Para la mayoría de las "banderas rojas", no hay pruebas suficientes para proporcionar recomendaciones con respecto a su exactitud de diagnóstico o su utilidad para detectar la neoplasia espinal. Las pruebas disponibles indican que en los pacientes con DL, una indicación de neoplasia espinal no debe basarse en los resultados de una única pregunta de "bandera roja". Se recomienda la realización de investigación adicional para evaluar el funcionamiento de las diferentes combinaciones de pruebas.
La identificación de las enfermedades graves, como la neoplasia espinal, es una de las finalidades primarias de la evaluación clínica de los pacientes con dolor lumbar (DL). Las guías clínicas recomiendan la conciencia sobre las características de las "banderas rojas" de la historia clínica de los pacientes y la exploración física para lograrlo. Sin embargo, hay datos empíricos limitados sobre la exactitud de diagnóstico de estas características y hay muy poca información sobre cómo utilizarlas mejor en la práctica clínica.
Evaluar el funcionamiento de diagnóstico de las características clínicas identificadas al tomar una historia clínica y realizar una exploración física ("banderas rojas") para someter a cribado las neoplasias espinales en los pacientes que consultan por DL.
Se realizaron búsquedas de estudios primarios en bases de datos electrónicas (MEDLINE, EMBASE, y CINAHL) y revisiones sistemáticas (PubMed y Medion) desde la fecha más temprana hasta el 1 de abril de 2012. También se realizó una búsqueda de citas hacia delante y hacia atrás de los artículos elegibles.
Se consideraron los estudios cuando comparaban los resultados de la historia clínica y la exploración física en pacientes con DL con los del diagnóstico por imágenes (imágenes de resonancia magnética, tomografía computadorizada, mielografía).
Dos revisores, de forma independiente, evaluaron la calidad de cada estudio incluido con la herramienta Quality Assessment of Diagnostic Accuracy Studies (QUADAS) y extrajeron los detalles sobre las características de los pacientes, el diseño de estudio, las pruebas índices y el estándar de referencia. Los datos de la exactitud del diagnóstico se presentaron como sensibilidades y especificidades con intervalos de confianza del 95% para todas las pruebas índices.
Se incluyeron ocho estudios de cohortes de los cuales seis se realizaron en la atención primaria (número total de pacientes; n= 6622), un estudio se realizó en el contexto de un servicio de urgencias y accidentes (n= 482), y un estudio se realizó en el contexto de la atención secundaria (n= 257). En los seis estudios de la atención primaria, la prevalencia de las neoplasias espinales varió de un 0% a un 0,66%. En términos generales, se extrajeron y presentaron los datos de 20 pruebas índices, sin embargo sólo siete de las mismas fueron evaluadas por más de un estudio. Debido al número limitado de estudios y la heterogeneidad clínica, no se realizó el agrupamiento estadístico de los datos de la exactitud del diagnóstico.
Hubo algunas pruebas de los estudios individuales de que los antecedentes previos de cáncer aumentan significativamente la probabilidad de neoplasias. La mayoría de las "banderas rojas" como comienzo insidioso, edad > 50; y el fracaso en la mejoría después de un mes tienen tasas altas de positivos falsos.
Todas las pruebas se evaluaron de forma aislada y ningún estudio presentó datos sobre una combinación de pruebas positivas para identificar la neoplasia espinal.