Intervenciones para la prevención de las conductas de riesgo múltiple en los jóvenes

Antecedentes

Las conductas de riesgo para la salud, como el hábito de fumar y el consumo de drogas, pueden confluir durante los años de la adolescencia, y la participación en dichas conductas de riesgo múltiple puede dar lugar a problemas de salud como lesiones y abuso de sustancias durante la niñez y la adolescencia, así como a enfermedades no transmisibles en etapas posteriores de la vida. Actualmente, no se sabe que intervenciones son efectivas para prevenir o reducir estas conductas peligrosas entre los niños y los jóvenes.

Métodos de búsqueda y selección de estudios

Se realizaron búsquedas minuciosas en bases de datos científicas múltiples para identificar estudios que analizaran formas de prevenir o reducir la participación en dos o más conductas de riesgo, incluido el hábito de fumar, el consumo de alcohol, el consumo de drogas ilícitas, el juego, la autolesión, la conducta sexual de riesgo, el comportamiento antisocial, el comportamiento de riesgo al conducir, la inactividad física y la nutrición deficiente, en jóvenes de ocho a 25 de años edad. Estos estudios se dividieron en grupos (estudios a nivel individual, a nivel familiar y a nivel escolar) en dependencia de si los investigadores trabajaron con individuos, familias o niños y jóvenes en las escuelas, respectivamente. Se consideraron específicamente los estudios "de referencia (gold standard)" - ensayos controlados aleatorios que tuvieron como objetivo examinar dos o más conductas de interés.

Resultados principales

En total, 70 estudios fueron elegibles para su inclusión en esta revisión. La mitad incluyó a poblaciones en las que no se consideró el estado de riesgo y la mitad se centró en grupos de mayor riesgo. La mayoría se realizaron en los Estados Unidos o en países de altos ingresos. En promedio, los estudios examinaron los efectos de las intervenciones en cuatro comportamientos, los más frecuentes fueron el consumo de alcohol, el hábito de fumar, el consumo de drogas y el comportamiento antisocial.

Se encontró que para las conductas de riesgo múltiple, los estudios basados en la escuela para todos los jóvenes son más beneficiosos que un comparador para prevenir el hábito de fumar, el consumo de alcohol y la inactividad física, y que también pueden ser beneficiosos con respecto al consumo de drogas ilícitas y el comportamiento antisocial. Los resultados fueron más débiles para el consumo de cannabis, el comportamiento sexual de riesgo y las dietas poco saludables. La evidencia indica que determinados programas escolares podrían tener una repercusión beneficiosa sobre más de un comportamiento. Por el contrario, no se encontró evidencia sólida de los efectos beneficiosos de las intervenciones en las familias o los individuos con respecto a las conductas de interés, aunque se debe proceder con cuidado al interpretar estos resultados debido a que se identificó una cantidad menor de estos estudios. Por último, se encontraron siete estudios que informaron niveles mayores de participación en las conductas de riesgo entre los que recibieron la intervención en comparación con los que recibieron el control.

En términos generales, los autores de la revisión consideraron que la calidad de la evidencia era moderada o baja para la mayoría de las conductas examinadas al utilizar los criterios estandarizados, y se encontró que un comportamiento tuvo evidencia de calidad muy baja. En parte, lo anterior se debió a las inquietudes en cuanto a cómo se realizaron algunos estudios, lo que podría haber introducido sesgo.

Conclusiones

Los resultados indican que las intervenciones escolares ofrecidas a todos los niños dirigidas a considerar la participación en las conductas de riesgo múltiple pueden desempeñar una función en la prevención del hábito de fumar, el consumo de alcohol, la consumo de drogas ilícitas y el comportamiento antisocial, así como en la mejoría de la actividad física entre los jóvenes, pero no en las otras conductas examinadas. No se encontró evidencia sólida del efecto beneficioso de las intervenciones en las familias o los individuos. Las inquietudes en cuanto al informe de los estudios y la calidad de los estudios destacan la necesidad de estudios adicionales consistentes y de alta calidad para fortalecer aún más la base de evidencia en esta área.

Conclusiones de los autores: 

La evidencia disponible es más sólida para las intervenciones escolares universales dirigidas a conductas de riesgo múltiple, lo que demuestra que pueden ser efectivas para prevenir la participación en el hábito de fumar, el consumo de alcohol, el consumo de drogas ilícitas y el comportamiento antisocial, y para mejorar la actividad física entre los jóvenes, pero no para prevenir otras conductas de riesgo. Los resultados de esta revisión no aportan evidencia sólida de efectos beneficiosos de las intervenciones familiares o individuales a través de las conductas de riesgo estudiadas. Sin embargo, el informe deficiente y las inquietudes en cuanto a la calidad de la evidencia destacan la necesidad de estudios de alta calidad de intervenciones para las conductas de riesgo múltiple con el objetivo de fortalecer aún más la base de evidencia en esta área.

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Antecedentes: 

La participación en conductas de riesgo múltiple puede tener consecuencias adversas para la salud durante la niñez, durante la adolescencia y en etapas posteriores de la vida; no obstante, se sabe poco acerca de la repercusión de diferentes tipos de intervenciones dirigidas a las conductas de riesgo múltiple en los niños y los jóvenes, o la repercusión diferencial de enfoques universales versus específicos. Los resultados de las revisiones sistemáticas son contradictorios y los efectos de estas intervenciones no se han calculado de forma cuantitativa.

Objetivos: 

Examinar los efectos de las intervenciones implementadas hasta los 18 años de edad para la prevención primaria o secundaria de las conductas de riesgo múltiple entre los jóvenes.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en 11 bases de datos (Australian Education Index; British Education Index; Campbell Library; Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature [CINAHL]; Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados [CENTRAL] en la Cochrane Library; Embase; Education Resource Information Center [ERIC]; International Bibliography of the Social Sciences; MEDLINE; PsycINFO; y en Sociological Abstracts) en tres ocasiones (2012, 2015 y 14 de noviembre de 2016). Se realizaron búsquedas manuales en las listas de referencias, se estableció contacto con expertos en el tema, se realizaron búsquedas de citas y se buscó en sitios web de organizaciones relevantes.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorios (ECA), incluidos los ECA con asignación al azar grupal, que tuvieron como objetivo considerar al menos dos conductas de riesgo. Los participantes fueron niños y jóvenes de hasta 18 años de edad y los padres, los tutores o los cuidadores, siempre que la intervención se orientara a considerar la participación en conductas de riesgo múltiple en niños y jóvenes de hasta 18 años de edad. Sin embargo, los estudios podían incluir datos de resultado sobre niños > 18 años de edad en el momento del seguimiento. Específicamente, se incluyeron los estudios que obtuvieron resultados de participantes de ocho a 25 años de edad. Además, solo se incluyeron los estudios con un período combinado de intervención y de seguimiento de seis meses o más. Se excluyeron las intervenciones dirigidas a los individuos con trastornos diagnosticados clínicamente junto con las intervenciones clínicas. Las intervenciones se categorizaron de acuerdo a si se realizaron a nivel individual; a nivel familiar; o a nivel escolar.

Obtención y análisis de los datos: 

Se identificaron 34 680 títulos, se examinaron 27 691 artículos y se evaluaron 424 artículos de texto completo para determinar su elegibilidad. Dos o más autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron los estudios para su inclusión en la revisión, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo.

Los datos se agruparon en los metanálisis mediante el modelo de efectos aleatorios (DerSimonian and Laird) en RevMan 5.3. Para cada resultado, se incluyeron subgrupos relacionados con el tipo de estudio (nivel individual, familiar o escolar y enfoque universal o específico) y se examinó la efectividad hasta los 12 meses de seguimiento y a más largo plazo (> 12 meses). La calidad y la certeza de la evidencia se evaluaron mediante el enfoque Grades of Recommendation, Assessment, Development and Evaluation (GRADE).

Resultados principales: 

En la revisión se incluyeron 70 estudios elegibles, de los cuales una proporción significativa eran estudios universales basados en la escuela (n = 28; 40%). La mayoría de los estudios se realizó en EE.UU (n = 55; 79%). En promedio, los estudios procuraron prevenir cuatro de las conductas primarias. Las conductas consideradas con mayor frecuencia incluyeron el consumo de alcohol (n = 55), el consumo de drogas (n = 53) o el comportamiento antisocial (n = 53), seguidas del hábito de fumar (n = 42). Ningún estudio tuvo como objetivo prevenir la autolesión o el juego junto con otros comportamientos.

La evidencia indica que para las conductas de riesgo múltiple, las intervenciones universales basadas en la escuela tuvieron efectos beneficiosos con respecto al hábito de fumar (odds ratio [OR] 0,77; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,60 a 0,97; n = 9 estudios; 15 354 participantes) y el consumo de alcohol (OR 0,72; IC del 95%: 0,56 a 0,92; n = 8 estudios; 8751 participantes; ambos con evidencia de calidad moderada) en comparación con un comparador y que dichas intervenciones pueden ser efectivas para prevenir el consumo de drogas ilícitas (OR 0,74; IC del 95%: 0,55 a 1,00; n = 5 estudios; 11 058 participantes; evidencia de baja calidad) y la participación en cualquier comportamiento antisocial (OR 0,81; IC del 95%: 0,66 a 0,98; n = 13 estudios; 20 756 participantes; evidencia de muy baja calidad) hasta los 12 meses de seguimiento, aunque hubo evidencia de heterogeneidad moderada a significativa (I² = 49% al 69%). Evidencia de calidad moderada también mostró que las intervenciones escolares universales para las conductas de riesgo múltiple mejoraron las probabilidades de realizar actividad física (OR 1,32; IC del 95%: 1,16 a 1,50; I² = 0%; n = 4 estudios; 6441 participantes). Se consideró que los efectos observados eran de importancia para la salud pública al aplicarlos a nivel poblacional. La evidencia fue de menor certeza para los efectos de dichas intervenciones en las conductas de riesgo múltiple en cuanto al consumo de cannabis (OR 0,79; IC del 95%: 0,62 a 1,01; P = 0,06; n = 5 estudios; 4140 participantes; I² = 0%; evidencia de calidad moderada), las conductas sexuales de riesgo (OR 0,83; IC del 95%: 0,61 a 1,12; P = 0,22; n = 6 estudios; 12 633 participantes; I² = 77%; evidencia de baja calidad), y la dieta poco saludable (OR 0,82; IC del 95%: 0,64 a 1,06; P = 0,13; n = 3 estudios; 6441 participantes; I² = 49%; evidencia de calidad moderada). Es importante señalar que alguna evidencia apoyó los efectos positivos de las intervenciones escolares universales sobre tres o más conductas de riesgo.

Para la mayoría de los resultados de intervenciones específicas y universales a nivel individual y familiar, evidencia de calidad baja a moderada indica poco o ningún efecto, aunque se debe proceder con cuidado en la interpretación debido a que hubo pocos de estos estudios disponibles para la comparación (n ≤ 4 estudios para cada resultado).

Siete estudios informaron los efectos adversos e incluyeron evidencia que indica un aumento de la participación en una conducta de riesgo entre los participantes que recibieron la intervención en comparación con los participantes que recibieron las intervenciones control.

La calidad de la evidencia se consideró moderada o baja para la mayoría de los resultados, principalmente debido a las inquietudes en cuanto al sesgo de selección, de realización y de detección y la heterogeneidad entre los estudios.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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