia al ejercicio, la calidad de vida o los síntomas, y si reduce el número de brotes ("exacerbaciones") futuros, en las personas con bronquiectasia en comparación con las personas que no hicieron entrenamiento con ejercicios. Se analizaron los estudios que incluían a personas con enfermedad estable y a pacientes en el período posterior a un brote reciente. El objetivo era incluir evidencia relacionada con niños y adultos con bronquiectasia.

Antecedentes

Las personas con bronquiectasia presentan tos crónica y producción de esputo. Tienen un mayor riesgo de desarrollar exacerbaciones agudas que contribuyen a una tolerancia al ejercicio y una calidad de vida deficientes. Cuando lo realizan personas con otras afecciones pulmonares crónicas, el entrenamiento con ejercicios mejora la tolerancia al ejercicio y reduce los síntomas. Sin embargo, se sabe poco sobre el efecto del entrenamiento con ejercicios específicamente en la bronquiectasia.

Características de los estudios

La evidencia está actualizada hasta octubre de 2020. Se incluyeron seis estudios con un total de 275 participantes; cinco estudios estaban relacionados con personas con enfermedad estable. No se encontraron estudios con niños. El entrenamiento con ejercicios se realizó en combinación con otros tratamientos como el tratamiento de depuración de las vías respiratorias, el entrenamiento de los músculos respiratorios y la formación. Los participantes se asignaron de forma aleatoria a entrenamiento con ejercicios o ningún entrenamiento con ejercicios. El entrenamiento con ejercicios se realizó por al menos seis semanas, ya fuera en un ámbito de grupo o en el domicilio. Ninguno de los estudios incluidos fue financiado por compañías con intereses comerciales en los resultados del estudio.

Resultados clave

Después de la finalización del entrenamiento con ejercicios, los participantes en un estado clínico estable caminaron más lejos que los que no realizaron el entrenamiento con ejercicios (una media de 87 metros más lejos), pero la certeza de la evidencia es baja. Los participantes también informaron una mejor calidad de vida (evidencia de certeza baja) y menor dificultad para respirar y cansancio. Se encontró evidencia de certeza moderada que muestra que el entrenamiento con ejercicios podría no mejorar específicamente los síntomas relacionados con la tos, aunque la incidencia de exacerbaciones agudas fue menor. La evidencia no fue suficiente para mostrar si los efectos del entrenamiento con ejercicios durarían más allá del período de entrenamiento con ejercicios, y no hubo evidencia disponible para determinar si el entrenamiento con ejercicios ayuda a las personas a ser físicamente activas. No se observaron efectos beneficiosos en las personas que realizaron el entrenamiento con ejercicios poco después de un brote agudo de bronquiectasia.

Certeza de la evidencia

La certeza de la evidencia fue muy baja a moderada debido a la incertidumbre sobre la verdadera magnitud de los efectos beneficiosos observados, a los estudios mal realizados y a la falta general de datos suficientes. Se necesitan más estudios con un mayor número de participantes para determinar los efectos a largo plazo del entrenamiento con ejercicios, independientemente del estado clínico.

Conclusiones de los autores: 

Esta revisión proporciona evidencia de certeza baja que sugiere una mejoría en la capacidad de ejercicio funcional y en la calidad de vida inmediatamente después del entrenamiento con ejercicios en personas con bronquiectasia estable; sin embargo, los efectos del entrenamiento con ejercicios sobre la calidad de vida relacionada con la tos y los síntomas psicológicos parecen ser mínimos. Debido a la información insuficiente de los métodos, el escaso número de estudios y la variación entre los resultados de los estudios, la evidencia es de certeza muy baja a moderada. Se dispone de evidencia limitada para mostrar los efectos a largo plazo del entrenamiento con ejercicios sobre estos desenlaces.

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Antecedentes: 

La bronquiectasia se caracteriza por una producción excesiva de esputo, tos crónica y exacerbaciones agudas, y se asocia con síntomas de disnea y cansancio, que reducen la tolerancia al ejercicio y deterioran la calidad de vida. El entrenamiento con ejercicios, de forma aislada o junto con otras intervenciones, es beneficioso para las personas con otras enfermedades respiratorias, pero sus efectos en la bronquiectasia no han sido bien definidos.

Objetivos: 

Determinar los efectos del entrenamiento con ejercicios en comparación con la atención habitual sobre la tolerancia al ejercicio (desenlace principal), la calidad de vida (desenlace principal), la incidencia de exacerbación aguda y hospitalización, los síntomas respiratorios y de salud mental, la función física, la mortalidad y los eventos adversos en personas con exacerbación estable o aguda de bronquiectasia.

Métodos de búsqueda: 

Se identificaron ensayos del Registro especializado del Grupo Cochrane de Vías respiratorias (Cochrane Airways), ClinicalTrials.gov y el portal de ensayos de la Organización Mundial de la Salud, desde su creación hasta octubre de 2020. Se revisaron los resúmenes de congresos relacionados con temas respiratorios y las listas de referencias de todos los estudios primarios y artículos de revisión en busca de referencias adicionales.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados en los que el entrenamiento con ejercicios de al menos cuatro semanas de duración (u ocho sesiones) se comparó con la atención habitual en personas con bronquiectasia estable o que presentan una exacerbación aguda. Se permitieron las cointervenciones con el entrenamiento con ejercicios que incluyeron la capacitación, el entrenamiento de los músculos respiratorios y el tratamiento de depuración de las vías respiratorias, si también se aplicaban como parte de la atención habitual.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, examinaron y seleccionaron los ensayos para inclusión, extrajeron los datos de los desenlaces y evaluaron el riesgo de sesgo. Se estableció contacto con los autores de los estudios para obtener los datos faltantes. Se calcularon las diferencias de medias (DM) con un modelo de efectos aleatorios. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.

Resultados principales: 

Se incluyeron seis estudios, dos de ellos publicados como resúmenes, con un total de 275 participantes. Cinco estudios se realizaron con personas con bronquiectasia clínicamente estable y un estudio piloto se realizó después de una exacerbación aguda. Todos los estudios incluyeron cointervenciones como instrucciones para el tratamiento de depuración de las vías respiratorias y estrategias de respiración, entrega de un folleto informativo y realización de sesiones educativas. La duración del entrenamiento varió entre seis y ocho semanas, con una mezcla de sesiones supervisadas y no supervisadas realizadas en ámbitos ambulatorios o domiciliarios. En la revisión no se incluyeron estudios con niños; sin embargo, se identificaron dos estudios actualmente en curso. No se dispone de datos sobre los niveles de actividad física o los eventos adversos.

En las personas con bronquiectasia estable, la evidencia indica que el entrenamiento con ejercicios comparado con la atención habitual mejora la tolerancia al ejercicio funcional medida por la distancia incremental de caminata en cinta rodante, con una diferencia de medias (DM) entre los grupos de 87 metros (intervalo de confianza [IC] del 95%: 43 a 132 metros; cuatro estudios, 161 participantes; evidencia de certeza baja). La evidencia también indica que el entrenamiento con ejercicios mejora la distancia de caminata en seis minutos (6MWD) (DM entre los grupos de 42 metros; IC del 95%: 22 a 62; un estudio, 76 participantes; evidencia de certeza baja). La magnitud de estos cambios medios observados parece ser clínicamente relevante, ya que superan los umbrales de diferencia mínima clínicamente importante (DMCI) en las personas con enfermedad pulmonar crónica. La evidencia indica que la calidad de vida mejora después del entrenamiento con ejercicios según la puntuación total del St George's Respiratory Questionnaire (SGRQ) (DM -9,62 puntos; IC del 95%: -15,67 a -3,56 puntos; tres estudios, 160 participantes; evidencia de certeza baja), que supera la DMCI de 4 puntos para este desenlace. Se observó una reducción de la disnea (DM 1,0 puntos; IC del 95%: 0,47 a 1,53; un estudio, 76 participantes) y del cansancio (DM 1,51 puntos; IC del 95%: 0,80 a 2,22 puntos; un estudio, 76 participantes) tras el entrenamiento con ejercicios según estos dominios del Chronic Respiratory Disease Questionnaire. Sin embargo, no hubo cambios en la calidad de vida relacionada con la tos, medida por el Leicester Cough Questionnaire (LCQ) (DM -0,09 puntos; IC del 95%: -0,98 a 0,80 puntos; dos estudios, 103 participantes; evidencia de certeza moderada), ni en la ansiedad o la depresión. Dos estudios informaron desenlaces a más largo plazo hasta 12 meses después de la finalización de la intervención; sin embargo, el entrenamiento con ejercicios no pareció mejorar la capacidad de ejercicio ni la calidad de vida más que la atención habitual. El entrenamiento con ejercicios redujo el número de exacerbaciones agudas de bronquiectasia durante 12 meses en las personas con bronquiectasia estable (odds ratio 0,26; IC del 95%: 0,08 a 0,81; un estudio, 55 participantes).

Después de una exacerbación aguda de bronquiectasia, los datos de un estudio individual (n = 27) indican que el entrenamiento con ejercicios comparado con la atención habitual da lugar a poco o ningún efecto sobre la capacidad de ejercicio (DM 11 metros; IC del 95%: -27 a 49 metros; evidencia de certeza baja), la puntuación total del SGRQ (DM 6,34 puntos; IC del 95%: -17,08 a 29,76 puntos) o la puntuación del LCQ (DM -0,08 puntos; IC del 95%: -0,94 a 0,78 puntos; evidencia de certeza baja) y no reduce el tiempo hasta la primera exacerbación (cociente de riesgos instantáneos 0,83; IC del 95%: 0,31 a 2,22).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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