¿La vitamina D reduce el riesgo de crisis asmáticas graves o mejora el control de los síntomas del asma?

Mensajes clave

1) Al contrario de la revisión Cochrane anterior sobre este tema, esta revisión actualizada no considera que la vitamina D ofrezca protección contra las crisis asmáticas graves ni mejore el control de los síntomas.

2) Es necesario realizar más ensayos en personas con crisis asmáticas graves frecuentes y en aquellas con un nivel inicial de vitamina D muy bajo, así como sobre el potencial del calcidiol (una forma concreta de vitamina D) para ofrecer efectos protectores.

¿Por qué se considera que la vitamina D podría beneficiar a los pacientes con asma?

La concentración baja de vitamina D (la "vitamina del sol") en sangre se han relacionado con un mayor riesgo de crisis asmáticas graves, definidas como aquellas que precisan corticoides orales (sistémicos).

La revisión Cochrane anterior sobre este tema, realizada en 2016, encontró que la vitamina D reducía el riesgo de crisis asmáticas; sin embargo, el debate ha continuado, y algunos ensayos posteriores encontraron que la vitamina D no tiene ningún efecto. Por lo tanto, se realizó un metanálisis actualizado para incluir los datos de los nuevos ensayos completados desde la última revisión.

¿Qué se quería averiguar?

Se quería averiguar si la administración de suplementos de vitamina D:

• reduce el riesgo de crisis asmáticas graves;

• mejora el control de los síntomas del asma;

• produce efectos secundarios negativos.

¿Qué se hizo?

Se buscaron ensayos controlados aleatorizados que evaluaran el efecto de la administración de suplementos de vitamina D sobre el riesgo de crisis asmáticas graves y el control de los síntomas del asma. Se compararon y resumieron los resultados de los estudios y la confianza en la evidencia se evaluó en función de factores como la metodología de los estudios.

También se analizó si los efectos de la administración de suplementos de vitamina D diferían según el estado inicial de vitamina D, la dosis o la forma de los suplementos administrados, la frecuencia con la que las personas tomaban los suplementos o la edad de los participantes.

¿Qué se encontró?

En esta revisión se incluyeron datos de 20 ensayos clínicos que involucraron a un total de 2225 personas; 9 de ellos se incluyeron en la revisión Cochrane anterior sobre el tema y 11 se han publicado desde entonces. De los 20 estudios, 15 aportaron datos sobre crisis asmáticas graves. Los ensayos duraron entre 3 y 40 meses, y todos menos 2 investigaron una formulación concreta de vitamina D llamada colecalciferol o vitamina D3. Es la formulación más común de comprimidos de vitamina D.

• Las personas que recibieron suplementos de vitamina D no tuvieron un menor riesgo de crisis asmáticas graves en comparación con las que recibieron placebo (medicación falsa).

• Los suplementos de vitamina D no influyeron en las mediciones del control del asma ni en la capacidad respiratoria; tampoco afectaron el riesgo de efectos secundarios perjudiciales graves.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

• Las personas con asma grave y aquellas con niveles muy bajos de vitamina D antes de la administración de los suplementos estuvieron poco representadas, por lo que no fue posible evaluar si los suplementos de vitamina D podrían ayudar a estas personas.

• Un único estudio que investigó los efectos del calcidiol, una formulación alternativa de vitamina D, mostró un efecto protector. Es necesario seguir investigando esta formulación de vitamina D.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

Esta revisión actualiza una revisión anterior. La evidencia está actualizada hasta septiembre de 2022.

Conclusiones de los autores: 

En contraposición con los hallazgos de la revisión Cochrane anterior sobre este tema, esta revisión actualizada no encuentra evidencia que respalde una función de los suplementos de vitamina D o sus metabolitos hidroxilados en la reducción del riesgo de exacerbaciones del asma o la mejoría del control del asma. Los participantes con asma grave y aquellos con concentraciones iniciales de 25(OH)D < 25 nmol/l estuvieron escasamente representados, por lo que se justifica la realización de más estudios de investigación. Un único estudio que investigó los efectos del calcidiol proporcionó resultados positivos, por lo que se necesitan más estudios que investiguen los efectos de este metabolito.

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Antecedentes: 

Desde la revisión Cochrane anterior sobre este tema en 2016, ha continuado el debate en torno a una posible función de la vitamina D en la reducción del riesgo de exacerbación del asma y la mejora de su control. Por lo tanto, se realizó un metanálisis actualizado para incluir los datos de los nuevos ensayos completados desde esta fecha.

Objetivos: 

Evaluar la eficacia y seguridad de la administración de vitamina D o sus metabolitos hidroxilados para reducir el riesgo de exacerbaciones graves del asma (definidas como aquellas que requieren tratamiento con corticosteroides sistémicos) y mejorar el control de sus síntomas.

Métodos de búsqueda: 

Se buscó en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Vías respiratorias (Cochrane Airways Group) y en las listas de referencias de los artículos. Se estableció contacto con los autores de los estudios para identificar ensayos adicionales. Fecha de la última búsqueda: 8 de septiembre de 2022.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos doble ciego, aleatorizados, controlados con placebo de vitamina D en niños y adultos con asma que evaluaron el riesgo de exacerbación o el control de los síntomas del asma, o ambos.

Obtención y análisis de los datos: 

Cuatro autores de la revisión aplicaron de forma independiente los criterios de inclusión de los estudios, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Cuando fue posible, se obtuvieron los datos faltantes a través de los autores de los estudios. Los resultados se informaron con intervalos de confianza (IC) del 95%. El desenlace principal fue la incidencia de exacerbaciones graves del asma que requirieron tratamiento con corticosteroides sistémicos. Los desenlaces secundarios incluyeron la incidencia de exacerbaciones del asma que precipitaron acudir al servicio de urgencias o requirieron ingreso hospitalario, o ambas, las puntuaciones de la childhood Asthma Control Test (cACT) o la Asthma Control Test (ACT) al final del estudio, y el % previsto de volumen espiratorio forzado en un segundo (VEF1) al final del estudio.

Se realizaron análisis de subgrupos para determinar si el efecto de la vitamina D sobre el riesgo de exacerbación del asma se veía modificado por el estado inicial de vitamina D, la dosis de vitamina D, la frecuencia de la posología, la formulación de la vitamina D administrada y la edad de los participantes.

Resultados principales: 

En esta revisión se incluyeron 20 estudios; 15 ensayos con un total de 1155 niños y cinco ensayos con un total de 1070 adultos aportaron datos para los análisis. Las edades de los participantes variaron entre 1 y 84 años, con dos ensayos que proporcionaron datos específicos de participantes menores de 5 años (n = 69) y ocho ensayos que proporcionaron datos específicos de participantes de 5 a 16 años (n = 766). En todos los ensayos, 1245 participantes eran hombres y 1229 mujeres, y dos estudios no informaron acerca de la distribución por sexos. Quince ensayos contribuyeron al análisis del desenlace principal: exacerbaciones que requirieron corticosteroides sistémicos. La duración de los ensayos fue de entre 3 y 40 meses; todos menos dos investigaron los efectos de la administración de colecalciferol (vitamina D3). Al igual que en la revisión Cochrane anterior, la mayoría de los participantes presentaban asma de leve a moderada y la deficiencia importante de vitamina D (25-hidroxivitamina D [25(OH)D] < 25 nmol/l) al inicio del estudio fue poco frecuente.

La administración de vitamina D o sus metabolitos hidroxilados no redujo ni aumentó la proporción de participantes que presentaron una o más exacerbaciones del asma tratada con corticosteroides sistémicos (odds ratio [OR] 1,04; IC del 95%: 0,81 a 1,34; I2 = 0%; 14 estudios, 1778 participantes; evidencia de calidad alta). Esto equivale a un riesgo absoluto de 226 por cada 1000 (IC del 95%: 185 a 273) en el grupo de vitamina D agrupado, en comparación con un riesgo inicial de 219 participantes por cada 1000 en el grupo placebo agrupado.

Tampoco se encontraron efectos de la administración de suplementos de vitamina D sobre la tasa de exacerbaciones que requirieron corticosteroides sistémicos (cociente de tasas 0,86; IC del 95%: 0,62 a 1,19; I2 = 60%; 10 estudios, 1599 participantes; evidencia de calidad alta) ni sobre el tiempo transcurrido hasta la primera exacerbación (cociente de riesgos instantáneos 0,82; IC del 95%: 0,59 a 1,15; I2 = 22%; tres estudios, 850 participantes; evidencia de calidad alta). El análisis de subgrupos no reveló una evidencia de modificación del efecto en función del estado inicial de vitamina D, la dosis de vitamina D, la frecuencia de la posología ni la edad. Un único ensayo que investigó la administración de calcidiol informó sobre un efecto beneficioso de la intervención en el desenlace principal de control del asma.

La administración de suplementos de vitamina D no influyó en ninguno de los desenlaces secundarios de eficacia metanalizados, todos ellos basados en evidencia de calidad moderada o alta. No se observaron efectos sobre la incidencia de eventos adversos graves (OR 0,89; IC del 95%: 0,56 a 1,41; I2 = 0%; 12 estudios, 1556 participantes; evidencia de calidad alta). No fue posible determinar el efecto de la vitamina D sobre las exacerbaciones mortales del asma ya que no se produjeron tales eventos en ningún ensayo. Seis estudios informaron sobre la presencia de reacciones adversas potencialmente atribuibles a la vitamina D. Estas se dieron en los grupos de tratamiento y control e incluyeron hipercalciuria, hipervitaminosis D, cálculos renales, síntomas gastrointestinales y prurito leve. En un ensayo, no fue posible determinar el número total de participantes con hipercalciuria a partir del informe del ensayo.

Tres ensayos se consideraron con alto riesgo de sesgo en al menos un dominio; ninguno de ellos aportó datos al análisis de los desenlaces informados anteriormente. Los análisis de sensibilidad que excluyeron estos ensayos de cada desenlace al que contribuyeron no cambiaron los hallazgos nulos.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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