S-adenosilmetionina (SAMe) para la depresión en adultos

Descripción de la enfermedad

La depresión es un trastorno de estado de ánimo común y recurrente. Generalmente, los pacientes presentan síntomas como bajo estado de ánimo y pérdida de interés o del sentimiento de placer. Las personas con depresión también a menudo experimentan algunos de los síntomas siguientes: pérdida o aumento de peso; disminución o aumento del apetito, insomnio o hipersomnio; agitación o fatiga así como culpa excesiva; sentimientos de falta de valor, concentración deficiente e indecisión; pensamiento recurrente de muerte y pensamiento suicida. Los antidepresivos son los fármacos utilizados con mayor frecuencia en el tratamiento de la depresión.

Descripción del fármaco

La S-adenosilmetionina (a menudo denominada SAMe) está presente de manera natural en el organismo y hay pruebas de que es efectiva como antidepresivo. La SAMe se ha comercializado en algunos países europeos desde mediados de los años ochenta para el tratamiento de la depresión y para otros trastornos médicos como la osteoartritis (enfermedad articular que causa dolor y rigidez en las articulaciones), la fibromialgia (dolor y rigidez generalizados), las enfermedades hepáticas y la migraña. Sin embargo, la SAMe no tiene aprobación formal en el Reino Unido para el tratamiento de la depresión, y en los EE.UU. se clasifica sólo como suplemento dietético.

Objetivo de la revisión

Dado el grado de la carga de la depresión, las altas tasas de cronicidad y el número elevado de pacientes que no responden a los tratamientos convencionales, existe una necesidad urgente de examinar los fármacos alternativos. En esta revisión, se investigó la efectividad de la SAMe en el tratamiento de la depresión.

Resultados

Se buscaron en las bases de datos científicas todos los ensayos controlados aleatorios (estudios clínicos en que los participantes son asignados al azar en uno de dos o más grupos de tratamiento) en adultos con diagnóstico de depresión mayor, en que la SAMe se comparó con placebo (un tratamiento falso) u otros antidepresivos (p.ej. imipramina y escitalopram) realizados antes de febrero de 2016.

Se incluyeron ocho estudios con 934 personas en esta revisión. No hubo pruebas sólidas de una diferencia en la efectividad entre la SAMe y la imipramina o el escitalopram cuando se usaron solos. Fue superior al placebo cuando se usó en combinación con los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, aunque estas pruebas fueron de baja calidad. No hubo diferencias significativas en cuanto a la efectividad entre la SAMe y el placebo solo, aunque nuevamente estas pruebas fueron de muy baja calidad. La aceptabilidad de la SAMe no fue diferente de la de los antidepresivos o el placebo. La excepción fue que menos pacientes presentaron efectos secundarios cuando recibían la SAMe en comparación con la imipramina. Sin embargo, la calidad de las pruebas para la aceptabilidad de la SAMe fue baja.

Las limitaciones de esta revisión fueron que no todos los datos relevantes podían obtenerse a pesar de los esfuerzos para establecer contacto con los autores y que algunos de los estudios incluidos eran de baja calidad.

Qué debería suceder a continuación

No es posible establecer conclusiones firmes a partir de esta revisión, y las pruebas incluidas son de calidad limitada. Es necesario investigar con mayor profundidad la eficacia y la aceptabilidad de la SAMe para el tratamiento de la depresión en pacientes adultos, en ensayos de mayor tamaño y mejor planificados.

Conclusiones de los autores: 

Dada la falta de pruebas de alta calidad y la imposibilidad de establecer conclusiones firmes basadas en estas pruebas, debe investigarse con mayor profundidad la administración de SAMe para el tratamiento de la depresión en adultos. Los ensayos futuros deben adoptar la forma de ensayos clínicos controlados aleatorios amplios de alta calidad metodológica, con especial atención a la asignación al azar, la ocultación de la asignación, el cegamiento y el manejo de los datos faltantes. Para las comparaciones, deben usarse antidepresivos de todas las clases. Los eventos adversos deben detallarse para cada participante, teniendo en cuenta que la inducción de la manía reviste un interés particular.

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Antecedentes: 

La depresión es una enfermedad recurrente con tasas altas de cronicidad, resistencia al tratamiento y una repercusión económica significativa. Existen pruebas en la bibliografía de que la S-adenosilmetionina (SAMe), un compuesto natural que se encuentra en el organismo, tiene eficacia antidepresiva. Este producto puede ser un agregado importante al conjunto de agentes antidepresivos.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de la SAMe en comparación con placebo o los antidepresivos para el tratamiento de la depresión en adultos.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Trastornos Mentales Comunes (Cochrane Common Mental Disorders Group) (CCMDCTR Studies and Reference Register), MEDLINE, EMBASE, PsycINFO, en los registros de ensayos internacionales ClinicalTrials.gov y en el World Health Organization trials portal (ICTRP). Se verificaron las listas de referencias, se realizaron búsquedas manuales y se estableció contacto con expertos en el tema. La búsqueda bibliográfica en el CCMDCTR se actualizó por última vez el 5 de febrero de 2016.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorios que comparan la SAMe con placebo o los antidepresivos en adultos con diagnóstico de depresión mayor.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión realizaron de forma independiente la extracción de datos y la evaluación del riesgo de sesgo. Se estableció contacto con los autores de los ensayos incluidos para obtener información adicional.

Resultados principales: 

Esta revisión sistemática incluyó ocho ensayos que comparan la SAMe con placebo, imipramina, desipramina o escitalopram. Se aceptaron los ensayos que usan la SAMe como monoterapia o como tratamiento complementario a los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), y tanto la administración oral como la parenteral. La revisión incorporó 934 adultos, de ambos sexos, de ámbitos ambulatorios e internación.

Los ensayos presentaron un bajo riesgo de sesgo de informe. Se consideró que los riesgos de selección, rendimiento, detección y deserción eran poco claros o bajos, y un estudio presentó un alto riesgo de sesgo de deserción.

No hubo pruebas sólidas de una diferencia en cuanto al cambio en los síntomas depresivos desde el inicio del estudio al final del tratamiento entre la SAMe y el placebo como monoterapia (diferencia de medias estandarizada [DME] -0,54; intervalo de confianza [IC] del 95%: -1,54 a 0,46; P = 0,29; 142 participantes; dos estudios; pruebas de muy baja calidad). Tampoco hubo pruebas sólidas de una diferencia en cuanto a las tasas de abandono por cualquier causa entre la SAMe y el placebo, usados como monoterapia (cociente de riesgos [CR] 0,88; IC del 95%: 0,61 a 1,29; P = 0,52; 142 participantes; dos estudios; pruebas de baja calidad).

Las pruebas de muy baja calidad mostraron que el cambio en los síntomas depresivos desde el inicio al final del tratamiento fue similar entre la SAMe y la imipramina, ambas como monoterapia (DME -0,04; IC del 95%: -0,34 a 0,27; P = 0,82; 619 participantes; cuatro estudios). Tampoco hubo pruebas sólidas de una diferencia en cuanto a los abandonos por cualquier causa entre la SAMe y un antidepresivo tricíclico (CR 0,61; IC del 95%: 0,28 a 1,31; P = 0,2; 78 participantes; tres estudios; pruebas de muy baja calidad).

Hubo pocas pruebas de una diferencia en cuanto al cambio en los síntomas depresivos desde el inicio al final del tratamiento entre la SAMe y el escitalopram, ambos como monoterapia (DM 0,12; IC del 95%: -2,75 a 2,99; P = 0,93; 129 participantes; un estudio; pruebas de baja calidad). Tampoco hubo pruebas sólidas de una diferencia en cuanto a los abandonos por cualquier causa entre la SAMe y el escitalopram (CR 0,81; IC del 95%: 0,57 a 1,16; P = 0,26; 129 participantes; un estudio; pruebas de baja calidad).

Hubo pruebas baja calidad de que la SAMe es superior al placebo como tratamiento complementario a los ISRS en cuanto al cambio en los síntomas depresivos desde el inicio al final del tratamiento (DM -3,90; IC del 95%: -6,93 a -0,87; P = 0,01; 73 participantes; un estudio). No hubo pruebas sólidas de una diferencia entre la SAMe y el placebo como tratamiento adyuvante a un ISRS en cuanto a los abandonos por cualquier causa (CR 0,70; IC del 95%: 0,31 a 1,56; P = 0,38; 73 participantes; un estudio; pruebas de muy baja calidad).

Para todas las comparaciones, las medidas de resultado secundarias de tasas de remisión y respuesta fueron compatibles con estas medidas de resultado primarias.

Con respecto a todas las medidas extraíbles de aceptabilidad de la SAMe, la calidad de las pruebas fue baja a muy baja. La SAMe no fue diferente del placebo y los antidepresivos establecidos. La excepción fue que, en la comparación con la imipramina, menos participantes presentaron efectos adversos molestos cuando recibieron SAMe por vía parenteral.

Los efectos adversos específicos no se detallaron en la mayoría de los estudios incluidos. Hubo dos informes de manía/hipomanía registrados para 441 participantes en el brazo de SAMe.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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