¿Qué eficacia tiene la toxina botulínica (tipo A; a menudo llamada bótox) para tratar las arrugas de la cara?

Mensajes clave

La inyección de toxina botulínica tipo A (un tratamiento como el bótox) reduce las arrugas del entrecejo, y su uso es relativamente seguro. Los efectos sobre las arrugas se observaron cuando se midieron cuatro semanas después de la inyección. Es probable que la inyección de toxina botulínica tipo A aumente el riesgo de caída de los párpados. Se necesitan más estudios para evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales a más largo plazo del tratamiento repetido con toxina botulínica.

Tratamiento de arrugas faciales

El movimiento continuo de los músculos de la cara puede hacer que la piel se arrugue al envejecer y se vuelva menos elástica. La toxina botulínica tipo A es una sustancia química que relaja los músculos y la produce un tipo de bacteria. Se suele utilizar para suavizar las líneas y arrugas inyectándola en los músculos de la cara para detener su movimiento durante un breve periodo de tiempo. La actividad muscular suele cesar por completo entre cinco y quince días después de la inyección. Los efectos en los músculos son temporales y suelen durar entre cuatro y seis meses.

¿Qué se quería averiguar?

Se quería averiguar hasta qué punto la toxina botulínica podría tratar las arrugas de la cara y si causa algún efecto no deseado.

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que analizaran los efectos de la toxina botulínica para tratar las arrugas de la cara.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 65 estudios con14 919 personas (en su mayoría mujeres) que acudieron a clínicas externas o consultorios privados para ser tratadas. Los estudios duraron entre una semana y un año; la duración media del tratamiento fue de 20 semanas. Los estudios compararon un tipo de toxina botulínica con otro tipo, con un placebo (una inyección sin toxina botulínica) o con un tratamiento alternativo. Varios estudios fueron financiados por compañías farmacéuticas.

Los estudios evaluaron cuatro tipos de toxina botulínica cuyo uso estaba autorizado y algunos otros tipos que aún no estaban autorizados.

Todos los estudios evaluaron el éxito del tratamiento midiendo las arrugas y líneas de expresión cuando los músculos faciales estaban más tensos. La mayoría de los estudios trataron las arrugas que aparecen entre las cejas.

¿Cuáles son los resultados principales de esta revisión?

A las cuatro semanas de la inyección, todos los tipos de toxina botulínica redujeron las arrugas del entrecejo más que un placebo. Este efecto se observó tanto si las arrugas fueron evaluadas por los médicos como por las personas que recibieron las inyecciones.

Es probable que los efectos no deseados se den con más frecuencia con la toxina botulínica que con las inyecciones de placebo. Los efectos no deseados notificados con mayor frecuencia son la caída de los párpados, el estrabismo (bizquera, cuando los ojos apuntan en direcciones diferentes) y el entumecimiento del párpado.

Dos estudios compararon dos tipos diferentes de toxina botulínica y no encontraron diferencias entre ellos en cuanto a la reducción de las arrugas del entrecejo.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

La confianza en la evidencia es moderada a alta con respecto a que la toxina botulínica reduce las arrugas del entrecejo mejor que un placebo. Hay menos confianza en alguna de la evidencia de otras comparaciones o estudios, porque algunos estudios incluyeron solo un pequeño número de personas, y en algunos estudios no estaba claro cómo se asignaron las personas a los diferentes grupos de tratamiento ni si las personas sabían qué tratamiento recibieron. Es probable que nuevos estudios de investigación aumenten la confianza en la evidencia.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta mayo de 2020.

Conclusiones de los autores: 

El tratamiento con TBA reduce las arrugas a las cuatro semanas del tratamiento, pero probablemente aumenta el riesgo de ptosis. Se encontraron varios estudios heterogéneos (diferentes tipos o dosis de TBA, número de ciclos y diferentes regiones faciales) que dificultan los metanálisis. La certeza de la evidencia de los desenlaces de efectividad fue alta, baja o moderada; para los EA, fue muy baja o moderada. Los futuros ECA deben comparar las TBA más comunes (onabotulinumtoxina A, abobotulinumtoxina A, incobotulinumtoxina A, daxibotulinumtoxina A, prabotulinumtoxina A) y evaluar los desenlaces a largo plazo. Falta evidencia sobre los efectos de varios ciclos de TBA, la frecuencia de los EA importantes, la duración del efecto, la eficacia de TBA de reciente autorización y las comparaciones con otros tratamientos.

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Antecedentes: 

La toxina botulínica tipo A (TBA) es el tratamiento más frecuente para las arrugas faciales, pero su efectividad y seguridad no han sido evaluadas anteriormente en una revisión Cochrane.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de todos los productos de toxina botulínica tipo A disponibles en el mercado para el tratamiento de cualquier tipo de arruga facial.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos hasta mayo de 2020: el Registro especializado del Grupo Cochrane de Piel (Cochrane Skin), CENTRAL, MEDLINE, Embase y LILACS. También se realizaron búsquedas en cinco registros de ensayos y se verificaron las listas de referencias de los estudios incluidos para obtener más referencias de ensayos controlados aleatorizados (ECA) relevantes.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ECA con más de 50 participantes que compararon la TBA con placebo, otros tipos de TBA o rellenos (ácido hialurónico) para el tratamiento de las arrugas faciales en adultos.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándares previstos por Cochrane. Los desenlaces principales fueron la evaluación del éxito por parte de los participantes y los eventos adversos (EA) importantes (ptosis palpebral, trastornos sensoriales palpebrales, estrabismo). Los desenlaces secundarios incluyeron la evaluación del éxito por parte del médico, el porcentaje de participantes con al menos un EA y la duración del efecto del tratamiento. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia de cada desenlace.

Resultados principales: 

Se incluyeron 65 ECA con 14 919 participantes aleatorizados. La mayoría de los participantes fueron mujeres de entre 18 y 65 años. Todos los participantes fueron pacientes ambulatorios (de clínicas externas o consultorios privados). La duración de los estudios varió entre una semana y un año. Ningún estudio fue evaluado como de bajo riesgo de sesgo en todos los dominios; el riesgo global de sesgo fue incierto en la mayoría de los estudios.

El comparador más común fue el placebo (36 estudios). En 19 estudios se utilizó un control activo. Hubo ocho estudios de búsqueda de dosis de la onabotulinumtoxina A, y un pequeño número de estudios que la compararon con rellenos. El tratamiento se administró en un ciclo (54 estudios), dos ciclos (tres estudios) o tres ciclos o más (ocho estudios).

Las regiones tratadas fueron el entrecejo (43 estudios), las patas de gallo (siete estudios), la frente (dos estudios), la zona peribucal (dos estudios), toda la cara (un estudio) o más de dos regiones (nueve estudios). La mayoría de los estudios analizaron arrugas moderadas a intensas; la duración media del tratamiento fue de 20 semanas.

Los resultados siguientes resumen las principales comparaciones, basadas en estudios de un ciclo de tratamiento para el entrecejo. Los EA se recopilaron mientras duraron los estudios (a lo largo de entre cuatro y 24 semanas).

En comparación con el placebo, la onabotulinumtoxina A-20 U probablemente tiene una tasa más alta de éxito evaluada por el participante (razón de riesgos [RR] 19,45; intervalo de confianza [IC] del 95%: 8,60 a 43,99; 575 participantes, cuatro estudios; evidencia de certeza moderada) y por el médico (RR 17,10; IC del 95%: 10,07 a 29,05; 1339 participantes, siete estudios; evidencia de certeza moderada) en la cuarta semana. Es probable que los EA importantes sean más frecuentes con la onabotulinumtoxina A-20 U (odds ratio [OR] de Peto 3,62; IC del 95%: 1,50 a 8,74; 1390 participantes, ocho estudios; evidencia de certeza moderada), pero podría no haber diferencias en ningún EA (RR 1,14; IC del 95%: 0,89 a 1,45; 1388 participantes, ocho estudios; evidencia de certeza baja).

En comparación con el placebo, la abobotulinumtoxina A-50 U tiene una tasa más alta de éxito evaluada por el participante en la cuarta semana (RR 21,22; IC del 95%: 7,40 a 60,56; 915 participantes, seis estudios; evidencia de certeza alta) y probablemente tiene una tasa más alta de éxito evaluada por el médico (RR 14,93; IC del 95%: 8,09 a 27,55; 1059 participantes, siete estudios; evidencia de certeza moderada). Es probable que se produzcan más EA importantes con la abobotulinumtoxina A-50 U (OR de peto 3,36; IC del 95%: 0,88 a 12,87; 1294 participantes, siete estudios; evidencia de certeza moderada). Cualquier EA podría ser más frecuente con la abobotulinumtoxina A-50 U (RR 1,25; IC del 95%: 1,05 a 1,49; 1471 participantes, ocho estudios; evidencia de certeza baja).

En comparación con el placebo, la incobotulinumtoxina A-20 U probablemente tiene una tasa más alta de éxito evaluada por el participante en la cuarta semana (RR 66,57; IC del 95%: 13,50 a 328,28; 547 participantes, dos estudios; evidencia de certeza moderada) y una tasa más alta de éxito evaluada por el médico (RR 134,62; IC del 95%: 19,05 a 951,45; 547 participantes, dos estudios; evidencia de certeza moderada). No se observaron EA importantes (547 participantes; dos estudios; evidencia de certeza moderada). Podría no haber diferencias entre los grupos en ningún EA (RR 1,17; IC del 95%: 0,90 a 1,53; 547 participantes, dos estudios; evidencia de certeza baja).

La abobotulinumtoxina A-50 U no difiere de la onabotulinumtoxina A-20 U en cuanto a la tasa de éxito evaluada por el participante (RR 1,00; IC del 95%: 0,92 a 1.08; 388 participantes, un estudio; evidencia de certeza alta) ni en la tasa de éxito evaluada por el médico (RR 1,01; IC del 95%: 0,95 a 1,06; 388 participantes, un estudio; evidencia de certeza alta) en la cuarta semana. Es probable que se produzcan más EA importantes en el grupo de abobotulinumtoxina A-50 U que en el de onabotulinumtoxina A-20 U (OR de Peto 2,65; IC del 95%: 0,77 a 9,09; 433 participantes, un estudio; evidencia de certeza moderada). Probablemente no haya diferencias en ningún EA (RR 1,02; IC del 95%: 0,67 a 1,54; 492 participantes, dos estudios; evidencia de certeza moderada).

La incobotulinumtoxina A-24 U podría no diferir de la onabotulinumtoxina A-24 U en cuanto a la tasa de éxito evaluada por el médico en la cuarta semana (RR 1,01; IC del 95%: 0,96 a 1.05; 381 participantes, un estudio; evidencia de certeza baja) (la evaluación del participante no se midió). Un participante notificó ptosis con la onabotulinumtoxina A, pero se desconoce el riesgo de EA (OR de Peto 0,02; IC del 95%: 0,00 a 1,77; 381 participantes, un estudio; evidencia de certeza muy baja).

En comparación con el placebo, la daxibotulinumtoxina A-40 U probablemente tiene una tasa más alta de éxito evaluada por el participante (RR 21,10; IC del 95%: 11,31 a 39,34; 683 participantes, dos estudios; evidencia de certeza moderada) y evaluada por el médico (RR 23,40; IC del 95%: 12,56 a 43,61; 683 participantes, dos estudios; evidencia de certeza moderada) en la cuarta semana. No se observaron EA importantes (716 participantes; dos estudios; evidencia de certeza moderada). Podría haber un aumento de los EA con la daxibotulinumtoxina A en comparación con el placebo (RR 2,23; IC del 95%: 1,46 a 3,40; 716 participantes, dos estudios; evidencia de certeza moderada).

Los EA importantes notificados fueron principalmente ptosis; se sabe que la TBA también conlleva un riesgo de estrabismo o trastornos sensoriales palpebrales.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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