Administración de suplementos de ácidos grasos poliinsaturados para la epilepsia farmacorresistente

Antecedentes

Aproximadamente un 25% a un 30% de todos los pacientes con epilepsia continúan presentando crisis convulsivas a pesar de recibir dos o más fármacos en las dosis suficientes. Este trastorno se denomina epilepsia farmacorresistente o resistente al tratamiento. Se están estudiando diferentes tratamientos, incluida la administración de vitaminas y otros suplementos, para observar si pueden ayudar a mejorar el control de las crisis convulsivas en este grupo.

Métodos

Se realizaron búsquedas de estudios que evaluaron los efectos de la administración de suplementos de ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) en comparación con placebo en el tratamiento de las crisis convulsivas en pacientes con epilepsia farmacorresistente, además de los fármacos antiepilépticos habituales.

Resultados clave

Se identificaron sólo tres ensayos aleatorios, que incluían a 155 personas en total (85 adultos and 70 niños). Dos de estos estudios incluían sólo a adultos y se realizaron en los países más desarrollados (EE.UU. y Reino Unido) mientras que el tercero incluyó sólo a niños y se realizó en Egipto. En el estudio que incluyó sólo a niños, después de 12 semanas de tratamiento hubo más niños que estuvieron libres de crisis convulsivas en el grupo que recibió AGPI que en el grupo que recibió un placebo (pastillas que no contienen una sustancia activa). Asimismo, la proporción de niños que presentó una reducción del 50% en el número de crisis convulsivas fue mayor en el grupo que recibió AGPI que en el grupo que recibió placebo. Los dos estudios que incluyeron a adultos no calcularon el número de participantes libres de crisis convulsivas después del tratamiento. Los análisis de los dos estudios que incluyeron a adultos no mostraron diferencias en la proporción de participantes que presentaron una reducción del 50% en el número de crisis convulsivas (pruebas de baja calidad), la frecuencia media de las crisis convulsivas, la calidad de vida o los efectos secundarios, en comparación con los que recibieron un placebo.

Conclusión

Las pruebas existentes, que consisten en sólo tres estudios pequeños, no son suficientes para apoyar la administración de suplementos de AGPI además de los fármacos antiepilépticos habituales para mejorar el control de las crisis convulsivas o la calidad de vida en pacientes con epilepsia farmacorresistente.

Las pruebas están actualizadas hasta el 5 de noviembre 2015.

Conclusiones de los autores: 

En vista del número limitado de estudios y el reducido tamaño de las muestras, no hay pruebas suficientes para apoyar la administración de suplementos de AGPI en pacientes con epilepsia resistente al tratamiento. Se necesitan más ensayos para evaluar los beneficios de la administración de suplementos de AGPI en el tratamiento de la epilepsia farmacorresistente.

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Antecedentes: 

Se calcula que un 1% a un 3% de todos los individuos recibirá un diagnóstico de epilepsia durante la vida, que corresponde a cerca de 50 000 000 de personas afectadas en todo el mundo. La prevalencia real es posiblemente mayor debido a que la epilepsia se informa de manera insuficiente en los países en desarrollo. Aunque la mayoría logrará un control adecuado de la enfermedad a pesar de la administración de medicación, cerca de un 25% a un 30% de todos los pacientes con epilepsia son poco receptivos al tratamiento farmacológico y seguirán con crisis convulsivas a pesar de la administración de dos o más agentes en dosis suficientes. Durante la última década, los investigadores han estudiado la administración de suplementos de ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) para el tratamiento de la epilepsia resistente al tratamiento, con resultados inconsistentes. También ha habido algunas inquietudes en cuanto a la administración de compuestos de AGPI omega 3 debido a que reducen la agregación plaquetaria y podrían, en teoría, causar hemorragia.

Objetivos: 

Evaluar la efectividad y la tolerabilidad de los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 (ácido eicosapentanoico-AEP y ácido docosahexaenoico-ADH) en el control de las crisis convulsivas en pacientes con epilepsia resistente al tratamiento.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Epilepsia (Cochrane Epilepsy Group) (desde su inicio hasta noviembre 2015), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL) (2015, número 11), MEDLINE (1948 hasta noviembre 2015), EMBASE (1980 hasta noviembre 2015), SCOPUS (1823 hasta noviembre 2015); LILACS (Literatura Latino-Americana e do Caribe de Informação em Ciências da Saúde) (1982 hasta noviembre 2015); ClinicalTrials.gov; World Health Organization (WHO) International Clinical Trials Registry Platform (noviembre 2015). No se impusieron restricciones de idioma. Se estableció contacto con los autores de los estudios para obtener información adicional y no publicada y se examinaron las listas de referencias de las citas recuperadas para obtener estudios potencialmente elegibles no identificados mediante la búsqueda electrónica.

Criterios de selección: 

Todos los estudios aleatorios y cuasialeatorios que utilizaran AGPI para el tratamiento de la epilepsia farmacorresistente.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión participaron en la selección de los estudios, la extracción de datos y la evaluación de la calidad de los ensayos incluidos. Se evaluaron los siguientes resultados: ausencia de crisis convulsivas, reducción de las crisis convulsivas, mejoría en la calidad de vida, posibles efectos adversos, efectos gastrointestinales, tasas de abandono y cambios en el perfil de lípidos en plasma. Los análisis primarios fueron por intención de tratar.

Resultados principales: 

Se identificaron ocho estudios como potencialmente relevantes; tres cumplieron los criterios de selección y fueron incluidos en la revisión. Dos ensayos doble ciego controlados con placebo que incluyeron a participantes adultos se realizaron en países desarrollados, mientras que un ensayo simple ciego controlado con placebo que incluyó a niños se realizó en un país en desarrollo (Egipto). Bromfield 2008 asignó al azar a 27 adultos estadounidenses para recibir 2,2 g/día de AGPI omega 3 (AEP:ADH en un cociente 3:2) o placebo. Yuen 2005 asignó al azar a 58 pacientes del Reino Unido a aproximadamente 1,7 g/días de AGPI omega 3 (AEP 1g y ADH 0,7 g) o placebo. Reda 2015 asignó al azar a 70 niños egipcios para recibir 3 ml/día de aceite de pescado de 1200 mg (que proporcionó 0,24 g de ADH y 0,36 g de AEP) o placebo. Los tres estudios incluyeron a un total de 155 sujetos (85 adultos y 70 niños); 78 de ellos (43 adultos y 35 niños) fueron asignados al azar a los AGPI y 77 (42 adultos y 35 niños) al placebo. Todos los participantes tuvieron un seguimiento de hasta 12 semanas. La ausencia de crisis convulsivas fue informada sólo en un estudio, en alto riesgo de sesgo, que incluyó exclusivamente a niños. El cálculo del riesgo para este resultado fue significativamente mayor en los niños que recibieron AGPI en comparación con el grupo de control (cociente de riesgos [CR] 20,00; intervalo de confianza [IC] del 95%: 2,84 a 140,99; un estudio, 70 niños). De igual manera, la administración de suplementos de AGPI se asoció con una diferencia significativa en la proporción de niños con una reducción de al menos un 50% en la frecuencia de las crisis convulsivas (CR 33,00; IC del 95%: 4,77 a 228,15; un estudio en alto riesgo de sesgo, 70 niños). Sin embargo, este efecto no se observó al agrupar los datos de dos estudios que incluyeron a participantes adultos (CR 0,57; IC del 95%: 0,19 a 1,75; I² 0%, dos estudios, 78 participantes, pruebas de baja calidad). Uno de los tres resultados primarios (efectos adversos relacionados con hemorragias) no se evaluó en ninguno de los estudios incluidos en esta revisión. No hubo diferencias significativas entre los grupos de AGPI y de control con relación a los efectos gastrointestinales (CR 0,78; IC del 95%: 0,32 a 1,89; dos estudios, 85 participantes, pruebas de baja calidad).

La administración de suplementos de AGPI no produjo diferencias significativas en la frecuencia media de las crisis convulsivas, la calidad de vida u otros efectos secundarios.

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